Pudo llegar a tiempo a su trabajo; pero le daba igual. Sentándose en su escritorio, Stewart se preparó para otro arduo día de labor, el computador se encendió y tecleó su contraseña pudiendo dar inició a su constante vida de perdedor. Largando un suspiro de pesar al saber que de nada servía el que su hijo tuviese un aporte universitario. Podría aspirar a una vida mejor sin embargo ¿Qué se definía por vida mejor? ¿Trabajar en un laboratorio, ser un exitoso arquitecto, presidente de los Estados Unidos?
Quizás no tuvo las oportunidades que su hijo tendría; pero eso no significaba que Stewart se encontraba incapacitado de mejores oportunidades en la vida, su suegro pudo haberle pagado los estudios e incluso pudo aspirar a un mejor trabajo que el que tenía en ese momento; pero sentía que su propia vida carecía de propósito y un urgente deseo de salir adelante se imponía en su interior. Callando dicho deseo con el recuerdo de las responsabilidades que tenia a sus espaldas, Stewart inició su jornada laboral.
Comments (0)
See all