JOHANN
SEGUNDA PARTE.
No importa si las rosas se mueren en el lodo,
Solo deseo respirar el calor de tu cuerpo,
déjame permanecer siempre a tu lado,
no me sueltes sin importar el tiempo.
P. F. CANYUL
— Dices que la zona norte está libre de arcángeles, y preguntaste a los demonios la razón. — le dije a kelpie mientras nos sentábamos en la barandilla de un edificio.
— Si amo, dicen que no vienen ángeles ni arcángeles desde hace 2 meses, pero uno me dijo que su líder le ordenó corromper a todos lo humanos que encuentre a su paso y me pregunto quién era mi líder. — me informó mi fiel ayudante.
— Esto debe ser obra de Belial, parece que todo el lugar está lleno de demonios y los espíritus que encontré son escasos, una zona como esta estaría llena de espíritus, pero todos han sido recolectados.
— Necesito averiguar una cosa, tendrás que tomar mi lugar con la chica en caso de que no llegue a tiempo. — ordene a kelpie mientras me levantaba.
— Sí amo. — me dijo entusiasmado mieras se transformaba en un rechoncho gato negro, puse mi mano en mi rostro tratando de aguantar las ganas de golpearlo no era un tipo violento, pero no quería que estropeara mis planes y asustara a la humana.
— Por qué demonios eres un gato, deja de jugar y no lo arruines. — le dirigí una mirada molesta.
— Está bien. — dijo mientras saltaba del edificio, se veía triste era algo que detestaba de kelpie, llevaba más de un milenio a mi lado, pero parecía que sus costumbres humanas nunca desaparecerían, en el tiempo de mi encierro él estuvo fuera tratando de ayudarme a salir. Y siempre se lo agradecería él era más que un sirviente para mí, sin importar que los illiums no eran completamente fieles a sus amos ellos siempre buscarían al más fuerte, pero kelpie no él siempre me había mostrado su lealtad.
Había tardado más de lo previsto y mis suposiciones eran correctas había encontrado una roca con los escritos malditos fuera la ciudad, debían haber 5 más por todo el lugar esta barrera está muy bien hecha, un pez gordo estaba atrás de todo esto un humano ordinario no podría hacer esto solo, planeaban llevarse la ciudad entera al infierno.
Me transformé en un cuervo mientras observaba a la humana llegar al buzón se veía decaída, aun así, su rostro se iluminó al llegar y ver la caja solo esperaba que kelpie siguiera mis instrucciones.
Una pareja estaba a unos metros de ella pude ver que la observaban de manera extraña kelpie había olvidado hacerse visible y ellos no podían verlo apreté los dientes con fuerza, escuché un jadeo.
Volví a observar a la chica se veía pálida, y retiraba su mano de la caja estaba a punto de acariciar a kelpie, pero se asustó rápidamente supe la razón kelpie se había transformado en un cachorro completamente diferente a mí. La chica salió corriendo y yo bajé inmediatamente.
— Te pedí una maldita cosa y la hiciste mal, no me digas que por estar esperando que te diera comida olvidaste como debías verte. — le dije mientras lo observaba.
— Lo siento amo, pensé que si me veía adorable me llevaría a su casa y usted se pondría feliz. —se lamentó viéndose decaído.
— No hagas cosas innecesarias necesitamos que confié en nosotros, cuando logremos estar cerca de ella tú pasarás más tiempo a su lado mientras busco las otras piedras con los escritos. — le informe tratando de controlar mi temperamento.
— Debemos estar a su alrededor no quiero que muera, he escuchado que todas las descendientes de Odette mueren muy jóvenes. —
— Yo la protegeré, así usted estará feliz y ella nos dará bocadillos. — salto de la caja y convirtiéndose en un ave siguió a la chica.
Iba a ser una noche muy larga tenía que planear mi próximo movimiento.
La mañana llegó pronto y ella me ignoró por completo, estaba en alerta y cuando se acercó al buzón pasó de largo, tenía que llamar su atención no me iba a mover de este lugar hasta que ella me llevara a su casa.
— Necesito que busques las otras piedras con los escritos trata de ir al oeste donde está el bosque una debe de estar por ahí. — ordene a kelpie
— Claro amo kelpie hará todo lo que usted diga. — salió volando muy entusiasmado, su comportamiento era muy infantil.
Las horas transcurrieron demasiado rápido, ahí venía ella la observé mientras se acercaba con precaución.
Trate de verme lo más miserable que podía, kelpie me observaba desde arriba esperaba que aprendiera un poco de mí, cómo era que debía de actuar ante esta humana. Logré captar su atención y ella por fin habló conmigo.
—¿Estás solo amiguito? ¿estás herido? — me dijo con una cara llena de angustia.
Saco 2 salchichas de su bolso y me las ofreció, lentamente me acerque para comerlas estas cosas olían bien y sabían aún mejor, la comida humana era maravillosa.
Seguía en mi papel de perro moribundo así que no deje ver lo entusiasmado que estaba al ver que ella quería acariciarme.
— Puedes comer esto también perdóname, no puedo llevarte a casa. — ella siguió diciendo mientras me ofrecía 2 más.
—Woof Woof— le contesté, me sentía avergonzado, pero ella se veía feliz así que no le di importancia.
De pronto estiró su mano y me acarició fue como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago y me hubieran sacado todo el aire, estuve a punto de hablar de la impresión una corriente paso a través de mí, por una vez en mi vida me sentí completamente vivo.
El grito que soltó me estremeció dejo de acariciarme y pude ver la confusión en su rostro se levantó lentamente y se dio la vuelta sin una palabra.
— Maldición se volvió a asustar, kelpie no puedo dejar pasar más tiempo ve con ella y trata de que no te note tendremos que acercarnos directamente. — indique mientras yo me transformaba en un ave la seguiría hasta su casa, sin embargo mis planes estaban por fracasar.
— chica tonta, kelpie quédate cerca. — le dije mientras me apresuraba a sujetar iba tan distraída que no noto al auto que estaba a punto de matarla.
La senté en frente de su casa mientras agarraba a kelpie y lo ponía a su lado.
—quédate a su lado. — susurré y desaparecí sólo para volver a aparecer dentro de su casa.
Revisé toda la casa buscando señales de pactos con otros demonios, no quería equivocarme con respecto a ella, si no era una descendiente de Odette no iba ser su niñera.
Escuche el sonido de la puerta así que tomé mi forma de cachorro y espere en las escaleras de nada me servía verme moribundo tome la forma que kelpie había usado antes.
Ella estaba asustada.
—¿Qué eres? ¿Qué estás buscando? ¿Cómo entraste? — ella casi chillo la última frase.
— Woof— le dije tratando de verme lo más inofensivo que pude.
—Todos los espíritus hablan y sé que puedes hacerlo, ¿qué quieres de mí? —
La miré y me di vuelta acostándome al lado de una silla, ella me acababa de confirmar que veía a todos los espíritus me hacía suponer que también a todos los demonios, el sonido de la puerta el sobresalto tenía que ser su padre, me hice visible esperando que este humano fuera un amante de los animales.
—bienvenido papá co- como… — de pronto él me señaló bastante molesto “esto era una broma’’ últimamente ni uno de mis planes salía bien este señor iba a echarme.
— ¿Qué es eso? — le dijo señalándome
— A qué te refieres papá. — ella se veía confundida.
— No te hagas la lista conmigo, ¿Por qué trajiste un perro? — el gritando le contestó.
— El solo me siguió…— susurro, su cara estaba blanca.
— No podemos tener un perro, ve y déjalo en donde lo encontraste. — dijo su padre molesto mientras subía los escalones.
Me observó con temor, aun así, ella se acercó a mí.
— No nos lastimes— me suplicó mientras me cargaba, esa sensación volvió a mí y por su comportamiento estaba seguro de que ella también lo sentía ya que estaba temblando.
— Por favor, solo quédate afuera —me dijo suavemente, pero yo no estaba dispuesto a recibir órdenes de esta humana.
Volví a aparecer dentro de su casa, no habría forma de que me fuera después de que ella se diera cuenta que no era un cachorro ordinario.
Cuando ella cerró la puerta con llave y volteo agarró una fruta y le dio un mordisco al verme de nuevo adentro se ahogó con ella y dando un salto hacia atrás tiró una de las sillas que estaban ahí.
Su padre bajó rápidamente.
—¿Qué pasó? ¿qué fue eso? — el dijo observando a todos lados, luego su rostro volvió a endurecerse.
— ¿Ya sacaste ese perro? ¿Qué fue ese sonido? —
— Me tropecé y golpeé una silla. — ella contestó, pero empezó a señalar a su padre en mi dirección, mala suerte para ella el ya no podía verme y yo no estaba dispuesto a dejar esta casa.
— ¿Qué estás viendo? — le dijo nervioso.
Parecía que una batalla estaba pasando por su mente de pronto ella le dijo resignada.
— No es nada papá iré a mi habitación estoy cansada. — No quitó sus ojos de mi y subió lentamente por las escaleras.
Pasé al lado de su padre y me volví a transportar dentro de su habitación cuando ella volteo suspiró con molestia.
— ¿Necesitas que te ayude, qué quieres de mí? ¿tú me salvaste? ¿porque mi padre no puede verte? — empezó a decirme casi histérica.
— Quiero que dejes esta casa, no perteneces aquí. —
— Voy a dormir si no tienes nada que decir lárgate—refunfuño mientras se dirigía a su cama.
Se veía cansada y las ojeras bajo sus ojos la hacían ver enferma, podía notar que ella no dormía por las noches, debía ser difícil ahora entendía su estado de alerta para todo cualquier humano ya habría perdido la cordura, pero ella era fuerte. Me observaba fijamente a pesar del cansancio que su rostro reflejaba.
— Solo quiero dormir un poco. — susurro, así que decidí ayudarla cuando cerró sus ojos puse una mano en su frente y la mandé a dormir.
— Yo también necesito descansar, pero antes debo encontrar esas malditas piedras.
— Kelpie estaré fuera por un día, regresaré mañana necesito que estés a su lado esta noche y por favor no hagas un desastre mientras no estoy. —
— Si lo esperaré aquí y la cuidare muy bien, kelpie no quiere que su amo esté enojado. — me dijo acomodándose en la alfombra.
Solo esperaba que no lo estropeara otra vez...
Comments (1)
See all