ARGUMENTO 2
CAPÍTULO 3 | CONFUSIÓN
La preparatoria de Everlight recibía con frecuencia estudiantes nuevos, al ser una ciudad en crecimiento, buena parte de los que comenzaban a habitar el lugar eran familias de trabajadores que habían sido promovidos de otros lugares, sin embargo, lo que si era inusual era el hecho de recibir a personas nuevas a mitad de año.
Juhan era una de esas ocasiones inusuales.
El chico no llamaba mucho la atención por su manera de ser, más bien atraía miradas por sus características físicas, alto, atlético, cabello rizado en un tono rojizo y una piel blanca, tan blanca como la piel de un muerto. Sin duda eran rasgos que causaban mucha curiosidad sobre todo en las chicas, que siempre buscaban una manera de interactuar con él. Juhan era amable y muy simpático, pero eso no lo volvía un chico vanidoso, todo lo contrario, parecía tener muy en claro quien tenía vía libre a su confianza, Yedaky.
Resulta que al poco tiempo de haber llegado a la escuela, unos dos o 3 meses atrás, él y Yedaky coincidieron camino a la biblioteca, tras descubrir gustos en común, pareció comenzar una amistad que poco a poco fue creciendo, Juhan era muy misterioso, dentro de su amabilidad y simpatía siempre parecía haber una intención pre meditada y cautelosa que daba motivo a todo lo que hacía, sin embargo, Yedaky, al ser una chica confiada y descuidada, no le prestó atención a este aspecto y desarrolló una relación más cercana con él, al grado de salir y pasar buen tiempo a solas después de clases.
No se sabe mucho de él, sólo que vive sólo con su padre que se la pasa de viaje y trabajando, o eso era lo que él decía siempre que se le preguntaba del tema, toda excusa y explicación sobre su historia pasaba a segundo plano cuando convivían con él, pues eran cautivados por su casi hipnotizante apariencia, así como su comportamiento alegre y lleno de amabilidad.
Yo, por el contrario, era observadora y callada, distante y cautelosa, nunca le tuve suficiente confianza a nadie y no encontraba nada que me indicara que dejar ir a Juhan con Yedaky fuera la mejor idea, sin embargo, no tenía otra opción puesto que ella parecía estar feliz al estar con él.
-Te agradezco mucho haberla cuidado, es muy despistada y a veces no mide las consecuencias de su falta de precaución-. Me dijo, mientras me entregaba mi chaqueta de regreso, ya que él le había puesto la suya.
Pensé por un momento en intervenir para que no se la llevara, pero la cercana amistad que mostraban a primera vista me lo impidió.
Ahora tenía varias emociones encontradas, confundida me levanté y tras ver a Juhan alejarse, salí de la escuela con rumbo a la mansión, estaba cansada de sentir y necesitaba volver a la tranquilidad de mi casa, sobre todo, necesitaba descansar y despejar mi mente.
Luego de una ducha tibia y unos minutos frente a la chimenea, la inquietud regresó, llevada por el impulso llevé la mano al cajón de una mesa justo al lado del sofá para sacar un cigarrillo, el cual no fui capaz de fumar debido a la innecesaria promesa que había hecho hace apenas unas horas.
-No puedo, le prometí que dejaría de fumar-. Me repetí mientras apagaba el cigarrillo. -Estoy cansada, triste... confundida, ¿Qué me está pasando? Nadie me había hecho sentir estás cosas tan estúpidas, no quiero seguir sintiendo esto-. Pensé levantándome para ir a sentarme en mi escritorio, el cual estaba desordenado y lleno de hojas a medio escribir.
Mi mentalidad en relación a mis sentimientos era muy simple, para mí, cada momento de emoción era como colocar una pequeña piedra en un saco, el cual era un ejemplo para ilustrar mi corazón, conforme más sentía, mi corazón se cargaba y mi pecho se sentía pesado, como apretado, gritando a mi cabeza que necesitaba espacio para respirar; todo ese malestar debía ser descargado en palabras y tinta sobre las páginas hasta salir por completo y vaciar mi corazón, volver a mi estado de tranquilidad y silencio.
“Yedaky... Cualquiera diría que esto es apresurado, otros que estoy exagerando un simple encuentro casual. Llegaste como una pequeña luz que vino a iluminar un pequeño espacio en mi oscuridad, que descubrió una parte de mí que estaba dormido, en tinieblas, ¿Quién eres tú para mí en menos de un día? Eres la persona extraña que no tuvo temor de robarse mi corazón, la voz que irrumpió en lo que creí sería un interminable sosiego”
Conforme pasaron las semanas, se incrementaron las ocasiones en que Yedaky y yo coincidíamos en la escuela, las cosas comenzaron a cambiar, cada vez éramos más cercanas y confiadas, mi frialdad disminuyó al grado de que las personas que me rodeaban se percataron de que algo estaba sucediendo, sobre todo Juhan y Angelique.
Angelique consideró injusta la situación, no podía entender como había sido posible que Yedaky consiguiera mi atención en tan poco, cuando ella tenía mucho tiempo tratando de relacionarse conmigo, por otra parte, Juhan, que era a quién Yedaky consideraba una persona de suma confianza, empezó a cambiar su actitud, pero no mostrando celos, sino siendo más observador y buscando conocerme más de cerca, algo en la relación que estaba desarrollando con Yedaky le llamaba la atención.
A pesar de que nos estábamos volviendo cada vez más cercanas, nuestra relación no iba más allá de vernos en la escuela, se había vuelto una costumbre que a lo lejos en cada partido en el que Yedaky participara, yo la mirara calmada y atenta, esta vez, mi presencia bajo la sombra del imponente árbol no era sólo por el gusto de estar allí, había algo más y todos se estaban dando cuenta.
-No eres la misma de hace unas semanas. ¿Será que hay algo especial en Yedaky que está llamando tu atención? Me dijo Juhan en un momento donde nos encontrábamos a solas.
Volteé a verlo con un semblante de molestia, nunca había confiado en su comportamiento amable y desinteresado, este comentario por fin me había dado un buen motivo para seguir pensando lo mismo.
-Eres muy observador, no es lo que estás pensando, pero es verdad que Yedaky es una persona diferente a las demás-.
Juhan sonrió y me miró fijamente. -Dime, ¿Te molesta que ella y yo seamos tan cercanos? Pienso proponerle que sea mi novia esta noche.
Me molestó que insistiera en sacarme de mis casillas, respondí con mi expresión y le clavé la mirada, la cual brilló encendiendo el color rojizo de mis pupilas, no pronuncié una sola palabra, hice todo lo posible por contener mi respuesta, odié que pareciera que Juhan estaba disfrutando la situación, pues por fin había conseguido provocarme.
-Todos podrán decir que eres una buena persona, pero a mí no me engañas-. Le dije en medio de una guerra de miradas. -No puedo impedir que hagas lo que te venga en gana, pero si le haces daño...-
-Si le hago daño ¿Qué? ¿Vas a hacer algo al respecto? Tienes razón, quizá no sea tan buena persona, pero ante todos definitivamente soy mejor que tú, nadie tomaría en cuenta la opinión de una persona amargada que aleja a todos los que le rodean-. Con una actitud desafiante se acercó y me mostró una fotografía de su teléfono donde aparecía él con Yedaky. Perdí la guerra de miradas, luego de ver la imagen y tras haber escuchado lo que Juhan dijo.
-No soy tan tonto como para hacerle daño, pero vamos a hacer un trato, quien consiga besarla primero se quedará con ella-.
- ¡No soy tu juguete! – Exclamé al instante. -No tengo ninguna intención de ese tipo con ella-. De un golpe alejé la mano de Juhan que sostenía el móvil cerca de mi cara. Sin decir más caminé pasando por un lado empujándolo con el hombro, terminando la conversación en ese momento.
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