Me siento increíblemente inmaduro, pero ya estoy en baile y tengo que seguir bailando ¿verdad? Después de todo, tener una cita no es algo tan malo, excepto porque no tengo ni la más mínima idea de quién se trata y que solo le pedí a Sakura que me organice este encuentro por un ataque de celos.
Lo que más me frustra de todo esto, es que parece que me arreglo más para que me vea Young Soo, que para la misteriosa persona con quien me voy a encontrar hoy. Porque claro, me encargue de que quedemos en Blue Moon en el horario que se que Kim está de turno. Ya tengo veinticuatro años, pase por muchas cosas, y ahora me estoy comportando como un adolescente tonto que busca llamar la atención de su crush de las maneras mas idiotas posibles.
No se si mi atuendo es demasiado pero me coloque mi polera favorita de los Guns N' Roses, después de todo será una cita casual, no tengo porqué vestir formal y es un buen modo de saber que tipo de música le gusta a él. No me declaro super fan de la banda, mis gustos son extremadamente variados.
Un sentimiento de nostalgia me invadió cuando me vi a través del espejo del living, y el recuerdo de mi hermano regalándome esta polera en uno de mis cumpleaños me abofeteó el corazón. A veces extraño demasiado a mi familia, pero... aun tengo mucho miedo en mi ser como para enfrentar el pasado y ellos forman parte de una etapa que tanto me ha costado olvidar. Yun Hwang, mi hermano mayor, compartimos muchas cosas juntos y uno de ellos era el gusto por la música. Éramos como hermanos gemelos pero tenemos una diferencia de cinco años.
Finalmente cuando decidí salir de la casa me crucé en el ascensor a Sun Hee quien me vio sorprendida, pues yo no me había atrevido a comentarles que este sábado tenía una cita. Pero no pude evitarla, y por supuesto tuve que confesar hacia dónde me dirigía y como estoy apurado me salvé de contarle todo con lujos y detalles. Solo sabe lo necesario como para dejarme en paz.
El camino desde mi departamento hasta Blue Moon es corto, pero hoy no se siente así, parece un recorrido eterno de nunca acabar e incluso me siento un extraño en todo el trayecto. Se que es cosa de mi mente pero puedo sentir miles de miradas sobre mi cuerpo juzgándome por existir. En ese momento no me di cuenta, pero me estaba dando un ataque de ansiedad y no se si es porque estoy por conocer a alguien nuevo o porque me he arreglado más de lo normal.
Por suerte, la pesadilla acabó cuando pude cruzar por la puerta de Blue Moon, y me sentí avergonzado por haber sudado en un camino tan corto. Pero no sucedió por haber caminado mucho, sino por el ataque de nervios que me dio previo a mi llegada.
Sakura me vio con una enorme sonrisa cuando llegué, sabía que ella temía que deje plantado al chico, después de todo tengo fama de amargado asocial. Me acerqué a la caja hecho un manojo de nervios para consultarle a Sakura si él ya había llegado a la cafetería y me tensé por completo cuando la respuesta fue afirmativa pero volví a relajarme porque también mencionó que él me estaba esperando en el piso de arriba.
-Al menos podrías decirme su nombre ¿no? -me queje ya que odiaba un poco bastante los misterios a pesar de que en ocasiones la adrenalina me llamaba la atención.
-¡No! ¡No! Ve arriba y descúbrelo por tu cuenta, no parece un chico raro. -dijo ella en un vago intento de convencerme que todo estaría bien.
Suspiré de nervios y miré las escaleras aterrorizado, sabía que probablemente no era nadie malo pero ese nudo horrible invadía todo mi pecho queriendo dejarme sin respirar y para mi mala suerte, mientras subía las escaleras del terror... Young Soo venía bajando.
Sentí su mirada más intensa que nunca, parecía como si me desnudara el alma con ella pero... ¿estaba enojado conmigo aún o había tenido una mala jornada?
-Mh... buenos días, Young Soo. -susurré avergonzado al quedar frente a frente con él, ¿por qué no dejaba de mirarme así? Me sentí intimidado ya que él se veía más alto de lo usual y parecía estar más pequeño a su lado.
-Hola, sunbae... -soltó él como una especie de gruñido.
Ah... todavía él... sigue así conmigo.
Mejor volvamos al día que le dije que tendría una cita...
<<-Oye Young Soo, ¿sabes? La próxima semana tengo una cita a ciegas con un chico. No lo conozco pero me dijeron que siempre viene aquí a verme... ¿sabes algo de eso?
-¿Qué? ¿Un cliente del café? -preguntó él intrigado, sentía que me estaba mirando pero yo no quería verle a la cara, estaba demasiado enojado como para hacerlo.
-Si, Sakura me dijo que hay un chico que siempre viene aquí a comprar y que está interesado en mí. Hace tiempo que no salgo con nadie, quizás es un buen momento.
-¿Me estás diciendo que no sabes quien es? -volvió a cuestionar en un tono más serio y por alguna extraña razón se escuchó más cerca de donde yo estaba. Seguí trapeando despreocupado debajo de las mesadas hasta que me estremecí al sentir su cuerpo más cerca del mío al punto que su aliento chocó contra uno de mis costados de mi rostro. - ¿Y aceptaste? ¿Saldrás tan fácilmente con alguien que no conoces? -me dio la impresión de que se oyó celoso pero... era estúpido pensarlo, ¿acaso odiaba que salga con hombres? ¿creía que yo era hetero como el?
-Si... he aceptado, podría tener algo sin compromisos. -balbuce sintiéndome por primera vez intimidado al tenerlo tan cerca de mí, y decidí mirarlo a los ojos aunque fue un error porque pude ver ira a través de ellos. Él se alejó de mí de un modo muy extraño, ¿yo le daba asco? Mi garganta se secó.
-Okay...
Él se fue a su oficina dando un gran azote con la puerta haciéndome saltar del susto. Bien... eso definitivamente fue extraño, además... si yo era el que estaba enojado en un principio ¿por que ahora me siento mal?
Pero ese acto impulsivo no fue lo peor de todo, porque en toda esa semana en la que yo esperaba a que sea el día de la cita, Young Soo se comportó extraño conmigo. Ya no me evitaba como antes de manera chistosa, sino que ahora me evitaba o me hablaba de manera fría haciéndome sentir ansioso. Pero siendo muy contradictorio a ese modo nuevo de actuar suyo, en muchas ocasiones parecía buscar más contacto conmigo y cada vez que nos rozamos por casualidad se me erizaba la piel. No parecía un hermoso cachorro grande, ahora parecía un lobo grande marcando territorio y hablándome algunas veces tan cerca que me alteraba todas las hormonas.
Ese hombre me trae mucha confusión. >>
Cuando llegué al piso de arriba pude visualizar como en una de las mesas que está contra los ventanales, un chico se ponía de pie para saludarme como si me conociera de toda la vida. Supuse que era él quien me estaba esperando, y a primera impresión no se veía nada mal, al contrario de Young Soo él tiene el cabello claro y no es tan alto, sin embargo, a mi lado todos son más altos que yo. A primeras se veía amable, probablemente es mucho más joven que yo pero eso es algo que pronto podré averiguar.
Trate de ser educado desde el primer segundo pero debo confesar que no me siento cómodo cuando una persona es extremadamente confiada. Sé que él ha venido muchas veces al café y que yo lo atendí numerosas veces pero jamás le he prestado atención y ni siquiera lo recuerdo, por lo que para mi es un completo desconocido aún.
Ahora se que se llama Tae Hyun y que trabaja en una imprenta muy cerca de aquí, por eso es que siempre viene a pedir algo a Blue Moon en su hora de descanso. Tiene la edad de Young Soo y está comenzando su carrera de odontología. Es difícil encontrar un tema para hablar y profundizar, ya que ambos somos muy diferentes, y de hecho él se muestra bastante inmaduro. ¿Cómo sé todo esto? Porque no ha dejado de hablar desde que reposé mi trasero en el asiento de compañía, y yo no he hecho más que tan solo beber mi café helado mientras lo escucho parlotear.
Si soy honesto, estoy un poco arrepentido por aceptar esta cita, pero me golpea el sentimiento de culpa cada vez que noto que él está completamente interesado en mi. No sé que ha visto cuando vino aquí, pero creo que tiene altas expectativas de alguien que ni siquiera conoce. Pero no es la primera vez que alguien se interesa por mi rostro, no soy engreído, pero sé que estoy lejos de ser feo. Siempre que he querido conquistar a alguien lo he logrado gracias a la belleza que heredé de mi mamá, porque a mi padre me parezco solo en su horrible carácter.
Pareciera que pasaron horas pero cuando miré mi reloj para corroborar, tan solo habían pasado cuarenta minutos desde que llegué aquí. Odio ser grosero pero ni siquiera estaba escuchando todo lo que el chico me decía y mis respuestas eran tan básicas como un "si, no o tal vez".
-Entonces... ¿puedo llamarte hyung?
-Por supuesto... -balbuceé viendo a Young Soo cada vez que tenía oportunidad queriendo rogarle que me sacara de allí pero yo mismo me metí en esta situación.
-¿Y vas mucho a Japón? ¿Podrías hablar en japones para mi?
-No y... disculpa, tengo un compromiso en unos minutos, lo siento mucho. -mentí ah. Qué excusa más tonta he metido.
-Oh no te preocupes, podemos quedar para otro día.
-¡Claro! Yo te llamo. -dije de inmediato sin pensarlo, y me levanté para seguir a Young Soo que con mala cara estaba por bajar al piso de abajo. - ¡Nos vemos pronto, Tae-kun! -exclamé en japonés para no dejar al futuro odontólogo con las ganas de oírme hablar en mi idioma materno. No quise ni ver su expresión porque podía imaginarlo y me irritaba.
Prácticamente corrí para llegar a Kim pero cuando pude quedar cerca de él, la niña que lo beso aquel día estaba frente a él diciéndole algo que yo no pude oír. Ella me miró con una cara horrible, ¿acaso me conocía? No le hice caso, pero me dio temor acercarme a hablar con Young Soo, pues temía interrumpir algo que no deseaba saber. Pero mi bocotas no pudo evitar musitar un...
-Ya me voy, te veo luego, Kim.
No miré en dirección a Sakura y simplemente salí de Blue Moon sintiendo que finalmente podía respirar, esa cita me había hostigado muchísimo. Ahora solo deseaba silencio y mucha paz, había un solo lugar que podía darme ello. El parque no estaba muy lejos, solo quedaba a unos cinco minutos a pie y aún contaba con energía para trasladarme hasta allí.
Hoy pese a que es fin de semana parece que la gente prefirió quedarse en sus casas porque no había muchas personas cuando llegue a la entrada del parque. El viento estaba fresco a pesar de ser primavera y los árboles de cerezo le daban su toque especial. Una risa salió de mi interior cuando una de las hojas se posó sobre mi nariz, aquella me ocasionó cosquilla y soplándola la ahuyenté de mi rostro.
Estar solo es algo maravilloso para mí, cosa que Sun Hee jamás entendería. No se porque mis amigos no respetan mi decisión y tratan de buscar una pareja para mi cuando no la necesito para ser feliz.
Nadie más que yo mismo podrá curar las heridas de mi corazón.
-¿Yun?
Mi corazón dejó de latir por un momento cuando escuché su voz, ¿por qué él estaba aquí? Sin pensarlo me di la media vuelta para verlo y una brisa corrió entre nosotros como queriendo empujarnos el uno sobre el otro.
-¿Young Soo? ¿Que...
-Yo mmh... Perdón si te estoy molestando, solo... Estaba preocupado por ti. -murmuró tranquilo al interrumpir mis preguntas y antes de que vuelva a cuestionar, como si leyera mi mente prosiguió. -Tu no tenias buena cara cuando te fuiste, y pensé que tal vez ese chico te ha molestado...
"Fue por ella Young Soo", yo no podía decirle eso.
-Y... mmh... si necesitas a alguien, yo quiero ser ese alguien.
-Bueno... la cita ha sido un fracaso. -susurré rascando mi nuca entre incómodo y avergonzado. -Pero él no me ha dicho, ni ha hecho nada malo.
Young Soo no se veía feliz, creo que no le he convencido con mis palabras. No le estoy mintiendo pero sabe que hay algo que no estoy diciendo. No se porque hice eso pero no pude evitar acercarme a él y acariciar una de sus mejillas suavemente como si fuera una frágil pieza de porcelana; pero en realidad el tacto de mi mano contra su rostro era tan cálido que me derretía por dentro.
Si algo quise transmitirle, definitivamente lo logré, porque tan pronto lo toque cerró sus ojos permitiendo que continuara con esa pequeña muestra de afecto muy impropia de mi.
-Estoy bien, cariño... solo tengo problemas en el corazón que no sé que son... -no estaba tan errado, mis sentimientos me confunden.
-¿Y puedo hacer algo por ti? -susurró con un eje de angustia.
-Ser mi amigo como lo eres ahora... -me acerqué lo suficiente esta vez para dejar un besito en su mentón, lamentaba estar tan bajo a su lado. Cuando note mi accionar temí que me rechazara, después de todo no es normal que tu amigo hombre te bese en el rostro. Él no hizo nada, solo se dejó querer. -Mi cachorro grande...
-¿Qué?
-Pfff... -una fuerte risa salió desde el fondo de mi corazón y me atreví a desordenar su cabello tan fuerte como si realmente fuera un lindo cachorro. ¡Oh mierda!, se veía más guapo con su cabello alborotado. -Eres un bonito cachorro grande hasta puedo imaginar como agitas tu cola.
El me miró indignado pero ambos terminamos riéndonos del otro.
La tensión que hubo entre nosotros se fue volando con el viento primaveral y ahora la risa envolvía nuestros cuerpos con ese floreciente amor que no notamos su temprano crecimiento. Pero pese a que en nuestro interior perdonamos nuestros tontos comportamientos, nada se aclaró en verdad y hay fantasmas que te siguen si no enciendes la luz.
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Luego de aquella conversación en el parque, mi amistad con Young Soo se fue reforzando cada vez más. Extrañamente la chica que me fastidia ya no frecuenta la cafetería y nada se concretó con Tae Hyun. Tampoco es que se haya puesto demasiado insistente. De algún modo ese chico respetó mi decisión de no volvernos a ver en privado, aunque claro, cada vez que pasaba por Blue Moon nos saludamos amistosamente.
Todo parecía tan tranquilo que de alguna manera me asustaba, pero disfruté de esa breve felicidad.
¿Por qué breve? Porque no soy un chico suertudo y la desgracia siempre me persigue aun cuando creo que la he desviado de mi camino.
Si tu corres y no pones un punto final en la historia, la oscuridad del pasado algún día tocará tus pies. Y cuando lo haga, te jalará tan fuerte que muy difícilmente podrás volver a ponerte de pie.
Era jueves cuando mi nueva realidad se rompió para enseñarme que no siempre se logra huir. Estaba tan sorprendido que la bandeja que traía resbaló de mis manos impactando fuertemente contra el suelo, logrando así romper un par de tazas y salpicando todo su contenido por el lugar, pero no pude reaccionar a tiempo.
Solo podía oír sus gritos llenos de furia y cuando menos me di cuenta mi brazo estaba siendo presionado con sus manos sacudiendo mi cuerpo, devolviendo así esos recuerdos que tanto pretendía olvidar.
Fue estúpido para mi pensar que podría esconderme de Jae Hyun para siempre y que él se olvidaría fácilmente de mi. Mi mundo daba vueltas, solo podía ver con pánico sus ojos que no reflejaban más que odio y repudio hacia mi persona.
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