Un hombre mayor, con sombrero vaquero blanco que cubría su cabeza, patrullaba la carretera inter estatal en su coche patrulla. Vestía una camisa  marrón clara con  unos pequeños adornos negros en sus hombros y una placa que tenía una inscripción que rezaba el nombre: “SHERIFF”.

De cincuenta años con un rostro de piedra y unos anteojos negros que ocultaban su fría mirada, el Sheriff Candle conducía cerca de donde estaba la zona fronteriza entre Estados Unidos y México.

Aunque era un representante de la ley, el oficial Candle sufría de una enfermedad mental llamada: Xenofobia.

Aquel hombre odiaba que personas de otras nacionalidades estuviesen en su país, con o sin permiso del gobierno. Tras haber peleado durante años en California contra la familia Vittory, unos mafiosos provenientes de Italia, Candle aprendió por las malas lo que sucede cuando los extranjeros tomaban demasiada confianza en casa ajena. Quizás en un principio él no era de ese pensamiento, quizás en su juventud si creía que podía haber unión entre los habitantes del mundo, fuese del país que fuese; pero esas ideas murieron cuando aparecieron los Vittory,  los Balmaceda, una familia de traficantes de drogas,  y los Yinkazu, una Yakuza japonesa muy temida por su salvajismo que dominaba gran parte de la costa oeste. Fue durante esos años de peleas contra mafiosos extranjeros que supo la verdad más triste y terrible de la inmigración: los extranjeros  no solo traían sus culturas a su casa, también traían sus problemas.

Ahora era un Sheriff con muy poca paciencia con los que se colaban en el país de forma ilegal.

Como sucedió unos días atrás cuando una familia Mexicana quiso pasarse de lista cruzando la frontera sin el permiso del Tío Sam. Ellos llevaban consigo un cachorro de Chihuahua que fue el único que logró escapar, oyó al pequeño gritar el nombre del perro, este se llamaba Roberto.

La familia fue deportada nuevamente y ahora se encontraba patrullando la frontera buscando algún chico listo que quisiera entrar a su casa sin ser invitado.

Patrulló durante horas hasta que encontró el cadáver de un Mexicano, al parecer lo habían atropellado.