Un grito nos despertó a Azai y a mí por la mañana

/ ¡Un asesino! /

Salimos corriendo de la cama y corrimos hacia la voz, a medida que nos íbamos acercando me di cuenta de dónde venían los gritos, venían de mis aposentos.

Cuando llegamos la ventana estaba abierta y una sirvienta omega de mi séquito estaba blanca como las plumas de un cisne, estaba mirando fijamente con cara de terror a la ventana, yo corrí y me asomé solo para ver a un hombre alto y musculado vestido de negro irse corriendo.

Mis aposentos están en un segundo piso, los finos huesos de un omega se partirían a esa altura y una beta seguramente se haría alguna fractura o lesión, así que solo nos queda un posible tipo de sospechoso, era un alfa.

-Es un alfa de aproximadamente 2,10m, complexión fuerte, no pude verle la cara ni el pelo, iba bien tapado, viste de negro, si cerramos las puertas del castillo lo podemos encerrar dentro-

Azai no tardó en reaccionar tras mis palabras

^¡Cierren las puertas del castillo ahora!^

Los guardias corrieron a transmitir la orden y las grandes puertas de metal se cerraron, ahora solo quedaba lo más difícil, encontrar al asesino.

Azai hizo que todos los guardias Alfas se reuniesen en el comedor, las betas patrullan el castillo en busca del intruso, como aún no sabemos si el asesino es un intruso o si es un guardia tuvimos que recurrir a medidas extremas.

Azai hizo que todos los alfas se quitasen las armaduras y se desvistiesen quedando solo en pantalones, mientras tanto la sirvienta y yo los mirábamos uno por uno a ver si reconocíamos al asesino.

Todos los guardias eran altos y fuertes, pero ninguno tan alto como el asesino.

-No es ninguno de ellos, el más alto está sobre 1,95 aproximadamente y no tiene la misma cantidad de masa muscular-

^Pueden vestirse^ Dijo Azai tranquilamente

Los guardias terminaron de vestirse, pero se quedaron en el salón, si los dejábamos salir el intruso podría vestirse como ellos y escabullirse.

Mientras Azai y yo caminábamos por los pasillos hablando oímos a los guardias betas gritar

/ ¡Está aquí! /

Azai y yo corrimos y lo vimos, ese era el alfa responsable, tenía la piel dorada como el trigo y unos ojos verdes brillantes como el bosque, era alto, muy alto, con mis apenas 1,60m  de altura tuve que mirar hacia arriba para verle la cara.

-Estás rodeado, ríndete- dije firmemente

/ ¿Por qué debería hacerlo? /

De repente sacó un cuchillo y lo lanzó, sentí un fuerte golpe que me tiró al suelo, pero ningún tipo de corte o pinchazo.

Miré hacia la dirección en la que vino el golpe y vi a Azai aún con el brazo extendido y con el cuchillo clavado en la articulación del codo.

- ¡Azai! - Grité poniéndome en pie y yendo a ver como estaba

^Estoy bien^

/No lo estás, ese cuchillo lleva un veneno especial, se extenderá y cuando llegue al corazón se extenderá por todo el cuerpo/ Dijo el asesino con todos los guardias beta encima de él

El miedo me consumió, nunca me había sentido tan débil y patético

- ¡Llamen a un médico! - Uno de los pocos guardias que no estaban encima del asesino se fue corriendo, yo mientras tanto quité el cinturón de mi cintura y le hice un torniquete en el brazo a Azai mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

^No llores, no es nada, ese veneno era para ti y yo soy mucho más grande que tú, seguro que no me pasará nada^ La gran y cálida mano de Azai se posó en mi mejilla limpiando mis lágrimas con su pulgar.

No podía dejar de llorar, sentía mucho miedo y muchísima culpa.

El médico no tardó en llegar y se llevó a Azai para tratar sus heridas, una vez que Azai se fue toda mi tristeza y culpa se transformó en una rabia destructiva e infinita

-¡Llévenlo a las mazmorras ahora!- Grité a los guardias, estos se encogieron por un momento, se podía ver el miedo en sus rostros, solo los dioses saben la cara que tendría en ese momento.

Rápidamente se lo llevaron y yo fui detrás, en el calabozo le quitaron toda la ropa menos la ropa interior por si tenía armas ocultas y lo ataron con cadenas a una silla de metal que estaba unida al suelo

-Déjennos solos ahora- Dije con una calma que aterró a todos, incluso el propio asesino puso una mueca de miedo por una milésima de segundo.

Todos los guardias se fueron, pero antes de que saliera el último le pedí un favor

-Dile a Nuro que traiga ut catet dret Seletimeo- El guardia confuso asintió y se fue.

-¿Sabes? Hace 700 años mi país estaba dividido en muchas partes y hubo una gran guerra, nadie está orgulloso de ese pasado, pero se inventaron formas interesantes para hacer hablar a los espías, eran tan horribles que se prohibieron cuando la guerra acabó y se unificó el país, pero aquí no están prohibidas-

El alfa empezó a sudar, pero se mantuvo firme.

/No te tengo miedo, estoy entrenado para esto, no hablaré/

-Eso ya lo veremos- Justo cuando terminé de decir eso Nuro entró al calabozo con una bolsa

/Aquí está lo que pediste, pero... ¿Está seguro de esto?/ Preguntó Nuro, su cara mostraba desaprobación y tristeza a la vez.

-Sí, ahora déjanos solos- Nuro asintió y salió del calabozo

-Lo que te voy a hacer es tan horrible que recibe el nombre de ut catet dret Seletimeo, significa la ira de los dioses, tiene varias fases y hay verión para omegas y para alfas, en tu caso el procedimiento es simple- Dije rebuscando en la bolsa

-Primero te inyectaré esto- dije sacando una botellita de la bolsa.

-Es un potente afrodisiaco, hará que tu pene esté fuerte y duro como el hierro, luego viene esto- Dije sacando un cilindro del saco

-Se llama boru dret kiru o la boca del dolor, está relleno de pinchos y ya sabes dónde va, y por último y no menos importante está esto- Saqué un fino palo metálico unido a un mango de madera

-Esto se calienta en un fuego como por ejemplo el de las antorchas que nos están iluminando, luego se introduce por el extremo abierto de la boca del dolor introduciéndose dentro del pene ¿Alguna pregunta? -

/Porque me lo explicas en vez de hacerlo/ Dijo el asesino con odio en su rostro

-Es fácil, la tortura psicológica es también muy útil, puedo ver el terror en tu cara ahora que sabes que te va a pasar, tras la tortura según los registros el 98% muere desangrado, ya sabes, toda la sangre se va al pene y se sale por los agujeros-

Dicho esto, empecé a llenar la jeringa con el liquido

-Ay, se me olvidaba, que estúpido soy, este líquido también aumenta las sensaciones, normalmente sentirías más placer que nunca si lo usases para tener sexo, pero como lo vamos a usar para otra cosa lo que sentirás es el peor dolor de toda tu vida-

/Hablaré, hablaré, por favor no lo hagas/

Se formó una sonrisa en mi rostro

-Buen chico-

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