- ¿Cuál es el antídoto del veneno? - Pregunté, el alfa dudó por un momento, pero finalmente respondió
/No tiene antídoto conocido, pero la dosis no será suficiente para matar a su majestad/
Suspiré aliviado, Azai sobrevivirá después de todo, el gran peso que sentía en mi pecho redujo su presión.
- ¿Quién te envía? - Pregunté volviendo a mi expresión seria
/El consejero de guerra/
< Ese maldito viejo...>
- ¿Dónde se encuentra escondida esa rata? - Pregunté con rabia
/No lo sé... Pero creo que ahora que se corrió el rumor de que me habéis capturado se habrá ido a Ainer/
-Me suena familiar ¿No es el país que hay al noroeste, el que se independizó en la guerra civil? -
/Así es, seguramente estará convenciendo al rey de Ainer de que Kanor ahora está débil, este país tiene reservas importantes de oro, cobre y hierro, si el rey de Ainer cree que este país es vulnerable atacará sin dudarlo/
Me estremecí por un momento, si se desata una guerra podría ser el fin.
-Por la información que me has dado te personaré la vida, pero estarás aquí hasta que yo lo decida, Nuro, mi guardia personal, se hará cargo de ti- Dicho esto le quité sus cadenas y salí de la celda cerrando la puerta con llave tras de mí.
Cuando salí de los calabozos Nuro estaba apoyado en la pared esperándome.
-Cuidarás y vigilarás a ese alfa hasta nueva orden-
/Como desee/
Tras la breve conversación me dirigí a ver a Azai y a informarle sobre quién era el responsable.
-¿Azai cómo estás?- Dije suavemente mientras acariciaba su cara, su piel ahora era blanquecina como las nubes y estaba frío como el agua del mar.-
^He estado mejor^ Dijo con la voz débil
-El que dio la orden fue el consejero de guerra, actualmente creemos que está de camino a Ainer, si llega se acabó-
^No podemos dejar que eso pase, hasta que esté bien tienes el control absoluto de todo, confío en ti como mi amado ^
-No te arrepentirás-
Me di la vuelta y busqué al general, nadie comerá beberá o dormirá hasta que ese viejo no esté detenido.
Tras dar órdenes al general y comenzar la búsqueda y captura del consejero en todo el país puse al resto de consejeros en arresto domiciliario, era una decisión muy fuerte y puede que la población local no vea con buenos ojos que un omega extranjero tome las decisiones, pero no hay otra solución posible, a partir de ahora todo será más difícil.
Fui a la biblioteca y cogí todos los libros de política, cartografía y el registro de acuerdos políticos y tratados de no agresión.
<El primer paso es conocer a tus enemigos y a tus posibles aliados>
De todos los países solo 3 podrían unirse a Ainer, eso era bueno, lo malo es que dos de ellos juntos dominaban toda la parte noroeste del mar interior de Eishnir que baña el norte del país, es un gran problema pues Meifara la ciudad más importante en cuanto a comercio se refiere está en esa zona, si la toman podría ser un golpe crítico a la economía y un paso directo al resto del país pues los caminos principales del resto de ciudades de la zona llevan a ella.
También toda la zona noroeste está comprometida, nuestro potencial enemigo es un país realmente fuerte y con un ejército grande y bien preparado.
Por otro lado, su principal aliado domina la guerra marítima teniendo según los libros los buques de guerra más grandes y fuertes.
Nuestra única ventaja es la gran extensión del país, nuestro ejército, aunque es el más grande del planeta no está tan bien entrenado y los refuerzos de Vaen tardarían más de un año en llegar pues tomaría 7 meses en enviar un emisario y otros 7 meses en que los soldados lleguen en barco así que estoy prácticamente solo en una posible guerra inminente y en desventaja.
Cuanto más leía más me desesperaba realmente necesitaría realizar muchos cambios.
Llamé a los guardias que siempre me escoltan y les pedí que fuesen a la embajada y que trajesen soldados de mi país.
Tras lo que pareció una eternidad al fin aparecieron.
/¿Que desea su alteza?/ Pregunto el soldado al mando
-Necesito que entrenéis a los soldados de este país en todo, artes marciales, estrategia incluso en geología y medicina básica, todo, hay una posible guerra inminente y el ejército está poco entrenado. También quiero que reclutes omegas, ofréceles igualdad, un buen sueldo y libertad si entran en el ejército, haremos un pelotón de élite con los omegas, el enemigo no lo verá venir. –
/Como ordene alteza/ Los soldados salieron de inmediato y yo volví a mis libros.
No sé cuándo ocurrió, pero ya era de noche y yo no había comido nada desde la noche anterior, mi estómago rugía por comida como una bestia salvaje.
<Cenaré e iré a ver a Azai>
Me levanté y me dirigí a la cocina donde cogí fruta, tras devorar 4 piezas de fruta me dirigí a la habitación donde Azai descansaba.
Abrí la puerta suavemente solo para encontrarme a Azai ya dormido iluminado por la tenue luz de una vela, ya tenía mejor aspecto, sus labios empezaban a recuperar su tono rosado, aunque su piel seguía pálida.
Sin hacer ruido me acurruqué junto a él y olí su delicioso aroma, apoyé la cabeza en su cálido pecho y de un momento al otro me quedé dormido.
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