—"¡¡mira quien lo dice, la misma escoria que ahora mismo se revuelca en su propia hipocresía, ¿¡Con que descaro te atreves "tu" entre todos a hablar así de la realeza!? Si mal no tengo entendido, tú solías ser un aliado de está ¿no es verdad? Pero tú solo los usaste, para lograr tus propios objetivos malignos. tú nunca estuviste de lado de nadie solo los engañaste a todos!!!— Exclamó con furia Nathan.
Todos los nobles se quedaron mirando en silencio tras escuchar la voz alzada del Príncipe. Por lo general, este siempre se caracterizó por ser una persona paciente y calmada que no le levantaría la voz a nadie. Pero justo ahora se encontraba en un estado muy alterado.
El joven lo miró con una expresión seria por un momento, no podía creer lo que estaba escuchando, "sí era así como todos lo conocían de verdad". así es como la gente sabía de él? En un momento no sabe si fue por la ira" o la impotencia" pero una risa maniática que no pudo ser contenida comenzó a salir, riéndose de forma irracional. mientras mostraba una cara oscurecida con un tono de voz rasposa y grave:
—"es verdad, yo…nunca estuve del lado de nadie" "jamás estuve en un bando" ¿Que puedo saber yo acerca de alianza? "No es así! pero déjame decirte algo, que se perfectamente” y es que ustedes no la tienen!!— miró al príncipe de forma atacante directamente a los ojos.
El príncipe exclamó con voz grave:
—¡¡no se por que siquiera me molestó en intentar razonar con un asesino sanguinario como tú!!, es obvio que ya no va a tener ni una pizca de empatía en su ser!! ¿Qué puedes saber tú de unión!!? — a pesar de que esa mirada lo aterraba como el infierno, no retrocedió y también lo miro firme.
—"¿Empatía? ¿unión? Sería bueno que la realeza conociera esas palabras"— expresó el muchacho con ironía.
—"tu que sabes de la realeza..? No tienes ni el más mínimo derecho de hablar sobre ella!!— se acercó al joven, amenazante.
—"oh, de hecho se más de lo que tú podrías saber!! "su majestad"— se acercó igual de forma amenazante.
Ya ambos tan cerca cara a cara, mirada sobre mirada respiraciones fuertes, ceños fruncidos y voces tensadas. apunto de comenzar un enfrentamiento en medio del comedor finalmente el Príncipe Exclamó:
—¿Qué fue lo que la realeza hizo para merecer tu odio? después de tantos años por qué no...¡¡solo nos dejas en paz!!?— dijo con voz tensa.
El muchacho gruñó de manera ronca:
—"¡incluso si te lo dijera! No me creerías "nadie lo haría" yo diría que ya hace mucho tiempo los dejé en paz" ustedes son los únicos que no pueden dejarme tranquilo.
El Príncipe pensó estas últimas palabras por unos momentos. el ambiente se había vuelto muy pesado, miró a su alrededor encontrándose con la mirada de los nobles que estaban perplejos por aquella situación, supo enseguida que debía actuar primero. finalmente retomó toda su compostura alejando la ira de su rostro, respiró profundo, hablando seriamente: "no confío en ti, pero de igual manera irás conmigo sin importar que" y si es verdad que no tienes nada que ver con esto, entonces yo lo sabré.
El muchacho miró al príncipe lleno de furia e impotencia con una respiración fuerte intentando controlar su ira para no destruir todo a su paso, pero como no podía tranquilizarse. simplemente no dijo nada se dió la vuelta y salió del castillo dándole la espalda al príncipe, respirando con fuerza con el rostro oscurecido.
El Príncipe notó que todos lo seguían observando, preocupados por la fuerte discusión, entonces les hizo una seña para que estos regresaran a hacer sus deberes. El príncipe planchó con sus manos su túnica hacia abajo y se enderezó firmemente intentando controlar todo el enojo que todavía seguía plasmado en el. para después retirarse del lugar también.
El príncipe se dirigió hacia el balcón del castillo para observar la vista y despejar su mente, ahí mismo también solía estar Riu haciendo guardia. cuando esté no estaba en el patio de armas entrenando. y como era de esperarse ahí se encontraba aquel pelirrojo con su reluciente armadura parado firmemente mirando hacia el frente.
Nathan se acercó a él, tocando su hombro, hablando:
—¿No vas a entrenar hoy, Riu?.
Oh Nathan" definitivamente no puedo entrenar ahora, no mientras ese tipo esté aquí. necesito mantenerlo bien vigilado"— dijo dirigiéndole una leve mirada.
—¿vigilarlo?"— expresó Nathan confundido.
Riu dirigió su mirada hacia las vista del balcón. Nathan se acercó junto a él y también observó.
"No confío en él, hace unos momentos yo estaba entrando al palacio, después de una vuelta de trote con las tropas. Él estaba de salida, al toparmelo su rostro era realmente serio y su aura muy oscura "se veía diferente". casi me hizo creer que era el verdadero guerrero de la muerte, no dijo nada y solo se fué realmente enojado. ¿sabes qué le pasó?— dijo Riu algo curioso.
El Príncipe tomó de los hombros a Riu girandolo hacia él y lo miró de frente con una expresión seria. Riu lo miró de forma curiosa y repentina.
"Riu.. Iré al reino de la inmortalidad, he recibido una carta, que decía que las personas estaban siendo envenenadas con magia oscura, necesitan mi apoyo aya y yo necesito el tuyo aquí. mientras no esté tu estarás a cargo de proteger el reino, necesito que cuides de todos en mi ausencia.
Riu estaba perplejo mirando los claros ojos del Príncipe, su rostro estaba ligeramente preocupado al escuchar a Nathan.
"por esa razón quiero darte un símbolo representativo de honor por tu lealtad y servicio, desde que te nombre comandante de las tropas del sol, has demostrado ser digno de ese título. Quiero que seas reconocido por tu valor y tu esfuerzo por estos últimos años y también por siempre haber estado a mi lado.
Nathan tomó la mano derecha de Riu extendiendola frente a él. con su otra mano creó la figura del sol que se estampó en su muñeca marcándose como el símbolo de honor" sobre su mano. conjurando un hechizo espiritual, el símbolo se marcaría en su piel para siempre.
Los ojos de Riu se iluminaron y su rostro estaba impactado sin poder gesticular ni una sola palabra, se quedó perplejo admirando.
El símbolo de honor es asignado por la realeza. Este no podía ser otorgado a cualquiera, pues es el que le da a las personas el valor de ser reconocidas con superioridad", con un rango más alto que los demás. Este es otorgado especialmente a los caballeros o a los nobles del castillo. que han mostrado su apoyo y lealtad hacia el reino. llevar este símbolo es sinónimo de orgullo y representación.
Este símbolo también tiene la función de permitir a los caballeros portar armas de la realeza. al tener este símbolo un caballero es capaz de utilizar y blandir una espada real, de lo contrario no podrá hacerlo.
Riu observó toda la escena perplejo sin decir nada, sus ojos se cristalizaron al ver el símbolo marcado sobre su muñeca. se podía observar como pequeñas gotas de agua, amenazaban con salir de sus ojos color esmeralda. En ese momento Nathan lo noto y se burló un poco.
—"no llores"— le dio unas palmaditas en el hombro mientras sonreía ligeramente.
—yo no estaba...— se limpió el rostro con la manga de la tela de su armadura.
Después de limpiar el rastro de agua de sus ojos, el pelirrojo lo miró dedicándole una gran sonrisa de par en par riendo de alegría. Nathan volvió a poner su mano en su hombro firme, mientras hablaba:
—"sé que puedo contar contigo Riu, por eso confío que lo harás bien"—lo miró con sinceridad.
El Príncipe camino hacia el barandal de piedra. recargando sus brazos sobre él, observó que a lo lejos se encontraba el joven sentado sobre una roca, apoyando una mano sobre su muslo. mientras miraba seriamente hacía el frente como si estuviera pensando. la brisa del viento movía ligeramente su larga cabellera dándole un aspecto de sutileza a su serio rostro.
El Príncipe lo miró un par de segundos. después suspiro, expresando sin apartar su mirada. "puede ser que él guerrero de la muerte.. no sea quien esté envenenando a las personas del reino de la inmortalidad.
Riu se acercó al príncipe expresando de manera incrédula:
"Imposible" si no es el guerrero de la muerte, entonces ¿quién más podría estár haciendo éso?.
"No lo sé, por eso digo que es solo una posibilidad"— el Príncipe volteó hacia Riu y pudo ver que su rostro se encontraba demasiado entusiasmado parecía estar conteniendolo, se veía como si fuera a explotar sino se lo contaba a alguien rápido.
Nathan entendió enseguida de qué se trataba.
—"anda, ve"— expresó breve el Príncipe.
Riu lo miró con entusiasmo, mientras expresaba.
—¿Puedo?—
Nathan,—"Claro que sí".
Riu miró lleno de alegría al príncipe, le dió un fuerte pero corto abrazo, diciendo "gracias, no te decepcionare ya verás" después de eso salió disparado hacia el castillo gritando:
"mamá...", "mamá...", "señor Ten…" ¡¡Tengo algo que decirles!!!.
Nathan se rió un poco al ver lo desesperado que estaba Riu Por anunciarle a todos lo más antes posible.
—"Mamá.. mamá!! Tienes que ver esto"— corriendo a toda prisa, se dirigió Riu hacia el palacio, buscando a su madre.
Madame Dary se encontraba limpiando con un plumero, el polvo de los retratos reales, que se encuentran en las paredes del pasillo.
"¿Qué pasa Riu? estás muy emocionado"— algo curiosa hablo madame Dary.
Con toda la alegría del mundo Riu expresó con una gran sonrisa, mientras miraba a su madre con las mejillas levemente ruborizadas por la emoción.
"He recibido un símbolo de honor"— Riu extendió su mano para que su madre pudiera ver el símbolo en su muñeca.
Los ojos de madame Dary de pronto se iluminaron, enseguida dejó caer su plumero para abalanzarse hacia su hijo en un cálido abrazo, demostrando toda su felicidad.
"¿Es un símbolo?" "un símbolo de honor" Riu!! de verdad no puedo creerlo!! estoy tan orgullosa de ti".
—"sí mamá!! Nathan me lo dió hace un momento, yo tampoco pude creerlo hasta que lo ví!!.
"Oh, Riu eso quiere decir que ya estas listo"— expresó madame Dary orgullosa.
"Listo..¿para qué?"—contestó Riu algo confundido.
'Ven conmigo".
Mándame Dary dirigió a Riu hacia su habitación. sacó un baúl blanco con grabados dorados, de abajo de su cama. era lo suficientemente grande como para guardar objetos de gran longitud. Alzando ambas cerraduras abrió lentamente su tapa, hasta que una deslumbrante espada, fue lo primero que captó la atención de Riu.
Riu se acercó mirando con asombro, aquella espada que se le hacía bastante familiar" hasta que vio algunas iniciales grabadas en la empuñadura de esta, se dió cuenta que esta era la espada de su padre' "Una espada real". Riu se inclinó de rodillas junto a madame Dary, se quedó perplejo mirando por unos segundos, hasta que su madre habló primero:
"Está espada...le pertenecia a tu padre, la he estado guardando por mucho tiempo para dártela en cuanto estuvieras listo". Está es un arma de la realeza" por lo cual solo puede ser blandida, si es que posees un símbolo de honor" y ahora que lo tienes, es tuya.
Mándame Dary le dirigió una dulce sonrisa a su hijo. Riu miraba con asombro aquella espada, con sus manos temblorosas la tomó lentamente, se levantó y la desenfundo con la cara llena de incredulidad, la alzó hacia el sol para poder ver su reflejo en el brillo deslumbrante del filoso hierro, sus ojos estaban llenos de asombro y admiración.
Mándame Dary también se levantó del suelo al ver a su hijo con esa espada, se volvió una escena tan conmovedora. expresó con una voz melancólica:
"Si tu padre estuviera aquí, estaría tan orgulloso de ti".
Riu miró a su madre con una gran sonrisa y ojos cristalizados. enfundó su espada colocándola en su cintura, después Exclamó:
"Tengo que decirle al señor Ten!! se pondrá muy feliz, cuando me vea".
"Si ve, corre!!— orgullosa exclamó madame Dary.
El señor Ten es uno de los mejores caballeros de las tropas del sol. Aparte, que su padre y el solían ser muy buenos amigos. Cuando el padre de Riu perdió la vida en la caída de los reinos hace 10 años, el señor Ten se convirtió en el nuevo comandante y se dedicó a entrenar a todas las tropas para que se convirtieran en los mejores caballeros. así fue como Riu superó a todos convirtiéndose en el nuevo comandante. también como era el hijo de su gran amigo" el señor Ten no se negaría a apoyarlo para que logrará alcanzar sus metas.
Riu buscó por todas partes al señor Ten, pero este no se encontraba en ningún lado pensó, si se había ido a patrullar junto con las tropas a los pueblos cercanos? Hasta que recordó que este solía vigilar en una de las torretas del castillo. entonces se dirigió a toda prisa.
Señor Ten!!! Algo muy importante sucedió, necesito enseñarle algo"—exclamó Riu jadeando por el cansancio de haber corrido buscándolo por todas partes.
El general Ten miro a Riu con cara extraña preguntando.
—¿paso algo?—su cara se volvió preocupante.
"Si paso algo muy bueno,, ¡Miré!—Riu extendió su brazo enseñándole su muñeca al general Ten con una gran sonrisa en el rostro.
Los ojos del general Ten se dilataron por unos momentos después le dirigió una expresión de ligero asombro ya que su gruesa cara no era muy expresiva pero esta vez realmente estaba impactado.
—¿Cuando lo obtuviste?—expreso con intriga.
Hace un momento el Príncipe me lo dió, Oh, también mire ésto"—Riu desenfundo su nueva espada alzandola al sol para que resplandeciera con la luz. Inmediatamente el señor Ten se dió cuenta de quién era.
—"¡La espada de tu padre!"—apretó la mandíbula con fuerza mientras apretaba su puño.
Señor Ten nunca lo hubiese logrado si no fuera por usted así que todos mis logros se los debo, "le doy las gracias por todo lo que ha hecho por mí—Riu enfundó su espada mientras hacía una reverencia en sinónimo de gratitud.
El general Ten le dirigió una leve sonrisa algo apretada, mirándolo con sinceridad expresó:
—estoy tan orgulloso de ver en lo que que te has convertido, a puesto a que tu padre también lo estaría—puso una mano en su hombro viéndolo seriamente.
Riu tras escuchar estas palabras sintió como su corazón latía con fuerza no podía estar más que feliz al saber que el general Ten estaba orgulloso de él.
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El príncipe se dirigió hacia el corral de caballos para liberar a nevada. montándose en ella, se dirigió hacia donde se encontraba aquel muchacho, parándose frente a él. Cuando lo vio se dio cuenta de que ya estaba durmiendo tan pacíficamente. ¿Cómo es que se puede ver tan plausible mientras duerme?.
Nevada relincho y entonces el joven rápidamente se despertó. mirando al frente en sus ojos estaba la imagen del apuesto Príncipe montando su majestuoso corcel.
—"Tengo que ir a la montaña del sol, mantente cerca"— dijo breve el príncipe.
—¿Montaña del sol?— expresó el joven curioso.
"Necesito más piedras para el camino".
"Piedras!!?.
"Las piedras blancas de la montaña del sol" son mágicas y pueden utilizarse de diversas maneras. Yo las uso para la teletransportación".
El joven se puso a pensar durante unos momentos. después se le ocurrió algo brillante, hablo despreocupado:
—"Si, si.. entonces vete", te alcanzó después".
El Príncipe sin decir nada" arreó su corcel dirigiéndose al norte, cabalgando a toda velocidad.
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