Después de atravesar el inmenso bosque durante media hora, el Príncipe finalmente llegó a la parte baja de la montaña.
El camino hacia la montaña del sol es algo empinado, muy pesado para un caballo. entonces cuando llegó a esta zona, se bajó de nevada después la ató a un árbol cercano, para continuar y subir a pie.
Antes de continuar ató una pequeña bolsita en su silla de montar y le dió una manzana mientras acariciaba su cabeza, después continuó su camino colina arriba.
El príncipe iba caminando tan pacíficamente" el sonido de los pájaros a su alrededor era tan relajante, que distraíria a cualquiera en su entorno, la brisa del aire que sacudía levemente los árboles se sentía fresca y agradable.
Después de tanta tranquilidad, de repente una silueta salió a toda prisa de los árboles, derribando al príncipe hacia el suelo. una mano se posó firme a un lado de su cuello, después otra se posó del otro lado igual. sin poder reaccionar aún" miró hacia el frente, para encontrarse con un par de ojos aterradoramente cercas, mirándolo fijamente.
El rostro de Nathan palideció, sus ojos se abrieron en grande con una expresión de temor miró.
En cuanto intentó decir algo, rápido aquel sujeto que se encontraba encima de él, se llevó una mano a la boca haciendo una seña para que se callara "shh". Nathan al mirar hacia arriba se dio cuenta de que una bestia inmensa había pasado por encima de ellos, golpeandose al otro lado con los árboles, por lo rápido y violento que se había abalanzado hacia el.
El rostro del Príncipe se volvió azul por la impresión, su corazón empezó a latir con fuerza y su respiración se volvió entrecortada. no se dio cuenta que casi había sido tragado por una bestia salvaje". la bestia sacudió su cabeza tras el fuerte golpe que se había metido al chocar contra los duros troncos de los árboles, estaba aturdida entonces solo se quedó unos segundos parada con confusión.
El peso de aquel hombre encima de su cuerpo, comenzaba a volverse incómodo. Miró sus piernas y se dio cuenta de que el sujeto se encontraba totalmente encima de ellas.
"Tus piernas"— exclamó en voz baja el príncipe.
El sujeto miro hacía abajo por unos segundos, expresó:
"Ah, perdón —abrió sus piernas hacia los lados, quedando sus rodillas en el suelo a un costado de su cintura.
El Príncipe al sentir las piernas de aquel sujeto a un lado de su cintura, y ver como no se quitaba. cerró los ojos con evidente enfado y humillación por estár en el suelo sin movilidad, sacando un fuerte suspiro:
¡¡Solo quítate!! —Exclamó molesto.
Nathan y el sujeto rápidamente miraron a la bestia. está posó sus malignos ojos sobre ellos tras escuchar ese grito, abalanzándose nuevamente contra estos dos. Ambos se separaron para esquivar el feroz ataque de la bestia, el Príncipe aún en el suelo.. rodó y giro hacia atrás quedándose arrodillado, viendo hacia el frente. mientras que el otro sujeto solo salto girando hacia atrás.
La bestia se dio cuenta que no había alcanzado a ninguno en su ataque, miró en dirección al príncipe y decidió ir tras él, el príncipe se percató de esto. entonces corrió hacia el bosque para poder ocultarse en los árboles e idear una mejor estrategia.
El Príncipe se subió en un árbol muy alto y observó con cuidado aquella bestia. se dió cuenta que en realidad ese tipo de bestia no era violenta ni agresiva, se preguntó: entonces ¿por qué está tan molesta?.
Al levantar su mirada vio, al joven en otro árbol, con los brazos cruzados con una expresión charlatana sonriendo, dijo:
"Oh su majestad" ¿está asustado? acaso también necesita mi ayuda para encargarse de una simple bestia.
"no es necesario yo me encargo"— hablo breve y serio.
El Príncipe sabía que esa bestia estaba siendo controlada por "energía maligna" entonces no quería lastimarla, si no liberarla.
"¿Seguro? No vas a orinarte en tus pantalones o si!?— entre burlas expresó el joven.
El Príncipe le dedicó una leve mirada de desprecio, mientras con una mano trazaba rápido un sello de redención sin despegar sus ojos con fulgor de él, finalmente lo lanzó hacia la bestia, que se encontraba trepando el árbol donde se ubicaba, cayendo de golpe hacia el suelo se retorció la bestia. El príncipe rápido se bajó del árbol, recitando las palabras: "redención". El hechizo se activó haciendo que la bestia rugiera en protesta, cuando toda la energía maligna fue extraída de su ser y convertida en luz" liberándola así de la maldad.
La bestia al recuperar la consciencia huyó aterrorizada del lugar". El Príncipe dio un suspiro de alivio. el otro sujeto también bajó del árbol mirando con ligero asombro las habilidades mágicas del Príncipe.
Por la prohibición de tantos hechizos, cada generación de la realeza se volvía cada vez más débil al no poder practicar hechizos de alto nivel o no entrenar sus habilidades. su fuente de energía mágica se quedaba baja.
El sujeto puso sus manos en su cintura mientras sonreía, irónicamente expresó:
"Vaya, entonces no te orinaste".
El príncipe lo miró frívolamente durante unos segundos, pensando.. si tal vez, él había sido el que controlo a esa bestia. Después de pensar en cómo hace unos momentos se encimó en él" para protegerlo del ataque de la bestia. no dijo nada, se sacudió el polvo de la ropa y solo se retiró dándole la espalda.
—"eh..eh..!! Su majestad espérame!!".
En el camino hacia la colina arriba, el Príncipe finalmente habló:
"¿Tu tienes algún nombre? O ¿cómo debería llamarte?".
El joven lo miró por unos segundos mientras, caminaba con la manos cruzadas en la parte trasera de su cabeza.
"Tengo muchos.. ¿por qué no escoges uno?"— expresó burlonamente. Agregando, aparte del "guerrero de la muerte" está:
"El azotador de reinos", "El conquistador del mal", "El guerrero sanguinario", "El masacrador", "Criminal de guerra", "El terror de la realeza", "El vengador de las sombras", "El líder de los espíritus malignos", "El revolucionario sangriento", "El retornado del mal", "El creador de la muerte", "El fundador de la tragedia", "El fundador del mal", "El mal que camina".
—"Elige el que más sea de tu agrado"—
El Príncipe lo miró con irritación, contestando: "bien, entonces te llamaré mugre".
"¿¡Mugre!? Que!!! Absolutamente nadie me ha puesto un nombre así, estás equivocado".
"Tienes razón" nadie te lo ha puesto, es por eso que yo lo haré" ¿Sabes por qué?.
Nathan se detuvo para mirar al guerrero de la muerte, hablando amenazante:
—Por qué eres la mugre que llega y se queda ahí", sin que pueda limpiarse" por que no importa cuántas veces la limpies siempre va aparecer de nuevo!!.
El tipo solo se quedó viendo al príncipe perplejo por aquellas palabras sin decir nada.
"entonces ése nombre te queda a la perfección"— dijo el príncipe continuando su camino rumbo a la montaña, dejando al joven atrás.
"Oye!!, ¿enserio vas a llamarme mugre?".
Finalmente ambos llegaron a la cima de la montaña del sol, era una montaña alta y rocosa cuya superficie está cubierta por montones de piedras blancas, que son perfectamente golpeadas por la luz solar",
realmente no habían muchos árboles si no plantas y flores, desde esa altura se podía ver claramente el castillo del sol.
El Príncipe sacó una bolsita de tela de su túnica y comenzó a recolectar todas las rocas que pudo. el sujeto noto los guantes del Príncipe al recoger las piedras, los observó por un momento, expresó con ironía: oh su majestad" tan engreído es..!! ¿acaso tanto le molesta el polvo y la tierra? que tiene que cubrirse las manos para que no las ensucie.
—¿De qué hablas?—
—¿Por qué siempre lleva guantes?, acaso no quieres que el polvo ensucie tus preciadas manos!!, típico de la realeza son tan vanidosos y creídos— expresó el joven con molestia.
"No son para es… El Príncipe pensó y mejor no se molestó en contestar.
El joven tomó una roca y la miró detenidamente por unos segundos con cara extraña, mientras expresaba:
—¿"Cómo usas esto para la teletransportación"?
El Príncipe caminó hacia él, tomó la piedra que sostenía, enseñándole habló:
Está piedra posee energía mágica, al estar en esta zona de la montaña" la luz del sol le pega todo el día, de esta manera las piedras almacenan el calor, que se convierte en energía"— el Príncipe con su otra mano cubrió la piedra que sostenía— entonces con un encantamiento, transmito mi energía espiritual en ella. haciendo que ésta la retenga y siempre que quiera rastrearla, usaré otra piedra con la misma energía. con el hechizo de transportación está me llevará a la piedra a la que quiero ir".
"Vaya ¿tú conjuraste este hechizo por tu cuenta? "Por qué nunca había visto a nadie usar el hechizo de transportación así" digo ¿que no solo funciona para mandar cartas o objetos pequeños de paquetería?".
"Así es, pero gracias al poder de las piedras. puede utilizarse para transportar personas y seres vivos, teletransportarse es algo que lleva mucha concentración y energía, por lo cual hay que tener un buen manejo del poder para no debilitarse rápido.
—"Nunca había visto a nadie, improvisando o renovando así los hechizos". eso sí que es extraño— expresó el joven con incredulidad.
"Es lo que he tenido que hacer desde hace mucho para proteger a todos"— expresó algo sombrío Nathan.
El joven se quedó unos minutos pensando llegando a una conclusión, exclamó:
"Oye… que no se supone ¿que con las piedras puedes teletransportarte a cualquier lugar donde las hayas dejado? Entonces.. por qué venimos caminando hasta aquí" si ya habías venido antes!?.
Nathan: "..."
El joven al ver que el Príncipe no respondía, comenzó a burlarse abiertamente de él:
"No me digas que nunca se te pasó por la cabeza, dejar una piedra aquí para teletransportarte directamente, sin necesidad de subir toda la montaña.
El Príncipe se sumergió en sus pensamientos dándose cuenta, que era completamente cierto, solo debío haber dejado una roca encantada aquí, así podría venir las veces que quisiera, ahorrandose todo el viaje.
"Vaya, su majestad" pero que distraído es jajaja— expreso entre burlas.
Irritado por la vergüenza el rostro del Príncipe se tiñó de un sutil rosado. exclamando: "silencio" vámonos!!— se dio la vuelta con indiferencia soltando la piedra encantada en el suelo, avanzó.
Entre risas el sujeto lo siguió por detrás viendo la piedra que soltó por unos momentos, comenzó a reír más fuerte.
"En serio su majestad, la va a dejar ahora? Jaja.
El Príncipe no se molestó en responder simplemente volvió a su firme postura y con la mirada en alto, volteo" tomando al risueño sujeto de la manga, de forma brusca. Esto hizo que él parara de reír repentinamente y mirara su manga con curiosidad. El príncipe sacó una piedra de su bolsa y los teletransporto a ambos hacia donde se encontraba atada nevada.
El sujeto miro impresionado, como tan repentinamente se encontraban en la parte baja de la montaña.
Observó bien el lugar, dándose cuenta que no estaban muy lejos de donde quería ir inicialmente. Entonces exclamó:
"Por ahí, que es eso!!?— rápido salto hacia los árboles del bosque alejándose del Príncipe.
El príncipe con la cara llena de impresión y confusión, monto a nevada exclamando:
"¿Qué cosa!!?— cabalgó detrás suyo.
"El joven era realmente muy veloz" apenas si podía verlo a lo lejos. finalmente se detuvo en una zona abierta, el príncipe llegó rápido detrás suyo en nevada. vió que el sujeto le hizo una seña para que bajara de su caballo.
El Príncipe se bajó. después se acercó al muchacho que estaba agachado, este le dijo que se agachara también, ambos se encontraban agachados en la pequeña colina. Al levantar la vista lo que estaba enfrente de ellos, era una pequeña choza de madera de aspecto muy humilde, tenía techo de paja y las paredes eran de barro y troncos, su puerta parecía ser un pedazo de árbol arrancado.
El joven se levantó" acercándose lentamente en cuclillas, mientras decía:
"Shh, no hagas ruido".
El Príncipe lo miró desde atrás en silencio con cara extraña, por no saber qué es lo que se encontraba ahí" ¿que se supone que estaban haciendo aquí?.
El Príncipe habló en voz baja:
"¿Quien, es?"— intentando averiguar quién estaba adentro de la choza, levantaba su mirada constantemente.
De pronto un relinchido salió de detrás suyo, nevada estaba algo inquieta. Esto puso en total evidencia que estaban aquí. La puerta de la humilde choza se abrió rápidamente de par en par" asomándose dos pequeños niños aproximadamente de 4 y 6 años. de apariencia humilde, vestían prendas desgastadas pero no sucias, sin embargo su calzado se veía bastante bien. En cuanto el joven los vio se abalanzó sobre ellos a toda prisa".
El rostro del príncipe palideció por completo, su expresión se volvió preocupante, al recordar todos los rumores de que "el guerrero de la muerte comía niños" esto lo hizo entrar en pánico, gritando:
"Espera..!! ¡No!"— sujetó la empuñadura de su espada, listo para desenfundarla.
Pero de pronto volvió a mirar, vio que los niños también corrieron hacia él. gritando "está aquí" ya "está aquí" después ambos niños lo derribaron en el suelo abrazándolo mientras reían.
Nathan: "(...)"
"Bien" "bien" ustedes ganan ustedes ganan, me derribaron primero, me han derrotado!!— expresó el muchacho entre risas.
"¿Dónde estabas? Estábamos muy preocupados por qué no llegaste anoche"— expresó algo melancólico el mediano de los niños.
El otro pequeño, agregó: si!! también sulian estaba muy preocupada, pero no le digas que te dije".
el joven se levantó cargando a los dos niños en ambos brazos. después se acercó al príncipe, mirando por unos segundos su mano se dió cuenta que este apretaba su empuñadura, entonces expresó:
"¿Que? de verdad creíste que comía niños"— dijo entre risas.
El Príncipe se incorporó sin decir nada, miró a los niños.
el joven Abrazó con fuerza a ambos pequeños a sus mejillas, haciendo que estos rieran sin parar, agregó: "no te preocupes los estoy engordando para después comérmelos.. ¿verdad?— los dejo en el suelo mientras les hacía cosquillas.
La expresión del Príncipe cambió por completo volviéndose tenue y pasible Al ver cómo estos niños no paraban de reír.
"¿Son tuyos?"— expresó Nathan con temeridad.
El joven se quedó pensativo por unos segundos y después sonrió en grande, diciendo:
"Por supuesto" de quién más?.
La cara del Príncipe se volvió azul preocupante, cuando escucho esas palabras. realmente no creía que fuera a responder esto, incrédulo los miró durante unos segundos en silencio.
Una repentina voz salió, proveniente de la pequeña choza. Exclamando con fuerza:
¿¡¡A quien le dices semejante mentira!!? "Tus hijos, sí cómo no".
Una jovencita de aproximadamente 13 años de vestimenta humilde, que usaba un elegante vestido desgastado. se acercó a ambos jóvenes.
"Suli, oí que estabas muy preocupada por mi, ya no te sientas mal!! ya estoy aquí"— dijo el joven burlonamente.
"¡¡Preocupada!! ¿Quién se preocupa por ti? a nadie le interesa lo que hagas"— de forma igualada expresó, mientras giraba la cabeza hacia un lado con los brazos cruzados.
"Está bien ya no te enojes si?, Mira les traje algo".
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