se encontraba un apuesto joven de cabellera larga y oscura, caminando. Mientras cargaba un costal sobre su espalda, con una gran sonrisa en su rostro silbaba y tarareaba una canción con alegría sin ninguna preocupación. siguiendo su rumbo en línea recta, atravesando el hermoso bosque de la zona luz". su vestimenta era algo pobre tenía vendajes por el cuello y los tobillos, a pesar de no llevar ningún calzado. parecía ser que no le molestaba ni un poco ir por ahí descalzo.

Era un joven que vagaba "libre", realmente no tenía ninguna responsabilidad solo debía pensar en sí mismo, ese era su lema "solo puedes depender de ti mismo". Todo de lo que debía preocuparse, era en qué ¿qué comería mañana?, o ¿cómo ganaría más dinero?. realmente nada estresante para la vida de un joven".

Sus ojos se postraron en un árbol cercano. se detuvo admirando una rojas y jugosas manzanas que colgaban de las ramas. Rápido no dudó en cortarlas, el árbol era bastante alto, tal vez esa era la razón por la cual nadie había cortado ni un solo fruto de él.

La altura no era un problema para aquel muchacho, con un gran salto alcanzó una de las ramas del árbol, sosteniendola con una sola mano se colgó de ella, después simplemente lo trepó con facilidad, cortó esas jugosas manzanas y las metió en el costal antes de frotar una en su pecho y comerla.

"Mm, qué dulce".

Mientras comía esa manzana se recostó cómodamente sobre el árbol dejando uno de sus pies columpiarse por el aire. hasta que a lo lejos unas extrañas ramas captaron su atención, las miró desde la altura pero realmente no podía apreciarlas bien desde ahí, entonces sujetó bien el costal en su espalda cargado con un montón de manzanas. con una mano bajo sujetándose de la misma rama con la que había subido, cuando sus pies estuvieron lo suficientemente cercas del suelo, se soltó de está cayendo de pie sin ningún problema. Entonces se acercó hacia aquellas ramas extrañas que había visto a lo lejos.

Al acercarse se dió cuenta de que estas emitian un aura tóxica y maligna, se quedó admirandolas de cercas, sin tocarlas pero lo más extraño es que solo algunas ramas de esa pequeña arboleda eran oscuras. Esto le dió bastante curiosidad, así que tenía ganas de aprender más acerca de este tipo de cosas. "tal vez estaba frente a algún tipo de rama medicinal rara difícil de conseguir que podría vender por mucho dinero". Pensó por unos segundos y rápido supo quién podía ayudarle a aprender más acerca del comercio de ingredientes extraños para pociones o infusiones. cortó algunas ramas envolviendolas en un pedazo de tela y las metió en su costal.

Con una gran sonrisa por qué creía que había encontrado algo valioso, se dirigió hacia el pueblo meciéndose de lado a lado mientras silbaba.

Finalmente llegó a la entrada del pueblo, caminando por las calles empedradas a lo lejos veía a todos trabajando duro en el campo, los mercaderes ofertando sus productos con vivacidad. las trompetas y acordeones que resonaban de fondo en alegres melodías proveniente de los músicos que animaban el lugar, junto a la risa de los niños que corrían por todas partes jugando. el olor del licor fresco fermentado recién destapado de la botella, que salía de los bares, era en especial su cosa preferida del lugar. no había nada mejor que una buena botella de licor tradicional.

El joven siguió caminando hasta que llegó a la zona de campo, saludando a todos los nobles campesinos con una sonrisa:

"Buenos días madame, se ve tan radiante como siempre"— la señora que se encontraba en una mecedora, lo miró guiñando un ojo.

"Buenos días señor Will, no se vaya a lastimar la espalda"— el señor lo saludó con una mano mientras seguía rasgando la tierra.

"Buenos días señorita Jazmín, soy yo? o se ve aún más linda con cada día que pasa"— la joven lo miró con una sonrisa tímida saludandolo.

"¿Quién es aquel muchacho?— exclamó uno de los campesinos.

"No lo sé, solo es un joven que pasa por aquí muy a menudo"— contestó otro hombre mientras apilaba la paja con un tridente.

"El es realmente muy bueno en cualquier labor de trabajo, a veces le da una mano a los demás a cambio de unas monedas. dicen que tiene muy buena resistencia para el trabajo en el campo"—dijo otro campesino con toda veracidad.

"Resistencia" ja!! no se trata de resistencia!! para trabajar en el campo se necesita disciplina, conocimiento, habilidad, fuerza y voluntad. ya quisiera tener todo eso para poder durar aquí". el trabajo en el campo no es nada fácil—exclamó el viejo īan con molestia mientras alardeaba.

El joven alzó una ceja con ironía al escuchar esto y se acercó hacia donde se encontraba el campo de aquel viejo.

Agregó, "69 años he dedicado mi vida al campo en cuanto a experiencia, no existe nadie que pueda igualarme.

El joven lo miró por unos segundos, con una expresión burlona expreso: "se refiere al valor de antigüedad, a lo viejo? Si es así entonces tiene razón.. nadie lo puede igualar, jaja.

Avergonzado protestó su hijo: "papá!! No crees que ya eres muy grande para alardear acerca de eso, digo ahora ya no tienes la misma fortaleza que solías tener antes. te estás volviendo un anciano".

"Viejo!!? ¡¡Anciano!!—protesto con rabia el anciano— Cómo se atreven a llamarme así, ¡que los jóvenes de hoy en día ya no tienen ningún respeto por sus mayores!! Todavía sigo teniendo la misma fuerza que tenía a mis 30 años. No existe nadie mejor que yo para cortar leña" puedo cortar cien trozos de madera en menos de una hora. ¿Qué puedes hacer tú?— hablo amenazante dirigiéndose al joven que se burlaba.

El joven lo miró con provocación mientras sonreía de lado:

"entonces yo cortaré 200 trozos en menos de una hora".

"Ja!! 200 trozos!!? ''Tu…!!" Mírate, eres un flacucho apuesto a que ni siquiera puedes aguantar el peso del hacha— se burló el anciano.

 

Rápido todas las personas alrededor comenzaron a acercarse, ya que estaban hablando en voz alta, montando todo un espectáculo. Obviamente no se lo perderían por nada, el viejo īan contra el apuesto joven ¿quien ganaría?.

Las personas comenzaron a murmurar entre ellas: "el viejo īan es un gran cortador de leña de hecho tiene mucha fama, en sus años dorados siempre fue uno de los leñadores más cotizados para cortar tantos trozos de leña como pudiera, para las ventas de invierno"—expresó un campesino.

 —"¿en serio?"— dijo otra persona con asombro.

—"oh sí es uno de los leñadores más famosos que hay", siento pena por aquel joven, digo míralo! está muy flaco"—expresó una campesina con veracidad.

"Tienes razón aunque sea joven", el viejo īan es muy fuerte", no importa que sea un anciano todavía tiene mucha habilidad"—dijo con seguridad otro sujeto.

"Y si hablamos de experiencia... es obvio quien tiene la ventaja"— Exclamó otro hombre.

El joven miró por unos momentos a toda la gente a su alrededor, escuchando como todos hablaban de que estaba totalmente acabado contra aquel anciano. Entonces se rió en voz baja, coloco su costal en suelo a un lado y con una sonrisa sarcástica se dirigió hacia el anciano:

"¿Quién dijo que usaría un hacha?. para cortar leña... ¡no la necesito!".

Todas las personas a su alrededor lo miraron con una cara extraña" no entendían a qué se refería.

Rápido el anciano se burló:

"Entonces ¿¡qué!? la vas a partir con tus manos!? —dijo de manera sarcástica entre risas.

Todas las personas comenzaron a burlarse también.

El muchacho los miro, con una sonrisa indiferente, expresó: "Así es", y es más!! solo usaré una mano". Sabes.. Voy a ser generoso contigo—se acercó caminando lentamente, al anciano de forma autoritaria, apuntando con su dedo al sujeto de al lado—"puedes dejar que tu hijo te ayude".

El anciano se volvió a reír con ironía, después miró a su hijo: 

"Ya oíste Daniel, este sujeto va a partir la leña con su mano, ven ayúdame".

"Todas las personas comenzaron a reír. antes sentían lástima por aquel joven pensando que sería humillado de forma tan cruel". pero ahora sólo sentían pena, al ver cómo él se humillaba solo" de esta manera. Todos vieron que tenía un gran sentido del humor, por lo cual no había necesidad de sentirse mal por el".

Su hijo con ayuda de otros, colocaron tres grandes troncos de madera en frente de cada uno que servirían como apoyo, los demás troncos que estaban regados por el suelo, a su lado serían los que debían cortar. el hijo tomó tres hachas, cuando Iban darle una al joven este se negó:

"Yo hablaba en serio, lo haré con una sola mano"— dijo en un tono serio.

Todos los espectadores lo miraron con confusión, en especial el anciano que se empezó a burlar:

"¡Oye estás loco! ¿o que? cómo vas a hacer eso!!" Solo toma el hacha y "deja de jugar".

El joven lo miró con una expresión seria sin ningún rastro de diversión, expresando suavemente: "oh yo estoy hablando muy enserio".

El anciano lo miró con incredulidad, pensando que era otro chiste, pero el joven no se rió ni un poco su expresión era bastante seria como para ser mentira.

"Ven déjalo Daniel, este tipo está loco!! va a pasar la vergüenza más grande de su vida en cuanto lo humillemos— habló con extrema seguridad el anciano mientras le indicaba a su hijo que regresará a su lugar.

Las personas solo miraban atentas" preparándose para desatar toda su risa, en cuanto llegara el momento en que el joven tendría que partir esos duros troncos con su mano.

Daniel regresó a un lado de su padre colocándose detrás del tronco de apoyo, ambos con el hacha en mano se prepararon para empezar a cortar. Los demás ayudantes tendrían que poner los troncos en posición para que estos fueran rebanados y no se perdiera tiempo.

Una de las campesinas se acercó, levantando una mano con un pañuelo para darle inicio a la competencia, Exclamó mientras bajaba su mano: "listos..." ahora!!.

Los pedazos del tronco rápidamente comenzaron a volar, el viejo īan y su hijo estaban cortando con todas sus fuerzas uno tras otro, apilando los trozos a los lados con rapidez. Mientras tanto de lado del joven este se encontraba parado tan tranquilamente, mientras se estiraba sin ninguna preocupación, expresando suavemente: 

—"pon otro"—

El ayudante lo miró confundido con esta petición, se quedó pensando.. si es que había escuchado bien?.

Todas las personas comenzaron a reír al ver que el muchacho no estaba haciendo absolutamente nada, solo se estiraba tan tranquilamente ahí. Mientras que el viejo īan junto a su hijo cortaban esos troncos como si su vida dependiera de ello". entonces pensaron que todo había sido un plan de él joven para hacer trabajar duro al pobre viejo īan y a su hijo.

El viejo īan golpeaba duro una y otra vez el filo del hacha contra los troncos, junto a su hijo ya llevaban alrededor de 36 trozos de leña bien cortados. riendo miró con burla hacia el joven que se encontraba a un lado tan tranquilo.

El joven volvió a expresar suavemente hacia el ayudante: "otro más".

Todos se burlaban al ver cómo el pobre ayudante, solo empinaba un tronco encima de otro. ahora había tres troncos bien empinados frente a él.

El muchacho suspiró ligeramente, con la uña de su dedo trazó unas líneas rectas y diagonales sobre la dura corteza de los troncos. Con su puño golpeó suavemente los troncos en hilera de arriba hacia abajo, volando estos en perfectos trozos de leña bien cortados".

La gente que estaba a punto de reír, al ver esto se quedaron completamente congelados, al final nadie se rió. todos vieron con asombro, admirando como de un solo golpe!!! había convertido esos tres troncos en perfectos trozos de leña.

El joven dirigió su feroz mirada, hacia el anciano que lo miraba con shock. El joven sonrió levemente a manera de provocación, regresando a lo suyo:

"Trae más"— se dirigió hacia el ayudante.

El ayudante atónito con temor comenzó a traer más y más troncos, todas las filas de troncos que eran perfectamente apiladas, salían volando en montones de trozos de leña que se iban acumulando hacia los lados perfectamente cortados.

Todas las personas que miraban, estaban extasiados no podían reaccionar ante lo que estaban presenciando.

En especial el viejo īan que comenzó a sentir que la sangre le hervía, las venas de su frente palpitaban y sus ojos estaban rojos de la frustración, el sudor de su frente caía a mares por el duro esfuerzo. Su hijo se encontraba muy cansado y sudoroso mirando con impresión a él joven que apenas si sudaba, sería a causa del intenso calor que hacía no por el esfuerzo.

El joven partió el último tronco con su puño, entonces se detuvo limpiándose el poco sudor que tenía en la frente, causado por el intenso sol. miró hacia la multitud expresando con una gran sonrisa: 

"¡¡son, 200!!".

Todas las personas se quedaron mirando perplejas sin reaccionar incrédulas, si era verdad o no.

Con gran asombro y impresión el ayudante exclamó a toda la multitud: "si son 200 trozos ya corto 200!!".

"De pronto toda la multitud enloqueció sin poder creer lo que acababa de pasar, enseguida fueron a elogiar y felicitar al muchacho, llenos de respeto y asombró"

El viejo īan lanzó su hacha a un lado con la cara roja y las venas punzantes apunto de explotar. pegó un grito con enfado y desesperación al haber sido humillado de tal manera, por un joven que partió los troncos con una mano". Su hijo solo se limitó a aplaudir mientras miraba con asombro y respeto al joven.

Todos comenzaron a llenar al joven de cumplidos y halagos aplaudiendo por tan increíble hazaña.

"Vieron eso!!! aplastó por completo a ese anciano y a su hijo"—exclamó un campesino con vivacidad.

"Este joven debe tener una fuente de energía muy poderosa, cómo para romper los troncos así"—dijo un hombre con asombro.

"¿Qué raro? Por qué no puedo sentirla!"—dijo alguien más con confusión.

"¡Es cierto! su fuente de energía es muy débil"—dijo alguien afirmando.

"Eso es muy extraño!!, entonces ¿cómo lo hizo?—expresó una chica mujer pensando.

"Ni idea"—hablo otro hombre.

El joven sonrió con despreocupación en medio de la multitud que lo alababa. Pensando: "incluso pude haberlo hecho con un solo dedo", pero eso hubiera sido exageradamente llamativo!!". De pronto recordó que tenía que ir a un lugar, entonces se despidió de todos, tomó su costal y lo apoyó sobre su espalda, listo para seguir su rumbo. Antes de marcharse fue detenido por un sujeto.

—"Espera!!! Por favor, perdona la actitud de mi padre' ya es un anciano solo que no quiere admitirlo. es por eso que es tan cascarrabias, así que por favor.. acepta quédarte a la cena con nosotros" cómo forma de disculpa de mi molesto padre.

El joven lo miró por unos momentos después alzó su vista a lo lejos, mirando al anciano que se encontraba viéndolos de reojo con el ceño fruncido, rápido volteó hacia otro lado en cuanto vio que el joven lo miraba. 

Con una sonrisa expresó el joven: agradezco el gesto, pero ya tengo planes, igual te tomaré la palabra y tal vez venga un día de éstos.

"Oh ya veo, si es así entonces lo esperaremos con mucho gusto".

El joven volvió a mirar al anciano a lo lejos con una mano en el aire, expresó con risa: "nos vemos viejo!!, ya no presuma su valor de antigüedad".