La soledad no era ningún problema para aquel joven hace tanto tiempo que estaba solo realmente ningún sentimiento parecido podía afectar su estado de ánimo ya.
En el hermoso y amplio bosque luz se encontraban tres pequeños niños trepados sobre un árbol de apariencia humilde en muy mal estado. estaban cubiertos de tierra y mugre, sus prendas estaban algo desgarradas aparte de estar en malas condiciones tenían zapatos rotos y su cabello estaba tieso Por la mugre.
Los tres niños se encontraban sobre el árbol buscando algún rastro de frutos que pudiesen comer, pero el árbol en el que se encontraban no había ni una sola fruta debido a que estás probablemente ya habían sido arrancadas por los agricultores. Los niños se quedaron un rato recostados sobre el tronco sintiendo la suave brisa sobre sus rostros mientras miraban el cielo con admiración, el más pequeño de los niños expresó con dolor al hablar: "tengo hambre".
Su hermana mayor lo miró, con nostalgia expresando: "espera a que llegue papá de seguro nos traerá algo rico que comer.
El mediano de los hermanos expresó con poca energía:"espero que sea un delicioso pollo o unas ricas papas".
De tan sólo pensarlo a todos se le hizo agua la boca, saboreando el sabor de la comida. El hermano menor miró hacia el frente, encontrándose con una rama particularmente más oscura que las otras del árbol. se le hizo peculiar por lo cual imagino que sería algún tipo de raíz deliciosa, realmente no podía pensar por el hambre en ese momento. sin dudarlo le dió un gran mordisco a aquella rama, masticandola sintió la dura corteza rompiéndose en su boca dejándole un sabor amargo y desagradable. haciendo una cara fea la trago.
Su hermana vio esto, inmediatamente metió sus dedos en su boca intentando sacarla para que no se la tragara pero ya era bastante tarde, por qué el pequeño se la había tragado. La niña se preocupó pensando por un momento, al no saber si realmente era una rama venenosa que pudiera causarle algún daño. El pequeño seguía haciendo caras extrañas por tan mal sabor que se le había quedado en la boca.
Finalmente una voz masculina los llamó a lo lejos. "¡Sulian!", "¡Nes!", "¡Yin!"—estos inmediatamente bajaron del árbol, corriendo a toda prisa a dónde provenía aquella voz.
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El joven se encontró con la anciana justo como habían acordado al siguiente día.
pero nunca se imaginó que está lo pondría a limpiar y a ayudarla a traer sus compras del mercado junto a un montón de deberes matutinos por día. todo a cambio de aprender un poco acerca de medicina y envueltos.
Después de pasar varias semanas ayudando a la anciana había aprendido bastantes cosas lo suficiente como ya no tener que ir con ella otra vez, pero esta vez solo si se dirigía con ella era porque iba a llevarse el libro que le había prometido.
El joven en el camino le ayudó a algunos campesinos a rasgar la tierra y mover la paja de un lugar a otro recolectando así bastantes monedas, con las cuales planeaba compararse un par de botellas de licor y divertirse con las mujeres del bar.
El día pasó y ya había atardecido, finalmente se iba a encontrar con la anciana como de costumbre esta vez para recoger el libro.
En cuanto llegó a la choza de la anciana ya se encontraba de salida llena de entusiasmo expresando que se iba a ir de fiesta, en cuanto miró al joven no pudo evitar presumir su alegría.
"Hoy es un día maravilloso, al fin encontraré al hombre de mis sueños".
El joven: " (...) "
Está noche saldré a divertirme sin límites, ¿conoces el bar de la plaza?, ahí es donde me reuniré con mis amigas, sin duda hoy pescare un apuesto hombre".
El muchacho la miró con intriga pensando si había algún anciano que quisiera salir con ella, entonces se burló sin control: "espero que encuentre al indicado"—expresó con risas incontenibles.
Con molestia la anciana lo miró, expresando: ¿de qué te ríes? Soy una mujer muy encantadora. todos los hombres siempre están deseosos por mi.
El joven siguió riendo sin parar: "oh ya lo creo".
"si vienes por el libro, está justo en el estante de la cocina ya aprendiste todo lo que tenías que saber así que puedes tomarlo y largarte!! cierra la puerta antes de irte"—expresó la anciana mientras se iba.
El joven tomó el libro del estante, cerró la puerta y se marchó. pensando en el camino que botella de licor debería comprar. Para cuando llegó a la plaza ya había oscurecido lo único que alumbraba las calles, eran las linternas que estaban colocadas en las afueras de todas las chozas y tiendas, el joven a punto de entrar al bar rápido recordó que la anciana dijo que estaría ahí. ver a la vieja ligar con otros ancianos del lugar era algo que a toda costa quería evitar presenciar.
Entonces se dió media vuelta y se retiró del lugar pensando a qué otro bar podía ir para tomar y divertirse. En ese momento la voz de un vendedor resonó por todas las calles gritando: ¡Ladrón!! Ladrón!! "¡¡Atrapenlo!!".
Los caballeros de la zona rápido se enderezaron persiguiendo al sujeto que corría despavorido pasando a un lado de él. finalmente interceptaron al ladrón en un callejón dejándolo sin salida en donde la tropas que eran dirigidas por el superior de alto rango el señor Ten judes, dió la orden de propinarle una paliza por robar y huir de la escena cómo reprochamiento.
Rápido todos los caballeros comenzaron a molerlo a golpes, el sujeto solo se cubría en el suelo rogando por piedad. " Yo no tuve otra opción!! ¡Mi hijo! él está muy enfermo necesita ayuda!! Por favor entiendanlo tan solo es un bebé él está sufriendo!!.
El superior Ten exclamó fuerte y claro, El hurto y el robo son un delito grave que no se puede dejar a la ligera, eso es lo que se ganan los sucios ladrones como tú!!.
El joven miraba desde atrás apoyándose en la esquina de la pared en silencio, al ver esta escena estaba más que seguro que ese general solo estaba abusando de su poder, para hacer sufrir a ese pobre hombre. que si a lo lejos se veía perfectamente bien, que se encontraba en un estado lamentable se apreciaba la suciedad en sus prendas desgarradas, su cuerpo que se hallaba en los huesos por la evidente desnutrición. si se veía demacrado no era específicamente por la edad, sino que era por el evidente descuido a su persona.
Los caballeros se detuvieron un momento al escuchar las palabras del hombre, que suplicaba perdón por qué estaba desesperado por que ayudarán a su hijo.
"Por favor, ayuden a mi hijo, él está sufriendo mucho por favor!!! Solo tiene dos años!!! Se los suplico se está muriendo"—dijo el hombre entre sollozos mientras se encontraba en el suelo.
Los caballeros lo miraron con lástima en ese momento nadie dijo nada. Entonces la fuerte voz del general Ten resonó sobre los oídos de todos: ¡¡traigan el carruaje!!, Dos de los caballeros trajeron el carruaje que era donde transportaban a los criminales dentro de una jaula para ser enviados a la prisión del condado.
Mientras los caballeros colocaban el carruaje en posición, el general Ten se acercó al hombre hincándose un poco, sin mostrar ni un solo rastro de empatía,— "las acciones de un criminal nunca serán justificadas no importa cual sea su situación"—expresó con una voz rasposa.
El general Ten era un hombre mayor aproximadamente de 49 años con una cara gruesa, era conocido por ser descorazonado y estricto, no perdonaba nada sin importar que tan pequeño fuese. gracias a su perseverancia y rectitud es que llegó a tener su puesto, pero a la vez también era lo que lo detenía para poder ser reconocido con honor.
El hombre en el suelo apenas si podía abrir los ojos ya que estos comenzaron a hincharse por los golpes recibidos, miró al general Ten con dolor suplicándole que ayudarán a su hijo.
El general Ten se levantó incorporándose con voz firme, expresó: "¡¡Golpeenlo!!".
Los caballeros miraron con duda si debían golpearlo o no, titubearon unos segundos hasta que uno protestó con temerosidad: ¡¡General!! Creo que ya fue suficiente este hombre apenas si puede sostenerse!!.
El general Ten le lanzó una mirada asesina al caballero, expresando fuertemente: acaso te estás oponiendo a mi orden!!? Así creen que van a erradicar el mal, perdonando los crímenes sin ser castigados como se debe!!?.
Otro caballero expresó con timidez: ¡General! Mirelo este sujeto ya aprendió la lección no es necesario que lo golpeemos de nuevo!!.
Las venas de la frente del general comenzaban a punzar al escuchar a todos los caballeros que se negaban a golpear al demacrado sujeto y seguir su orden entonces este se dirigió a ellos expresando con furia, ¡¡Son caballeros del sol!!? o son cómplices del mal, cuál es nuestro lema ¡¡diganlo!!!—exclamó con voz rasposa.
"Traer la Paz"—respondieron los caballeros con temor.
Entonces perdonar los crímenes de un ladrón? es traer la Paz al reino y a todos!?.
—No— respondieron con pena.
"Entonces qué carajos esperan!!!—exclamó con fuerza el general Ten.
Los caballeros de mala gana se dirigieron hacia el pobre hombre que se encontraba en el suelo ensangrentado, decididos a golpearlo nuevamente. Hasta que una voz a lo lejos los detuvo:
—no creen que están actuando de manera exagerada e innecesaria!?"— el joven se acercó al hombre mirando hacia el suelo la bolsa que traía dónde estaban las cosas que había robado. agrego, Por un par de plantas y raíces??.
"Si es cierto lo que dijo entonces este hombre realmente debió estar muy desesperado por encontrar un remedio para su hijo", que se vio obligado a robar raíces y plantas medicinales". Entonces por qué actúan de manera tan inconsciente, realmente no robo nada de gran valor!?.—dijo el joven mientras los miraba con seriedad.
Todos los caballeros se volvieron hacia ellos mismos mirándose entre sí con nostalgia sintiéndose mal.
El general Ten rápido protestó: y tú quién eres!!?.
"Oh yo, no soy nadie solo un tipo que pasaba por aquí, pero al ver tal injusticia simplemente no me puedo quedar de brazos cruzados sin hacer nada—expresó el joven con una sonrisa ladina.
Exacto no eres nadie!! si no quieres problemas entonces mejor no te metas!!—exclamó con ira el general.
"¡¡Quitense lo haré yo mismo!! Empujando a todos los caballeros con furia a un lado, el general Ten se dirigió hacia el hombre en el suelo. lanzando un fuerte puño hacia el, este fue detenido enseguida.
"Yo le recomendaría que mejor se detuviera"—expresó el joven de manera amenazante, mientras apretaba su puño con fuerza.
La cara del general se torno roja llena de ira, sus ojos estaban inyectados en sangre mirando a aquel joven cara a cara mientras intentaba separar su puño del fuerte agarre.
En el momento la puerta de una tienda se abrió de repente saliendo de ahí una niña junto a su hermano con un pequeño en brazos, gritando con desesperación: ¡papá!!! ¡¡Papá!!.
El joven noto esto y miró en dirección a la puerta. el general también la miró. finalmente el joven soltó el puño del general, esté lleno de ira se dirigió hacia los caballeros diciendo: "llevenselo".
Los caballeros no pusieron ni un pero, rápido tomaron al sujeto que se encontraba en el suelo levantandolo de los brazos para llevarselo. este vio al joven, gritando: "por favor ayuda a mi hijo!! Te lo suplico, él está sufriendo mucho".
La niña dejó a su hermano pequeño en brazos de su otro hermano y rápido se acercó corriendo hacia ellos: papá!!!, Papá!!! ¿A dónde se llevan a papá!!?—gritó con desesperación.
Los caballeros subieron al hombre al carruaje, cuando estaban a punto de irse el joven lo siguió mirando con ferocidad con su intensa mirada carmesí, dirigiéndose al comandante: "en serio se lo van a llevar!? ¿Qué pasará con sus hijos?!!.
El comandante dió la orden para que pusieran el carruaje en marcha mientras miraba al joven sin ningún rastro de remordimiento:
—"Ese no es mi problema"—expresó con enojo mientras el carruaje se alejaba.
El joven realmente no tenía ninguna intención de interferir ya que por ley a las personas que cometen algún delito eran llevadas a la prisión por unos días y después eran liberadas. Cómo no había sido un crimen tan grave lo más seguro es que su sentencia tampoco lo sería. por lo cual quería evitar hacer un revuelo y llamar la atención de todos, para luego ser perseguido por todas las tropas del sol cuando ya estaba tan tranquilo. Lo último que quería era desatar otra matanza.
El hombre ya en el carruaje lo miró con preocupación, agregando al final: "por favor".
Detrás de él carruaje Iba corriendo la niña con lágrimas en sus ojos por no poder alcanzarlo, gritando: esperen no se lleven a mí papá!!!! ¡¡No!!.
La niña se tiró de rodillas en el suelo mientras miraba con tristeza como su papá se alejaba. llena de impotencia se quedó ahí inmóvil mientras sus lágrimas se desbordaban de sus ojitos.
El joven recogió la bolsa del suelo mirando lo que había dentro se dió cuenta de que también había algunas infusiones y especias, la niña se volteó mirándolo con dolor, preguntó: "¿a dónde se llevan a papá?".
El joven la miró por un momento y con total honestidad, respondió: "a prisión, ahí es donde se llevan a los ladrones".
La niña protestó, con impotencia: ¡¡Mi papá no es un ladrón, él lo hizo por mi hermano!!.
¿Qué le pasa a tu hermano?—preguntó el joven con curiosidad.
La niña rápido se incorporó apuntando con el dedo, mientras corría hacia sus hermanos que estaban afuera de la puerta de una tienda. El joven la siguió por atrás mientras el otro hermano se encontraba cargando a su hermanito menor que estaba envuelto en una manta, su rostro estaba morado del sufrimiento mientras se retorcía de dolor en los brazos de su hermano. el dolor era tan horrible que ni siquiera podía gritar simplemente sacaba gemidos de agonía mientras lloraba sin parar.
La niña tomó al niño en brazos con cuidado, intentando consolarlo lo mecía de un lado a otro mientras lo miraba con sufrimiento, diciendo: " ya , ya".
El joven se acercó tocando su frente, sintió que su cabeza estaba hirviendo después destapó la manta que lo envolvía para encontrarse con una terrible sorpresa. El niño tenía raíces brotando dentro de su cuerpo que se veían perfectamente como si fueran venas oscuras bien marcadas sobre sus brazos, rápido recordó. "La rama de sauce negra".
Se dió cuenta de que realmente llevaba un estado avanzado, por qué las raíces ya habían llegado hasta sus brazos.
"¿Cuánto tiempo lleva así?— se dirigió a la niña.
"Desde ayer, el comió una rama extraña después comenzó a tener fiebre y tos. De repente sintió un dolor horrible entonces sus venas comenzaron a remarcarse sobre su piel de este modo— expreso la niña con desesperación.
¿¡comer!? quién rayos se come una rama!!— el joven después los miró dándose cuenta de que estaban en pésimas condiciones, entonces recapacitó.
Los ojos de la niña lo miraron con dolor mientras abrazaba a su hermanito con fuerza diciéndole que todo iba a estar bien.
"No son venas, son raíces"—expresó serio el joven.
La niña lo miró con incredulidad,"¿Cómo?".
Este rápido abrió el libro que traía en mano señalando hacia ella, "estos son los ingredientes que necesitamos".
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