Crónica segunda: Sin mérito, pero con ganas.
3. Anexo Histórico: Objetos sagrados.
Durante la caída del Dominio Mar-Mortem, los nigromantes, los magos y guerreros del dominio lograron bajas en los soldados de Dios. Fue solo una muestra del poder de la madre muerte posándose sobre los conquistadores. Algunos de nuestras tropas eran elfos de piel oscura y brillantes ojos violeta como Cranium D´Gard, el “Nigromante”.
En cuanto a Grigor Mar-Mortem, “sacerdote de los antiguos dioses y protector de la piedra lunar”, vimos que podía extraer poder de la piedra sagrada.
Los Potentados también llevaban piedras sagradas, aunque diferentes. Cinco objetos llevaban en esa ocasión, cinco rayos de luz iluminaron los cinco objetos y cinco seres de luz, surgieron como flamas. Ellas descendían del cielo, iluminando sus alrededores. A esos seres se les conocía como ángeles.
Nosotros, hemos sido erróneamente llamados paganos, pero los versos sagrados de los templos del sol y la luna hablan de nosotros como los hijos de la tierra. Nuestros orígenes se funden con la naturaleza de quienes llegamos primero a la gran isla del sur.
Los Potentados llaman a elfos y orcos como No-humanos pero lo cierto es que son nuestros hermanos. En muchos reinos del norte puedes encontrar que todos coexistimos en paz y armonía con la naturaleza, nuestro objetivo. Yo mismo, Lucio Bolt, soy mitad elfo y mitad humano.
La fe de los hijos de la tierra tiene muchas corrientes que nos dirigen a un mismo fin… como los dedos hacen parte de la misma mano. Por ejemplo, Cranium D´Gard, el “nigromante”, podía concentrar la energía remanente de los que acababan de morir. Esos cuerpos, aún tibios emanaban la energía que usaría el nigromante. A diferencia de los Potentados, los guerreros y sacerdotes que son hijos de la tierra, usan objetos que han sido bendecidos por sus dioses, según los antiguos versos.
Estas joyas sagradas han pasado de generación en generación para concentrar la energía vital, llamada por ellos Vitriol. Dicen algunos que la sangre de los dioses ha caído sobre estos objetos sagrados, sellando gran poder en ellos. Por lo tanto, de cada dios podían existir muchas joyas sagradas.
Cuentan que cuando la diosa madre quedó embarazada del sol, dio a luz a una hija que era como lava de un volcán. La sangre de la madre tierra cayó sobre objetos preciados que le habían llevado para regocijarla. Estas piezas, brillaron con intensa luz como joyas preciosas y la diosa se la dejó como recuerdo a sus devotos. Desde entonces se le conocen como las joyas sagradas.
La leyenda de los dioses de Granheim, dice que las joyas otorgan magníficos poderes a su portador, pero que si la joya sagrada en cuestión, es portada por un elegido de los dioses, la joya sagrada liberará poderes inimaginables, claro está, que esto último no ha sucedido ni en mil años.
Resulta que cuando la madre eterna subió a los cielos no dejó de mirar a la tierra, dos lágrimas de sangre bajaron por sus mejillas y cayeron a la tierra en forma de diamantes. Cuando las lunas gemelas brillan en lo alto del cielo su energía se conjuga con las joyas sagradas de las lágrimas de los ojos nocturnos. Estas joyas son el recuerdo de que los dioses aún nos ven en lo alto de los cielos y nos brindan su poder para vivir.
Las joyas sagradas están embebidas de estos poderes y pasan de generación en generación como reliquias para los pueblos libres. Incluso a su máximo poder, el vitriol de estas reliquias puede matar ángeles. Y fueron D´Gard y Grigor Mar-Mortem, los primeros en la historia de Granheim en matar ángeles con sus dones.
Lamentablemente, las joyas sagradas no fueron suficientes para soportar el ataque de las fuerzas del Sacro Reino de Granheim y los rebeldes solo tuvieron tres finales: Ser asesinados, huir o ir a juicio ante la regente de Holyfort, Karym Storm.

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