Crónica Tercera: La isla de Granheim.
3. Anexo histórico: Los reinos Paganos de Granheim.
La Pentápolis Baldova: Al noreste de la isla. Era una pentarquía donde 5 puertos fueron erigidos por antiguos navegantes. Estos marinos se mezclaron con pueblos autóctonos de la península semiárida. Sus límites geográficos incluyen el Océano Meridional al norte, el inicio del Mar de Granheim al este. El rio Holy River y su vasto lago la separan al oeste del Dominio Mar-Mortem y los Pueblos del Valle. Al sur, la región colinda con el mar interior de Granheim y la desembocadura del rio.
Esta península se caracteriza por sus llanuras anegables en invierno y secas la mayor parte del año, con una vegetación semidesértica predominante en su centro, y una comunidad importante de orcos que conviven con los humanos pacíficamente.
Las principales actividades económicas en esta región son la ganadería extensiva y la piratería. Aquí se ubican las cinco ciudades del dominio: Baldov, Ponte bahía, Villa de la Sabana, Forah y Cabría, cada una bajo el gobierno de un regente. Anteriormente, ellos escogían al líder militar (Jakai) que les representaría, sin embargo, la historia tomó un giro drástico cuando la pentápolis fue avasallada por El Sacro Reino de Granheim, quien pasó a escoger a sus líderes (los Jakai).
El Dominio Mar-Mortem: Este Dominio es una Teocracia dedicada a la adoración de la divinidad de la Luna. Se ubican al norte de la isla, custodiada por las majestuosas Montañas del Atrium, pero sin salida al mar. Este reino, imbuido en la veneración a la divinidad lunar, ha forjado su identidad en torno a la adoración de esta deidad, tanto como símbolo de la Luna como de la muerte en su faceta guerrera.
Su población era una amalgama entre antiguos nativos, como los pueblos del valle, los marineros provenientes de las colonias continentales, elfos y orcos.
Sus confines limitan con los bosques paganos del Reino de Ygenivia y los Pueblos del Valle, al este con el lago Holy River de la Pentápolis Baldova, al oeste con los Pueblos del Bosque y al sur con la región de Atrium del Sacro Reino de Granheim. Estas tierras narran la historia de un dominio que ha resistido al paso del tiempo.
Las corrientes sinuosas de arroyos, manantiales y cascadas han conferido fama a esta nación. No solo alimentan su paisaje sino sus actividades económicas, también. La región se distingue por su actividad minera y la habilidad en la elaboración de medicamentos, dos pilares fundamentales en su economía.
En el corazón de esta tierra se ubica la Villa de las cascadas, epicentro del reino. Un poco más al este, erguidos como guardianes de la fe, se encuentran el castillo Mar-Mortem y el venerable templo Lunar. Su población es principalmente mestiza (entre conquistadores y nativos). Además, cuenta con importantes comunidades de semielfos y orcos.
Los antiguos versos rememoran que el dominio gobernaba la parte norte del actual El Sacro Reino de Granheim, pero a medida que las sombras de la conquista llegaron desde el sur, la Teocracia fue empujada hacia el norte. A pesar de los problemas, volvieron a erigir sus templos en tierras que habían pertenecido a los Pueblos del Valle, sin embargo, debido a la presión decidieron capitular y pagar tributo al Sacro Reino.
Los Pueblos del Valle: Se alzaban como los señores originales de la región septentrional de la isla que se asentaron en el valle formado por el rio llamado Holy River y su laguna, quienes se dedicaron al pastoreo, la cacería y la pesca. Existieron muchos reinos divididos del mismo origen, quienes fueron desapareciendo con el pasar de los años.
El enclave de este ancestral pueblo limita al norte con la desembocadura del Rio Verde en el Océano Meridional y el Reino de Ygenivia, al oeste con la Pentápolis Baldova, al sur con el Dominio Mar-Mortem y al este con el Reino de Ygenivia y sus bosques. La región es principalmente un valle al sureste y al noreste dominan los bosques.
En un inicio este pueblo dominaba todo el noroeste de la isla, desde la desembocadura de Holy River hasta las faldas de las majestuosas montañas de Atrium. Mas con el pasar del tiempo, los Pueblos del Valle vieron mermar su influencia y cedieron terreno ante el ascenso de la Pentápolis Baldova desde el oeste, el avance del Dominio Mar-Mortem desde el sur y el crecimiento incesante del Reino de Ygenivia desde el noreste.
La historia de este pueblo deja una huella imborrable en sus vecinos y el gran rio santo que recorre estas regiones susurra historias de otros tiempos, que aún no se olvidan.
Reino de Ygenivia: Históricamente, este reino resplandece como herederos del pueblo de los Hijos del Sol, cuya estirpe se extendía en la parte oriental de la isla. Este pueblo se caracteriza por la convivencia entre humanos y elfos, vio nacer la fusión de ambas estirpes (semielfos). Se cuenta que al igual que los Pueblos del Valle fueron de las primeras personas en arribar a la isla. Los Pueblos del Valle en la parte occidental, los Hijos del Sol en la parte oriental y los Pueblos del Bosque al sur.
El reino se delimita con precisión al norte con las vastas extensiones del Océano Meridional, donde se yerguen múltiples islas, bahías y ensenadas, desde donde se contempla Potentia, una isla bajo el control del Sacro Reino. Hacia el este, las costas escarpadas son golpeadas por las aguas del Océano Meridional y la estrecha Bahía del Sol de difícil navegación para naves de mediano y gran calado. Al sur, la frontera se demarca con el reino hermano de Solárium, los Pueblos del Bosque y el Dominio Mar-Mortem. Al oeste se comparte linde con los Pueblos del Valle. En el corazón del reino, se encuentra la laguna del sol y el rio del mismo nombre que dividen en dos esta región. La nación cuenta con un clima cálido, numerosas playas y bosques, así como enormes asentamientos, escuelas y templos de estudio solar.
Los Hijos del Sol quienes fueron cazadores y pescadores, con el tiempo se volcaron a la agricultura extensiva, empleando los ríos a su alcance para trazar canales y aprovechar la tierra fértil. Hicieron frente a los conquistadores de manera sin igual, incluso expandiendo su territorio en el proceso. La Reina Ygeni, con ayuda de sus hijos propició la expansión del reino, fundando una entidad donde el cabildo de ancianos es la máxima autoridad. Cohesionaron a la mayoría de los Hijos del Sol en el norte, asegurando las fronteras y fortaleciendo su presencia.
Este reino es testigo del amor al legado ancestral y la fusión de humanos y elfos en una tierra bañada por sol, cuyo testamento persiste en cada rincón de su territorio.
Nación de Solárium: Alrededor de la Bahía del Sol se yergue la nación Solárium, Esta tierra congrega a los Hijos del Sol al sur de Ygenivia, quienes comparten las mismas raíces étnicas con sus hermanos del norte. Es un estado vasallo del Reino de Ygenivia. Se diferencia porque esta nación es una teocracia regida por los venerables sacerdotes del templo solar erigido ostentosamente en Solárium, su capital.
La nación colinda al este con el Pueblo del Bosque, al sur se extienden los Bosques Baldíos, al este con el Océano Meridional y al norte la frontera con el Reino de Ygenivia.
En la Bahía del Sol se alzan varias islas habitadas dedicadas a la pesca. Solo se yerguen límites con los temidos Bosques Baldíos, donde el pavor se teje entre los habitantes por la creencia de estar infestados de demonios. En Solárium, su principal ciudad, destaca el magnífico templo solar, levantado como el más antiguo de la isla y considerado un lugar de peregrinaje para todos los devotos.
Al lado oeste se han erigido fortalezas imponentes con el propósito de contener tanto el avance de los temidos demonios como la amenaza de los conquistadores. Esta nación es testimonio de la fusión de la fe y la política, por el temor de sus habitantes respecto a aquellos demonios cuyas sombras acechan constantemente sus fronteras.
Pueblos del Bosque: Cuentan los versos históricos que estos pueblos élficos habitaban en antaño el sur de la isla, sin embargo, con la llegada de los conquistadores, esta raza fue sometida al exterminio o desplazada hacia los bosques que cobijan las tierras alrededor del río Atrium, en las faldas de la montaña. El relato dice que llegaron al mismo tiempo que los primeros Hijos del Sol, más estos elfos optaron por asentarse al sur, mientras que otros se unieron a los Hijos del Sol o a los Pueblos del Valle.
La nación limita al norte con el Reino de Ygenivia, al este, colinda con la Nación Solárium y los Bosques Baldíos, al sur, se ubica la región de Easthorn del Sacro reino, separada por el caudaloso Rio Atrium, al oeste, el agua del mismo rio y las faldas de la montaña del Sacro Reino y el Dominio Mar-Mortem conforman su frontera.
Los Hijos del Bosque son un pueblo sigiloso y evasivo, que evita todo contacto con los humanos, marcados por el desplazamiento a manos de los conquistadores y luego por los demonios que dominan los alrededores de los Bosques Baldíos. Suelen construir sus asentamientos sobre los altos arboles del bosque cuya sábila contiene una sustancia que repele a los demonios. Este pueblo perpetúa su existencia gracias a su conocimiento y a la cautela.
Región del bosque baldío: En la península oriental de la isla, se yergue esta región envuelta en misterio y leyendas. Teóricamente, se encuentra bajo la protección del Sacro Reino de Granheim, aunque solo cuenta con algunas fortificaciones dispersas en sus costas. Esta región cubierta por densos bosques es aterrorizada por jaurías demoniacas que asolan a los colonos o imprudentes que se aventuren por esos lares.
La región limita al norte con los fortines de la Nación de Solárium, al oeste, con los Pueblos del Bosque, al sur con el enclave legionario y el caudaloso Rio Atrium que la separa del Sacro Reino. Al este se extiende el Océano Meridional.
Salvo algunas fortificaciones del Sacro Reino en las costas, la región se encuentra prácticamente deshabitada.
Legionaria: A lado norte de la desembocadura del Rio Atrium, se alza la ciudad-estado de Legionaria. Este enclave, se encuentra rodeado casi por completo por la región del bosque baldío y guarda una historia de resistencia y tenacidad.
Los legionarios, reconocidos guerreros mercenarios de otro continente, fueron inicialmente contratados por el Sacro Reino de Granheim para conquistar la región de los Bosques Baldíos. Sin embargo, enfrentados a la insaciable voracidad de los demonios que infestan esos bosques y la falta de recursos para la contienda, decidieron replegarse y atrincherarse al sur de la península. Allí, en medio de la desesperación y la valentía, lograron establecerse con ayuda de algunos nativos y colonos, quienes también huían de los ataques demoniacos.
Esta ciudad, cercana a una cantera, es una fortaleza a donde pueden llegar a descansar todos los que atraviesan los peligrosos Bosques Baldíos. Su economía se basa en la elaboración y comercialización de elementos de hierro que son famosos en toda la isla, a través de su pequeño puerto.
Isla de Potentia: En las aguas que se extienden frente a las costas del Reino de Ygenivia se encuentra la isla de Potentia. La crónica relata que hasta hace poco, el islote fue parte integral del Reino de Ygenivia. Sin embargo, los nativos creyentes en la fe del Resplandor Omnipotente de todos los reinos paganos se establecieron allí liderados Lim, hija de la Reina Ygeni y princesa exiliada del mismo reino. Se dice que huyeron de sus países por la persecución a la que eran sometidos, especialmente, por el azote del príncipe Markhus de Ygenivia, quien expulsó a todo devoto de su país.
Esta isla, convertida en refugio religioso de los Potentados, recibió apoyo de inmediato por parte de la armada real del Sacro Reino de Granheim, quien solidificó sus defensas y la usa como plataforma estratégica. Este islote es usado como punto de partida para realizar ataques e incursiones hacia los reinos considerados paganos por no compartir la misma fe. Este islote es el escenario de la contienda por el control de los mares del lado norte de la isla.

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