Mi padre salió de la habitación buscando agua, cada día su aspecto era peor, el trabajo había hecho de sus manos ásperas y su mirada tenía ojeras profundas.

-Mamá te dejo el desayuno-le dije sin levantar la mirada.

-No lo quiero- respondió fríamente volviendo al cuarto.

Salí de casa y fui a buscar a Kayden, tenía una llamada de Charles.

-Charles que pasa ¿Kayden está bien? -pregunte

-Escapó, cuando desperté ya no estaba, lo siento, sin embargo, te dejo una nota.

-Voy para allá-dije

Al llegar pude oler las feromonas de Kayden ¿pero cómo? Soy beta, me mareé por un momento cayendo de rodillas.

-Leah ¿estás bien?- preguntó Charles

-Si solo me sentí mal, debe ser todo el estrés de estos días.

-¿Segura? Mira esta es la nota.

Recibí la nota tenía su aroma:

Leah, gracias por lo de ayer, sé que soy una molestia, pero quiero agradecerte me iré lejos por un tiempo tengo problemas familiares y no quiero que me encuentren, te dejo mi número de celular es 324-12x-xx-xx, me gustaría devolverte el favor, con cariño Kayden.

Cerré mis ojos, esta vez mis lágrimas caían, no podía detenerlas ,¿por qué todos me abandonan? ¿qué haría ahora?, sin mi hermano y sin Kayden.

-Leah - Dijo Charles

-¿Qué voy a hacer ahora?-Le pregunté con lágrimas en mis ojos, -Mi hermano se fue, no puedo ayudar a mamá, mi padre me odia y Kayden se fue.

-Calma Leah, tu hermano me pidió que te ayudará, no los dejaría solos, además él va a regresar, no te preocupes.

-¿cómo lo sabes?- pregunté

-Por qué lo sé y porque es lo mejor en este momento.

Cerré los ojos de nuevo, me dolía demasiado mi pecho, mi respiración se cortaba y sentía calor en todo mi cuerpo ¿qué pasaba? Lo último que escuche fue a Charles llamándome, su voz se hacía más débil cada vez.

Desperté unas horas después, Charles me revisaba cuidadosamente.

-Leah, despertaste- dijo aliviado

-¿Qué sucedió?-pregunté.

-Fue algo extraño, sin embargo estás bien solo toma estas píldoras para el dolor de cabeza.

-¿Sucede algo?, sé cuando ocultas cosas- le pregunté

-No es nada grave, solo necesito hacerte una prueba de sangre.

Asentí cuidadosamente y acercó la aguja lentamente a mi brazo, las odiaba.

-Con esto bastará - dijo guardando el tubo

-Regresaré a casa, mi madre debe estar preocupada - le dije algo cansada

-Claro, avísame si necesitas algo.

Volví a casa, esta vez con comida para mi viaje, ¿Pero dónde debería ir ? el único familiar cercano vive en San Francisco, pero no lo conocía, escuchaba a mi padre hablar con él, no recordaba su nombre.

Me escabullí en la habitación de mis padres, solo necesitaba su celular, mi padre seguía durmiendo.

-Lo encontré- dije en voz alta

Mi padre se movió en la cama, pero sin despertarse, guardé silencio unos minutos, mi cuerpo temblaba. Él empezó a hablar dormido:

-¿Por qué lo hiciste?- No soy un alfa, ¿por qué no la puedo proteger?.

Encontré el teléfono y guardé el número cuyo nombre era Richard Collins no tenía descripción así que no sabía qué parentesco tenía con mi padre, número 325-154-xx-xx.

Salí cuidadosamente sin levantar sospecha y volví a mi cuarto, revise que tuviera todo lo necesario. Baje las escaleras en silencio, mi madre aún no llegaba, me empezaba a preocupar, ella siempre llegaba para hacer la cena, mi padre usualmente se levantaba para arreglarse e ir a trabajar y mi hermano llegaba de la universidad y yo hacía mis deberes para no recibir un regaño en la escuela del maestro.

Dure varias semanas haciendo el papeleo necesario para salir de la ciudad, tenía más de un plan por si necesitaba la ayuda, guarde los números de mi hermano el de Charles mis padres y kayden en el nuevo celular.

Todo había cambiado, la melancolía se había apoderado de mí, unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar. Revisé que tuviera el dinero y me dirigí a la parada de autobús hasta el aeropuerto y poder comprar un boleto directo a San Francisco.

Al llegar, con el tiquete comprado subí al avión, había llamado varias veces al número de Richard Collins, sin embargo no respondían.

-Por favor apaguen sus teléfonos, vamos a despegar el vuelo durará 6 h 25 m así que pónganse cómodos, las azafatas pasaran por cada puesto.

Suspire esta era la primera vez que viajaba en avión, mi familia no era muy rica así que viajamos en autobús hacia destinos cortos, tenía mucha ansiedad solo de pensar que estaba sola, quería encontrar a Kayden, hablar con él. Cerré mis ojos lentamente hasta caer dormida.

-Señorita - escuche la voz de una mujer

-Ehhh - dije soñolienta

-¿está bien?- me preguntó

La mire inquieta pensando que había hecho algo malo, mi primer pensamiento fue ....

-estoy bien -respondí

-Por favor tome esto, su aroma es muy fuerte- dijo en voz baja.

Extendí la mano recibiendo una pequeña pastilla blanca sin nombre, confundida la guardé en el bolsillo y cerré mis ojos de nuevo. El tiempo se había vuelto relativo para mí, ya no luchaba solo vivía cada minuto.

-Señorita - escuché alguien que me llamaba-ya vamos a aterrizar

-Gracias - agradecí y volví en sí.

Baje del avión, busqué mis maletas y salí del aeropuerto, ¿qué debía hacer? estaba sola, volví a llamar al número de Richard, ya eran las 6 de la tarde, no podía quedarme a dormir en la calle.

-Hola- alguien contestó

-Hola, soy Leah Collins - dije emocionada

-¿Quién?- preguntó- ¿qué sucede asistente Lee?- se escuchaban las voces del fondo.

-Usted ¿conoce a Richard Collins?- pregunté

-¿Richard Collins?- reaccionó, deme un momento por favor.

Un largo silencio se apoderó del ambiente.

-Por favor no vuelva a llamar al señor no le gustan estas llamadas sin cita- Dijo amablemente

-Usted no entiende, quiero hablar con Richard Collins -respondí

No fui lo suficientemente rápida, habían colgado la llamada, volví a entrar al aeropuerto buscando un lugar para sentarme y poner mi mente en blanco, las lágrimas cayeron como gotas de rocío. Respire y volví a revisar mis contactos, Charles no sabía que me había ido de la ciudad y el paradero de Kayden era desconocido. Cuando recordé la dirección de la escuela que me había recomendado el director.Sin embargo, tenía mucha hambre, el maní del avión no era suficiente, así que camine por los quioscos cerca del aeropuerto, en la esquina había una cafetería, entre

-Buenas noches señorita

-Buenas noches -respondí

Se hizo un silencio incómodo, pedí la comida y al rato llegó un señor elegante.

-Buenas noches, me da el pedido del señor por favor.

-Claro que sí - dijo la chica

-Esta vez no se le olvide el postre- ordenó el tipo

La chica le entregó su orden y salió, curiosa vi por el vidrio una camioneta negra.

Al cabo de un rato escuché voces desde la cocina.

-El secretario del señor Collins siempre viene a esta hora

- Lo se, sabes que es nuestro cliente más preciado- decía un señor

- Señor el servicio de catering está listo para la reunión solo que Eva no puede venir hoy está ....

-Otra vez, ¿Dónde voy a conseguir un reemplazo?

Esa era mi oportunidad, poder tener un trabajo temporal mientras conseguía un apartamento y el dinero de la escuela.

-Yo los puedo ayudar- grité desde mi silla

Los empleados se quedaron mirando curiosamente.

-¿Quién eres?- me preguntó

-Soy Leah Collins, yo puedo ayudarle - repetí

-¿Collins?- preguntó

-Sí, piensa que soy familiar de ese señor, no lo soy, soy de New York.

-Muy bien, solo porque es urgente, Clare, enséñale lo básico y vayan al salón de eventos.

-Gracias, señor no lo defraudaré.- agradecí

- Soy Albert West, ese es mi nombre.

Clare me enseñó lo básico, me puse el uniforme y fui al salón de eventos, iría a la escuela mañana, según había investigado tenían clases diurnas y podía trabajar de noche.

-Puedo hacerlo.-pensé.