Llegó el día de la inauguración y el rey decidió que los que vivirían en la cuidad fronteriza sería la gente que peor la está pasando en el reino, la reina Lilith decidió lo mismo, me sorprendió que los dos tomarán la misma decisión.
L — Parece que no somos tan distintos. -
RR — Parece que llevábamos tantas generaciones en guerra y al final queríamos lo mismo, que nuestra gente prospere en paz. -
L — Eso parece. -
Montaron una especie de feria para los ciudadanos hasta gente de otros países vino a presenciar este día.
B — Señorita Hadia. -
— Profe, ¿se divierte? -
B — Todos lo hacen, ¿has escuchado sobre la yusha? -
— No, ¿qué pasa con ella? -
B — Ya es oficialmente la yusha y está casada. -
— Oh ya veo. -
B — Pensé que ustedes... -
— No eso, es imposible, sé mi lugar. -
B — Bueno a veces el destino no es lo que parece señorita Hadia. -
— El destino es el que forjas tu mismo. -
El profe se fue y me quedé pensando un poco.
Xxxx — ¡Hadia-sama! -
— ¡Isa! ¿Cómo estás? -
Isa me abrazó y le correspondi.
Isa — Muy bien, ¿usted? -
— Estoy bien ¿y las demás? -
Isa — Están mirando los puestos. -
— Venga iré a saludarles. -
Fui con Isa y me las encontré a todas juntas.
— Hola chicas. -
Todas — ¡Hadia-sama! -
Vic — Solo viniendo aquí podemos verte. -
Leo — Sabemos que no volverás a la academia. -
Anna — Me he vuelto muy fuerte Hadia-sama, Leo es la mejor maestra. -
Irenne no hablaba solo miraba el suelo lo cuál es muy extraño viniendo de ella.
— ¿Por qué tanto silencio Yusha-sama? -
Ire — ¿Lo sabes verdad? -
— Lo sé. -
Parece que se avergüenza de algo.
— ¿Por qué estás tan avergonzada? -
Ire — No lo estoy. -
Todas — Lo estás. -
Ire — Ire a mirar otro puesto, nos vemos por ahí. -
Se marchó casi arrastrando los pies.
A — Hadia-sama. -
— Oh, Aradia, ¿pasa algo? -
A — Quería presentarle a la persona que será representante de los demonios, si tiene un momento claro. -
— Claro vamos, hasta luego chicas, por cierto, Isa por favor quédate, necesito hablar contigo de algo muy importante. -
Isa — Claro Hadia-sama. -
— Aradia, por favor, dile a Bladimir que lleve a Isa a mi casa cuando termine la inauguración y que le diga a Rea que prepare una habitación para ella por favor. -
A — Considéralo hecho. -
— Gracias Ara. -
Me dejé llevar un poco y acaricié su cabeza.
A — No sabía que le gustaban éstas cosas. -
— Perdón me deje llevar por tu bondad. -
Ella se rio o me condujo hasta la persona que menciono antes, una sucubo.
Xxxx — Eres más hermosa en persona que en los dibujos de mi hermana. -
— ¿Qué? -
Xxxx — Oh disculpe mi mala educación, mi nombre es Liss y soy hermana de la reina Lilith. -
— Es un placer conocerte Liss. -
Li — El placer es mío, también será un honor trabajar contigo. -
Liss es una gran belleza, al parecer estaré rodeada de bellezas, luego de hablar con Liss fui a ver a los reyes.
— Muy buenas, reina Lilith, rey Reynolds, necesito hablar con ustedes, cómo ya saben he derrocado al rey3ro y se necesita a alguien que reine ese país, he decidido poner a Isabella cómo reina y ser su consejera. -
L — Si confías en ella no tengo ninguna objeción. -
RR — Yo tampoco, sé que Isa puede ser una gran líder. -
— Ustedes nunca se oponen a lo que protongo. -
L — Todo lo que has hecho ha salido bien, no veo por qué oponerme ahora. -
RR — Eres muy inteligente y si has decidido que Isa es la mejor para reinar, es por algo. -
L — Deberíamos prepararla para esa tarea. -
RR — Oh no se preocupe por eso, ya nos encargamos de que todas entrenaran a lo largo de su vida para gobernar, ya que no sabíamos lo que podría ocurrir. -
L — Eso está bien, pero deberías pasarte por el reino a ver que tipos de personas podríamos poner al lado de Isabella para poder gobernar bien el país. -
— Me pasaré por allí, por cierto aún no he visto a los descendientes del anterior rey. -
RR — Bladimir dijo que estaban en una casa grande cerca de la tuya. -
— Iré a verlos. -
Me teletransporte a la casa de la que hablaban porque simplemente no me apetecía caminar, toqué el timble y una muchacha joven me abrió.
Xxxx — Hola, ¿qué se le ofrece? -
— Me gustaría hablar con vosotros. -
Ella me dejó pasar y todos se reunieron en el comedor.
R3ro — ¿Me devolveras mi reino? -
— Me temo que no. -
R3ro — Ya me lo imaginaba, luego de morir y revivir me puse a pensar en cómo hice las cosas y me temo muy a mi pesar, que lo mejor para mí Reino no soy yo. -
Xxxx — Oh querido, ¿reflexionaste en cómo en cerraste a tus hijos en las catacumbas o en cómo me pegabas en mi vientre cuando me embarazabas? -
Este hombre es un demonio tal vez debí dejarlo muerto.
R3ro — Si, en todo. -
— Eres una bestia y estoy insultando a las bestias. -
No sé cómo los hijos no lo han vuelto a matar.
Xxxx2 — Te mataría, pero ya morís te una vez, espero que te hayas quemado en el infierno aunque sea por un segundo. -
Xxxx3 — No sé porqué lo reviviste, debió morir por todas las atrocidades que cometió. -
— Calmaros por favor, vine a hablar con ustedes. -
R3ro — Yo me retiro entonces. -
Xxxx — ¿De qué quiere hablar? -
— Voy a poner a alguien a reinar en vuestro reino y quería ir a ver si encuentro gente de confianza para ponerles a su lado. -
Xxxx2 — Nosotros no le guardamos rencor, al contrario ha acabado con la tiranía de nuestro padre. -
Xxxx3 — Si, aún no sabemos su nombre, ¿cuál es? -
— Me llamo Hadia. -
Xxxx — Yo Christina. -
Xxxx2 — Simon -
Xxxx3 — Eve. -
Ch — Nos gustaría cambiar nuestro apellido, nuestro apellido anterior era Bernard. -
S — Queremos que sea Dubois. -
Parece que quieren inicial una nueva vida tal vez ellos...
—¿Les gustaría ayudar a construir un nuevo futuro para vuestro país? -
Se quedaron en silencio unos segundos.
S — Nos gustaría decir que si, pero no podemos, ese ya no es nuestro país, sufrimos mucho en el, no queremos volver allí. -
Ch — Espero que encuentres gente buena que te ayuden, nos gustaría permanecer aquí. -
R3ro — Yo debería morir, para pagar todo lo que hice, deberías llevarme y que se me juzgue por mis crímenes. -
Este hombre en serio quiere pagar con su vida por sus crímenes.
— Si es lo que quieres, lo voy a conceder. -
R3ro — Gracias, no espero que me perdonéis, pero deseo que sean felices, siento todo lo que os hice, ojalá que la vida les devuelva todo lo que les robé. -
Lo teletransporte a una celda.
— Respetaré vuestra decisión, espero que estéis cómodos aquí. -
Ch — ¿Habrá una escuela? -
— Si, ya la construyeron, solo nos faltan maestros. -
Ch — ¿Podría aplicar para maestra? Sé mucho sobre magia, mi padre era maestro y me enseñó muy bien. -
— Oh, podría hablar con el profesor Bermudez, estoy segura que le gustaría tener una aprendiz para que de clases aquí. -
Ch — Gracias. -
— Cuando decidan que trabajo quieren hacer, vayan a los edificios encargados de esos oficios. -
Todos — Lo haremos, muchas gracias. -
Me marché a casa para hablar con Isa.
— Isa, ¿Estás aquí? -
Isa — Si, vine antes, ¿Sobre qué querías hablar? -
— Tal vez te estoy pidiendo demasiado, pero me gustaría que reinaces el reino Liberty. -
Isa — ¿Qué? -
— Estuve pensando que tu serias la mejor para esa tarea, pero tal vez te estoy forzando a algo que no quieres. -
Isa — No es eso, toda mi vida me prepararon para algo así, pero es mi de repente, me sorprendí. -
— Aún tengo que formar una corte para ti, así que si quieres tienes hasta que la forme para decidir. -
Ella se quedó pensando un momento.
Isa — Lo haré, si quieres te acompaño a formar esa corte. -
— Yo seré tu consejera, hasta que ya no me necesites. -
Isa — Estarás de aquí para allá. -
— Ya estoy de aquí para allá. -
Isa — Debes estar cansada. -
— Físicamente estoy al 100 % pero mi mente está algo cansada. -
Ella se acercó a mi y puso una de sus manos en mi pecho y con la otra acariciaba mi mejilla mientras me miraba fijamente.
Isa — Deberías descansar, aunque antes me gustaría hacerte una petición. -
— Si dime. -
Isa — Sabes qué, una reina no puede gobernar sola. -
//Oh no ya sé por dónde va esto. //
— Isa yo no... -
Isa — Estás intentando que todas las razas se unan, ésta es una oportunidad, sería el primer reino gobernado por especies distintas. -
— Yo... -
Isa — Supongo que lo que te preocupa es que te aten, los reyes tienen concubinas, no voy a atarte, piénsalo. -
Beso mi mejillas y tomo una de mis manos.
Isa — Vamos, disfrutemos lo que queda de la inauguración. -
Fui con ella y nos divertimos junto a las demás, aunque la yusha estúpida no estaba por ningún lado.
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