Pasó una semana desde la coronación y mi relación con la yusha volvió a ser la de antes, aunque su mujer la seguía a todas partes, era divertido de ver.
Ir — Burla te ahora, ya te veré a ti luego, debiste quedarte conmigo. –
— Por ahora me río sin pensar en las consecuencias. –
La yusha se despidió y partieron hacia ciudad Hikari.
Isa — ¿Por qué te burlabas de la yusha? –
— No lo entenderías, ¿Cómo van los preparativos? –
Isa — El compromiso está cubierto, faltan los detalles de la boda, ¿Quieres usar un vestido o? –
— Traje, definitivamente traje. –
Isa — ¿A medida o? –
— Cómo tu quieras. –
Isa — Entonces a medida. –
— ¿Yo debería usar ropa algo masculina? –
Isa — Lo que quieras, todo te quedará fantástico. –
Ella me miro sonriendo y ni me di cuenta cuando ya me estaba acercando.
G — ¡Su majestad... ! –
Nos separamos rápidamente.
— ¿Qué pasa George? –
G — Lo siento, mejor regreso luego. –
— Ya has interrumpido, di lo qué venías a decir. –
G — Vine a decir que la economía del país subió un 50% y sin robarle a la gente, en poco tiempo esta nación se convertirá en una nación muy rica. –
— Me alegra escuchar eso George. –
G — También el edificio del ayuntamiento está listo, solo se necesitan los empleados, mañana iniciaremos las entrevistas*. –
Vete para poder besar a Isa ella también parecía con ganas de que se marchara, debería aprender a leer el ambiente.
G — Todos los detalles estarán en mi informe. –
Isa — Si estarán en el informe, no deberías adelantarte, esperamos tu informe con ansias. –
George se retiro feliz.
— Al menos estaba feliz. –
Isa — Si pero... –
— ¿Pero? –
Isa — Nada, olvídalo*. –
Luego se marchó.
Las mujeres son raras, no las entiendo y eso qué soy una, fui a recorrer la ciudad y me fui hasta las afueras y volví a encontrarme a la quimera.
QM— Máster. –
— Oh eres tú. –
QM — ¿Recuerdas nuestro pacto? –
— ¿Aún recuerdas eso? –
QM — Claro, tengo una muy buena memoria. –
— Supongo que un trato es un trato. –
Hice un contrato de servidumbre con el y le dije que viniese conmigo.
Xxxx— Tienes una buena nación. –
— ¿Quien eres? –
Xxxx — Soy el rey demonio de la nación de las bestias, vine a entregarte una de mis hijas para firmar la paz. –
— No es necesario que hagas eso, también avisa cuando vengas por favor, no quiero que los ciudadanos se asusten. –
Xxxx — Es tradición de nuestro país, cómo rey debo cumplir con las tradiciones, si el rey no cumple las leyes, menos las cumplirán los súbditos*. –
//Me gusta este tipo. //
— Perdone por faltarle el respeto a su nación. –
RD — No se preocupe, sé que no era su intención, ¿cuando podemos negociar? –
— Pues en 1 mes será mi fiesta de compromiso y luego mi boda, luego de tener oficialmente una reina, empezaremos los preparativos para el gran acuerdo. –
RD — ¿El gran acuerdo? –
— Firmaré la paz con los otros 2 reinos humanos, con el rey tormenta, la reina Lilith, el rey elfo y con el rey enano. –
RD — Por cierto mi nombre es Inu no Kemononoō, pero me dicen Inu no ō –
— ¿Puedo llamarle Inu? –
In — Por supuesto. –
Me contó sobre su nación y de su batalla contra la reina demonio de los dragones y qué parece que formarán una sola nación con sus vecinos los hombres lagarto, le propusieron a las lamias unirse también pero estas los rechazaron para irse al país de las bestias y por ello se levantó la tregua.
— Ya veo, parece que quiere que todos los que tengan algo de relación con la especie se una a su nación. –
In — Quiero convencerla de qué lo mejor seria vivir en paz, somos vecinos. –
— Tal vez yo pueda hablar con ella. –
In — Eso sería de ayuda, pero primero debemos negociar entre nosotros, luego vez si quieres apoyar a mi nación en este conflicto. –
— Tienes razón, ¿ya has intentado hablar con ella ? –
In — No, no ha salido de su castillo, lo cuál es extraño, siempre iba a mi ciudad a comprar dulces. –
//¿Dulces, es una niña? //
— ¿Es una niña? –
In — Es para su hija, le gustan nuestros dulces. –
— ¿Seguro qué está bien? –
In — Yo mismo tengo mis dudas algo está pasando allí, pero no hay manera de investigar. –
— Yo puedo ir a hacerlo, no me conocen. –
In — ¿Harías eso? –
— Por supuesto. –
In— Entonces en marcha. –
Fuimos volando hacia el reino de las bestias y me hicieron usar ropa de la nación de los dragones.
In — Recuerda descubres lo qué pasa y te largas. –
— Ok –
Fui volando y me detuve cerca de la puerta de la ciudad principal.
G1 — Buenas, sus credenciales. –
— Las he perdido. –
G1 — Sin credenciales no puedes pasar. –
—¿Y cómo las recupero si no puedo pasar? –
Estaba intentando convencer al guardia y los demás qué estaban detrás de mi, se enfadaron porque tardamos mucho.
Xxxx — Déjala pasar no nos hagas perder más tiempo. –
Una mujer vestida con muy poca ropa vino en mi ayuda.
G1 — Perdone mi general no sabía que estaba con usted. –
Entre en la ciudad junto a ella y me llevó hasta un callejón y me acorralo contra una pared.
Ge — ¿De dónde vienes? Nunca había olido algo cómo tu. –
— Del cielo. –
Ge — Oh eres hija de los hijos de dios. –
— Sip. –
Ella empezó a reírse obviamente no me cree.
Ge — Ya en serio. –
— Pues es en serio, solo vine a visitar la ciudad. –
Ge — ¿Usando nuestra ropa? Además hueles mucho a demonio. –
\Esta tipa tiene un gran olfato.//
— Viajo mucho, tal vez por eso, soy amiga de la reina Lilith estuve oir allí antes de venir aquí. –
Ge — ¿Crees que no sé cómo huele mi reina? –
— ¿Eres súbdito de la reina Lilith? –
Ge — Si, hasta en buenos terminos con la reina dragona, la reina dragona últimamente está actuando extraño así que mi reina me envió a investigar, ¿cuál es tu nombre? –
— Soy Hadia, ¿y el tuyo? –
Ge — Belia, ¿qué hace una reina aquí? –
— El rey bestia está preocupado por la reina dragona.–
B — Pero la enemistad no les deja entrar a ver qué pasa–
— Exacto, así que me ofrecí. –
B — No me digas qué tu plan era que te arrestaran para entrar al castillo.–
— La verdad si. –
B — Ups, pero eres una reina puedes entrar de todos modos, yo te acompañaré, pero te advierto qué es probable que no podamos ver a la reina. –
— Gabrielle. –
/Si máster.
— Escanea el territorio y busca a alguien poderoso. –
/Escaneando territorio, gran poder encontrado, bajo el castillo.
B — ¿La reina está debajo del castillo? –
— Eso parece, voy a buscarla, eso no pinta bien. –
B — Voy contigo. –
Nos colamos en el castillo, hice un hechizo para borrar de momento nuestras esencias y llegamos a los calabozos del castillo.
B — Imposible, ¿por qué la reina está aquí? –
— No lo sé pero hay que sacarla. –
Había un hechizo en la celda, el cuál tuve que romper, parece qué hay un mago de alto nivel por aquí, sacamos a la reina y en seguida despertó.
RD — ¡Fabio traidor, pagaras con tu vida...! ¿¡Por qué estoy en una maldita celda!? –
B — Al parecer la encerraron. –
— No, la habían sellado. –
RD — Fabio mi mano derecha me traicionó, lo pagará bien caro, a todo esto Belia, ¿quién es esta hermosa criatura? Huele que alimenta. –
B — ¿Verdad? Esta es Hadia, reina del reino Liberty. –
RD — Por fin destronaron a ese psicópata. –
— Perdonen, ¿qué es eso de huele que alimenta? –
Las dos — Alimenta nuestro libido. –
— Oh, primero deberíamos resolver tu golpe de estado reina... –
RD — Amaru, reina Zu Amaru. –
— Es un placer conocerle. –
A — Lo mismo digo, ahora a volae cabezas de traidores. –
La reina camino por el castillo y los guardias intentaron atacarla, pero ella los lanzó volando y llegó hasta la sala del trono, dónde había un tipo sentado.
A — Me gustaría saber por qué un traidor está sentado en mi trono. –
Xxxx — Por qué ahora yo soy el rey. –
— No me convence mucho, la voz re tiembla y estás sudando. –
Xxxx — ¿¡Cómo te atreves a faltarle el respeto al rey!?–
/Ah que asco.
Me acerqué lo tome del cuello y lo lancé contra el suelo.
Xxxx — ¡F-Fabio! –
Un hombre hechicero apareció, parecía tener los ojos vacios, me acerqué a él y chasquee mis dedos y sus ojos volvieron a ser normales.
F — ¿Qué está pasando, quien es este tipo? –
— Cómo lo imaginé, estaba bajo un hechizo de control. –
A — ¿Entonces no me ha traicionado? –
— No, fue manipulado por alguien más. –
Al levantar el hechizo del mago, todos los guardias volvieron a la normalidad y se llevaron al tipo para interrogarlo.
F — Lo siento mucho mi reina no sé cómo pasó esto, fui descuidado. –
A — ¿Dónde está mi hija? –
B — Está con la reina Lilith, estoy segura que Aradia está bien. –
— Si está en la ciudad fronteriza con Liss, espera, ¿Aradia es tú hija? –
A — Si, la oculte allí por qué fui amenazada por alguien desconocido, no quiero que le hagan daño a mi bebé. –
— Vine aquí porqué el rey bestia estaba preocupado por usted. –
A — Inu es tan amable, le daré las gracias luego. –
Belia le contó todo a la reina y ella inmediatamente mandó a revocar la ley que impide la entrada a las bestias y me acompaño hasta el reino junto a Belia, la cuál no se me despegaba.
In — Me alegra qué estés bien, siento no haber ido a ayudar. –
A — Gracias por enviar a un espécimen tan hermoso a salvar mi reino. –
B — Es bellísima. –
In — Y es poderosa. –
— ¡Oigan qué estoy aquí! –
Xxxx — ¡Mamá! –
A — ¡Mi bebé! –
Se abrazaron y Aradia me notó.
Ar — Puedo explicarlo señorita Hadia. –
— No es necesario. –
Ar — ¿Verdad mamá qué la señorita Hadia huele delicioso? –
A — Estoy de acuerdo. –
L — Yo también. –
Lilith me abrazó por la espalda y lamió mi cuello.
— Espera Lilith. –
Ar — La tía Lilith ya ha probado un poco, debería compartir con nosotras. –
— Tal vez después, ahora debería marcharme. –
L — Cuando te aburras de tu humana ven a jugar conmigo, lo esperaré con ansias. –
Las demás — ¡Nosotras también queremos! –
Me marché a mi reino luego de que me besukearan toda.
Comments (0)
See all