1
- ¡Esta es Los Angeles Retro Hit!- exclamaba la radio del coche de Lewister estando a todo volumen- y el mejor modo de comenzar una mañana atareada es con el hit de los Beastie Boys: “Sabotage”, solo aquí en Los Angeles Retro Hit
Sin embargo para Lewister y su nuevo compañero, Senshi, la mejor forma de comenzar la mañana era por medio de una persecución policial por la carretera, iban tras un sospechoso de robo y homicidio.
- ¡Acelera!- le gritó Denjer yendo en el asiento trasero- ¡Lo estamos perdiendo!
- ¡No puedo acelerar mas, ese hijo de puta tiene un Ferrari!- le contestó Lewister furioso apretando el pedal de su coche a fondo
- Chotto shitsureishimasu- se excuso Senshi abriendo la puerta del coche en pleno movimiento por la carretera y bajándose del mismo cayendo de pie, emprendiendo una carrera con sus propios pies alcanzando los doscientos kilómetros por hora en poco tiempo
- ¡Loco hijo de puta!- exclamó Lewister al ver eso- ¡¿qué carajos es lo que se pone ese tipo en su cereal? ¿un acelerador de partículas?!
- Algo así- afirmó Denjer viendo como Senshi alcanzaba el Ferrari Testarrosa del sospechoso y, de un solo golpe al motor del coche, lo detenía en seco provocando que varios coches frenasen de golpe y muchos otros chocaran entre ellos provocando algunos heridos; pero ningún muerto por fortuna
Lewister y Denjer detuvieron su coche, se bajaron del mismo apuntando con sus revólveres al sospechoso gritando:
- ¡L.A.P.D baje del vehículo con las manos en alto!- tras esposar al sospechoso, Lewister vio a Senshi parado delante suyo sosteniendo el motor del coche con su mano derecha como si fuese un simple balón de basketball, con un gruñido dijo- si, muy buen trabajo “Charlie Brown” , gracias
2
Un grupo de Junkies habían secuestrado a la pequeña hija de un importante empresario y la tenían maniatada en el interior de un pequeño apartamento, estaban esperando a que se hiciera la hora para ir a recoger el dinero cuando alguien golpeó a la puerta de su habitación.
- ¿Quién es?- preguntó uno de los secuestradores y una voz masculina, gruesa; pero calmada le respondió en japonés
- Rūmusābisu- o servicio a la habitación en español, rompiendo la puerta con su solo puño Senshi se adentró sosteniendo la Seiken siendo acompañado por Lewister quien gritaba
- ¡L.A.P.D Todos al suelo ahora!- los Secuestradores trataron de matarlos; pero Senshi exclamó
- ¡SEIKEN!- con un solo movimiento de su espada cortó a la mitad a tres de los secuestradores finalizando con su exclamación- ¡FLAME!
Lewister disparó al hombro del último secuestrador que quedaba hiriéndolo, se abalanzó sobre él esposándolo y diciéndole
- Ahora si no quieres que mi amigo animado te muestre de lo que es capaz de hacer con esa espadita, entonces será mejor que me digas donde está la niña- viendo a Senshi añadió- porque él no te va a entender para nada
3
El sospechoso de haber asesinado a una niña pequeña corría por las calles de Los Ángeles siendo perseguido por Senshi quien lo estaba alcanzando sin siquiera agitarse un poco. Llegó a donde estaba un puente de la calle y sacando una navaja de bolsillo, le gritó a Senshi:
- ¡Aléjate o juro qué…!
- ¡SEIKEN!- exclamó Senshi alzando su espada sagrada- ¡FLAME!
- Oh mierda- susurró el sospechoso antes de recibir el golpe en el pecho lanzándolo con la suficiente fuerza por la cornisa del puente cayendo a una distancia de quince metros de altura
Lewister llegó a donde estaba su compañero respirando con dificultad y sosteniendo su pistola con fuerzas, al ver el cadáver del sospechoso le preguntó con dificultad
- ¿Acaso… es necesario… matar a todo sospechoso que te encuentres?
Senshi no le respondió nada, solo se dio media vuelta y se retiró en silencio con una expresión de enojo en su rostro mientras su ojo del Yokai brillaba con fuerzas.
4
Se encontraba atado a un coche que tenía un explosivo, si llegaba a mover un solo centímetro de su cuerpo, la bomba estallaría. El senador Gorio Staler se encontraba como un rehén de un psicópata que estaba demandando a la ciudad más de un millón de dólares por la vida de aquel hombre. Lewister pudo dar con el paradero del terrorista; pero Senshi se encontraba cerca de aquel vehículo, viendo con cautela todo lo que había a su alrededor.
Dando una patada en la puerta del departamento del terrorista, Lewister gritó:
- ¡L.A.P.D sal con las manos en alto!- un hombre blanco de largos cabellos negros y tupida barba que llevaba unos pantalones vaqueros con una camisa blanca junto a una campera de cuero apareció sosteniendo el interruptor
- Un solo movimiento en falso oficial y la bomba estallara haciendo ¡Kaboom! y todos ustedes tendrán que llorar por su senador- le respondió el terrorista riéndose a carcajadas
- Haz como quieras, yo no vote por ese tipo- le respondió Lewister apuntando con su arma al terrorista
Senshi sostuvo su espada y, con un grito, procedió a actuar:
- ¡SEIKEN!- un escudo de un rojo claro lo cubrió por completo- ¡SHIELD!
El terrorista, largando risas maniacas apretó el interruptor y Lewister dijo:
- Mierda- sin perder tiempo le dio un disparo en el hombro desarmándolo
La bomba estalló; pero Senshi se adentró al auto antes de que este estallara y tomó con sus brazos al senador sacándolo de allí mientras el fuego los rodeaba. Las llamas no podían penetrar aquel escudo que protegía a ambos hombres. Senshi logró sacar al senador del auto llevándolo en sus brazos como si fuera su novia.
Lewister miraba aquel espectáculo desde la ventana y sonrió al ver que la caricatura hacia muy bien su trabajo como oficial de policía, excepto cuando mataba a algún sospechoso, algo que se daba muy a menudo últimamente. El Terrorista aprovecho el descuido de Lewister para sacar su arma y apuntarle a la cabeza, el reflejo del vidrio de la ventana le mostró a Lewister lo que aquel loco pensaba hacer y, sin perder tiempo, se lanzó al suelo en el momento en que el terrorista disparaba, sin esperar un solo minuto, Lewister, remató a tiros al lunático antes de que intentase otra locura, al ver el cuerpo muerto del terrorista, Lewister pensó que quizás él también podía ser un poco rudo con los sospechosos.
5
El rojizo sol de la tarde iluminaba el cielo y Senshi lo veía con agrado. Lewister se puso a su lado y, con un gesto de su cabeza, le indicó que era hora de volver a casa, algo que nadie había contemplado era donde viviría Senshi; pero Lewister tenía una idea al respecto aunque no estaba seguro del todo si era una buena idea; pero últimamente necesitaba de alguien que lo ayudara con los quehaceres del hogar.
Caminando por las calles de la ciudad con el rojizo sol de la tarde, Lewister y Senshi volvieron a casa dando por terminado el servicio de ese día.
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