1
- La primer cosa de la que debemos de asegurarnos es que Senshi nunca sepa o descubra que es un personaje de ficción- le contó Denjer acompañando a Lewister a su casa- debido a que no sabemos cómo reaccionaria
- Si, supongo que descubrir de un momento a otro que eres una estrella de Hollywood debe de ser suficiente motivo para emputarte con el mundo- le respondió Lewister con un tono sarcástico
- No es de Hollywood sino de Japón y si descubre que toda su vida fue inventada por un grupo de escritores en un estudio de televisión junto a un mangaka que ni siquiera fue a la universidad, es posible que su reacción pudiese ser peor que un simple encabronamiento- le explicó Denjer tratando de acentuar la seriedad de sus palabras
- ¿Qué tan peor?- le preguntó Lewister largando un suspiro de cansancio
- Pues eso dependerá de él; pero es posible que lo tome con enojo como “Jack Slater” en “El ultimo gran héroe” o que literalmente se vuelva loco, como “Rainbow Dash” en “My Little Dashie”- aseguraba Denjer recordando momentos en que la cuarta pared si podía ser algo serio dentro de la ficción- Senshi no es un personaje que rompa la cuarta pared ni nada por el estilo por lo que no debe de saber que es él en realidad
- Si llega a romper las paredes de mi casa lo mato- se enfureció Lewister ante tal declaración haciendo reír a Denjer
- Es un término que se usa en la ficción cuando el personaje se sabe ficticio y habla con el público, algo similar a lo que hace “Deadpool” o “Bugs Bunny”
- En pocas palabras- quiso entender Lewister- si Senti o como mierda se llame, llega a descubrir que es un famoso dibujito animado con muchos fans y chicas lindas dispuestas a hacer lo que sea por él, entonces perderá la cabeza de inmediato y querrá matarnos a todos ¿Verdad?
- Yo no diría matarnos a todos; pero si podría entrar en un pozo depresivo que podría sernos desfavorable a futuro Lewister, no olvides que él es el maestro de los cuatro Shinjutsus- finalizó con su explicación Denjer
- Ni siquiera estaba enterado- le contestó Lewister llegando a la puerta de su casa, llevaban cuatro Pizzas con ellos junto a varias latas de cerveza- ¿Crees que le guste la Pizza?
- Insisto en que debimos comprarle un plato de Ramen- protestó Denjer
- Ni de chiste voy a comer esa comida china- le respondió Lewister de forma cortante
- No es china sino japonesa- le corrigió Denjer molesto
- Como sea, no la pienso comer- afirmó Lewister entrando a su casa
2
Había terminado de ver el capitulo del anime “El Ojo del Yokai” debía ser la quinta vez que repasaba la primera temporada y con sus ojos llorosos, Melanie Kaiser, sostenía con fuerzas su almohada con el rostro de su amado Platónico: Senshi
Sus ojos azules se veían todavía llorosos y sus cabellos rubios molestaban su mirada. De un solo movimiento de su mano pudo quitarse aquellos pelos que estorbaban su vista, Melanie sabía que si su madre o su hermano pequeño estuviesen allí a su lado, se reirían de que aquella muchacha de veinte años siguiera viendo aquel programa de dibujos animados mientras suspiraba como una tonta por el protagonista principal. No podía culparlos si hicieran eso debido a que ella en realidad estaba actuando como una chiquilla al ver aquel programa japonés mientras lloraba por el destino del desdichado de Senshi; pero no podía evitarlo, estaba enamorada de Senshi y le parecía muy injusto el que todo terminara de esa forma para él. Había seguido la serie desde que esta empezó haría unos años atrás, al principio Melanie pensó que el programa era el típico Anime Shonen de peleas con power ups descontrolados y malos malosos que eran vencidos por el apuesto chico bueno que se quedaba con la muchacha. Quizás por curiosidad antes que por voluntad propia, observó el primer episodio y tal como imaginó: el apuesto muchacho debía emprender el viaje del héroe mientras peleaba contra los malos de turno, salvando el día; pero Senshi le pareció demasiado apuesto al primer vistazo siendo aquello lo que la invitó a quedarse a ver ese episodio, después el siguiente y el siguiente hasta que las aventuras de aquel muchacho se convirtieron en una rutina para ella.
Al principio se dijo que veía el show porque la acción era muy atrapante, luego porque la trama era interesante y al final se tuvo que admitir a sí misma la razón por la que veía el show: estaba enamorada de Senshi. No había forma de explicar aquella sensación que tenia por él al verlo; pero comprendía el dolor por el que aquel muchacho solitario pasaba. Melanie también había sido una niña solitaria cuyo único confidente, por así decirlo, era su hermano menor quien apenas la entendía. Aunque Melanie nunca llegó a sentirse tan despreciada como se sintió Senshi en su aldea, si sintió el rechazo de muchas personas debido a que ella era alguien de comportamiento raro que nunca congeniaba con los demás chicos del colegio, fuese durante la primaria, secundaria o la preparatoria; pero nunca dejó que eso la desanimara, sin embargo el ver a Senshi sufrir en silencio al saberse maldito, al saber que perdió a su hermano quien era su único amigo y que la única persona que podía congeniar con él era aquella maga que apenas podía comprender una quinta parte de lo que él sufría, la volvía vulnerable y sobreprotectora de forma cariñosa con él. Melanie podría no ser parte del show; pero festejaba los logros de Senshi, lloraba cuando lo veía sufrir por sus heridas del pasado junto a su maldición con aquel ojo rojo que lo atormentaba a cada minuto que pasaba. Melanie compró el manga oficial de su amado para poder conocerlo mejor, lo que el Anime no mostraba, aquellas páginas en blanco y negro terminaban por darle una mejor idea a Melanie de quien era Senshi en realidad: un solitario que sufría en silencio al no saberse comprendido, el amor que ella sentía por él se acrecentó con el pasar del tiempo al punto de que se lamentaba que no fuera una persona de carne y hueso. Ansiaba tanto estar a su lado para confortarlo, mostrarle que no estaba solo, que había alguien que lo comprendía y que haría hasta lo imposible para que sonriera, debido a que cuando él sonreía entonces el día se iluminaba para ella. si, sin lugar a dudas su madre y su hermano pequeño se reirían de ella apuntándola con el dedo índice por aquella actitud tan infantil, seguramente le dirían cosas como “Senshi no es real tontita” o “A ver si maduras un poco Melanie ¿Cuántos años tienes diez o veinte?” por fortuna ellos no estaban a su lado en ese momento ni lo estarían a menos que fueran a visitarla porque Melanie se había mudado de casa, nunca creyó que podría salir de su hogar de no ser por la inspiración que tuvo al pensar en cómo Senshi, teniendo menos que ella, tuvo el valor de salir de su hogar para enfrentar el mundo ¿Y por qué ella sería menos que su amado platónico? Juntando todo el dinero que pudo, aparte de las agallas necesarias, partió de su hogar en San Francisco mudándose a Los Ángeles para alquilar un pequeño apartamento donde podría probar suerte al querer abrir un pequeño negocio donde vendiese mangas junto a comics.
Muy en el fondo sentía deseos de darle las gracias a Senshi por haberla inspirado a dar aquel gran paso. Sin embargo sintió que hubo un precio a pagar por su primer paso a una vida más agradable: la muerte de su amado.
3
La razón por la que miraba las primeras temporadas era porque allí fue donde él fue feliz, donde tuvo que pelear por sus amigos y luchar por el respeto que se le había negado durante muchos años, después de ello todo fue cuesta abajo: relleno tras relleno en un Manga que había sido olvidado por su autor al enfocarse en otros proyectos más exitosos que “El Ojo del Yokai”.
Todos, con excepción de Senshi, eran irreconocibles para Melanie. Battomausu había pasado de alivio cómico a un depravado sexual con actitudes criminales, Akai era un puto emo que estaba a nada de robarle un beso a Senshi, Melanie juraba que rompería la pantalla del televisor de un puñetazo si llegaba a pasar eso, y la soledad de Senshi se multiplico por culpa de su obsesión por despertar ese estúpido Shinjutsu, él creía que si lo despertaba podría volver como un héroe a su hogar en lugar de la vergüenza, mientras sus llamados amigos le seguían el juego. Melanie sentía el deseo de gritarle que no les debía nada a esos estúpidos y que lo único que debía importarle en la vida era ser feliz, no ser el mejor en todo el mundo, sino ser feliz al lado de sus amigos, al lado de Evelyn o quizás… al lado de ella, se ruborizó al pensar en eso y que su cabeza tuviese que dar varias vueltas al hacer conexión a tierra recordándole que era un dibujo animado solo le hizo sentir un incomodo calor enorme recorrer todo su cuerpo; pero la desesperación que nacía de su interior al ver a su amado sufrir la obligaba a pensar eso, en especial tras ver el cambio de Evelyn.
Ella había pasado de amiga y posible interés amoroso para Senshi a una villana en potencia que solo pensaba en sí misma, quizás fuese cierto que los demás la dejaban de lado; pero ella tampoco había hecho mucho para poder sobresalir en aquel equipo ni tampoco tenía las pelotas para dejarlo y seguir su propio camino fuera de ellos. La triste verdad era que Evelyn estaba tan ocupada sintiendo lastima por ella misma que no podía ver como Senshi había progresado gracias a ella, como él dejó de ser un inútil que no sabía pelear para convertirse en un maestro de los cuatro Shinjutsus y quizás lo único que Evelyn necesitaba hacer para ganar el corazón de Senshi era decirle que no se encontraba solo, que ya no había necesidad de volver a ese pueblo lleno de idiotas sino que podía estar a su lado fundando su propio pueblo, quizás volver a una de las ciudades donde todos lo querían, donde podría ser feliz. El entrenamiento de Senshi era un desgaste que él no necesitaba en su vida, siempre habría un sujeto más poderoso que el anterior y eso estaba bien, no era algo de que avergonzarse, lo que importaba no era ser el mejor del mundo sino poder estar al lado de los seres queridos y vivir a pleno haciendo lo que le gustara al lado de su familia.
En su interior se encontraba la esperanza de que Senshi reflexionara aquello y descubriera que lo que buscaba estaba frente a sus narices todo ese tiempo; pero el mangaka tuvo uno de esos retrasos mentales, mejor conocidos como inspiraciones poéticas, donde todo debía ser edgy, insatisfactorio y triste porque la vida real era así, aunque las especies vistas en el show no lo fuesen ni tampoco las ciudades ni mucho menos las habilidades de Senshi ¡Pero hey, había que ser realista! A pesar de que la serie no lo fuese. El realismo siempre era un buen término para no usar la palabra flojera argumental y en el último episodio Senshi…
4
Detuvo el reproductor de su DVD en el penúltimo episodio de la temporada uno y se levantó de su sofá con dirección a la ventana intentando no romper en llanto; pero no pudo evitarlo y cerrando las cortinas para no ser vista por nadie, lloró sintiendo un gran pesar por la muerte de su amado. No era justo lo que le ocurrió, nada justo. Muerto a manos de su única amiga de toda la vida solo por un estúpido malentendido que fue hecho adrede por un mangaka que tenía un mejor contrato y debía terminar su obra de esa manera, sin final feliz ni tampoco final épico, mucho menos podía llamarse un final triste, solo un final tan vacio, tan anti climático y tan estúpido que solo avivaba su enojo al pensar que Senshi merecía más. Fuese un final feliz viviendo en paz al lado de sus amigos o al lado de la mujer que amaba o un final donde muriese por una causa justa, que se sacrificara por lo que creía correcto; pero no ese final donde él fue asesinado por su mejor amiga mostrando la cruda realidad donde no todos los actos heroicos eran recompensados y no siempre las buenas acciones tenían un final feliz, al menos eso era lo que los pseudo críticos solían decir para justificar el desgano y poco esfuerzo del mangaka cuando quiso quitarse su primer trabajo exitoso de encima antes de continuar con su otro proyecto el cual sería su obra definitiva.
Colocándose la mano sobre su rostro Melanie lloró y trató de tranquilizarse viendo la ventana donde su vecino entraba a la casa con varias cajas de pizza en sus manos, al parecer alguien tendría una fiesta esa noche, por un minuto Melanie envidió a su vecino al sentirse feliz en lugar de desdichado por algo tan infantil como lo hacia ella, envidio a su vecino por no ser un raro como lo era ella y al ver como en la ventana de la casa de al lado se asomaba… ¡¿El rostro de Senshi?! Descubrió que también envidiaba a su vecino por tener a su amado en su casa.
Aquello no podía ser verdad, debía de ser una equivocación suya, quizás ya estaba alucinando y quizás necesitaba volver a la realidad de una vez por todas antes de meterse en serios problemas como el estar viendo como la cortina se movía un poco mas descubriendo a su amado quien veía con enojo a su vecino por haber llevado aquella comida, era sabido que a Senshi le gustaba mucho el Ramen, molesto se adentró a la casa.
Melanie, por un momento, tuvo miedo, se quedo petrificada ante lo que veía; pero también se sentía entusiasmada ¿Cuántas posibilidades había de que aquello estuviese pasando de verdad? Trató de centrarse pensando que se le había ido la cabeza por un momento; pero si eso era cierto entonces lo mejor era confirmarlo en silencio antes de hacer cualquier tipo de escándalo. Necesitaba una excusa para ir a donde estaba su vecino y corroborar que aquello no había sido una alucinación, sonriendo, recordó que no tenía azúcar para el café.
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