—¿Alice? —dijo sorprendido Danger al ver a su amiga—. ¿Qué haces en Dome?
—Tu amigo me dijo que podría encontrarte aquí —pausa y mira a los demás—. Veo que al parecer encontraste a los que estabas buscando.
—Sí y recién acabaron estos 3 que están a tu lado de pelear una batalla en nuestra época —al decir esto, Danger se dirige a mí—. ¿Por qué trajiste a Alice?
—Pues ella te estaba buscando Danger, yo solo le dije dónde estabas y le pregunté si quería venir y listo, ahora está aquí.
—¡Uhmm! —danger agachó la cabeza y pensó por un instante, luego se aparta, mira al cielo, respira y dice—. Pues es tu responsabilidad lo que le pase a Alice, pero si le llega a pasar algo malo, ni los poderes de South servirán para salvarte de mi enojo.
—Está bien, no te preocupes, yo me encargo de proteger a Alice —al decir esto, Danger se tranquilizó un poco, me dirigí a Arthoris—. Arthoris ¿Qué sigue ahora?
—Pues has pasado solo una prueba Xorax, descansa, eso te hará bien, volveré a ser Bárbara así hablarás con ella.
—Espera Arthoris...
—¿Pasó algo?
—Ehhh… Creo que mejor lo conversamos en otro momento… por ahora, vuelve a tu falsa identidad —Arthoris se transformó en Bárbara.
—¡Oh! Increíble que esa ángel tan hermosa seas tú —dijo Alice a Bárbara.
—Gracias —Bárbara me observa por un segundo y agacha la cabeza—. Francisco yo...
—No pasa nada Bárbara, ven tenemos que hablar —en eso, el grupo abandona el castillo y quedamos en el jardín Bárbara Death y yo.
—¿Te dejo solo, Xorax?
—O sea, déjanos hablar en privado, pero también debo conversar contigo —dicho esto, Death abre un portal y se va, quedamos solo Bárbara, yo y el cielo anaranjado del atardecer, el viento era algo cálido, pero hacía mover el pelo de Bárbara.
Nos quedamos más o menos unos 5 minutos sin decir nada, Bárbara se veía silente, algo triste, decepcionada, con culpa, al menos eso reflejaba su rostro, hubo un momento en que derramó una lágrima en el piso, me quedé estático, nunca en mi vida había visto a Bárbara llorar, y ahora cuando la veo así de mal, veo que me afecta demasiado. Después de meditarlo mucho, decido romper el silencio.
—Ha sido un día lleno de sorpresas la verdad… primero, me encuentro con que Death trabajaba para la BL y después me entero de que eres nada más ni nada menos que un ángel guardián, esto realmente me ha superado en realidad, siento algo en mi interior, pero no puedo describirte bien qué es.
—Pues si no sabes qué es, no digas que lo sabes Francisco...
—Dime Xorax, total ya lo sabías ¿verdad?
—No, para mí seguirás siendo Francisco, pero ese no es el punto, lo que pasó, pasó y punto, es cierto, fue demasiado oscuro el camino por donde se supo toda la verdad.
—¿Estabas consciente de tu identidad como Arthoris?
—Sabía que había algo más dentro de mí, algo que no era natural… Incluso sentía que no era yo misma… Supongo que se le llama intuición…
—Ya veo, solo tengo una duda.
—¿Qué es?
—Sobre nuestra vida en nuestra época.
—Ya veo, quisieras no haberlo sabido, Arthoris también está incómoda… Dice que pudo percatarse gracias a mis recuerdos que eres una buena persona… Y que no se extrañaría que usaras Maná Luminosa.
—Pues mi Maná es de Chaos.
—Si, recuero que South dijo eso.
—Bueno Bárbara, creo que no hay nada que decir, ni tampoco hay que darnos explicaciones de lo que ha pasado... sabes bien las reglas —digo derramando una lágrima.
—¡No! ¡No puede ser así! ¡No Francisco! —corre y me abraza, su expresión era de angustia y desesperación.
—Lo siento Bárbara, pero esto se acabó, tú como guardiana tienes un juramento, en el cual debes negar cualquier vínculo afectivo con la persona a la que proteges, así que no, esto se debe terminar.
—Por favor no, se podrá hacer algo. ¿Qué dices?
—Lamentablemente, no puedo hacer nada, tú no existes Bárbara, eres solo una personalidad que Arthoris tiene para pasar como humana, pero en el fondo sigues siendo Arthoris, yo no puedo hacer nada contra eso, además, creo que no soy el tipo de persona que Arthoris desee como pareja.
—Entiendo.
—Además, creo yo que debe haber alguien quien sienta cosas por Arthoris en este mundo —dicho esto Bárbara se transforma a Arthoris y me mira con cara de curiosidad.
—¿Lo dices solo como justificación o conoces a alguien en específico que se sienta atraído hacia mí?
—Deberás averiguarlo por ti misma —Arthoris suspira y se sienta en una banca cercana.
—¿Qué pasará con Bárbara?
—Nada, si encontrara alguna manera de solucionarlo, créeme que lo haría.
—Pero si nos separáramos ¿Estarías con ella?
—Bárbara no existe… Eres tú.
—¿Me haces sentir culpable?
—No, no lo eres, el único culpable, y perdona que lo diga, fue el Mago Xorax.
—Ya veo, bueno Xorax, me voy, ¿Te acompaño un rato más o te dejo solo?
—No te preocupes Arthoris, estaré bien, vete si quieres.
—Adiós —Arthoris salió volando y logré verla hasta que se camufló con las estrellas del cielo nocturno, estuve sentado durante alrededor de 3 minutos y luego empecé a llorar, a descargar todo lo que no descargué al frente de Arthoris y sobre todo al frente de Bárbara. Estuve llorando durante un largo tiempo hasta que una voz interrumpió mi llanto.
—Disculpa —me doy vuelta, era Alice—. Fue inevitable escuchar tu llanto… tal vez estoy siendo inoportuna, pero, ¿puedes decirme qué sucedió?
—Nada, Alice —digo refregando mi antebrazo en mis ojos limpiándome la cara.
—Bueno, supongo que estarás mejor solo… —antes que Alice se volteara para irse, le tomé su brazo y apoyé mi cabeza en ella y empecé nuevamente a llorar y reventar en un mar de lágrimas. Ella solo respondió con un abrazo y una caricia en el pelo.
—Descarga todo… necesitas aliviar ese dolor —Alice me abrazó ahí en el patio, la verdad es que Alice estaba siendo un gran apoyo en ese momento con ese abrazo que realmente necesitaba—. ¿Estás seguro que no quieres contarme nada?
—Es sobre Bárbara.
—Ya veo.
—Bárbara era mi esposa, la amaba más que a nada, la quería demasiado.
—Pero está viva, ¿se pelearon y se van a separar?
—No es eso, es por Arthoris, me enteré de que era Arthoris, y lamentablemente no puedo estar con ella por reglas entre magos y guardianes… además, estoy confundido, por un lado, siento que ella es otra persona y que nunca existió Bárbara, por otra parte, siento que es solo una pesadilla y que mañana estaré en Chaos luchando contra la BL y tendré que rescatarla de Krago.
—Pero no, es real Francisco.
—Tienes razón Alice, pero duele demasiado la verdad…
—Me imagino que sí, pero lo que no nos mata nos hace más fuerte, además no es la única mujer en esta época ni en la otra —observé a Alice durante unos segundos y pensé en Bárbara, en nuestra vida que tuvimos y en lo que pasó, estaba meditando si fue una decisión correcta abandonar mis sentimientos, pero fui interrumpido por Alice—. Bueno Francisco, Descansa, por lo que veo ha sido un largo día y muy agitado, recupera tus fuerzas, asimila, y si tienes que contar algo, cuenta conmigo, no lo dudes, en estos momentos es donde más necesitas a tus amigos y alguien que te apoye, adiós cuídate —veo a Alice alejarse y entrar al castillo, me quedo un rato en el jardín, siento el viento, veo la luna y me retiro a mi cama a dormir para empezar a recuperar y asimilar todo lo ocurrido.
Después de un gran sueño recuperador, me siento con ganas de todo, en realidad el consejo de Alice fue bueno, ahora me siento con harta vitalidad. Me levanté y me vestí para ir a comer, salgo de mi pieza y veo el pasillo, las estatuas de South siguen ahí, esto me hace recordar de la forma en que nos hablamos por última vez, él era mi amigo, pero el destino es otra cosa, voy camino al comedor, cuando paso junto a la habitación de Alice con Alice saliendo de ella.
—Hola Alice, ¿Cómo estás?
—Hola Francisco, estoy bien, gracias ¿y tú? ¿Estás mejor?
—Sí, me sirvió el consejo que me diste anoche, ahora me siento mejor.
—Qué bien.
—¿Vas a comer?
—Si, ¿vamos?
—Vale —me siento extraño, hablando con alguien que apenas conocí ayer y que hayamos empezado a ser amigos.
—Oye Francisco —era Death que venía desde el otro pasillo—. Hola Alice.
—Buenos días.
—¿Qué pasa Death?
—¿Has visto a Arthoris?
—No la he visto desde anoche, de hecho, se fue volando una vez que terminé de hablar con ella y con Bárbara.
—Si la ves, dile que la estoy buscando y que me espere en el muelle.
—Está bien, si la veo le aviso —Death se fue por el pasillo de donde vino y Alice y yo seguimos caminando hasta el comedor.
Alice, a pesar de ser una simple humana sin poderes mágicos, parece estar bastante aclimatada al estar al lado de estos, no se le nota nerviosa y además tiene un carisma y vitalidad muy grandes, bastante alegre por lo demás. Nos sentamos a comer lo que habían preparado los sirvientes del castillo de South, y mientras estábamos en ello, empecé a pensar en que debería estar combatiendo con otros magos en vez de estar aquí en el comedor reposando, sin embargo, lo acontecido ayer fue bastante significativo, así que por hoy decidí descansar. En el vagar de mis pensamientos, se me ocurre una idea para matar el tiempo.
—Alice, ¿Te gustaría conocer Dome?
—¿Hablas en serio? Iré a arreglarme para irnos —dicho esto, Alice se aleja y entra al pasillo, yo continuo en el comedor sentado mirando al cielo cuando en eso siento que entra alguien al comedor.
—Hola Arthoris —digo observando a Bárbara quien llegaba.
—Soy Bárbara Francisco… y hola…
—Son la misma persona —dije despectivamente—. Death te andaba buscando —Bárbara se trasforma en Arthoris.
—Ya veo, ¿Qué te dijo?
—Que fueras al muelle.
—Ya veo, ¿Vas a alguna parte?
—Sí, quedé de llevar a Alice a conocer Dome.
—¿Qué? —dijo Danger llegando y quedando muy sorprendido—. ¿Es cierto eso?
—Sí, ¿hay algún problema? —Alice llegaba del pasillo y observaba a Danger—. ¿Tienes algún problema que salga con Francisco? —danger se acerca a Alice.
—Me lo hubieras pedido a mí.
—Es cierto, pero Francisco fue quién se ofreció, aprovechamos de charlar un poco… además, servirá para conocer el mundo y sobre todo a Francisco —danger queda perplejo por unos segundos, Alice lo mira y le cierra un ojo—. Tranquilo no te pongas celoso —danger se sonroja demasiado y se va por el pasillo.
—Espérame Danger —dice Arthoris yendo hacia la puerta—. Gracias por contarme lo de Death, iré a verlo apenas me desocupe —Arthoris cierra la puerta y nos deja a mí y a Alice solos.
—Bien ¿Nos vamos? —dicho esto, salimos del castillo y entramos a la ciudad de Dome. Lo primero que le mostré a Bárbara fue la plaza, habían niños jugando en la pileta, Alice veía los árboles y observaba atentamente todos los detalles de la ciudad.
—Mira —le dije mientras señalaba a la pileta y con un hechizo levanto el agua y creo un soldado de agua. La gente atenta aplaudió el acto, Alice miró, pero no hizo ningún gesto, así que seguí mostrándole la ciudad. Nuestra segunda parada fue la catedral, ahí ella disfrutó viendo todas las estatuas, objetos y cosas que había, también nos dimos el tiempo para poder disfrutar de una misa que la hacía el padre Carlos al cual saludamos después de terminada esta.
—Hola Padre.
—Francisco ¿Y tú eres Alice verdad?
—Si Padre —dice Alice saludando educadamente.
—Mucho gusto en conocerte Alice, Francisco ¿Cómo está Bárbara? —cuando el padre dijo es,o me sentí un poco mal, y solo atiné a agachar la cabeza, él lo observó, pero Alice se adelantó a todo.
—Creo que no es un tema para hablarlo ahora, además, ya nos íbamos a otra parte —Alice me sacó rápidamente de ahí.
—Gracias Alice, pero no debiste hacerlo.
—¿Por qué?
—Es probable que quiera saber lo que me pasa y va a hablar con Arthoris y ella le comentará la situación.
—Ya veo… él los casó ¿verdad?
—Así es Alice, es por eso que se preocupará… solo espero que no intente nada estúpido.
—Entiendo…
—En fin, ¿Tienes hambre? Han pasado cuatro horas desde que salimos del castillo.
—Sí, comamos algo refrescante eso sí, tengo calor —Alice tenía razón, hacía un calor insoportable. En mi época aún están en invierno en este tiempo y en estos días que me quedé, habrán pasado quizás unas horas en mi ciudad.
—Vamos al muelle a comer, además disfrutaremos de una agradable brisa marina.
—Pero recuerda que Death y Arthoris estarán ahí.
—Lo sé, pero dije muelle, no dije que específicamente sea el muelle de Dome —Alice me mira sorprendida—. Vamos a Park.
Comments (0)
See all