—Toma estas monedas, recuerda que la máquinas de cambio no está funcionando. —le dijo Mina al darle las monedas.
—¡Ah! Cierto menos mal que me contaste antes prima. —sonrió antes de dirigirse a las máquinas de sodas.
—Estaremos en el lugar de siempre. —le dije en voz alta a Anetta.
Cuando nos acercamos a la mesa donde siempre nos sentamos a comer note de inmediato que Zeylan y sus amigos estaban en la mesa continua, Sharin se veía alegre sentada al lado de Erick podía ver que sonreía mientras comía al lado de su atractivo novio, Kiara estaba de espaldas frente a mi e intentaba mantener un conversación con él, me di cuenta que me estaba mirando fijamente y aparte mi mirada rápidamente.
—Mira que tan sonriente se ve la señorita indiferencia —me dijo Remina al poner su mano en mi hombro.
—Debería hacerlo más a menudo ¿No crees? —le respondí a mi amiga.
—O estar más tiempo con su novio a ver si cambia esa cara de póquer de reina —me comento.
Me reí de lo que había dicho Remina y tome asiento mirando hacia la mesa donde estaba Zeylan, Mina comenzó a sacar los empaques de plástico transparente y me brindo uno con un tenedor en ese momento volví a mirar al chico y note que él seguía mirándome, sus ojos azules trataban de decirme algo.
—No notaron que Sharin la chica nueva parece otra cuando esta con su novio —expreso Anetta sentándose a mi lado.
—Eso mismo le digo a Mera. —hablo Remina.
Netta coloco la bebidas al lado de las ensaladas, vi que el chico se levantó de la mesa y se despidió de sus amigos, era mi oportunidad de pedirle al fin una explicación de lo que estaba pasando y el porqué de su repentino traslado a esta universidad. El teléfono de Remina empezó a sonar y ella se sintió emocionada de ver de quien era la llamada.
— ¡Hola Deimos! No es un mal momento para hablar te lo seguro —hizo un gesto de emoción con las manos.
Fue ahí cuando vi una oportunidad para alcanzar a Zeylan y poder hablar a solas con él sin tener que esperar otra oportunidad de encontrarlo solo un día por los pasillos de la universidad, me levante de la mesa.
—Chicas me disculpan un minuto voy al tocador a refrescarme un poco —Dije algo apenada para darle credibilidad.
—No te preocupes no nos iremos de aquí. —me respondió Anetta.
Remina hizo un gesto de aprobación con su cabeza cuando me vio, tome mi bolso e hice parecer que iba a los baños de la cafetería pero aproveche que se habían distraído para escabullirme entre los demás estudiantes y llegar a la puerta por donde se había ido Zeylan, pase por el entechado de columnas que era un pasillo al estacionamiento pero cuando llegue al lugar no logre divisarlo en el lugar, cuando me disponía a ir otro lado a buscarlo me pareció oír su voz detrás de mí, gire mi vista hasta dónde provenía.
—¿Estás buscando a alguien? —me pregunto mientras estaba sentado el capo de un auto con los brazos cruzados.
—Quiero la verdad Zeylan dime ¿Qué es lo que hacen aquí? ¿Acaso les ordenaron vigilarme? —le dije demostrando mi descontento.
El chico mi miro como si debatiera si contarme lo que sabía o no, luego se acercó.
—De hecho nuestra misión es protegerte ahora, tu habilidad es muy poderosa y estamos en medio de una guerra. Tememos que los que están detrás de los ataques de las criaturas como la que enfrentamos estén tras de ti para hacerte parte de su bando —me dijo con un semblante serio.
Recordé ese sueño con la chica rubia de piel pálida, entonces ella trataba de advertirme sobre las intenciones de las personas que controlan a los noctófago, pero también ¿será cierto que con Zeylan podre defenderme de cualquiera de ellos?
—Pero si es así ¿quiénes son estas personas? ¿No se supone que esas criaturas solo existen en el reino de media noche? —le pregunte desconcertada.
—Es el culto a la oscuridad, un numeroso grupo de nóctales que al contrario de nosotros buscan propagar los horrores de las pesadillas a esta realidad, de alguna forma han logrado abrir accesos que unen este mundo con el Reino de Media Noche. —Respondió seriamente el chico.
—¿Entonces estoy en peligro?, ¿Cómo me pides que olvide lo que está pasando?— le reclame asustada.
Zeylan poso su cálidas manos sobre mis hombros y poso sus ojos en los míos, pude sentir que podía confiar en él.
—Mientras yo te esté protegiendo nada malo te pasara a ti ni a las personas que amas —seco una lágrima que brotaba de mi ojo derecho con su dedo índice —Pero por favor no te involucres en esto.
—¿Entonces es así como crees que deben ser las cosas? ¿quieres que haga de oídos sordos al sufrimiento de otros? ¿que siga mi vida como si nada pasara? Si es así como debo vivir prefiero arriesgar mi vida por la de mis amigas y por aquellos que no pueden salvarse por sí mismos, me canse de ser la que tiene que huir y esconderse. — le reclame al apartar su mano de mi mejilla.
—Esto es algo que no entiendes, aun no controlas tus habilidades y no sabemos cuándo el enemigo atacara, no conoces sus habilidad ni quiénes son ¿cómo podrás defenderte si no sabes usar el poder de tu atrapasueños? — dijo para después dejarme ver su mirada preocupada.
—Entonces enséñame a combatir, a usar mis poderes Zeylan así podre protegerme de cualquier ataque de esos seres— le dije animada.
El guardián miro hacia otra parte y note que no estaba de acuerdo con lo que le pedía.
—Te lo pido una última vez Mera, mantente al margen de esto. — repitió tajante.
Me quede silenciosa hasta que no pude controlar mi enojo, no comprendía por que se empeñaba en dejarme al margen de lo que estaba pasando.
—¡Pues si así son las cosas contigo, no tengo más de que hablar contigo Zeylan Leví!
—le dije antes de irme corriendo de allí.
—¡Espera Mera! ¡Mera!.. —me decía a lo lejos.
No sabía que era esta punzada en mi pecho si el hecho de sentirme una inútil o de alguna manera ser rechazada por Zeylan, «¿Acaso sus amigos o aliados no eran como yo en algún tiempo? O ¿Acaso todos sus halagos sobre mi habilidad eran vacías?, te odio Zeylan Leví.»
Cuando volví a la cafetería tratando de evite ser vista por Kiara, Sharin y Erick y por mis amigas, tome mi puesto donde estaban mi ensalada con la soda que compro Anetta.
—Te tardaste un buen tiempo amiga. —dijo Remina colgando su móvil.
—Discúlpenme se me olvidaron unos apuntes en mi casillero y quise ir a recogerlos —les respondí evitando mostrarme desanimada.
— Entonces almorcemos sin más preámbulos que me muero de hambre. —nos comentó muy animada Anetta.
—Sí, vamos a comer chicas —dije mostrándome lo más animada posible.
El almuerzo y las demás clases pasaron desapercibidas, Sharin y Kiara ocuparon los mismos lugares que el profesor Galván les asigno y así hicieron en los otros salones, cuando quise darme cuenta del tiempo que pasaba ya estábamos camino a casa, las palabras de Zeylan rondaban otra vez en mi mente “Te lo pido una última vez Mera, mantente al margen de esto…”
—Idiota… —dije en mi mente al recordar su mirada.
Así paso el viernes salvo a una avance en entablar conversación con Sharin y una inesperada presentación en la mesa que Kiara, la chica pelirroja, Erick y Zeylan ocupaban, trate de ser indiferente con el imitando a mi nueva compañera de facultad al momento de saludarlo, esto hizo que se sintiera tenso el ambiente durante el almuerzo.
Cuando terminaron las clases la esperada noche de chicas llego y con ella mis ánimos de olvidarme de Zeylan, su rechazo, los monstruos y los Nóctales, esa noche querían volver a sentirme una chica normal.
"Existen peligros mortales ocultos en la oscuridad, existen horrores en nuestras pesadillas, existen monstruos viviendo en nuestras mentes, hay un poder dentro de los atrapasueños para combatirlos."
Mera Alba Celeste es una joven que creyó vencer el terror de sus sueños más oscuros, hasta que descubre en una noche que tendrá que tomar parte en una guerra entre la luz y la oscuridad, entre el bien y el mal, oculta a los ojos de los demás en la unión de su mundo con la onírica realidad del Reino de Media Noche, donde los monstruos y los seres sombríos amenazan con destruir todo lo que conoce, encontrara en un desconocido y sus aliados la ayuda que necesita y el poder suficiente para salvar su vida y la de aquellos a quienes ama.
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