Please note that Tapas no longer supports Internet Explorer.
We recommend upgrading to the latest Microsoft Edge, Google Chrome, or Firefox.
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
Publish
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
__anonymous__
__anonymous__
0
  • Publish
  • Ink shop
  • Redeem code
  • Settings
  • Log out

Cuentos De Khuarhya

— El arbol que toca el cielo ; Eophock —

— El arbol que toca el cielo ; Eophock —

Sep 20, 2021

—El árbol que toca el cielo, Eophock— 
Pasaron los días acordados y el grupo se reunió nuevamente. El clima, naturalmente frío del continente de Ulfria, creaba una asombrosa pared de niebla escarchada alrededor de Thar-Abbys, y la aparición casi espectral del Multicontinental, rodeado de luces y brillos, solo añadió dramatismo a la melancólica estación en la cual apenas se podía divisar más allá de algunos metros.
"El Multicontinental con destino a las regiones de Ulfria, Isla Selva de Oro, Allaughashir, Dremoria, Nher Vael Arhym, Instituto Fortuna y ciudad de Eophock está llegando. Por favor, empiecen el ascenso. Se les pide que no olviden nada, ya que pasando Ulfria atravesaremos el mar arcoíris y, por ende, no podremos detenernos, disminuir la velocidad, ni cambiar de dirección. Gracias por su preferencia"—anunció una voz femenina que salía de las ecoquarzitas, formaciones cristalinas de tono purpúreo empotradas a lo largo de la instalación, cuyo tinte variaba en coordinación con la voz que emitían.
Todos los aventureros miraban los postes de anuncios y las pizarras de misiones por si alguna era de su agrado o por si quedaba en su ruta de paso. Por su parte, en la plataforma A1, Mina, Íthil y Jacob preparaban su abordaje.
"¿No olvidan nada? Sería muy desagradable si dejan alguna herramienta importante"—dijo Mina en tono serio mientras tomaban todo su equipaje.
"Descuida, traemos lo necesario"—Íthil y Jacob asintieron con la cabeza.
Entre los tres, el más agitado era Jacob, que tenía en la mira al carro maletero encantado, al cual trataba de subir su equipaje sin tocarlo, nerviosamente. Justo cuando parecía triunfante, el carro se movió ligeramente unos milímetros, tocando a Jacob y desatando su desafortunada alergia, iluminando todos los andenes del área.
"¡No puede ser!"—gritaba Jacob mientras Íthil reía a todo pulmón.
Íthil arrojó al quemado Jacob a un sofá del camarote donde se alojaban.
"No tengo duda, Jacob, serás de mucha ayuda en las misiones, ¡jajajajaja!"—decía Íthil mientras sostenía una risilla burlona.
Después de instalarse, Íthil durmió un rato más mientras Jacob realizaba un inventario de su recién comprado taller portátil de reparación de armas y una pequeña hornilla. Mina, por su parte, preparaba frascos resistentes de cuarzo con sus respectivos activos alquímicos y medicinales. Un viaje de dos días y tres noches les esperaba.
Al amanecer del tercer día y ya pasando la ciudad de Nher Vael Arhym, el grupo se preparaba. Ante ellos aparecía un árbol como ningún otro que hubieran visto. Aún no veían la base de este y ya observaban su copa; esta se elevaba enorme y despreocupada en el horizonte, más allá de las nubes, mientras su tronco, enorme, dejaba ver en él un enorme y bullicioso asentamiento que se anidaba en su corteza y a lo largo de las ramas más gruesas.
Unos minutos después, llegaban a la estación incrustada en una de las raíces del árbol, donde múltiples vehículos también estaban llegando y partiendo.
"Nunca había tenido la oportunidad de visitar Eophock, la verdad es bastante intimidante"—dijo Íthil, asombrado por las dimensiones del árbol, pero con un tono de desconfianza.
"Yo tampoco… debo coincidir contigo, ¡es enorme! Pero se percibe un aura de tranquilidad de este árbol"—decía Mina mientras observaba la ciudad superior en las ramas. Una multitud de vehículos de todos tipos transitaban entre las ramas y bloques residenciales enteros se alojaban en su tronco.
"Es increíble esta ciudad, en lo particular acepto que es grande, pero nada es más extraordinario que las minas de platino debajo de Thar-Abbys; ¡ellas realmente me dejaron sin aliento!" Mina e Íthil miraron resignados a Jacob, que se perdía en sus fantasías mineras.
Miraron a su alrededor desde la rama enorme que los alojaba. Desde ahí pudieron ver distritos de vivienda, plazas y áreas de comercio situadas sobre el árbol y sus raíces. Mientras, en los contrafuertes más lejanos se situaban granjas con plantíos escalonados. Con este paisaje pudieron comprender la verdadera dimensión del árbol.
"¡Vaya, realmente es increíble la existencia de este árbol en el desierto! Uno pensaría que esta tierra es pobre e infértil"—Mina decía mientras trataba de poner orden a su pelo que jugueteaba sin control en el aire.
"En realidad, están equivocados, niños, es por el árbol que existe el desierto de Dumas. Este árbol es un Amhin-Talogh, un árbol espíritu del reino de Garod"—dijo una atractiva voz femenina.
Los tres aventureros voltearon su mirada a un escaparate de un establecimiento de la estación cercano. En el balcón de este se encontraba sentada una mujer cuya edad era peligrosa de discernir, de pelo negro y lacio que caía como una cascada sobre sus hombros, a lo largo de su espalda y hasta la mitad de sus muslos. El tono oscuro y profundo de su cabello contrastaba con su piel de tez rosa suave. Arillos amplios de cabello adornaban cada lado de su cara y un platinado tatuaje de serpiente recorría su brazo derecho. Portaba un amuleto de platino pulido y un vestido tipo chino largo sin mangas. De ella emanaba un olor agradable y relajante; en sus ojos se podía observar una profunda experiencia, pero su cara con restos de una gran pierna de cerdo ahumada a medio comer que sostenía con la mano derecha le restaba algo de puntos al encuentro.
"¡Aah!"—emitieron Jacob e Íthil con la boca abierta, hipnotizados mientras Mina los juzgaba con la mirada.
La encantadora mujer, limpiándose con un pañuelo, se acercó a Íthil y Jacob, y con su dedo índice suavemente les cerró la boca a cada uno.
"Como les decía, niños, este árbol crea el desierto entre sus raíces. Estas se extienden por todo Dumas y en sus raíces más gruesas y descubiertas se encuentran los caminos, oasis y asentamientos medianos, y en medio de estas se encuentran las extensiones de desierto de Du… ma… s… ¿Me están escuchando?"—preguntó la mujer a Íthil y Jacob que la miraban intensamente, a lo cual solo asintieron con la cabeza mientras intensificaban su mirada.
¡PHOOM!—resonó en el establecimiento, acompañado de un ligero temblor. Todos callaron y voltearon a ver cómo Mina recuperaba la capacidad del habla de sus compañeros con un ligero golpe en la cabeza a cada uno.
"Debo disculparme por mis compañeros, veo que son ligeramente débiles a ciertos estímulos"—dijo mientras daba golpecitos con la punta del pie en los cuerpos desmayados de sus compañeros.
Suspirando ligeramente, la hermosa mujer miró a Mina y suavemente rio.
"Bien, tus amigos y tú tienen una tarea, por lo visto"—exclamó mientras miraba el medallón de madera de Mina y los otros 2 que se encontraban en el piso.
"Sí, y veo que también usted tiene alguna"—Mina apuntó con su mano el medallón de platino que sostenía en sus hombros una media capa roja. Este poseía letras de diamante que claramente marcaban una doble SS, denotando el nivel más alto entre los aventureros y maestros; inclusive directores y maestros usualmente solo llegaban a una S.
"Claro, todos tenemos trabajo, es raro el alumno de Thar-Abbys que no lo tenga"—dijo la mujer riendo encantadoramente mientras tomaba un bolso mediano de al lado de su mesa.
"¡Ánimo, estudiantes, y suerte con sus misiones!"—dijo una última vez antes de desaparecer entre la multitud de gente que transitaba en la estación. Esta se apartaba a un lado como si dejaran libre el paso a tan bella mujer.
Mina resopló y murmuró—"Por supuesto… todos tenemos trabajo"—cargando a los dos inconscientes y arrojándolos en una banca cercana donde al poco rato recuperaron el sentido, y se dispusieron a proseguir con el viaje.
El grupo encontró las secciones de transporte sin gran problema. Jacob consiguió a buen descuento un transporte a los pantanos. Se encaminaron, subiendo sus cosas, e iniciaron su viaje a su siguiente destino, viajando sobre la raíz en un carro impulsado por Stoneworks. El viaje no fue tan largo; el camino estaba muy bien mantenido y, junto con los grupos ocasionales de casas que se empotraban a los lados del camino y los jardines terraza que se mantenían al lado del desierto, el viaje siempre ofreció algo que mirar. Al atardecer, dejaron de ver los paisajes desérticos y notaron el cambio de movimiento del carro; ya habían dejado atrás la raíz, empezando el camino de terracería. El cambio en el paisaje también era evidente.
"¿Y… a qué tipo de lugar nos dirigimos, pequeño?"—dijo Íthil mientras observaban el verde vívido del árbol convertirse gradualmente en retorcidos árboles escasos y parduscos.
"¡Que no soy enano!"—refunfuñó Jacob mientras Mina dejaba ver una perceptible risa.
"Pues el lugar a donde vamos es un pueblo libre llamado Theos"—añadió Jacob.
"¿Pueblo Libre? ¿Cómo es eso?"—preguntaron Mina e Íthil.
"Sí… la región de Dragas es conocida por no tener una solidez política concreta y cambian constantemente de liderazgo. En resumen, la región es muy inestable. Peleas y disputas políticas instigadas por poderes exteriores mantienen la región caótica, dando mano de obra barata"—respondió Jacob.
"Oh, sí, he escuchado rumores sobre eso, dicen que la fuente de todo esto son las Órdenes Reclamacionistas"—Íthil añadió mientras miraba por la ventana.
"Sí, he escuchado esos rumores también"—exclamó Mina mientras cerraba la ventana de su lado del carro.
"Es una posibilidad. Las Órdenes Reclamacionistas poseen una fuerte presencia en esta región, desde asesinatos, coerción, corrupción y movimientos políticos en otros países y academias, supuestamente para la recolección de Arqueoreliquias"—Jacob dijo sombríamente.
"Un conocido me platicó que no tiene mucho que asesinaron al último jefe legítimo varón de la ya agonizante familia real de la región. Parece que habrá guerra civil pronto"—dijo Mina mientras el movimiento del carro mecía al grupo.
"Sí, las Órdenes Reclamacionistas han tomado por mucho tiempo mano de obra y soldados de las regiones cercanas con éxito e impunidad"—dijo Íthil mientras el carro se adentraba a una región más boscosa.
Los aventureros detuvieron un tiempo la charla mientras se adentraban al gran pantano de Dragas y empezaron a observar las figuras sombrías y famosas de la región que, como pequeños pares de ojos, jugaban dentro de los huecos de algunos árboles, entre las hojas secas y en pequeñas grietas ensombrecidas del lugar.
Mina, nerviosa, tomó a Íthil y a Jacob por el cuello mientras apuntaba por la ventana con un dedo.
"¿Q…u-qué… qué… qué… son esos?"—
Jacob, cambiando de color de rojo a morado, estrangulado, apenas y pudo responder.
"Esos son Umbranati, un fenómeno natural de la región, parecen pequeños animalillos en las sombras y cavidades. ¡Mina, por… favor…, me ahogo!"—
Íthil, también preso de la garra de Mina, añadió.
"No te preocupes, son una alucinación, nunca se ha podido comprobar que sean reales, muy probablemente sean efecto de los animales del lugar"—Mina, no tan convencida, soltó a Jacob e Íthil y tomó el arma más cercana, solo por precaución.
Y así siguieron por algunas horas hasta que las luces de un pueblo se asomaron en la vereda, cubiertas por niebla como si fueran un velo.
"Según mi reloj, son cerca de las 3:00 p.m."—murmuró Íthil.
"Sí, aún es muy temprano"—Mina y Jacob empezaban a prepararse para el arribo.
"¿Entonces es aquí? ¡Theos!"—dijo Jacob mientras veían cómo la carroza se alejaba a través de los caminos fangosos. Esta los dejó en el cruce a unos 300 metros de la barricada exterior del pueblo.
"Vamos, tenemos aún que revisar el lugar y hablar con la gente del pueblo"—Íthil ponía en su hombro la maleta de viaje mientras lo seguían los otros dos.
El grupo siguió por el camino de piedra y ladrillo que se extendía musgoso y húmedo hasta el pueblo. La niebla parecía tener conciencia y muchas veces sintieron cómo arremetía desde el bosque al camino solo para detenerse y desvanecerse al margen de este. A 50 metros de la entrada, una voz nerviosa alzó una linterna de aceite y gritó con un tono carente de confianza.

 

 

heavytanksama
Tank Le Black

Creator

Comments (0)

See all
Add a comment

Recommendation for you

  • Invisible Boy

    Recommendation

    Invisible Boy

    LGBTQ+ 11.4k likes

  • What Makes a Monster

    Recommendation

    What Makes a Monster

    BL 75.3k likes

  • The Last Story

    Recommendation

    The Last Story

    GL 43 likes

  • Touch

    Recommendation

    Touch

    BL 15.5k likes

  • Secunda

    Recommendation

    Secunda

    Romance Fantasy 43.3k likes

  • Blood Moon

    Recommendation

    Blood Moon

    BL 47.6k likes

  • feeling lucky

    Feeling lucky

    Random series you may like

Cuentos De Khuarhya
Cuentos De Khuarhya

5.1k views7 subscribers

Las aventuras de Mina Jacob e Ithil, situadas en el mundo de RPG de Cuentos De Khuarhya
Subscribe

70 episodes

— El arbol que toca el cielo ; Eophock —

— El arbol que toca el cielo ; Eophock —

118 views 0 likes 0 comments


Style
More
Like
List
Comment

Prev
Next

Full
Exit
0
0
Prev
Next