Cerca de un riachuelo, paseaba una serpiente muy vivaz y contento, alegre del mundo en donde le tocó vivir, orgulloso de los seres que como él que fueron creados para un fin.
Un día cerca de un árbol, vio a sus creadores charlando, curioso fue a saludar, pero la conversación era inusual. Los creadores discutían de un ser en particular, unos humanos, los cuales no creía que fueran para tanto.
Singulares sin igual, su propósito era el tema a tratar, los creadores discutían molestos de que, si ellos son los “seres correctos” ¿si lo lograrían cumplir con su función en concreto?
¿Cuánto tiempo necesitaría?, y si es que estos fallarían.
Confusos y frustrados, uno de ellos propuso algo, un método que no podría fallar.
y si pudiéramos ver su destino pasar -Dijo un creador, en un tono audaz. Creámosle sus destinos, y de esa manera podremos confirmar si ellos son los elegidos, aquellos que “lo podrían Lograr”. Con sus destinos revelados, no perderemos el tiempo esperando
Los creadores estaban encantados, mientras la serpiente se sentía algo preocupado, sus instintos le decían que había algo malo.
“Con esto solucionado, sabremos su éxito o su fracaso de antemano” Dijo un creador muy entusiasmado “ya si fallan solo tendríamos que borrarlos, y crear a otros humanos”
“Mañana lo haremos, les crearemos sus destinos” Dijo otro creador de entre ellos
“¿Creen que sea lo correcto?” Dijo otro Creador algo molesto “¿confiar en algo como eso, y que tal si su destino no es a como lo vemos? Un fallo y todo lo perderemos.”
La cuestión los dejo perplejos, parecían muy inseguros por ese hecho.
“Bien, una prueba les pondremos” Dijo otro creador de entre ellos “una orden simple, pero que ellos no puedan desobedecernos, con ello podremos ver si el destino está en lo cierto”
“Que prueba podrá ser” dijo uno entre ellos
“digámosle que no han de comer del fruto de este árbol, una orden simple, que ellos sin duda cumplirán sin desacato”
Los Creadores, todos de acuerdo, crearon el destino y la orden había sido hecho. Solo era cuestión de tiempo para determinar si ellos eran o no, los correctos.
Los humanos, cumplieron con el
dictamen sin mucho esfuerzo. Los creadores estaban contentos pues sus destinos
no habían sido desechos. Pero luego sus rostros cambiaron a una expresión de
desprecio, al confirmar con el destino, que estos no cumplieron con el
requerimiento. decepcionados mas no molestos, se dijeron, que a la mañana
comenzarían todo de nuevo.
La serpiente testigo de los hechos, preocupada salió corriendo, por más de que
sus creadores decidieran eso no podía permitirse que borraran a cualquier ser
con tal facilidad y desprecio.
Aun si eran ellos, aun si el castigo fuera horrendo, el iría en contra de sus deseos.
Pues aún si fuesen insectos, no permitiría que los borren sin piedad, sin aviso ni lamento.
La serpiente astuta por naturaleza, se le ocurrió una forma de cambiar el juego, haría del destino un total infierno.
Colgándose del árbol, llamo a un humano, y con una mentira muy picara, cambio el destino en un aplaudir de manos.
A la mañana siguiente.
Los Creadores furiosos y molestos, vieron el destino de los humanos, revuelto, no había lógica todo era un enmarañado, sin final ni comienzo. Con su ira tuvieron que aceptar el suceso, el plan del destino había sido deshecho, dejaron a los humanos en paz y libres de hacer lo que ellos crean correcto, ya no querían saber más de ellos, pues ahora solo tendrían que esperar de nuevo, era la única opción que tuvieron.
Más la serpiente, que al brillante plan de los creadores arruino, prepararon para él una gran y terrible maldición.
Mas está, muy satisfecha, solo sonrió.
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