⚠️ Debido a la naturaleza de esta novela algunos capítulos están marcados con "Mature" Para aquellos que no quieran leer tales capitulos, proveeré de un resumen en el siguiente capítulo.
La Universidad Fairlight estaba rebosante de vida. El campus estaba recluido, localizado sobre una colina con vista hacia un pequeño pueblo victoriano. El edificio principal de la universidad tenía una edad similar, un castillo majestuoso, sus ladrillos anaranjados y rojizos pulidos meticulosamente. Con el tiempo, la universidad se expandió, numerosos edificios fueron construidos en los alrededores, más recientemente una biblioteca de seis pisos con una moderna fachada de cristal que contrastaba fuertemente con la arquitectura del castillo.
Aunque Surrey era un condado de árboles más que de magnificencias arquitectónicas, Fairlight había retenido la atmósfera de los bosques circundantes con robles antiguos y cedros altos de color verde oscuro.
Pero habiendo crecido en las cercanías, Ryvan no tenía ojo para el paisaje del campus. Era el principio del nuevo año escolar y se dirigió directamente al Departamento de Administración, cuya sede era uno de los edificios más antiguos en la parte posterior del campus. Un simple edificio gris y aburrido, no tenía ni el encanto del castillo ni el impresionante diseño moderno de la biblioteca. Pero cumplía con su propósito lo suficientemente bien.
Ryvan revisó su teléfono, la pantalla reflejó brevemente su rostro –suave, cabello ocre oscuro, parecido al color de las hojas antes del otoño, y ojos cafés rebosantes de emoción. Su piel era pálida y sin defectos, igual que su ropa hecha a la medida.
Su reflejo se desvaneció y la pantalla se iluminó cuando recibió un mensaje de su prometida.
¡Buena suerte!
Ryvan sonrió agradecido aunque no calmó los nervios que hacían a su estómago hormiguear.
El interior del edificio estaba más silencioso, casi de manera inquietante y olía a libros viejos y productos de limpieza. El camino a la sala de conferencias estaba claramente señalado, y Ryvan encontró rápidamente su destino, solamente separado de él por dos puertas. Con un pequeño empujón pudo ver el interior, estudiantes charlando, jugando con sus teléfonos o simplemente entusiasmados.
Pero de manera repentina la puerta entreabierta se resistió como si el edificio hubiera reconocido que él no pertenecía ahí.
—Mira lo que estás haciendo, maldito idiota.
Una voz hostil del otro lado de las puertas lo saludó y Ryvan se dio cuenta de que la puerta había golpeado a alguien.
—Mis disculpas —respondió rápidamente. —Que desconsiderado de mi parte, espero que no te hayas lastimado.
Pero su contrario, el típico tipo duro que probablemente pasó más tiempo en el gimnasio que la sala de conferencias, parecía tener pocas intenciones de dejarlo en paz.
—Mira.
El tipo levantó su mochila.
—¿Y si algo se rompió? ¿En serio crees que una tonta disculpa es suficiente?
Ryvan se congeló. ¡Que gran forma de empezar su nueva vida! Para empeorar las cosas, un segundo estudiante, tan aspero como el primero, apareció detrás del bully.
—¿Qué sucede, estás jodidamente constipado, Colton?
Con un tatuaje cubriendo la mitad de su rostro, el recién llegado parecía más el prófugo de alguna prisión que un estudiante.
—El niño no sabe como entrar a una habitación —Colton explicó, señalando apuntando hacia Ryvan.
Ryvan abrazó su mochila. Tuvo la esperanza de desvanecerse en el aire mientras que el hormigueo en su estómago se convertía en un malestar y sudor frío recorría su espalda. ¿Por qué no estaba ahí el profesor? ¿Cómo es que no había personal de seguridad presente? Ninguno de los otros estudiantes parecía interesado en ayudarlo, la escena apenas atrajó un par de miradas curiosas.
Justo cuando Ryvan estaba listo para despedirse de su nueva vida en Fairlight, una voz intervinó, su tono era relajado pero al mismo tiempo tenía autoridad.
—No desperdiciemos nuestro tiempo con este debilucho.
Los dos brutos se detuvieron inmediatamente.
—Tienes razón, Taren.
El tipo del tatuaje barboteó. Se voltearon con la intención de alejarse, aunque no sin titubeo.
Ryvan exhaló ruidosamente; al menos por ahora estaba a salvo. Su salvador, Taren, era más delgado que sus dos compinches –y un poco más delgado que Ryvan– pero aún así intimidante. Y atractivo, a pesar de su desordenado cabello que caía hasta sus hombros. Sus ojos capturaron la atención de Ryvan: un mar azul helado con una expresión vacía como si hubiera perdido la mitad de su alma, pero algo también por ser descubierto debajo de la superficie.
Ryvan quería saber más, pero de repente sintió una mano en su hombro, recordándole abruptamente de que todavía estaba en la puerta.
—Compañero, la conferencia de bienvenida está a punto de empezar, busquemos asientos.
Ryvan se dio la vuelta para ver hacia atrás, Taren se había ido. En su lugar estaba otro muchacho a su lado, con una amplia sonrisa en su rostro pecoso.
—Por cierto, me llamo Milun. Soy de Francia y apenas llegué ayer. ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
—Mi nombre es Ryvan Nightingale. Soy de —se detuvo.
¿De dónde era realmente? La casa de sus padres estaba a sólo diez minutos en carro, pero bien podría estar en otro planeta. Pensando en la respuesta, observó la alfombra gris con manchas de diferentes formas de algo que prefería no saber qué era.
Fairlight era una institución educativa promedio, para estudiantes ordinarios de escuelas ordinarias. ¿Cómo podría Ryvan explicar que había rechazado la Universidad de Oxford en favor de este lugar? ¿O que su familia tenía más empleados que el número de personas que estaban en ese momento en el salón?
Por suerte no tuvo que terminar la frase, los dos fueron interrumpidos por otro estudiante.
—Aquí hay espacio —un chico con anteojos y cabello color arena los saludó agitando el brazo con entusiasmo.
—Ese es mi amigo Wren. A veces actúa un poco raro, pero la mayoría del tiempo es un tipo relajado. Nos conocimos hoy más temprano, estamos en el mismo dormitorio.
Milun explicó y se dirigió a los asientos vacíos, arrastrando a Ryvan con él. Los dos estudiantes no podían ser más diferentes, Milun era asertivo y siempre tenía una sonrisa en su rostro; Wren tenía una tez pálida y enfermiza y una vestimenta sosegada.
El chico recientemente presentado asintió con la cabeza, sus anteojos se sacudieron.
—Encantado de conocerte. ¿Cuál es tu carrera?
—Administración de empresas —Ryvan respondió titubeante.
Estaba lejos de la carrera en Artes que él quería, pero ante la presión de sus padres se había quedado sin otra opción.
—¡Igual que yo! —la sonrisa de Milun se ensanchó. —Solo espero que esos tipos no estén en nuestro curso —añadió con un tono más serio mientras señalaba hacia atrás.
—¡Vaya! No parecen estudiantes de administración para nada. Me pregunto que están haciendo aquí —Wren comentó.
—Los rumores dicen que están en una pandilla. El de enmedio, escuché que lo llaman "El Cuervo". Siniestro, ¿no creen?
Ryvan no pudo evitar mirar hacia atrás. El Cuervo no era otro sino Taren, la persona que lo había salvado, al menos por el momento. Tragó saliva, ciertamente el apodo era adecuado dado su cabello negro desaliñado.
Los presuntos pandilleros estaban sentados en la última fila, donde la luz no podía alcanzarlos por completo. La mayoría de los estudiantes habían mantenido su distancia de ellos, aunque Ryvan pudo ver a unas cuantas chicas señalándolos y murmurando entre ellas.
—Si fueran criminales, no se molestarían en atender una conferencia de bienvenida —dijo.
Aunque Milun y Wren ya estaban discutiendo un tema diferente.
¿Qué estaba haciendo su misterioso salvador aquí? ¿Había ido realmente a estudiar?
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