El ejército de mi padre, había ganado Los cuernos sonaron.

Y por todas partes se escuchaba gritar "¡Retirada!".

Todo mundo estaba asustado, mi hermano había caído, y las esperanzas de vida eran nulas. La

batalla termino, y cargamos a mi hermano.

Corrimos al reino, y mi hermano apenas respiraba, estaba débil, y la tristeza invadió todo,

pues se creía que era el final y la muerte de mi hermano.

Yo sabía, que teníamos que irnos del reino, pues solo estábamos a días de que mi padre fuera

a reclamar el reino. Pero mi hermano estaba débil.

Un día, el rey Balder llegó a ayudar mi hermano. "Supe de la derrota del rey Ikerside, espero

no sea tarde para salvar este reino" dijo.

"No podemos defender este lugar, estamos en una grave situación, y no ganaremos a menos

de que más reyes, lleguen a ayudar a mi hermano" dije.

 El rey Balder entro en el lugar donde descansaba mi hermano, "Debes perdonarme por no

darte la bienvenida rey Balder, me hirieron" dijo mi hermano.

"Yo.. no sabía de esto, pero quiero que sepas, que te ayudaré en esto, pero te necesitamos, tu

nombre por si solo vale un centenar de guerreros" "Me temo que no viviré lo suficiente para

proteger este reino, pero aún así, haremos planes, y venceremos a mi padre" Mi hermano ya

no podía hablar, pues apenas podía mantenerse, y durmió.

 A la mañana siguiente todos los pueblerinos, fueron a dónde estaba mi hermano,

agradeciendo todo lo que había echo por ellos.

Y yo me sentía devastado, al notar que mi hermano moriría pronto.

Iker, me llamo Tomó mi mano, y me dijo. "Debes entender que esto tiene que pasar, no viviré

mucho tiempo, he cometido errores, y no podré hacer nada para remediarlo, pero tú, tu serás

el nuevo rey hermano; Quiero que lo seas, tu nunca me abandonaste, y quiero que te vean

como un rey”

"Iker, no puedo ser rey, no sin ti, tu eres el líder, tu peleaste por tu pueblo, tu fuiste valiente al

enfrentar a nuestro padre más de dos veces, no nos dejes, no me dejes a mi"

"Haz esto por mi Aren, el reinado nunca es fácil, pero es por el bien de nuestra gente, por

nuestro futuro" Me levanté, y le dije "esto es tuyo, mi rey" Y le entregué, la espada de los

reyes vikingos, una reliquia para nosotros, y también le di la corona de un Bretwalda.

Mi hermano me miró, y me agradeció. El pueblo por otro lado, estaba aterrado, pues sabía

que no faltaba mucho para un ataque final.

Prepare el pequeño ejército de mi hermano y les dije que defendieran este reino a cualquier

costo. "Den su vida ante este reino, por mi hermano, que peleó por ustedes, ahora es su

turno" Todo el pueblo, tomo hachas, espadas, escudos, arcos, lanzas.

Todo el pueblo estaba listo, y aunque sabía que no podíamos ganar, yo estaba dispuesto a dar

la vida por mi hermano. Regresé al reino, y Vi a mi hermano, y entre lágrimas, dije.

"Hermano, me parte el corazón verte así, pero no hay que engañarnos, tu vida se escapa"

"No llores... Sabes que es lo mejor. Pero... Necesito que hagas algo por mi" decía Iker.

"Claro hermano, lo que quieras". Mi hermano me comentó lo que quería, y decidí aceptar.

Y en la madrugada mi hermano ya no respondía quizá el se había ido.. De repente, los

cuernos sonaron, y mi padre se acercaba al reino. La noticia de la muerte de mi hermano

había llegado a los oídos de mi padre. Y el rey Balder nos traicionó. "Tengo que darle un

mensaje a Hans" dijo.

 Mi padre esperaba la noticia. "El rey Ikerside, ha muerto" Mi padre sonrió descaradamente,

"el rey ya murió, ahora es mi reino otra vez" Mi padre se acercó al reino. Y de pronto, un

jinete solo, se acercaba al ejército de mi padre.

Nadie lo reconocía de lejos, mi padre no lograba ver quién era. Este jinete se acercaba más y

mas.

Y cuando menos se dieron cuenta, era Iker quien apenas logrando mantenerse en el caballo,

se acercaba. Todos comenzaron a asustarse, y mi padre no estaba sorprendido, pues sabía que

quizá se trataba de una trampa. Mi hermano se detuvo a pocos metros del ejército enemigo.

 Y lo que anteriormente me había dicho mi hermano fue esto. "Necesito que me ayudes a

ponerme mi armadura, una última vez, y busca mi espada, por favor" Esto era lo que mi hermano quería, ahora estaba frente a más de mil guerreros de mi padre. Y un jinete se negó

a aceptar que mi hermano estaba vivo.

"El está muerto, y se los mostrare" dijo el jinete Mientras se acercaba con su arco. El jinete,

tomo su arco y le apunto a mi hermano.

Le disparó una flecha, mi hermano no se movía, el jinete lanzo una segunda flecha,

clavándosela en el abdomen.

Mi hermano comenzó a sangrar por la boca, y no suficiente con eso, el jinete lanzo una tercera

flecha. Mi hermano estaba a nada de caerse del caballo. "Lo ven, está muerto" dijo el jinete.

Iker, levantó su mano lentamente, tomando el mango de la espada de los reyes. Todos lo

miraban asustados, nadie podía creer lo que estaban viendo. Iker, saco lentamente la espada

de su funda. ¿Que hombre puede hacer eso? Decía mi padre. "El no es cualquier hombre Hans,

lo sabes. Decía su aliado.

Cuando de pronto, comenzó a levantar la espada al cielo, y lo hacía lentamente. Subió la

espada lo más alto ante Miles de guerreros. Y de pronto, todo el ejército que tenía mi

hermano comenzaron a llegar, a ayudarlo.

Nuestro padre comenzó a asustarse, pues veía que su ejército crecía. Mujeres, hombres

incluso niños, llegaban a ayudar a mi hermano.

Mi hermano dio su último respiro, y con la espada de los reyes señaló al horizonte, el cuerno

sonó, y así fue como sucedió, los reyes y reinas, los Jarls y Earls de todos lo reinos vecinos,

acudieron al llamado del rey Iker, por qué nadie más, pudo haber Sido el rey de todas las

familias.

Pronto los reyes y sus ejércitos rodearon enteramente al ejército de mi padre. "¡Al ataque!".

Mi padre asustado grito "¡retirada!". Todos se fueron. Pero todos los reyes no los dejaron ir. Y

mataron a todos los guerreros de mi padre. Mi padre fue vencido. Y mi hermano agachó su

cara, y dejo caer la espada. Mi hermano finalmente había muerto. Mi padre fue encarcelado. Y

aún en su muerte, mi hermano había conseguido la victoria. El rey Iker había dejado su legado

sobre mis hombros. Su tumba se encuentra a día de hoy en pie. La dinastía Ikersson, aún sigue

en pie. Y yo, yo seguiré su legado.