(Narrador: Konan)

Después de que se acabara la invasión…

- Ok, creo que ya puedo salir. – y salí del closet donde estaba escondido. De todas formas, seguí con la placa de invisibilidad activa después de salir, por si las dudas.

Examiné todo lo que pude de la nave, y sentí un nudo en la garganta, que en ningún momento se fue.

Estaba lleno de cadáveres de soldados que no escaparon, no sabía dónde estaban los demás. Revisé toda la nave, conté 304 cuerpos. Pero eran alrededor de 607 soldados, no sabía dónde se había escondido la mitad que no murió.

Me daba miedo entrar por la escotilla del clóset, podría haber soldados enemigos todavía, bueno, igual podía arriesgarme, sería menos probable que me vieran si bajara con la placa activa.

Y bajé. Y, por suerte, estaban todos ahí.

- ¿Chicos? – pregunté, a modo de saludo. Todos se alarmaron al escucharme. – no se preocupen, soy Konan, uno de los estrategas. – y la gente se calmó un poco. Lo suficiente como para poder hacerme visible de nuevo. Entonces me acerqué al comandante. – Señor, todos los cadáveres…

- ellos fueron asesinados. Ahora, debemos contraatacar. – me mencionó.

- señor, me gustaría tomar entrenamiento militar, y combinarlo con mi inteligencia. – le dije.

- me gustaría saber el porqué de esta inesperada decisión. – me dijo, a modo de pregunta.

- hay un soldado, Jackson Lavigne, que no murió, como los otros, al menos no frente a mis ojos.

- ¿y por qué te interesa tanto?

- porque Jackson es mi pareja. Y en serio que no pretendo quedarme de brazos cruzados y esperar que lo maten, si es que no lo han hecho todavía. – le dije, con determinación.

- ¿sabes qué, chico? – me preguntó. – admiro tu motivación por salvar a un ser querido. Accedo a que tomes el entrenamiento. – de pronto el comandante no parecía tan malo.

- OK, ¿cuando empiezo?

- apenas puedas, no podemos dejar a Jackson atrás. Ni hacerle pensar que lo hicimos.

- entonces, está hecho. Yo mismo me preocuparé de que el entrenamiento se reanude lo más rápido posible.

No podemos seguir esperando. Voy por ti, Jackson. Aguanta…