Del bosque frondoso algo embalado salió, era una pequeña bruja que de su hogar escapo. Durante años, encerrada junto a su madre, la pobre sufrió viviendo una vida llena de muchas privaciones. Más su madre siempre le regañaba, y decía una y otra vez, al terminar su frase:
“Lo hago solo por tu bien”
En la mañana su madre salió y por primera vez aprovecho esa situación, ahora volando por los cielos surcaba libremente como un ave en su primer vuelo. Recorrió las montañas, el bosque y los parajes, no desaprovecho ni un instante.
Hasta que, como
era de esperarse, se encontró con aquello, que durante toda su vida había sido
un gran misterio. A lo lejos, vio por primera vez una villa de humanos, seres
parecidos a ella, pero viviendo de una extraña manera, bueno, eso según ella.
Lograba distinguir con suma facilidad a cada uno de ellos, de primer momento
ella sintió miedo, ya que su madre le dijo que los humanos son seres fieros y
traicioneros. Aun con miedo, pero rebelde a todo, decidió acercarse para ver
más a fondo, si los humanos son malos, ella misma tendrá que comprobarlo.
Ella se acercó con mucho cuidado, camuflándose, poco a poco sin descuidarse,
vio muy de cerca a los humanos, y lo que más le sorprendió fue ver a un “macho”.
Como bruja ella en su vida había visto a uno del sexo opuesto, todo referente a
ellos era un gran misterio. De pronto su corazón palpito con fuerza, pues aquel
“macho”, un joven casi de su edad la había enamorado, un amor a primera vista,
el primer amor que sintió en su vida.
“¿Sera acaso un embrujo?” “¿En que momento paso?”- Ella se cuestionó- “No importa, tal vez sea esto lo que llaman amor”
Perdiendo el miedo ella se acercó, algo confiada ya que nadie más estaba alrededor, cerca con voz tímida ella saludo. El chico volteo y al igual que ella de inmediato se enamoró, ambos se presentaron, ambos ruborizados. Comenzaron con algunos halagos y pronto se había iniciado una conversación. Más ella algo insegura, e inexperta en estos temas del amor, pensó que hacerle reír sería una buena opción.
“Que buena idea de esa manera le daré una buena impresión”
Ella le dijo a aquel joven, que sabia un truco que le podría hacer reír a montones, el sin pensarlo acepto, y ella de pronto su cabeza se salió, y con una mueca muy chistosa de su rostro se mostró. El chico con toda el alma grito, y de un momento a otro escapo. Confusa fue la situación, más confusa estuvo ella que casi la deja en shock, pues este tipo de bromas son normales entre las brujas, más nunca espero esta reacción.
Ella triste por el suceso en un árbol deprimida se sentó, abrazando su escoba desconsolada por el desamor. Por ese lugar otro chico se cruzó, viéndola a ella encima de un árbol, él se preocupó, la llamo. Ella al verlo, su corazón nuevamente palpito.
“Sera acaso este el verdadero amor”
Ella toda contenta junto a su escoba voló y aterrizo para encontrarse con su nuevo amor, más este al igual que el otro al ver dicho suceso despavorido corrió. Ella no entendía que era lo que ocurría, ni el por qué, de sus sentimientos, ya que chico que veía, chico que se enamoraba. Más “era eso amor” confusa, quiso saber cuál era la razón, una y otra vez, esta situación se repitió. Desilusionada no solo del mundo exterior, sino también de su propio interior, confundida por esta extraña situación.
Quisa fueron sus actos o su inexperiencia que se descuidó, sin darse cuenta el pueblo había entrado en conmoción, de rumores a dichos, cual enfermedad se esparció.
“¡Una bruja en el pueblo!” “¡QUE HORROR!”
El miedo se había apoderado de ellos, el odio los unió, el fue el asco fue quien tomó la decisión, exterminarla era la única opción.
Más ella en medio del pueblo, estaba fuera de sí, aun sin entender nada, sin darse cuenta de la multitud que se acercaba. Estos sin perder tiempo la atraparon y en un poste la amarraron, ella con miedo, no entendía que era todo aquello. Su vida estaba en riesgo, ella solo quería salir de todo eso, y entre lágrimas ella les suplico, los aldeanos ignorando su petición, construyeron una hoguera a su alrededor. Felices de su éxito, se vanagloriaron, e insultaron a la pobre bruja atada de pies y manos.
Más algo del sombrero de la bruja salió, un brazo informe, tan negro como la noche, corto las cuerdas y de un golpe destruyo la hoguera, perplejos solo vieron como el polvo se levantó, más lo único que pudieron ver fue a la pequeña bruja desaparecer.
La pequeña bruja voló tan rápido, que ni su llanto se escuchó. Llego a su hogar, más su madre estaba en la puerta esperándola, con la mano en el corazón. Vio a su hija en sollozos, ella sin dudarlo la abrazó, intuyendo todo lo que paso.
Pasaron las horas y al fin ella se calmó, desconsolada y con mucho miedo conto lo que le paso, su madre sin interrumpirla la escucho. Cuando termino, la pequeña bruja a su madre le pregunto.
“¿Por qué es tan cruel el amor?” “¿Por qué a ella?” “¿Por qué no podía dejar de sentir tan terrible maldición?”
Más su madre, viendo que era el momento, le conto:
“El amor, hija mía, para una bruja es distinto al de ellos, el amor hacia quienes queremos o apreciamos ya sea hija o amigas es el verdadero amor de las brujas, más el amor de pareja es solo algo para su protección. Verás, hace mucho tiempo, los brujos éramos una raza dominante, de gran poder y de vastos conocimientos, fue por osadía que los brujos se metieron con quienes no debían, y estos como respuesta nos lanzaron una maldición de por vida. Las brujas fueron malditas a no procrear ningún varón por el resto de sus vidas.
Destinados a extinguirse tuvimos que evolucionar; al punto en donde nos tuvimos que mesclar, es por ello de las brujas sus rarezas.
Ahora lo entiendes, hija mía, el amor de una bruja es un medio de supervivencia. Ahora yaces tristes, pero no te preocupes, todo se solucionará, no hay nada que el tiempo no pueda curar, pronto podrás ese sentimiento controlar. Eso si recuerda, nunca olvides de dónde vienes, tus raíces son lo que eres, nunca los desprecies, el verdadero amor de las brujas es a con su familia, y solo nuestra familia será la única en quien contaras”
La pequeña bruja, comprendió su situación, difícil es la vida de una bruja, más su familia siempre estará ahí con ella y en su corazón. Exhausta de su largo y emocionante viaje, ella al lado de su madre durmió, mientras su madre acariciándola, suavemente pronuncio:
“Descuida hija mía, mañana es otro nuevo día, pronto esta terrible maldición ha de acabar, más por el momento debemos luchar, prevaleceremos hasta el final, porque las brujas somos los seres amados por el universo, y muy pronto reclamaremos el lugar que merecemos…Dulces sueños”
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