Al día siguiente, el pueblo entero se reunió en el bosque, la ejecución de mi padre sería pronto, pero algo me decía que las cosas no debían ser así, claro que mi padre merecía morir por su traición, pero el hecho de que eso pasara, podría atraer más problemas desconocidos, no era tonto.

Pues no conocía nada sobre el problema que viene, desconocía todo de Ragnar.

Y podría acabarme pronto.

Mis hermanos estaban listos para matarlo.

Lo amarraron en un tronco, y pusieron leña y aceite alrededor del tronco, iban a quemarlo.

Todos le lanzaban basura.

Y yo debía interferir, ¿Pero como?.

Daven- Hans, conocido por las altas traiciones que cometiste a este reino, serás ejecutado hoy mismo.

De pronto el suelo ardió en llamas, y el fuego pronto llegaría a mi padre.

Pero no, no podía aceptar que muriera tan pronto.

Tomé un arco, y lancé una flecha a las ataduras que sostenían a mi padre.

El calló al suelo, corrí y lo saqué de las llamas.

Todos estaban confundidos y molestos.

Pero tenía que armar una escena para que vieran lo que realmente quería hacer.

Hans- Hijo, te arrepentiste, gracias hijo mío, gracias.

Aren- ¡Acaso crees que es por qué quiero salvarte!.

No entraras a Valhalla así por qué si, ni siquiera te lo mereces, no mereces estar en el salón de Odín aún que hicieras algo heroico ahora.

Rápido, sáquenlo de aquí, mándenlo a las prisiones.

La gente me veía con desagrado, y molestos.

Aren- Tal vez piensen que lo que hice está mal.

Pero no están actuando inteligente, el sabe cosas que nosotros no, ¿Enserio creen que merece estar en Valhalla?

Daven- No Aren, pero veo que no quieres ni vengar a Iker.

Se nota cuánto te importa.

Todos se fueron, y corrí a las prisiones para hablar con mi padre.

Aren- Levántate, tengo que hablar contigo.

Hans- Okey, hijo no se por que me salvaste, entiendo que necesites información, pero está información te costara.

Aren- Ja, no, espera ¿Vas a cobrarme? Okey, entiende una cosa, aquí el que manda soy yo.

No tu, yo pongo las condiciones y tú te callas.

Te saqué de ahí, por qué necesito que me ayudes a vencer a este tal Ragnar.

Hans – Hijo, ya te dije que no podemos vencerlo, esto es imposible.

Deja de el, tiene un ejercito fuerte, fueron entrenados para derrocar reyes, tu no eres uno, pero aún así puede derrotarte en segundos.

Lo que el busca, es destruir este pueblo a cualquier costo.

No va a descansar hasta hacerlo.

Y más por qué…

Ay no…

Aren- ¿Qué ocurre?

Hans- No no.., esto no tiene que pasar no.

Aren- ¡¿Qué ocurre?!

Hans- ¿Dónde está tu madre?

Aren- Ay no…

Pronto salí huyendo del lugar, y corrí al gran salón donde estaban mis hermanos.

Aren- ¡Lars!, Por favor ayúdame, inicia el plan de búsqueda y rescate.

Lars- ¿De quién?

Aren- De mamá.

Lars- Oh no…

Pronto, quiero guerreros que lancen una búsqueda, nuestra madre debe ser rescatada.

Aren- ¿Dónde la dejaste por última vez?

Lars- La dejé en un pueblo de Suecia, no recuerdo el nombre, pero en cuanto llegue lo sabré.

Aren- ¿¡En Suecia!? No puede ser, tengo que ir contigo.

Daven y Egil cuidarán del reino, nosotros debemos ir con nuestra madre.

Quiero a 200 hombres guerreros, necesito respaldos.

¡Vámonos ya!

Lars- Hermano, tómalo con calma, la vamos a encontrar, tranquilo, Seguramente está bien.

Aren- No voy a calmarme, tenemos que encontrarla.

La situación estaba muy impaciente, la gente del pueblo comprendía lo que pasaba, y todos se apresuraban lo más rápido que podían.

Pues al cualquier costo, teníamos que encontrar a nuestra madre.