Los barcos ya habían zarpado, ya estábamos en camino a Suecia, Daven por su parte, llegaría igual que nosotros.
Ragnar se vería acorralado, y aún que así fuera, no debía confiarme, pues era costumbre que el tuviera algún truco bajo la manga.
Egil nos había advertido todo al llegar, pues debida a la inesperada reacción de Ragnar, podía acabarnos tan pronto como lleguemos.
Lars Afilaba su hacha, y Egil no dejaba de ver la proa del barco.
Aren- Lars, se que estás molesto, pero debes tener tu mente fría, debemos atacar con precisión, el plan, es atacarlo con todas nuestras fuerzas, y mantenerlo ocupado peleando con nosotros, así cuando llegue Daven podrá atacar desde atrás.
Lars- Eso no me preocupa hermano, entiendo la idea del plan, pero quiero matarlo yo mismo, quiero acabar con el, y que ninguno de sus hombres quedé vivo.
Aren- De echo pensaba en otra cosa, la venganza es de todos, y no creo que sea buena idea que tengas todo el crédito.
Lars- Entonces el debe recibir un castigo que jamás olvide, como águila de sangre.
Aren- Está bien, le haremos águila de sangre.
(El Águila de Sangre era un método de tortura y ejecución mencionado en algunas sagas nórdicas. Consistía en practicar una o dos incisiones en la espalda de la víctima viva, para partir y sacar las costillas y extraer los pulmones a través del orificio, de forma que quedaban colgantes en la espalda como unas alas sangrantes. Algunos aseguran que las heridas se cubrían con sal para hacer más doloroso aún el trance.
Esta tortura la encontramos en la saga Orkneyinga, en la Knútsdrápa, o en la más conocida Crónica Anglosajona. Algunas de sus víctimas habrían sido Edmundo el Mártir rey de Anglia oriental, Halfdan Hárfagri de Noruega o el conocidísimo rey Aelle de Northumbria.)
Hans- Hijos míos, estamos en camino a una de las guerras más grandes para ustedes, la única manera de lograr esta batalla, es con la táctica relámpago, al hacer esto, los mantendremos lo suficientemente ocupados.
Aren- Bien, entonces así será.
Hans- Esto va a funcionar, les prometo que esta vez, no les fallaré hijos míos.
Egil- Será mejor que te calles, aún no confío en ti.
Lars- Si Egil tiene razón, ¿como podemos confiar en ti?
Hans- Cometí un error al hacer lo que hice, ustedes son mis hijos, y su madre era mi esposa, le haremos venganza a su madre.
Ella, sabrá que nosotros la vengamos, está vez, por favor, dejemos nuestras diferencias de lado, esto es por su madre, no por mi, ni por nada más.
Aren- Si nos traicionas, si veo, que te unes con Ragnar, haré todo lo que esté en mis manos, y te mataré más pronto de lo que te prometí.
Hans- Mi vida ya no me importa hijo, solo quiero vengar a tu madre, una vez hecho eso, haz conmigo lo que te venga en gana.
Aren- Está decidido, falta poco para que lleguemos, todos listos, alcen sus escudos, quiero arqueros a estribor, rápido.
Lars- Estamos listos, ¡Todos, hachas listas, espadas listas, hoy ganaremos, no tenemos miedo a la muerte, y si morimos, nos veremos en Valhalla!
Ragnar- Hombres míos, los Hansson ya vienen, un par de niños se acercan a jugar con ustedes, sean lindos con ellos.
Ja ja, bromeó, ya saben que hacer, maten a todos, pero dejen vivo a Aren, lo quiero matar yo mismo, sus hermanos no me importan, y si su padre viene con ellos, no me interesa, mátenlo.
Hoy vamos a ganar.
Aliado de Ragnar- Rey Ragnar, le tengo noticias, hay hombres que se acercan para acá, no sé quiénes sean, no reconocí a ninguno.
Ragnar- Y que importa, la verdadera pelea viene por Mar, así que, quiero a todos en las costas, preparen las cadenas, quiero que sus barcos se hundan, y quiero muchos arqueros, esto va a terminar pronto.
Estábamos a poco de llegar a Suecia, podía ver las costas, y apenas veía unos cuantos hombres.
Guerreros de Ragnar- ¡Fuego!
Apenas nos acercamos, y ya veíamos flechas caer del cielo.
Lars- ¡Escudos arriba!
La guerra había empezado, teníamos que llegar a la playa cuanto antes, o nos acabarían en el mar.
Algunos de mis hombres estaban cayendo.
Aren- ¡Rápido, remen, necesitamos llegar cuánto antes, no paren!
Seguíamos avanzando, pero no lo suficientemente rápido, mis guerreros seguían cayendo.
En ese momento, quería rendirme, pero veía todo con detenimiento, mis hermanos cubriéndose con sus escudos, gritando, y alzándose para pelear.
Sentí una fuerte Irá en mi, que me motivaba a seguir peleando.
Estábamos a nada de llegar a la playa, cuando Egil grito.
“¡Alto, detengan los barcos ya!”
Aren-¿¡Qué haces?, debemos seguir!
Egil- ¡No! Ellos levantarán una cadena del agua, provocará que hundan los barcos.
Un guerrero- Señor Aren, ¿Detenemos los barcos?
Aren-¡ Si, alto todo mundo, dejen los barcos, naden a la playa, no sé rindan!
Rápidamente, mis hombres y yo, comenzamos a dejar los barcos, sabía que si no llegábamos cuanto antes a la costa, perdería a muchos.
Ragnar- Justo como lo pensé, dejan los barcos para nadar ja ja ja, parece que esto acabará más rápido de lo que pensé.
¡Pronto, levanten la cadena a la mitad!, Que una parte de su ejército entre, y la otra quede fuera.
Guerrero enemigo- ¡Levanten la cadena a la mitad, disparen al agua.!
En cuanto escuché lo que dijeron, sabía que todo estaba perdido, no lo lograríamos.
Y cuando todo parecía estar perdido, la ayuda llegó.
Los cuernos sonaron desde tierra, y Daven junto con uno de los ejércitos más grandes que había visto, habían llegado.
Ragnar-¿Qué esta pasando?
Daven- ¡La infantería ha llegado!
Sus caballos, y guerreros a pie corrían a la batalla.
Ragnar- ¡Todos, regresen a tierra, rápido!
Los guerreros de Ragnar regresaron como pudieron a pelear al ejército de Daven, pero ya era tarde, habían dejado descuidado el mar, y nosotros llegamos rápido a la costa.
Nos levantamos, tomamos nuestras armas, y corrimos detrás del ejército de Ragnar.
Hans- Rápido ataquemos antes de que se den la vuelta.
Ragnar apenas había entendido que los estábamos acorralando.
Note que se le acababan las ideas.
Vi que tomo una espada y un Hacha, y se unió a la pelea.
Cuando menos me di cuenta, el ejército de Ragnar estaba cayendo.
Pero el no se rendía.
Las espadas chocaban con los escudos del enemigo, mis hermanos y yo peleábamos con fuerza.
Todo parecía funcionar, y cuando menos nos dimos cuenta.
El ejército de Ragnar, había caído.
El, ya estaba cansado, pero quería seguir peleando.
Aren- Basta Ragnar, perdiste.
Ragnar- No, no me pueden vencer, he derrocado a cientos de reyes por años, ustedes no pueden acabar conmigo.
Lars lo golpeó hasta que se canso.
Y con tanta Irá, le reclamaba.
¡Tú mataste a mi madre, no tenías ni el derecho de besar sus pies, ahora te asesinare maldito!
Aren- Hermano, basta, no es el plan.
Lars- Bien, háganlo ya.
Ragnar- (agonizando), déjalo que terminé, un verdadero rey reconoce la derrota, adelante mátenme.
Aren- No quiero que solo mueras Ragnar.
Asesinaste a nuestra madre, a la más grande mujer de todos los tiempos.
Y por lo tanto, te condenó a Águila de sangre.
Ragnar- Bien, hagan los que quieran, estoy listo para el Valhalla.
El águila de sangre, había empezado.
Corte su espalda, abrí su cuerpo y saque sus pulmones de el.
Y mientras agonizaba, le dije.
“ Adiós Ragnar, no entraras a Valhalla, te maldigo a qué te pudras en el mundo del Helheim”
Pronto Ragnar murió.
Y lo colgamos de dos troncos, hasta arriba, con sus brazos estirados, y su piel también.
Finalmente, habíamos echo venganza a nuestra madre.
Luego de la muerte de el rey Ikerside, los hermanos Hansson tendrán que solucionar cientos de problemas, para que al final cada uno realice una nueva aventura.
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