Avanzaba bajo el inclemente sol, el terreno era rocoso y los caballos relinchaban a mi lado, yo jalaba la carreta adornada y ellos llevaban a los hombres en sus lomos. Cuando la falta de agua y el cansancio arreciaban, la fusta caía sobre grupa de éstos y avanzaban… 

Incluso cuando mis patas no daban más, ver la fusta hacía que avanzara, en mi mente el peso sobre mi lomo me recordaba al peso de aquél niño y las ataduras a sus brazos alrededor de mi cuello…

-Te quiero Trix…

- Yo quiero un terrón…

-jiji jaja- sacaba dulces de sus bolsillos- No me quieres, sólo quieres los dulces…- decía mientras se reía…

Y mis pensamientos recordaban aquél paisaje boscoso y al niño jugando entre los árboles cuando entré al gran salón del palacio y lo ví al lado de un gran trono. 

¿Es Hen? No puede serlo,¿cierto?- pensaba mientras me obligaban a arrodillarme- Es imposible… Hen hubiera corrido hacia mí… y no me miraría con esos ojos tan fríos…

Ojos fríos, no… no es Hen… es muy parecido, pero los ojos de Hen eran rojos como el fuego y esos ojos son azules como el cielo de invierno. El velo que cubría mi rostro no podría hacer ese tipo de cambio sólo en sus ojos.. ¿o si?

-¡Su majestad!-  empezó a hablar un hombre de un traje vistoso que estaba frente a mi y no me dejaba ver a quién se dirigía- Las profecías nos están dando la victoria. ¡Superaremos la crisis! ¡La bestia mítica es suya! - continuó al zando la voz- ¡Sólo imagínese peleando cobre ets bestia bien entrenada!¡Un guerrero de 4 brazos destajando cabezas a su paso!- decía con emoción. - Sólo De verle huirán cuál ratones y no se atreverán a cuestionar su poderío de nuevo. 

¡¡No puede ser!!! planean no sólo que un extraño hombre me monte.. sino que…¡¿ mate a otros hombres?! Si ya sería deshonrado permitiendo que alguien más me monte, si consumiera la vida de cualquier otro ser vivo.. así sea un terrible humano... Yo sería más que maldito... mi espíritu se consumiría por completo...