La muchacha se retiró del camino y dejó que el niño se parase con las rodillas ensangrentadas, se acercó nuevamente a mi , me miraba fijamente con una expresión que me dejó congelado y me tomó del cabello acercando mi rostro al suyo.
Estúpido animal- el la tirantez con la que me jalaba me estaba lastimando- me has hecho quedar mal frente a mi padre, me las pagarás.
Esos eran los ojos de los que había escuchado hablar a los otros centauros.
Los ojos de los seres que consumían todo a su paso, los ojos de los sanguinarios humanos. Traté de proteger mi rostro con mis brazos, temblaba, había visto muchos ojos muy malos, pero ninguno como esos…
No tienes permitido lastimarlo- El gran hombre sujetaba el brazo del niño que me soltó al instante. La expresión del niño cambió radicalmente y sonreía dulcemente a su padre.
Entiendo padre- afirmó el niño.
Ya puedes irte..
La mucama reapareció y tomó al niño en brazos y se fueron juntos.
Pero el hombre seguía de pie junto a mi.
Para mi sorpresa pude ver sus rodillas tocar el piso y sentí su mano peinar mi cabello aunque no me atrevía a mirarlo a la cara.
-No te gustan los niños…- continuó mientras seguía tocando mi cabello.
alzó mi rostro para que viera el suyo y no pude entender la expresión en su rostro pero lo que dijo hizo que se me escarapelara el cuerpo
-¿Entonces sólo te gusto yo?
Nunca antes he visto a este hombre, sus gruesas manos y ancha espalda no me eran conocidos, el negro color de su cabello, se entremezclaba con algunos mechones blancos en su frente y en su barba frondosa…no.. nunca ha visto a un hombre así…. aunque sus ojos rubíes parecían sonreír debajo de todo ese cabello.
Me ́paré de golpe y corrí hasta el establo para cerrás la puerta detrás de mí.
Mi pecho se agitaba y mi respiración era entrecortada.
Todo lo que pienso es en alguien que pueda ayudarme… eso es todo… ¡¿Cómo podría ayudarme un niño torpe en una situación como esta?! Veo a Hen en ese niño de ojos perversos y ahora veo los ojos de Hen en ese hombre … ninguno de ellos es Hen…
Yo… estoy totalmente solo….
Y me senté en la paja, con dos caballos a los costados y tomé algunas zanahorias que estaban en un cubo a mi lado y comí…
Hace mucho que no comía nada tan dulce… - tan rico…- exclamé y lloré…
Me recosté con lágrimas en los ojos y nuevamente estaba en ese bosque frotándome los ojos porque no podría creer lo que veía, el pequeño Hen estaba colgando de un árbol atado de un pie. Su cara, roja como un tomate, hacía muecas al intentar desatarse, y luego empezó a llorar ..
-¡Trix!- lloriqueaba-... ¡Trix…! ¡Está muy alto!
Suspiré - Gallina… para qué subes si vas a estar llorando luego …- me acerqué rápidamente, ese niño… siempre en problemas…
Lo intentaba desatar mientras le reprochaba- ¡¿por qué me llamas a mí en ves de a uno de los tuyos?
Nadie puede verme en una situación que yo no pueda controlar…- dijo muy serio cruzando sus brazos sobre su pecho
¿Y yo sí?- dije jalando las cuerdas que no podía desatar.
Tú me dijiste que no podías matar a nadie….- replicó- y creo que no mientes. Por que me dijiste que..
Estaría rompiendo el equilibrio de la naturaleza y mi alma contaminada destruiría mi cuerpo- dijimos al unísono.
Él empezó a reírse por la coincidencia…
Yo me preguntaba-¿Por qué alguien querría matarte…?
-Por nada… o por todo… ¿quién sabe?…- dijo como si fuera algo muy común- ¿no puedes soltarme?
-No.. espérame..no… no puedo…
Sólo había una solución. Tomé el dije que colgaba de mi cuello y me concentré… Pedía dentro de mi mente que me ayudara alguien, quienes sea que estuviera cerca .. y una ardilla se acercó hasta nosotros por la rama de la que colgaba y empezó a morder… el zonido del roedor era suave y despacio, como el de un mosquito…
Y si… habían mosquitos y otros bichos picándome en este momento…
Pero a pesar de golpear contra mi piel no dejaran de molestar, entre sueños… yo quería volver a dormir y seguir soñando.
Pero mi somnolencia terminó cuando el robusto hombre del mechón blanco abrió la puerta , su enorme silueta se veía oscura a contra luz, y se quedó quieto mirándome.
-¿Puedes hablar?
Negué con la cabeza mientras miraba hacia arriba, él se acercó a mi y puso sus manos en mi rostro abriéndome la boca y examinando mi garganta toscamente mientras yo me removía para que me soltara.
No parece que tengas las cuerdas lastimadas…aunque has estado chillando mucho… ¿tal vez algún jarabe? - hablaba el hombre para mí mismo mientras examinaba mi cuello, luego mis patas y así y así…
-No… los jarabes son amargos… te gusta el dulce ¿cierto? dijo mirando el cubo donde ya no habían zanahorias, por algún motivo me sentía descubierto.. y me avergonzaba que ese hombre supiera algo de mi.
insectos…. les gustas….- decía mientras revisaba mis brazos y luego cuando miró detrás de mi dejó de hablar y se fué…
Qué hombre para raro…
no mucho después mi estómago empezó a gruñir de nuevo y dos hombres entraron con comida por la puerta, al verme sus ojos se llenaron de horror.
-¡No me mires bestia!..- gritó uno
-¿Todavía crees que estas bestias lanzan maldiciones por los ojos?- dijo el otro con una manzana en la mano- es como los caballos, si los tratas bien se portarán bien contigo. Y rodó la manzana por el piso… Y quién sabe y te permite montarlo y ser el héroe de las leyendas.
El otro hombre le dió un tortazo en la cabeza y el dijo- pues prefiero no ser héroe pero tampoco estar maldito.
¡ya deja de mirarnos!- dijo levantando su látigo.
Cuando cerraba los ojos esperando sentir el ardor que acompañaba a esa cosa tocando mi piel un golpe sordo se escuchó.
Comments (3)
See all