La biblioteca es un lugar especial, la mayor parte de mi tiempo lo paso aquí. Aprecio el tiempo en familia con mamá y las chicas, pero también valoro la soledad en esta enorme sala; solo yo y cientos de libros esperándome.
Han pasado semanas desde la visita de Amos, la cual duró diez minutos como máximo. A mamá le vino bien hablar con otras personas que no sean sus criadas, sin duda le gustó la visita. ¿Será que ella y Amos...? No le daré muchas vueltas.
De vuelta en la biblioteca, busco una silla con la mirada mientras tomó el libro que leí la vez pasada, cuando vino Amos, el libro era: “Fuego en estado puro. Control avanzado de los elementos. Tomo I”. No es un libro largo, lo acabé en un par de días, aunque me dejó muy intrigado lo que leí, así que volví a leerlo para repasar más en profundidad su contenido.
—“Todo Dragonnewt tiene la habilidad de utilizar la mayor virtud de sus antiguos predecesores: el fuego divino. El elemento que caracteriza la grandeza y la virtud de sus portadores”.
Está última parte parece más la opinión del autor que una realidad, debe ser que fue escrito por un dragonnewt que ama mucho a su raza, o por un ser que nos admira demasiado. Al parecer todo dragonnewt puede utilizar el elemento fuego divino, lo divino debe ser un adjetivo para exaltar el elemento fuego, nada más. Luego de leer esto intenté manifestar fuego, pero nada ocurrió. La segunda lectura fue para buscar una pista a mi pregunta: ¿por qué no puedo manifestar fuego?
Pensé varias veces preguntarle a mamá , o a Saraa y Ruddith, pero primero quiero intentarlo sin ayuda y agotar todas mis opciones, cuando eso haya fracasado recurriré a ellas. Pedir ayuda aún sigue costándome, incluso "antes" era así.
Repasando un poco más el contenido del libro, encontré varias formas de utilizar el fuego y aumentar su potencia, pero de momento no me sirve de nada ya que no puedo hacer fuego en primer lugar. Este libro da por sentado desde el principio que el lector puede hacer fuego, no hay ninguna pista al respecto del punto de vista contrario.
Leí por dos horas para ver si me dejé algo por el camino, ya sea una palabra u oración que tenga un mínimo de sentido en lo que busco, pero no encontré nada. Estoy en un punto muerto, capaz debo verlo desde otro punto de vista. Solo he pensado en hacer fuego de la nada, pero no en saber como es el proceso de creación, nada surge del vacío. Por supuesto, en este libro no dice nada al respecto, pero en otros de los libro que leí anteriormente había algo sobre ello, el libro se llama: “Como funciona la magia elemental primaria: viento”, puede que sirva.
Sé de la existencia de los seis elementos: fuego, agua, tierra, viento, sombra y luz. Pero aquí no hay mucha información, solo hay un libro dedicado al fuego y dos dedicado al viento, este es uno de ellos. Al terminar de leerlo, descubrí que solo los humanos y los elfos pueden usar este tipo de magia, no específica la razón. Volviendo a lo anterior, y dejando este misterio atrás, el mecanismo de creación de la magia viento es muy simple, a primera vista, y solo son tres pasos: canalizar tu maná interior en alguna o varias extremidades de tu cuerpo, manifestar verbalmente el hechizo que invocarás y entonces expulsar el maná canalizado en tus extremidades, el maná saldrá con la forma del hechizo que manifestaste. Esta es la forma sencilla de hacer magia, claramente, mientras más profundizas más complejo es, pero de momento esto es lo básico para hacer magia. Intentémoslo, pero en vez de viento lo haré con fuego, espero que funcione.
Luego de pasar un buen rato pensando al respecto, me dirigí al patio a practicar por precaución de no incendiar la biblioteca por si algo sale mal.
Mientras me dirigía hacia la puerta principal de camino al patio, Saraa me ve:
—Ray, ¿a dónde te diriges?
—Voy al patio a jugar un poco, ya me aburrí de leer —dije tranquilamente—. Y no te preocupes, ya termine todos mis deberes de lengua. Ya aprendí a conjugar los verbos en areona.
—Espero que no me estés mintiendo —respondió Saraa con un tono amenazador, pero con una sonrisa burlona—. Diviértete, y no hagas nada alocado.
Le sonrió a Saraa y me dirijo a la puerta principal. Una pequeña caminata y encuentro mi destino. Todo está listo, que empiece el show.
—Si no recuerdo mal, el primer paso es canalizar el maná interior en alguna de mis extremidades —susurré mientras intentaba concentrarme.
Busco maná en mi interior, pero no encuentro nada. Lo intento otra vez, y nada. Nuevamente, y nada. Sigo y sigo, y nada. Ya pasaron quince minutos desde entonces, busco maná en mi interior y no puedo encontrarlo.
—En primer lugar, ¿tengo maná dentro de mí...?
Mientras pronuncio esa cuestión entiendo que estaba viendo todo desde una perspectiva equivocada. No soy humano ni un elfo, soy un dragonnewt. La magia puede funcionar de formas muy distintas o muy similares para cada raza, pero no por ello debe ser igual. Probablemente el mecanismo de magia sea similar entre los humanos y los elfos, después de todo ambos pueden usar el mismo elemento, así que el mecanismo de magia de los dragonnewt puede que sea de una forma muy, o un poco, distinta a la de ellos. Ese pensamiento no suena tan loco si le doy unas vueltas. He intentado de la forma que lo hacen los humanos y los elfos, así que ahora lo haré de la forma contraria.
“Canaliza tu maná interior en alguna o varias extremidades de tu cuerpo”, ese es el primer paso. Si en vez de canalizar lo interior acumulo lo exterior. Con solo pensar esas palabras mis manos y pies comienzan a sudar, mi temperatura corporal empieza a subir.
—Sí.
Una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras aprieto mi puño triunfantemente.
—Así que esto es el maná. Lo resolví, ahora toca el segundo —añadí antes de relajar mis manos y pies soltando el poco maná acumulado.
“Manifiesta verbalmente el hechizo que invocaras”, ese es el segundo. No tengo idea alguna sobre hechizos mágicos, no sé ni uno ni cómo funcionan. Otra encrucijada, pero por alguna razón esto no será un problema. En mi pecho tengo la sensación de que puedo saltear este paso, como si no hiciera falta. Con ese sentimiento en mi mente, me concentro en el tercer paso.
"Entonces expulsa el maná canalizado en tus extremidades y saldrá con forma del hechizo que manifestaste", este es el último paso. Con un poco de miedo y ansiedad, acumulo maná nuevamente en mi mano derecha mientras visualizo una bola de fuego en mi mente, levanto mi mano derecha hacia el cielo con los ojos cerrados, y luego de unos segundos miro hacia arriba; una bola de fuego de unos diez metros de diámetro esta sobre mi cabeza. Grito mientras empujo hacia arriba para alejar tal cosa de encima de mi. Al hacerlo, la bola de fuego sale disparada hacia los cielos sacudiendo todas las hierbas, árboles y plantas del patio.
Ese fue mi primer hechizo mágico, lo llamé: bola de fuego, así de original soy. Luego de lo ocurrido, Saraa me regaño, también se lo contó a mamá pero ella fingió regañarme y en secreto me felicitó. Después del falso regaño, mamá dijo que iba a contratar un tutor para que me enseñase a controlar y mejorar el uso de mi magia. Gracias a esta travesura he logrado saber mejor como funciona la magia, y obtuve un nuevo tutor.
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