"Pareces aturdido. ¿Por qué no descansas un poco? Aún es temprano..."
"Owen Willson" mencionó en voz baja aún con los ojos redondos por el asombro.
"Veo que me conoces" rascó su nuca nervioso "Me gustaría poder decir lo mismo" mostró esa sonrisa brillante y encantadora.
"Espera...¿no sabes quién soy?"
"Bueno. Posiblemente si lo dijiste y quizás no te preste mucha atención. ¿Efectos secundarios del alcohol con el celo?" se hundió en hombros al sentir la mirada oscura del ojiverde.
En verdad que seguía siendo todo un cretino.
"De manera que te aprovechas de una persona ebria y encima en celo."
"Lo único que quise fue ayudarte."
"¡Vaya excusa!"
Evan terminó de vestirse después de recoger su ropa regada por toda la habitación.
"Siento que la manera en que esto sucedió no fue la correcta. Lo lamento, en serio. ¿Podrías perdonarme y decirme tu nombre?"
¿En verdad no lo recordaba? ¿Tanto ha cambiado en 12 años para no ser reconocido por el mismo Owen Willson?
Evan miró la mano de Owen extenderse frente a él. Seguramente esperando a que se la estrechara y así decirle quién era. Presentía que, justo después que le diga su nombre, Owen soltaría una carcajada. Le restregaría en su cara que todo aquello fue una jodida broma. Que después de todo, los rumores de la secundaria, eran ciertos. Que era un asqueroso OMEGA y que solamente él, como todo ALFA, lo había cogido solo para experimentar.
Pero el rostro del Owen hiriente y cínico que imaginaba con todo lo anterior no estaba allí. En su lugar, se encontraba un hombre de atractiva aura y de una seductora mirada. Un Owen que solamente quería saber su nombre.
"Lo siento. Pero esto es algo que honestamente quisiera olvidar." caminó hacia la salida sacando un par de billetes de su cartera "...y creo que con esto cubriré mi parte del hotel y las molestias que te haya causado. Gracias por todo." dejó el dinero en una mesita en el momento que abría la puerta. Pero al estirar del picaporte esta no cedía.
Owen recargó su mano sobre la puerta, cerrándola de nuevo, impidiendo que Evan huyera como quería.
"¿Qué crees que haces?"
Evan chocó con la mirada de Owen que sentía que le escarbaba la piel. De pronto su nariz le escocia por un aroma sutil pero lo suficientemente notable. Eran feromonas de ALFA. Las feromonas de Owen. Un extraño escalofríos bajó por su nuca cuando Owen se inclinó hacia él de manera peligrosa.
"Escucha. En verdad me gustaste. Nunca antes me había sentido tan compatible con alguien. Por eso mismo no puedo dejarte ir así como así." sus palabras de deslizaban, así como el aroma de ese ALFA por su cuello. Provocándole que sus piernas temblaran. "Dime tu nombre. Porque no es justo que sepas quién soy y yo no sepa nada de ti." los labios de Owen rozaron en ese punto que le ponía nervioso y hacia que sus entrañas comenzaran a calentarse.
El maldito sabia como seducir. Algo que no le extrañaba para nada de él siendo un ALFA.
Quería moverse y huir de allí pero la sola presencia de Owen le atrofiaba su raciocinio.
"¿Me dejarás ir si te digo mi nombre?"
"Probablemente" sus labios en la piel dejaban un rastro caliente.
Evan miró a todas partes. Resistiendo con todas fuerzas que tenía para no ser provocado por las feromonas que Owen expedía con más que obvias intenciones. No era la primera vez que Evan se enfrentaba a ALFAS de la calaña de Owen.
Por lo general buscaba parejas BETAS. Son más fáciles de controlar y menos complicados que un ALFA empecinado en adueñarse cuanto OMEGA pase bajo sus narices. Asquerosos.
Owen tomo la barbilla de Evan quien luchaba contra sus instintos de sucumbir al embriagante aroma del ALFA.
"Entonces...¿me lo dirás?"
"Me llamo King...King Jade"
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