10 años mas tarde
- mi señora
Me voltee hacia mi doncella dedicándole una sonrisa encantadora. Ella se acercó a mí trayéndome la bandeja, detrás de ella entro un hombre de cabellos negros y ojos plateados, que traía en brazos a una niña de unos 10 años que sonreía a cada persona en el cuarto.
- cómo está mi reina mayor
- bien y mis tesoros cómo amanecieron hoy?
- tu rey mas enamorado que ayer y tu hija mas hermosa cada día.
Una sonrisa se escapó de los labios de la niña mientras Perséfone se unía en un beso lleno de amor.
- mami, mami vamos a comer si
- claro que si hija, vamos
La diosa se levantó ayudada por su esposo. Se abrazó a su esposo y tomo la mano de su hija, luego salieron de la alcoba hacia el comedor. Cuando su hija de momento se detiene y se abraza a su cintura acariciando su abultado vientre...
- mami, cuando nacerá mi hermanito...
- dentro de unos dos meses hija...
La niña sonrió y salió corriendo hacia el comedor feliz, la diosa se abrazó a su esposo y abrazados y sonriendo entraron al comedor tras ella.
La brisa entraba por la ventana de la alcoba acariciando los rebeldes cabellos de la diosa sentada sobre la butaca leyendo un libro. El dios la observaba desde la cama.
Cómo sus ojos seguían la lectura, cómo la bata dejaba al descubierto sus bien cuidadas piernas o se arrugaba en la zona de sus senos, dejando al descubierto la mayor parte.
Mas que ser seductora, era irresistible a la mirada.
El dios se levantó de la cama y se acercó a la diosa en la butaca. Se sentó en el borde y cuando esta le miro, él le planto un apasionado beso, ella dejo el libro a un lado rodeando su cuello con sus finas manos, por lo que él la tomo en brazos y se dirigieron a la cama...
- hades mi amor en que piensas?
Brinque saliendo de mis recuerdos. Encontrándome con la dorada mirada de mi esposa y con una gran sonrisa que ella me dedicaba...
- en nada Abigail, en nada
Le dije mintiéndole gigantescamente, yo sabía que ella no vería bien que estuviera pensando en mi anterior esposa. En esa mujer que había hecho tanto por mí y yo solo la había abandonado para irme con otra mas joven.
La extrañaba, la añoraba, la necesitaba. Pero ella ahora era feliz y yo no la haría sufrir nuevamente.
Me levanté del asiento, internándome en el jardín trasero y sentándome en un asiento en dirección a una estatua en particular.
Caminaban por el enorme jardín que rodeaba el palacio de Hades. El detrás y ella en frente con los ojos tapados por las manos de él. Siendo guiada por él en todo el camino.
- ¿por qué estás tan romántico?
- hoy es nuestro aniversario juntos y te tengo un regalo
- pero para eso me tienes que tapar la vista
Él sonrió en el momento en que llegaron al lugar. La coloco de espaldas al regalo y le destapo la vista. Luego se colocó tras ella y le dijo al oído.
- para mí no eres una diosa, eres una ninfa que ah cautivado mi corazón (la volteo hacia la estatua tras ellos) y así es cómo te ve mi corazón, mi adoración. Mí adorada Perséfone...
- De ahora en adelante serás mi única adoración mí adorada Perséfone, aunque tal vez ya no merezca ese detalle tan mínimo.
Dije al airé sabiendo que esa estatua jamás me respondería. Esa misma estatua que yo tenía en nuestra antigua casa y que jamás, pero jamás imagine que 10 años mas adelante seria mi mayor tesoro...
Así cómo tenía un tesoro 10 años antes y ni siquiera supe cuidar de esa joya que tenía por esposa....
Y ahora 10 años después me arrepentía, sin poder volver a estar con ella.
Así que me tenía que resignar a admirar su belleza desde esa estatua, sin poder volver a sentir sus besos, sus caricias ni sus sonrisas dedicadas absolutamente a mi persona...
- al menos tu eres feliz, que es lo que importa.
Me abrace a la estatua cómo si ella me fuera a responder el abrazo. Imaginando que esa estatua era la verdadera Perséfone y que era a ella a quién abrazaba y besaba...
- si tú eres feliz yo también lo soy, únicamente sabiendo que eres feliz.
Ella sería feliz aun cuando desde ese momento debiera vivir de recuerdos y anhelos que sabia jamás se cumplirían cómo yo deseaba...
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