Ha pasado una semana desde el pequeño incidente, desde entonces me han prohibido usar magia hasta que mi nuevo tutor me enseñe a tener control sobre ella. Hoy es el tan esperado día, pero no tengo ninguna información sobre quién es ni cómo se ve, al parecer mamá quiso mantener el misterio por alguna razón. Como sea, estoy leyendo y repasando varios libros en la biblioteca sobre los distintos tipos de magia que existen y sus funcionamientos, busqué mucho para encontrar pequeñas menciones en libros que no tienen nada que ver con la magia, o que su tema principal no busca centrarse en ello. Estuve toda la semana investigando al respecto y encontré información muy interesante. Al parecer, cada raza tiene cierta afinidad con cierto elemento: nosotros tenemos afinidad con el fuego, los humanos con los cuatro elementos fundamentales (fuego, agua, aire y tierra), los elfos con tres de los cuatro elementos fundamentales intercambiando el fuego por la luz y los demonios con las sombras. Por supuesto, existen más razas: como los enanos, las bestias, los gigantes, entre otras, pero solo pude encontrar información al respecto de las cuatro anteriores.
Al seguir con la búsqueda, encontré que algunas razas pueden procrear entre ellas y formar una nueva: los híbridos. Existen, o existieron, híbridos de elfos con humanos y enanos con humanos, cabe la posibilidad de que pase también con las otras razas. Los métodos de procreación pueden variar según quienes lo lleven a cabo. Luego de procrear y de determinado tiempo, un nuevo ser nace y puede tener las características físicas y mentales de ambas especies, ya sea su fuerza, su intelecto o su magia. Pero no son bien visto los híbridos, al parecer son aborrecibles y una vergüenza para las razas que los engendraron, la mayoría han muerto en la Gran Guerra de los cien años. La única información que encontré sobre ella es que varias razas entraron en conflicto y estalló una guerra que duro cien años, los vencedores fueron la alianza de los humanos, elfos y enanos. Nosotros perdimos y fuimos expulsados a las montañas del norte, los demonios también perdieron y fueron expulsados a las islas del este. Los humanos, elfos y enanos se quedaron con los territorios que nos pertenecían y se lo dividieron, lo mismo sucedió con el territorio de los demonios.
Luego de unas horas de lectura, llegó mi nuevo tutor.
□ □ □
Hoy es mi primer día como tutora, ¡estoy muy nerviosa! Nunca he hecho algo como esto. Lilith me ha ayudado mucho, así que acepte este trabajo como favor por ello, pero ahora tengo muchas dudas al respecto. Mi trabajo siempre fue entender la magia y encontrar formas de fortalecerla, no enseñar a niños. Sin duda, hay más personas calificadas para el trabajo que yo. Solo soy una investigadora de la magia antigua de nuestros predecesores, no una tutora. Pero aquí me encuentro, justo en frente de la casa de Lilith. Lo mejor es que me vaya, luego me disculpare con Lilith y con lo buena que es me perdonará, sin duda no habrá ningún inconveniente.
—Lo siento, Lilith —dije en voz baja.
—¿Por qué te disculpas?
—¡Aaaah!
Tras el terrible susto, miro rápidamente detrás de mí y allí está Lilith con unas bolsas en las manos.
—¿Qué haces aquí parada? ¿Por qué no pasas? —preguntó Lilith confusa.
—¡Yo… eh!
—Vamos, que Ray te está esperando.
Lilith coge las bolsas de tela que llevaba en una mano y con la otra me agarra del brazo derecho y tira de mí hacia dentro.
—Saraa, ¿dónde está Ray? —preguntó Lilith en voz alta.
—¡En la biblioteca, como siempre! —respondió Saraa gritando aún más.
—Ponte cómoda, querida. Ya los presentaré.
Asiento con la cabeza mientras espero que Lilith traiga a su hijo.
—¡Guau! Qué hermosa casa tienen —comenté admirando su hogar en voz baja.
Mientras espero a Lilith observo la gran mansión, sin duda alguna tienen mucho dinero. No debería esperar menos de la hermana de la reina, aunque imaginé que seria más grande pero siendo Lilith entiendo el porque del tamaño.
Luego de unos breves minutos, llega Lilith junto a un niño pequeño no debería ni de haber cumplido su primer septenio. A primera vista es un niño realmente hermoso: tiene un pelo blanco igual al de su madre, unos ojos rojos que parecen brillar al igual que un Rubí y su dulce rostro inocente genera mucha ternura, ¡quiero abrazarlo!
—Bueno, los presentaré. Ray, ella es Asara, tu nueva tutora. Asara, el es Rayzel, tu nuevo aprendiz —dijo Lilith con cierta formalidad—. Espero que se lleven bien y que aprendan mucho juntos.
—Será un placer aprender de alguien como usted, tutora Asara —respondió el niño con una pequeña reverencia—. Por favor enséñeme y cuide de mí.
—Por supuesto, sera un gran placer enseñarte todo lo que sé.
¡Es una ternura! Creo que me estaba preocupando por nada. Tengo que concentrarme y enseñarle de la mejor forma posible. No puedo defraudarlo a él ni a Lilith, ellos confiaron en mí y daré todo para cumplir sus expectativas.
□ □ □
—Ray, ¿dónde estás?
—Por aquí.
Al parecer ya llegó mi nuevo tutor, mamá vino hasta la biblioteca a buscarme para presentarnos. Luego de unos segundos de caminata se acerca suavemente hasta mi escritorio.
—Leyendo como siempre —dijo mamá antes de soltar un leve suspiro—. Está bien que seas un niño aplicado, pero debes salir más a tomar aire y divertirte jugando en el patio.
—Mamá, soy el único niño en esta casa. No hay mucho que pueda hacer rodeado de adultos cada uno con sus vidas y tareas. Prefiero no molestar.
—¡Guau! Eso sonó muy adulto de tu parte. Me recuerdas a tú tío Amos en cierto aspecto —respondió mamá con una leve sonrisa—, pero eso cambiara hoy, te presentaré a tu nueva tutora la cual estará cuidándote y enseñándote todo lo relacionado con la magia.
—Cierto, hoy es el día —dije mientras me levantaba de mi silla.
—Espera, ¿tutora?
Mamá me sonríe y juntos nos dirigimos hasta la sala de estar donde nos aguarda esa persona.
Al cruzar la gran puerta de la biblioteca, luego de mirar unos segundos, es fácil notar el perfil derecho de una mujer mirando curiosamente unos cuadros que se encuentran en la sala. Lo primero que observo es su color de pelo: castaño claro, es la primera ve que veo un color así en este mundo, me recuerda a mi en mi vida anterior. Me acerco más para inspeccionarla y veo que lleva puesto unas sandalias marrones con tiras muy finas, unos pantalones negros cortos hasta sus rodillas y una camisa verde que casi ni se nota ya que una túnica blanca sin abotonar cubre la mayor parte de su torso y le llega hasta las rodillas. Por alguna razón, me recuerda al típico estereotipo de una investigadora, sin duda debe ser por la túnica.
Luego de una breve presentación por parte de mamá, estamos aquí los tres... bueno, seremos dos dentro de poco.
—Bueno, mi trabajo aquí está hecho —dijo mamá con unos aires de grandeza—. Los dejo para que se conozcan mejor y empiecen a trabajar juntos.
Pasan algunos segundos y nadie dice una palabra. Al mirarla nuevamente noto que está un poco nerviosa, probablemente no habla mucho con otras personas o no es su especialidad los niños. Romperé el hielo.
—Tutora Asara, ¿puede acompañarme un momento a la biblioteca? Recientemente he estado leyendo unos libros que no comprendo del todo y espero que usted pueda darme una mano con eso.
—Sí, por supuesto. Seria un placer ayudar. Digo, es mi trabajo después de todo. Ja, ja, ja, ja, ja —respondió Asara con una carcajada leve y forzada.
Juntos nos dirigimos a la biblioteca y le señalo mi escritorio para que nos sentemos. Poco a poco le voy mostrando algunos de los libros que he leído y resumiendo lo que he logrado interpretar de ellos. Se sorprendió que haya aprendido otras lenguas con el objetivo de leer más.
—Estos son los dos libros que he estado leyendo estos últimos días —dije mientras tomaba dos libros de una pila enorme de otros libros.
Los libros que tome fueron: “Fuego en estado puro. Control avanzado de los elementos. Tomo I” y “Como funciona la magia elemental primaria: viento”. Luego de tomarlos, se los paso para que puede verlos mejor. Por alguna razón, cuando toma uno de los libros suelta una leve sonrisa, una muy sincera.
—Los conozco muy bien. Cuando estudiaba por mi cuenta en la biblioteca del palacio los leía muy seguido, en especial éste —dijo Asara tomando en su mano derecha el primer libro.
—Bueno, ¿en qué puedo ayudarte? ¿Qué parte no entiendes?
—Al leerlo pude entender varias cosas, como la fortificación del fuego y las técnicas de mejora, pero al principio me costó entender el mecanismo de la magia. Creo haber resuelto el acertijo, pero puede que me haya pasado algo por alto, así que me gustaría que me lo expliques y, si es posible, una pequeña demostración —dije recordando cierto evento.
—Claro, primero empecemos por lo básico. ¿Cómo funciona la magia? La magia puede funcionar de distintas maneras: según la raza o según el sujeto. Lo primero es lo más común, lo segundo lo veremos otro día ya que puede ser un poco complejo y es muy poco probable que pase.
Poco a poco se va desvaneciendo su nerviosismo. Qué bueno que se sienta cada vez más cómoda conmigo.
—Continuando con el primer punto, cada raza tiene su forma de utilizar magia. Por un lado, los humanos y los elfos comparten un mismo mecanismo a la hora de usar magia y eso se debe a una característica física en especial, su núcleo de maná —explicó Asara.
—Espera, ¿núcleo de maná? ¿solo los humanos y los elfos lo poseen? —pregunté.
—Sí. Se debe a que los humanos y los elfos descienden de un mismo Dios y heredaron su mayor don. En cambio, nosotros, a pesar de que fuimos creado también por el mismo Dios, no heredamos su don.
—¿Y a qué se debe eso?
—Como he dicho, somos una creación. En cambio, los humanos y elfos fueron procreados. Fuimos creados con el propósito de proteger a los humanos y elfos, es decir, somos sus guardianes. Bueno, eso era antes, ya no somos así —respondió Asara seriamente.
—Lo siento. Me he ido por las ramas. Estábamos hablando sobre el mecanismo de magia y termine dándote clases de historia, lo siento.
—No, no tiene que disculparte. Fui yo que preguntó al respecto, así que no te disculpes —dije intentando calmarla.
A pocos segundos de está escena entra alguien en la habitación.
—Las cosas van muy bien por aquí, veo que se están divirtiendo —dijo mamá con una leve sonrisa en su rostro.
—Lilith.
—Estamos bien, mamá —respondí.
—Lamento interrumpirlos, pero el almuerzo ya está listo. Vengan a comer y luego continúan con sus estudios.
—Por supuesto, ya vamos —respondió Asara un poco exaltada.
—¿Vamos? —le dije a Asara mientras le ofrecía mi mano.
Ella se sorprende un segundo, y luego la toma. Le ofrezco la mano libre a mamá y juntos los tres salimos de la biblioteca.
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