Rosa Negra: A la mañana Felipe se despierta como siempre y no tarda en notar el collar en su cuello cuyo diamante ahora es negro, se ve inquieto por un momento y respira profundo. Al terminar de arreglarse mientras se mira en su espejo acomodándose su camisa, me ve como gato negro sentado en su cama, lo miro tranquilamente, Felipe voltea a verme sorprendido.

–¿Rosa Negra? –Felipe incrédulo me pregunta.

–Así es, es uno de mis nombres usuales, pero puedes llamarme Oscuro, si lo deseas –tranquilo le hablo, tengo preferencia por ese nombre. Y he cambiado mi tono de voz, a la de un joven que a penas seria mayor que él.

–Rosa Negra es el nombre por el que aquí se te conoce. Sé que tienes muchos entre los distintos pueblos que te han temido. ¿Pero por qué yo? –Felipe aún incrédulo me habla.

–La respuesta es simple, eres por parte de tu madre miembro de una de mis familias regulares; desciendes de antiguos verdugos, y toda esencia con la que he hablado me ha dicho que tengo que apurarme. Varios están siendo usados tan mal desde hace unas décadas que están por dañarse –calmado, pero denotando la seriedad de la situación le explico.

–Y eso puede ser igual a morir. Entiendo te ayudare, igual tampoco me agrada que esos revoltosos tengan poder. Han habido problemas como este antes y se han resuelto sin grandes escándalos –Felipe tranquilo y emocionado me habla.

–Cada tanto el pensamiento de las personas cambia, por ende las reglas también deben hacerlo, y nunca mientras haya humanidad dejara de ser así. Por supuesto en esta sociedad esos problemas siempre se habían manejado bajo la mesa –serio aunque algo más relajado le cuento.

–¿Se lo puedo mencionar a unos amigos? –Felipe emocionado e intrigado me pregunta.

–No a muchos, y deben poder guardar tu secreto. Nadie indebido debe saber quién es mi verdugo. No lo olvides –calmado, pero enfático le respondo.

–No te preocupes, se en quienes puedo confiar –Felipe con la determinación e ingenuidad propia de su edad me responde.

–Pero primero, tengo que ponerte al tanto de las habilidades a las que te daré acceso inicialmente, después de ponernos de acuerdo sobre tu traje –tranquilo paso a hablar de los detalles.

–Eres un vanidoso y yo también –Felipe entre risas jocosas me menciona.

Los 2 miramos el espejo en el cual se ve la imagen de Felipe con un traje negro que no parece gustarle. Quizá es demasiado anticuado.

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Azucena: Sentada en mi escritorio algo inquieta estoy con Isabel amargada estudiando. Estamos desayunando huevos revueltos con pan, unas tajadas de plátano y algo de queso, lo acompañan con café con leche. Ayer se quedo a dormir.

–Cada vez que una de esas 2 tiene una gran idea te pasa algo malo. La otra semana son los exámenes tienes que ganarlos y tus padres seguro vuelven a creer en ti, pero no debes permitir que esto te ocurra otra vez –Isabel amargada y exagerando me reprocha.

–Ya se. Es que en verdad quiero salir con Felipe así sea una vez, pero vaya que metí la pata. No volverá a ocurrir, he estado estudiando mucho, sigo mi rutina como reloj y no he tenido ni siquiera un llamado de atención –. Le vuelvo con calma a explicar todo para que se relaje.

–Lo importante es que sigas así. Aterrizarte no fue fácil, por poco te toca repetir año, y no se te olvide que hicimos trampa para que eso no pasara en los finales –Isabel amargada insiste en molestarme.

–Lo sé, pero dilo bajo; somos las únicas que sabemos eso, y quiero que siga así. Sobre todo por mis padres –ansiosa le hablo bajo para que nadie escuche. A cualquiera le pasa una vez.

–Otra cosa sobre eso, ya baja la intensidad, casi están acosándolo, y no estas lejos de empezar a celarlo sin derecho y sin razón, que es lo peor –Isabel amargada sigue reprochándome.

–No creo que sea para tanto –fastidiada le digo.

–Decías lo mismo antes de ir llorando a mi casa a decirme que no sabías nada de ningún examen –Isabel en su amargura sigue exagerando.

–Bien, dejare de tratar de hablar con él sobre lo que sea a diario –resignada le digo.

–Es un comienzo –Isabel tranquilizándose por fin, menciona.

Las 2 seguimos comiendo, aunque no me voy tomar muy enserio las palabras de Isabel que se nota muy preocupada. Ya debería calmarse.

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Rosa Negra: En la habitación Felipe y yo decidimos su traje así que dejo de parecer un gato, me vuelvo energía y cubro por completo al joven combatiéndome en el traje que se podía ver en el espejo mientras eso pasa aparecen del diamante 4 largas espinas, aunque más delgadas que las usadas anteriormente, cuales envuelvo por todo el cuerpo de Felipe, completando nuestro enlace que solo se romperá con su muerte o que otro como yo logre vencerme. Tras eso aparezco como las otras esencias a un lado de mi usuario, pareciendo un joven apenas mayor, algo robusto y con otro traje, conservando mis ojos rayados.

–Esto es perfecto –Felipe emocionado se mira en el espejo.

–Ahora piensa como quieres que te conozcan, mientras damos nuestro primer recorrido los 2 juntos –calmado le hablo, con esa voz de joven.

–El nombre es claro, soy tu Verdugo; ese es el único nombre por el que deberían llamarme, y es el más acorde a lo que vamos a hacer –Felipe emocionado y lleno se orgullo me responde.

–Muy bien. Ahora permíteme darte mi llave, tu llave, úsala para abrir cualquier puerta; te llevare a nuestros aposentos –. Emocionado le doy este detalle, para mi esta parte es muy importante.

La llave sale de entre los dedos de su mano derecha, es una grande y de diseño antiguo; Verdugo la mira fascinado, la usa en la puerta de su baño, al darle vuelva la puerta se transforma, a una de madera castaño oscuro con una rosa rodeada de espinas tallada, él la abre y entra, en eso giro la perilla, pero no de manera normal, la muevo hacia el otro lado y la llave acaba mirando hacia él, que la toma al cerrarse la puerta. Espero haberme explicado bien.

Ahora nos encontramos en una habitación enorme llena de muebles antiguos y elegantes, hay pinturas por todo el lugar, de mis antiguos guardianes y sus amantes, una puerta lleva a una biblioteca; otra a un comedor; otra un dormitorio donde hay una gran cama, se imaginaran lo que ha pasado en ella; arreglada con hermosas y finas sabanas, en este cuarto hay ventanas del techo al suelo, al mirar por ellas se ve un balcón lleno de rosas de todos los colores imaginados. La vista de la ciudad es impresionante.

–Me tomara semanas revisar estos aposentos, son como 10 cuartos –Verdugo sorprendido me comenta.

–12 incluyendo el baño. En épocas antiguas mis guardianes debían vivir en este lugar hasta por 3 meses seguidos, dependiendo de que estuviera pasando. Solía haber más lugares así para el resto, pero este fue el único que nadie jamás se atrevió a destruir –calmado le comento, no es algo de orgullo lo sucedido a los otros.

–¿En qué ciudad estamos? Conozco la vista de la mía y no es esta –Verdugo intrigado como emocionado me pregunta.

–Solía llamarse Rosales, ahora no sé. Estuve 3 siglos en reposo –calmado le respondo, y uso una palabra amable para referirme a mi encierro. Nosotros no dormimos.

–¿Rosales? ¡Este es el antiguo palacio real!, ¡de antes de las revoluciones!, estamos a 6 horas de mi ciudad Manantial. Había escuchado de que podían moverse rápido entre ciudades y hasta países los amuletos de la corte real, pero no pensé que tan rápido. Cuanto fue lo que demoramos, ¿2 minutos –Verdugo sorprendido hace elucubraciones, lo que es comprensible.

–Más o menos –es todo lo que puedo responder.

–¿A qué otro lugar podemos ir? –Verdugo con la curiosidad propia de su edad me pregunta, casi brincando.

–Elije tú, si la ciudad existía hace 3 siglos, podemos ir –entre risas le respondo.

Verdugo luce muy impresionado saltando levemente como un niño pequeño, yo río con agrado, colocando mis manos en mi cintura. Aunque parezca una tontería esto es muy importante.

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Maestro Ancestral: La mitad del cielo de la ciudad está cubierto por aves de energía, estamos destruyendo todas las que podemos, localizar desde dónde están saliendo no es posible. Debemos localizar su fuente y eliminarla.

–Se que Rosa Negra debe seguir un protocolo, pero sería bueno si lo hiciera rápido, mientras más pronto le quite las joyas a estas 2, más pronto me podre centrar en los que si son serios –con malestar le comento a Anochecer.

–No debería demorar, acaba de usar su llave maestra, con ella puede moverse a través de los portales a casi cualquier lugar del país o países; ya que actualmente son 3 –Anochecer sereno me recuerda.

–Tu amigo es muy sistemático –es lo único que puedo comentar.

–Nada de eso, le muestra a su guardián, las cosas en el orden que más le parezca que este le gustara verlas, le tratara de dar todos los lados buenos que tenga. Su enlace es único y presenta dolor para el guardián; así que siempre basado en eso es que actúa –Anochecer algo inquieto me vuelve a explicar.

–O sea que la parte de las armas, los poderes y hasta de que trata su tarea, puede ser lo último y no lo primero –. Un comentario acertado, aunque irrelevante en este momento.

–Lo importante es que cuando esté listo, le tomara 3 segundo o menos cortan los enlaces que unen esas joyas a esas pésimas portadoras –Anochecer serio comenta.

–Comprendo, esta vez están haciendo que las aves se arremolinen en distintos lugares para engañarnos –solo puedo comentar eso.

–Aquí Diamante, el guardián de Rosa Negra no aparece, y no creo que podamos encontrarlas rápido –Diamante Blanco seria me habla, por medio de intercomunicadores en nuestras orejas. Las esencias tienen sus limites.

–Solo hay que esperar al profesor Samuel; ya debe estar viendo las redes sociales, alguien debió grabar cuando apenas se estaba formando todo esto –serio le explico.

–Si señor, solo más paciencia –Diamante Blanco como de costumbre entendió mi punto.

Tratamos de no perder el tiempo atacando con los rayos o armas al mismo lugar demasiadas veces; el profesor no tarda en darme información, pero cuando llegamos a ese lugar, tras usar los poderes para destruir a casi todas las aves en una buena parte del área, ya no están, todos lucen molestos; algunos parecen querer jalarse los cabellos.

–Se están moviendo y estoy harta. ¡Alguien llame a Rosa Negra! Por favor –Esmeralda furiosa solo reprocha.

–Lo siento, Anochecer dice que está prohibido y, nos gritaste a todos en los oídos, de nuevo –. Es lo mismo siempre con ella. Por suerte soy paciente.

–Lo siento, lo siento, se me olvida lo bueno que son estos comunicadores, ya se que no son mi teléfono –Esmeralda apenada se disculpa.

–Con tantas aves localizar su energía no será fácil, formen grupos, que el central busquen la fuente –. Un central es un sublíder asignado cuando nos separamos en grupos pequeños de máximo 7.

–Eso no funciono hace 2 horas –Esmeralda frustrada me recuerda.

–Y esto tampoco está funcionando. En serio Rosa Negra tendría que apurarse más –. A mi también me frustra esta situación.

Todos hacen grupos, 4 alrededor y en el centro se coloca 1, quien inmediatamente comienza a meditar; toda la ciudad nos está viendo en las noticias sin duda, que humillante.

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Azucena: Asombradas Isabel y yo estamos viendo las noticias por nuestros teléfonos, es increíble como se escabullen esos cobardes.

–Realmente parece un juego, ya sabes las escondidas –algo incomoda comento.

–Que se diviertan, una vez que Rosa Negra elija guardián, cortara con sus pétalos sus enlaces como los antiguos verdugos cortaban cabezas en la guillotina –Isabel seria y algo enojada me dice.

–Espero que solo a los vándalos. No todos merecen perder sus enlaces por pedir un cambio en las reglas –intranquila le comparto mis pensamientos.

–Eso es cierto. Que una persona deba tener el mismo amuleto toda la vida, o prestado por momentos por decisión de un tercero, si es injusto. Pero no da para armar estos líos –Isabel muy seria me vuelve a dar su posición. Es un tema recurrente.

–Aunque me gustaría tener uno de esos amuletos que te permiten volar –jocosa intento cambiar el tema.

–Esas son las joyas, ningún amuleto vuela. De hecho esos 20 que vez solo tienen joyas; todos los amuletos en actividad están destinados a cosas más importantes, como esos temas del tráfico en las fronteras –Isabel seria y analítica me recuerda. Falle.

–¿Qué pensaran las esencias? ¿Todas querrán cambio o seguir como están las cosas igual? –me hago estos cuestionamientos en voz alta.

–Esas son unas buenas preguntas. Puede que como sus usuarios estén divididos al fin y al cabo, tienen personalidades –Isabel curiosa me comenta. Tengo que dejar de hablar cuando pienso.

Las 2 seguimos mirando, de pronto lo que parece un rayo negro corta entre las aves haciendo que se dispersen en grupos más pequeños, dejando más cielo despejado, no ve quien lo creo, pero nos deja impactadas a ambas.