Pequeño adj.

Compartimos una vida que duró apenas un abrir y cerrar de ojos.

A pesar de lo corto que fue nuestro breve encuentro en esta vida, cierro los ojos y puedo sentirte junto a mí por un pequeño instante.

Suspiro. No estás aquí. Lo sé, lo entiendo, y lo acepto.

Eso no significa que no te extrañe.

Perder v.

Cuando lo pienso con mucho cuidado, tu vida me da lástima. Debe ser una pesadilla tenerme, y después perderme.

Volcán n.

La primera vez que me escribiste, me mandaste una foto de los volcanes, porque te parecían demasiado bonitos, y querías compartirlos conmigo.

Sé que para ti eso no era nada, pero para mí, que crecí admirándolos día a día, lo era todo. Y te odio por eso, porque lograste insertarte para siempre en mi memoria como un anexo de ellos.

Cuando los veo, también te veo a ti. Y te extraño como los extraño a ellos cuando están alrevesados.

Zafio adj.

-Tú no sabes de lo que es capaz un hombre con tal de acostarse,- me dijiste una tarde, después de pedirte ayuda para ganar un concurso.

Estábamos recostados en la hierba, mientras veíamos las nubes acercarse, listas para bendecir los jardines de lluvia Cerré mis ojos, y giré sobre mi propio cuerpo, dándote la espalda. Sabía que no eras el mejor ejemplo de moralidad, y que de ti no podía esperar un comportamiento adecuado.

Pero no creí que tuvieras la honestidad y el cinismo para decir algo así, tan ligera y despreocupadamente. Como si supieras que es algo normal, y que está bien.

Como si el sexo fuera el único fin, y por eso, cualquier medio estaba justificado.

Me diste asco. Sobre todo, me di asco a mí misma. Porque no podía perder mi tiempo, ni seguir pretendiendo que esto no era nada, al lado de alguien que se pavoneaba de utilizar las técnicas más sucias y desagradables con tal de satisfacer su apetito sexual.

Zodiacal adj.

La primera vez que te besé, una chispa recorrió mi cuerpo, incitándome a acercarme aún más a ti y no dejarte ir nunca.

Pero tú eres un signo de tierra, y yo soy un signo de aire. Tú eres esquemático y yo soy pragmática; tu anhelas por riquezas materiales, y yo riquezas espirituales.