Finalmente llegó el día de iniciar las pruebas de combate. Desde luego estaba frío, era invierno. Aunque en Gran Euronotos no nevara, siendo la nación menos fría, en invierno la gente se abrigaba y habían más entrenamientos en áreas techadas, al menos los públicos como esta calificación. Todos se vieron en el estadio cerrado del territorio del clan para prepararse para empezar. No era una prueba importante, solo definiría el nivel de combate de los reclutas y entrenarían en grupos a partir de ese momento de acuerdo a sus niveles. Desde luego, todos por igual debían mostrar la misma destreza para la prueba final y eso incluía también el manejo de armas. Mientras mas hábil fueras en combate más armas se te permitía usar, ya que ningún soldado podía depender completamente de un arma para defenderse, además de que requerían de cierta habilidad para poder usarse porque estaban diseñadas para extraer el mana oscuro del usuario. Esta prueba era solo inicial y meramente de nivelación, siendo el nivel 1 el de los más habilidosos y el nivel 5 donde quedaban los rezagados. Sin embargo, para Oslac era un poco diferente. Sabía que las miradas iban a estar sobre él y si fallaba en controlar su mana podrían ponerlo en prisión otra vez. Las pruebas eran de 1 a 1 entre reclutas en frente de todos los demás. Los jueces eran los mismos oficiales que habían estado a su cargo este tiempo, incluyendo desde luego a Ronald. También estaba uno de los Oficiales Negros, Than, y el Líder Duncan, pero ubicados en un lugar apartado. Era un pequeño balcón en la parte superior cerrado con cristales, poco visible para los reclutas para no sentirse incómodos por la presencia del líder. Esta era la primera vez que el Líder Duncan presenciaría los exámenes sin su padre, ya que estaba en edad de encargarse él sólo de los asuntos del clan. Por otro lado, aunque no se esperaba mucho público, el estadio estaba lleno a más de un 50% de la capacidad y desde luego todos sabían que era por Oslac, el nuevo recluta que podía usar mana oscuro al que algunos se referían como “arma andante". Esto solo hacía que más reclutas envidiaran la atención que él estaba recibiendo, a pesar de ser el más antisocial.
Finalmente era el turno de Oslac y justo antes de entrar Tobias estaba en la puerta para desactivar sus esposas. El guardia que los acompañaba le advirtió -Si te sales de control se volverán a activar.- Oslac estaba sorprendido.
-¿Por qué las desactivaste?
-Por ordenes de arriba - contestó Tobias.
No se suponía que Oslac peleara con las esposas desactivadas en un ambiente así. Solo las había desactivado en el laboratorio, en un medio más controlado y con personas que, aunque Oslac se negara, se estaban convirtiendo en más que solo conocidos. Ahora debía enfrentar a algún recluta al cual probablemente no le tiene aprecio y adicionalmente sin el control de sus ataduras.
Oslac tenia razón, su contrincante era nada más y nada menos que Teran, el mayor de sus problemas en el dormitorio. Era un chico de 17 años, de tes oscura y un poco más de 1m 90cm de alto. Era uno de los reclutas más fuertes y el único que verdaderamente sabía cómo molestar a Oslac, que por lo general ignoraba a cualquiera que se metiera con él. No había duda que esto no era casualidad, había sido planeado para poner a prueba su control.
Empezó Teran a moverse primero, el chico que le gustaba romper los libros que Oslac llevaba al dormitorio, esconder sus cosas o tomar cualquier error de Oslac y hacerlo ver como un criminal nuevamente. Seguro tendría algún As bajo la manga para ganar esta pelea.
Al empezar el combate, Oslac fue el primero en defenderse de un golpe y también el primero en conectar un golpe a su contrincante y dejarlo tambaleando. Los dos estaban en un nivel parecido pero se veía que Oslac estaba más concentrado en la pelea. Sin embargo, Teran decidió utilizar lo que mejor hacía: provocar.
-Estoy sorprendido de que el clan de los defensores quiera reclutar a un asesino que acabó con sus propios miembros. ¿Cuál es tu secreto, ah? Mientras todos nos esforzamos por entrar, tú puedes hacerlo aunque seas un asesino. Es raro ¿no? - decía Teran a Oslac mientras los dos tenían un brazo uno contra el otro. Oslac intentaba no distraerse por la sorpresa de que alguien supiera lo de la explosión.
Siguiendo con su provocación logró conectar más golpes contra Oslac y finalmente logró atraparlo por unos momentos entre brazos.
- ¿Acaso tienes a favor a la princesa del clan? Es eso ¿verdad? Vi cómo se miraban hace unas semanas en frente de tu laboratorio. Dime, cuando te acepten en el clan… ¿la vas a matar igual que a tus compañeros de la fábrica de armas?. Así como hiciste con Rubí…
En ese momento Oslac lo levantó en su espalda y lo lanzó hacia el frente para cayera en el suelo, pero Teran logró tirar a Oslac al mismo tiempo y ambos cayeron. Oslac en medio de su furia empezó a manifestar su mana oscuro y con esas manifestaciones agarró a su contrincante del brazo y con el otro le dio un puño tras otro. Aunque Teran pudiera esquivar los primeros golpes, su brazo comenzó a quemarse por el mana de Oslac, el cual le habían prohibido usar debido a que ningún otro recluta estaba habilitado para usarlo ni mucho menos defenderse de él. Teran había creído que podría pelear contra Oslac incluyendo su mana, pero no esperaba que fuera a inhabilitarlo de esa forma. Su brazo le había empezado a arder, pero no le pidió a Oslac que lo soltara. Rendirse no era un a opción para Teran, prefería aguantar hasta que Oslac fuera descalificado por usar su mana. Todo estaba ocurriendo muy rápido y los jueces apenas estaban empezando a notar la manifestación del mana de Oslac en sus manos. Isaac, Silia y Ronald cada uno desde sus respectivos asientos, veían a Oslac constantemente. Probablemente eran los únicos que no habían venido a ver al chico del mana oscuro perder, sino todo lo contrario.
Para sorpresa de todos los demás, antes de que los jueces detuvieran el evento, el mana oscuro del joven no aumentó. Oslac pensó en Rubí gracias a Teran, pero también pensó en alguien inesperado. Recordó a Frederick y aunque le causaba ira, esta vez sus pensamientos lo llevaron a Isaac y los acontecimientos después de la prisión. Sus recuerdos abrieron paso a buenos recuerdos con Rubí, 66 , Lewis y Héctor, y recordó la biblioteca general y la vez que Ronald no lo dejó entrar, y así poco a poco comenzó a ganarle a su propia ira y la intensidad de su mana oscuro empezó a disiparse. Su último puño lo lanzó contra el suelo al lado de la cabeza de Teran quien aprovechó para sentarse rápidamente, pero Oslac le dio un cabezazo que lo regresó directamente al suelo. Teran quedó consciente pero muy débil y aturdido por el golpe como para seguir peleando. Oslac se detuvo en frente de Teran presionando los puños y con una mandíbula temblorosa. Su respiración estaba agitada pero iba apaciguándose cada vez más porque por primera vez desde la prisión, no cedería ante sus enemigos de la misma forma en la que lo había hecho un tiempo atrás. Ahora controlaría su poder para poder llegar a donde quería.
-Entraré a este clan cueste lo que cueste - le dijo Oslac a su contrincante y sonó la campana indicando que había terminado la pelea.
Llegó el guardia que hacía de arbitro y anunció a Oslac como el ganador pero Teran aun consciente reclamó que era injusto porque había usado su mana negro a lo que los jueces contestaron:
-El Recluta Teran aceptó esta pelea sabiendo de la probabilidad del uso de mana oscuro. Al Recluta Oslac se le evaluó controlar su mana oscuro. Si bien no logró reprimirlo completamente, el jurado reconoce que fue debidamente controlado viendo que ambos contrincantes terminaron conscientes y sin graves heridas causadas por dicho poder. Por ende el jurado decide que el ganador de la pelea es el Recluta Oslac, a pesar de que se le bajarán puntos por usar su mana y debidamente. El Recluta Teran recibirá puntos por haber resistido la pelea.
Ese fue el veredicto de los jueces, sin embargo para Teran había sido todavía más una humillación que le hubieran dado puntos adicionales por resistencia. Después de lanzar una mirada rencorosa a Oslac, regresó por las puertas por las que había entrado.
****
Solo y acostado en la azotea estaba Oslac con el brazo sobre los ojos para cubrirse de la luz pálida del invierno cuando escuchó unos pasos acercarse.
-Se dice que los del sur no somos buenos lidiando con el frío, ¿seguro que naciste aquí?
-Es más cómodo que el dormitorio con gente - contestó Oslac.
-¿Aún cuando todos están afuera viendo sus clasificaciones?- Después de dar un suspiro y colocar un par de bultos al lado de Oslac continuó - Felicidades. Estás en el nivel dos. - Oslac quitó el brazo de su ojos y se sentó para encontrarse con Isaac con su brazo estirado enseñando la nueva tarjeta de identidad de Oslac que ahora tenía un número dos marcado en el fondo de la tarjeta.
-No estuvo mal, tu combate - dijo Isaac y Oslac tomó la tarjeta y recordó lo que Teran le había dicho sobre la fábrica de armas.
-¿Por qué Teran sabía que yo causé la explosión?
-¿Sabía? -Isaac se quedó pensando sorprendido y en silencio. Al cabo de unos segundos continuó hablando - Tampoco sé, pero no es extraño que algún oficial lo haya planeado para juzgar tu control del mana
-¿Crees que fue plan de Ronald?
-¿Tú crees?
-No, pero es Ronald de quién hablamos así que no estoy seguro.
-Y creo que nunca lo estaremos - Isaac rió y Oslac solo sonrió levemente pero luego dejó escapar un pequeña risa. Ver a Oslac reír un poco lo hizo sonreír de oreja a oreja.
-No le pongas atención, incluso si Teran intentara regar la voz nadie le creerá. Los reclutas no tienen influencia sobre esas cosas.
Oslac asintió con la cabeza y luego preguntó - Y, ¿qué hay en los bultos?
Isaac se puso de pie y acercó los bultos a Oslac -Es un premio y un incentivo.- Oslac extrañado abrió los bultos y vio que estaban llenos de libros. Al verlos sus ojos estaban llenos de emoción.- Son libros que les permiten leer a los reclutas. Pero sólo se pueden adquirir a través de un guardia. Se los puedes dar a Silia cuando termines.
Después de escuchar lo último, Oslac volvió a su seriedad habitual y se puso de pie. A partir de ese momento debía llegar a la prueba final para ser guardia solo. Después de los exámenes de nivelación, los oficiales al mando de los entrenamientos son cambiados por otros y lo mismo ocurre con los guardias. Sin embargo, eso no significaba que no pudieran verse, pensó Oslac, así que no entendía por qué Isaac sonaba como si se estuviera despidiendo. Pensó mientras veía el paisaje y preguntó:
- Así que aun me quedan más pruebas en el laboratorio…-
-Desde luego recluta, apenas y lo lograste hoy. Ronald y yo no estaremos pero Silia se encargará del laboratorio como siempre y ahora tendrás a los otros reclutas para entrenar. Ya podrán usar armas y prepararse contra tu mana y empezarás a combatir con otros oficiales también para seguir practicando tu control. Así que aprovecha cada pelea y no nos des tantos problemas.
Después de un momento de contemplar el paisaje, siguió hablando - Como puedes controlar tu mana sin destruir cosas ya no es necesario que entrenes con nosotros todo el tiempo. Eso fue lo que nos ordenaron. Ronald te estará vigilando y aparecerá si es necesario, después de todo es él quien está a tu cargo. Pero yo ya no puedo ayudarte, sería una ventaja sobre los otros reclutas. Así que me dedicaré a mi entrenamiento y pasar el examen para convertirme en Oficial Blanco. Así que nos vemos allí - dijo Isaac viendo a Oslac que volteó par verlo a él.
-¿En dónde?
-En tu primer día como Oficial Blanco.
-Pero eso es por lo menos en tres años.
-¡Ja! ¿y qué? ¿Planeas morir en menos de tres años? ¿O es que planeas quedarte en el nivel de guardia más de dos años? Bueno la mayoría se quedan siendo guardia 5 años así que supongo que…
-No me subestimes- dijo Oslac antes de que Isaac pudiera seguir -Te dije que llegaría a la biblioteca así que eso haré. Pasaré el examen de recluta este año y el de guardia en dos. Si estás preocupado de que no pase puedes relajarte.
-¿Y aquí quién se preocuparía por un recluta? - y ríe levemente.
-Entonces, ¿me vas a decir cuál es tu objetivo en ese momento?- dijo Oslac recordando su conversación de antes.
-Si no te has dado cuenta para ese entonces si. Es una promesa.
Oslac no confiaba en las promesas pero no sentía ganas de negarse o hacer un comentario al respecto. Además Isaac sonaba bastante creíble, cosa que le incomodaba a Oslac. Finalmente Isaac le extendió la mano cerrada en un puño y Oslac se lo chocó con su propio puño después de voltear los ojos. -Nos vemos en tres años- dijo Isaac y se fue de la azotea. Oslac se quedó viendo justo por donde se había ido Isaac en dirección al edificio principal y pensó que era la primera vez que alguien le decía que esperaría verlo. Por último, pensó para sí mismo que probablemente esto es lo que la gente llamaría un amigo.
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