"Es sólo que sí me da curiosidad"
"No lo sé" contestó Daiki "No es algo en lo que piense, así que no lo sé"
"Por lo que estás tan acostumbrado a estar con nosotros que ni siquiera consideras lo que sería estar solo, ya veo…" dijo el pelinegro con mucha diversión.
"Pues eso es obvio, idiota. Todos los días estamos juntos, no tendría razón para pensar en que no fuera así" al decir esto, Masaru se vio sorprendido por un momento.
"Vaya… y pensar que puedes decir cosas cursis sin siquiera darte cuenta, quién lo diría…"
"¿Qué? ¿Qué dije?..."
"Oh, nada, nada, descuida, no es como que sea algo nuevo. A eso me refiero con leer entre líneas… aunque a veces sean letras muy, pero muuuuy pequeñas" Masaru lo miró de forma juguetona.
"No estoy seguro de lo que dijiste pero no me parece"
"Seguro. Bueno… no importa, yo tampoco puedo imaginar lo que sería, así que pienso igual que tú"
"Hmph…"
“Por lo que… Yo sí te extrañaría si un día despertara y no estuvieras” El pelinegro le dedicó una sonrisa un tanto triste. Luego de esa pesadilla, le era imposible decir algo diferente.
El pelirrojo se quedó en silencio mientras contemplaba la expresión del contrario, ya entonces suspiró.
"Masaru, basta de tus tonterías, tengo sueño, sólo duérmete" Daiki se paró del sofá y se giró con dirección al cuarto.
“Sí, será mejor que vayas a dormir, tenemos escuela más tarde después de todo”
“¿No piensas venir?” Daiki lo miró con curiosidad.
“Aún no, pero dentro de poco iré”
“...¿Quieres que me quede contigo?” preguntó el pelirrojo al considerar que su hermano pudiera tener dificultad para dormir luego de haber tenido un mal sueño.
“Haha, no, ya hiciste mucho con hablar conmigo” respondió. “Será mejor que te duermas a menos que quieras estar de peor humor más tarde”
“De acuerdo…, pero no te tardes mucho” al ver a Masaru asintiendo con la cabeza, Daiki optó por retirarse de regreso a la habitación.
Luego de ver que su hermano se fuera, Masaru se hizo bolita en el sofá y se quedó mirando hacia la nada. Aunque quisiera dormir… ¿Cómo atreverse luego de lo que vio? No quería ver a Daiki o Mitsuru de esa forma. ¿Qué había sido todo eso? Todos sus sentimientos se habían vuelto caóticos, e incluso se había puesto emocional por tener una gargantilla extraña…
“¿Masaru?” una voz familiar lo sacó de sus pensamientos. El pelinegro lo miró con curiosidad.
“Ira…” musitó. “¿Qué haces despierto?... ¿Daiki y yo te despertamos?”
“Bueno… Sabes que tengo el sueño ligero, con tan sólo sentir que se paraban de la cama me desperté”
“Eh… Supongo que es la desventaja de dormir todos en la misma cama” dijo Masaru “Menos mal que es lo suficientemente grande, pero aún así sería bueno que tuviéramos aunque sea literas”
“Es lo que nuestro tío nos dio, creo que fue generoso. Tiene un colchón y almohadas cómodas”
“Bueno, no puedo quejarme, al menos nos dio algo en lo que dormir” dijo Masaru “Aunque se volverá un problema entre más grandes seamos…”
“Para entonces seguro que puedo conseguir un trabajo de medio tiempo y quizá pueda conseguir dos camas, no me molestaría compartir la cama grande con Daiki”
“No es como que seas el único que trabajará…, no puedes sólo estar consintiéndonos y aceptando eso como si fueras nuestro padre”
“Quizá, pero soy su hermano mayor y me gusta hacer cosas por ustedes” dijo Daitaro.
“Y luego cómo esperas que no te diga sumiso…”
“Haha, pero olvida eso, vine a ver lo que pasaba contigo”
“Que de hecho me sorprende que te despiertes tan rápido, ¿te despiertas incluso cuando vamos al baño a mitad de la noche?” Masaru lo miró con mucha curiosidad. ¿Es que acaso su hermano dormía siquiera?
“A veces, aunque me vuelvo a dormir dentro de poco cuando es así”
“¿Y esta vez por qué fue diferente?”
“Porque los oí hablando… No se entendió nada pero al menos sabía que no habían ido sólo al baño”
“Oh… ¿Y cómo supiste que pasó algo?”
“No lo dirá, pero Daiki se veía preocupado cuando regresó a la cama”
“Ya veo…” Masaru sonrió levemente. “Sí que no es nada honesto”
“¿Entonces? ¿Hay algo que te preocupe?”
“Yo… Tan sólo tuve una pesadilla” respondió. “Lamento haberte preocupado, ya regresaré cuando logre dejar de pensar en eso”
“Hmm… ¿Recuerdas que te quedaste dormido en la sala en la tarde?”
“¿Hm? ¿A qué viene eso?”
“Bueno, Daiki y Mitsuru habían corrido al parque tratando de no lavar los platos” explicó. Masaru se veía intrigado, claro que, terminó por reír tras escuchar eso. Entendía que Daitaro sólo quería distraerlo para que pudiera dormir. “Aparentemente encontraron a un chico que estaba intentando regresar un pajarito a su nido”
“Vaya…”
“Sí, al parecer el chico intentó subir con el pajarito pero la rama se rompió”
“¿Y qué hicieron?”
“Bueno… Mitsuru vino a buscarme, comentando que Daiki no podía verme por vergüenza o algo así” explicó Daitaro muy sonriente. “Así que les ayudé al trepar el árbol y poner al pajarito en el nido”
“Ohhh, ¿mostraste tus habilidades?”
“Sí…, salté como me enseñaste”
“¡Genial! Lástima que no pude-” exclamó el pelinegro con emoción.
“Shhh… No tan alto, no querrás que venga Daiki a callarnos”
“Cierto, lo siento…., hehe” Masaru rió brevemente. “¿Entonces? ¿Se asombraron por ver tu salto?”
“Sí, empezaron a hacerme cumplidos vergonzosos, aunque Daiki me regañó…”
“Era de esperarse” Masaru reflexionó en esto. “Espera…, no le dijiste que fui yo quien te enseñó, ¿verdad?”
“No. Dije que había sido por videos en internet. Sé que Daiki no te dejaría en paz si supiera…, aunque casi se me sale con Mitsuru. Como empezó a decir que yo era el más ágil y que tú no podías hacer eso entonces le dije que sí podías…, pero no me creyó, así que estás a salvo” explicó el pelirrojo al pedirle perdón con la mirada.
“Descuida, aprecio que quisieras defenderme, pero no es necesario que sepan. No es que me importe, pero tu gemelo se puede poner muy pesado si se entera de que te enseñé algo peligroso”
“¿Y no querrías decirle a Mitsuru aunque sea?”
“¿Bromeas? Es un boca floja, seguro que Daiki se termina enterando. Así que aprecio que hayas mentido, aunque fue medio mentira medio verdad”
“Me sorprende que hayas podido aprender viendo videos…, oh, Daiki me dio su palabra en que si consigo un instructor entonces aceptará que siga saltando así”
“Hmm… Supongo que ese instructor no puedo ser yo”
“Definitivamente no”
“Sí, me imaginé. ¿Entonces piensas hacerle caso a Daiki?”
“Pues sólo en la parte sobre estar saltando…, no puedo dejar de practicar pero puedo hacerlo con menos frecuencia”
“Ira, es raro cuando brincas así. Hacer eso con menos frecuencia, en tu caso, significa que dejarás de saltar”
“Bueno, Daiki prometió que me dejaría saltar así de ser necesario”
“¿Y la parte del instructor?”
“Tal vez pueda insistirle a nuestro tío después de todo…, es verdad que no quisiera que te lastimaras. Las preocupaciones de Daiki no son exageradas”
“Ehh… ¿Entonces no pensabas pedirle el favor a ese tipo si no fuera porque puedo lastimarme? Ira, piensa un poco en ti”
“No pensaba hacerlo para no hacer enojar a Daiki, pero, creo que es una de esas cosas que debo intentar”
“¿Y crees que quiera?”
“No. Aunque si le digo que es para que podamos huir en caso de que se necesite y así ahorrarse dinero por lo que pueda pasar…”
Masaru entornó los ojos al escuchar la suposición turbia.
“¿Piensas decirle que sería conveniente para que no tenga que pagar un rescate? ¿Siquiera crees que pagaría por eso?”
“Yo creo que sí. Lo haría por nuestros padres, aunque como seguro querría ahorrarse ese dinero… Tal vez accedería”
“¿No crees que si es así nos habría metido a una clase de artes marciales?”
“Hmm…, Ahora que lo dices… ¿No sería bueno intentar que nos meta a una clase al respecto? Ya sabes, así se ahorra dinero a la larga” sugirió Daitaro muy contento.
“Eh… Sí que tienes mucha fe en que eso sea convincente…” Masaru comentó mientras consideraba esta opción, ya entonces asintió fuertemente. “Pero me agrada, creo que podría funcionar. Aunque Mitsuru seguro odiaría que lo obliguen a ir”
“Sí, seguramente diría que él no tiene que ir porque él corre rápido, que a los que atraparían primero es a nosotros y que no lo involucremos”
Ambos compartieron una risa al poder imaginar a su hermano diciendo aquello. Al calmarse, Masaru se secó una lágrima antes de asentir decidido.
“Gracias, Ira, creo que ya me siento mejor para poder dormir”
“Me da gusto. No quiero que te estés durmiendo en la clase. Pienso preguntarle a tu maestra"
"¿Qué? Bueno…, al menos trataré de que no sea así" dijo Masaru al ponerse de pie. Daitaro asintió antes de igualmente dejar el sofá para regresar a dormir.
Daitaro, quien se quedó mirando el techo obscuro de la habitación, pensó en Masaru por un momento. Su hermano que por lo general no tomaba con seriedad algo como las pesadillas… ¿Estaba siendo afectado a ese grado por ellas?
Tampoco es que nunca le afectaran, pero era muy extraño y creía que esta era la primera vez que lo veía tan perturbado, al punto de tener que irse a la sala con tal de evitar volverse a dormir. Siendo así, era imposible no sentir algo de pena por él, por lo que esperaba que al menos la conversación que habían tenido…, sirviera para que sus sueños trataran de algo diferente.
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