Me sorprendí de mi fuerza, si fuera aún mujer el pesaría demasiado contrario a eso ahora podía moverlo fácilmente, me acerque a nuestra ruta de escape, ambos cruzamos el umbral, use el celular de Larabi para encontrar una clínica cercana, en todo el tiempo Abbot no dejaba de llorar, permaneció en silencio todo el camino así que creo imaginaba que lo peor iba a pasarle, terminó por quedarse dormido de tanto llorar mientras lo llevaba en mi espalda, llegué a la clínica le dejé en la sala de espera después de pedirle al médico que lo vea, antes que ellos volvieran abandone el lugar “Después de esto, no me volveré a acercar a ti Abbot”.
Me costó encontrar el lugar donde Larabi vivía, en la historia nunca mencionaron mucho de él, así que me sorprendí un poco al ver que su hogar era un pequeño departamento vacío casi sin muebles, apenas entré una llamada entró al celular, el nombre en la pantalla era “Vieja Bruja”, nerviosa contesté, una voz femenina grito al otro lado.
¡Larabi! ¡Tú padre está furioso! ¡Mira que romper los vidrios de su Mercedes! ¡Eres la basura de esta familia! ¡¿Por qué no puedes comportarte?!¡Malagradecido, todavía que nosotros cuidamos de ti cuando eras pequeño! ¡Debimos dejar que servicios infantiles te llevarán! ¡Solo has traído problemas…
Colgué de inmediato, entonces una ola de recuerdos que no eran míos me invadió. Su madre huyo de su padre porque era abusivo con ella, su salud empeoró con el tiempo, y su padre termino quedándose con él, pero lo ignoraba casi todo el tiempo, sobre todo cuando su madrastra apareció, cuando ambos tuvieron un hijo su padre lo echo de la casa con algo de dinero. Larabi tampoco había tenido una vida fácil pero tampoco le daba el derecho para lastimar a otras personas. Me recosté en el colchón que tenía sobre el suelo, quizá si duermo podría volver a mi realidad.
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