Sino Eihun es una rogue del cuerpo de exploradores de avanzada de la ciudad. Tiene un hermano mayor y viene de una familia de artesanos textiles.
Desde niña tuvo experiencias con lo arcano. La primera fue a los cinco años. Un día, al tratar de ponerse una camiseta esta se partió en dos delante de ella. Confundida porque su ropa favorita ahora yacía en el suelo hecha añicos, comenzó a llorar. Sus padres, dos artesanos textiles, creyeron que ella había roto su ropa por accidente y no la regañaron; sin embargo, cuando esto comenzó a ocurrir regularmente, ellos sospecharon que algo andaba mal.
Primero creyeron que la niña Sino tenía problemas de conducta y manejo de la agresividad. Al acudir a un especialista fueron testigos de la verdad. El hombre le extendió la mano queriendo mostrarse amable, pero, al devolver el gesto, el poder psíquico de Sino le hizo un pequeño corte al tocarlo.
Ese día la suerte estuvo de su lado. El hombre echó a reír pues entendió lo ocurrido de inmediato. Mientras que buscaba un vendaje, explicó a los preocupados padres de Sino la verdad: su hija tenía un poder oculto que bien podría servirle en el futuro si deseaba ser una guerrera. Sucedía que el hermano de aquel hombre era un mago del gremio local que lo había invitado a un viaje a una gran ciudad un mes antes. Ahí, él vio a algunos soldados de élite utilizar el mismo poder. Él felicitó a la familia emotivamente y los convenció de que no había nada que temer.
No obstante, ello no garantizó que la vida de la joven Sino Eihun fuera del todo tranquila.
En un intento por alejarla del mundo de los soldados y la violencia, los padres de Sino la enviaron a una reciente escuela pública para que aprendiera lo necesario para luego trabajar en su taller textil. Su hermano mayor ya estudiaba ahí y sus padres le pidieron que la cuide. Sino no tuvo problemas durante los primeros años de su educación, escondiendo hábilmente su poder psíquico. Aprendió a controlarlo pues no deseaba arruinar las herramientas con la que luego fabricaría ropa.
La situación cambió cuando cumplió los diez años y su poder incrementó sin que ella lo supiera y terminara hiriendo a un compañero mientras jugaban.
Ese día todos pudieron ver claramente las manos envueltas de energía de Sino. Asustados, sus compañeros huyeron despavoridos y le pidieron que se vaya. Nadie entendía lo que estaba pasando, ni ella misma. Sino entró en pánico al verse totalmente sola y salió corriendo sin rumbo, cortando todo objeto que entrara en contacto con sus manos. Su hermano había salido de excursión a recolectar recursos silvestres y aún faltaban varias horas para que regrese. Ella fue a buscarlo a pesar de no saber dónde estaba.
Sino cayó agotada en una intersección del camino. Mientras lloraba, unas personas se le acercaron. Una dijo su nombre. Era el hombre que la había felicitado por su poder de niña, a su lado se encontraba una mujer con armadura. Sino intentó decirles que se vayan, pero la mujer se le acercó y sostuvo sus manos. Las manos de la mujer también brillaron, tenía el mismo poder.
La mujer era una hábil guerrera del cuerpo de exploradores de una conocida ciudad. Ella mostró a Sino que no era la única con poder psíquico y que era posible utilizarlo para hacer buenas obras. Fue ella quien habló con los representantes de la escuela y pidió que disculpen a Sino por lo que había ocurrido, explicando la verdad del asunto. Luego de eso ella le enseñó cómo ocultar su poder, diciéndole también que sus habilidades bien podrían servir en el cuerpo de exploradores. También le advirtió que muchos desconfiaban de quienes utilizaban el poder psíquico para pelear, pues varios que tenían esa habilidad se dedicaban a los asesinatos. A pesar de eso Sino aceptó su poder y decidió emplearlo para lo bueno, así otros la miraran con recelo.
Después de terminar los estudios llegó a un acuerdo con sus padres. Dejaría el taller textil en manos de su hermano hasta que sintiera que había concluido el desarrollo de su poder psíquico y hecho las suficientes buenas acciones por su ciudad.
Su familia sabía que ella era una mujer que cumplía su palabra; sin embargo, ¿cuánto tiempo pasaría hasta que Sino regresara a trabajar en el taller?
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