—Bien chicos, vamos a ver qué tal les salió– Dice Lilith caminando con dos recipientes llenos de comida y dejándolos en la mesa.
—Tengo hambre– Desde un rincón de la cocina se podía ver a Rubén arrodillado sosteniendo su estómago que rugía– Yasmine, ¿Ya van a terminar de servir la comida?– Pregunta mirándole con ojos de cachorro triste.
—Si, solo espera un momento– Ella hábilmente pasa las porciones de la comida recién preparada a los platos– Solo estaba intentando racionar un poco para que cada uno pueda comer su parte– Le sonríe terminando de servir la comida y dejando las ollas en el fregadero.
—¿Ya está listo? Genial– Ríe bajo mientras se levanta y empieza a sentarse en una de las sillas a lado de Alex.
—Un momento– Dice la de rizos estirando sus manos hacia todos haciendo que se detuvieran antes de agarrar un solo tenedor siquiera.
—¿Qué sucede Yasmine? – Pregunta el de ojos verdes mientras parpadea varias veces hacia ella sin poder mover un solo musculo.
—¿Se levaron las manos?– Pregunta entrecerrando sus ojos y liberándolos de su telequinesis para cruzar sus brazos.
—Es una broma, ¿verdad? – Dice Rubén frunciendo el ceño, peor al ver lo seria que estaba la morena levanta las manos en señal de rendición– está bien, ya vamos– Suspira mientras intenta ir al primer baño de la casa– no me empujes– Le dice a Lilith quien iba a su lado.
Después de unos segundos todos ya estaban en la mesa agarrando sus cubiertos.
—¡Gracias por la comida!– Dicen todos teniendo ambas manos juntas como si estuvieran rezando.
Después de decir esa frase todos se quedan callados y empiezan a comer silenciosamente disfrutando del almuerzo que hicieron. Estuvieron así durante 30 minutos exactamente, cuando terminaron Daian levanta los platos y los deja en el fregadero para empezar a lavarlos.
—¡Y-yo te ayudo!– Exclama algo nervioso Tobías agarrando su brazo delicadamente.
—¿Eh? Claro, me sería de mucha ayuda, gracias– Le sonríe agradecida– Los demás pónganse a limpiar la mesa y la cocina– Mira fijamente a sus amigos que ya estaban preparados para irse silenciosamente a la habitación de Daian, incluso Yasmine.
—¿No es suficiente con ustedes dos?– Pregunta Rubén rascando su cuello nervioso.
—Ni crean que se van a ir tranquilamente, también compraron, comieron e hicieron está comida así que tienen que limpiar también el desastre– Dice con una mirada de reproche y una mano en la cintura.
—Si, como digas gatita– Dice tranquilo Alex, quien había ido al baño y agarra un repasador para secar y guardar algunos platos que limpiaban Daian y Tobías.
—'¿Cómo te atreves? Traidor'– Dicen en su mente Yasmine, Lilith y Rubén mirando a Alex con resentimiento, pero solo suspiran mientras vuelven a la cocina a ayudar.
Después de una buena limpieza logran limpiar todo sintiéndose cansados. No se habían dado cuenta del desastre que habían hecho hasta ahora.
—Genial, al fin terminamos– Acomoda su cabello Lilith mientras estira sus brazos.
—Ahora sí estoy feliz, bien hecho– Daian sonríe complacida viendo la cocina que volvía a estar ordenada como lo estaba antes de que ellos llegarán.
—¿Qué hacemos ahora?– Pregunta Yasmine– No tengo ganas de pensar que hacer en este momento, háganlo ustedes, luego me dicen que vamos a hacer– Se sienta en la silla dejando las manos en la mesa y apoyando su cabeza en ella.
—Pareces estar muy cansada, Yas– Dice Rubén sorprendido acercándose a ella.
—¿De quién crees que es la culpa, tonto?– Yasmine lo fulmina con la mirada.
—Es cierto, ¿Era necesario poner a hacer un huevo frito? Le pusiste tanto aceite y más ingredientes provocando que terminara estallando la sartén– Lilith le reprocha con los brazos cruzados mientras da un gran suspiro– Y los que tuvieron que limpiarlo fueron Yasmine y Alex, aunque el resultado es peor para Yasmine.
—Tampoco es para tanto– Dice sin preocupación Rubén.
—¡¡Salió volando al techo!! ¿Acaso tienes idea de cuán difícil es sostener a dos personas para que no caigan mientras limpian el techo?– Le dice histérica Yasmine levantándose de la mesa con enojo y acomodando su cabello.
—Pero usas tus poderes psíquicos no es para tanto– Ríe nervioso mientras trata de alejarse de Yasmine.
—Por eso idiota, los humanos no pesamos como un pequeño animal– Le sostiene el cuello de la campera.
—¿No deberíamos detenerlos?– Pregunta preocupado Tobías a Daian tocando su brazo para llamar su atención.
—No, ellos siempre son así. Rubén hace algún desastre y Yasmine se enoja con el– Levanta los hombros en señal de despreocupación mientras estaba sentada en el piso junto a él y Alex que ya habían guardado todos los plato, vasos y cubiertos.
—¿Y si le pega?– Sigue preguntando con preocupación en su voz.
—Tranquilo, no llegarán a eso. Pase lo que pase, se enojen, discutan y peleen no llegarán a más de eso– Comienza a decir Lilith mientras le abraza de los hombros y revuelve su cabello.
—Somos amigos, nunca nos haríamos daño intencionalmente, sin importar cuan enojado este alguno de nosotros– Sonríe con tranquilidad Alex mientras se levanta para ir a separarlos.
—Si tenemos algún problema lo hablamos y tratamos de resolverlo juntos, somos de ese tipo de grupo de amigos– Dice con una voz muy calmada Daian sonriendo a Tobías que los miraba a cada uno de ellos con un pequeño brillo en sus ojos.
—Exacto y como tú eres nuestro nuevo amigo te trataremos igual– Al ver la preocupación en sus ojos aclaro– No hablo de ese tipo de "tratar" hablo de que no te dejaremos solo y te ayudaremos, te aconsejaremos y estaremos para ti en cualquier momento– Termina de explicar Lilith riendo un poco.
Mira a Lilith para luego pasar su vista a Daian que iba donde estaba Alex quien hablaba con Yasmine y Rubén. Parecía que ya habían arreglado su problema y reían divertidos mientras se abrazan disculpándose uno con el otro.
—'Me gustan estas personas, estoy feliz de estar con ellos, no quiero alejarme nunca, ¿Será que al fin encontré a unos buenos amigos?'– Piensa con felicidad mientras pequeñas lágrimas caen de sus ojos.
—¿Ah? ¿Por qué lloras?– Pregunta preocupada Lilith tocando su hombro mientras los demás se acercan preocupados– ¿Te sientes mal?
—¿Acaso te puso mal el ramen que hizo Rubén? Lo siento por eso– Se disculpa Yasmine agachándose para estar a la altura de Tobías y levantarlo del suelo con la ayuda de Lilith.
—¡Yasmine!– Rubén la mira haciendo un puchero.
—Está bien, lo siento por eso– Ríe divertida por la reacción de su amigo– Pero en serio, ¿Te sientes mal?– Vuelve a preguntar preocupada a Tobías quien negaba.
—Si, estoy bien. Solo estoy muy feliz– Sonríe entre varias lagrimas que seguían saliendo sin poder evitarlo.
—Ten– Rubén le da un poco de papel y da golpecitos a su espalda para calmarlo
—Gracias– Agradece y limpia su nariz– Ya estoy bien, no se preocupen– Sonríe un poco– ¿Que podríamos hacer ahora chicos?– Pregunta con la vista en alto y una gran sonrisa.
Cada uno se miró por un segundo ya sabiendo las preguntas de cada uno, aunque no dijeron nada. Temían preguntar algo que hiciera que Tobías se sintiera incomodo así que simplemente se callaron y sonrieron como si no pasara nada, pero no olvidarían este momento.
—¿Vemos una película de terror?– Dice Alex con una sonrisa macabra.
—No, no quiero. Esas películas nunca me dejan dormir en las noches– Dice preocupado Rubén detrás de Daian temblando.
—Espera, ¿Por qué razón miras películas de terror a pesar de que sabes que no te dejan dormir?– Pregunta confundido Tobías.
—Oh, eso es fácil de responder. Es porque Alex suele quedarse a dormir en la casa de Rubén y lo obliga a ver películas de terror con el– Lilith sonríe divertida por la reacción de su amigo.
—Suele estar tan asustado que me abraza mientras llora y se queda dormido– Dice Alex mientras acaricia el cabello de su amigo con cariño y este lo aparta un poco molesto.
—E-eso no es cierto– Dice algo colorado– ¿Saben qué? Tengo ganas de ver una película de terror, vamos Dai pon cualquier película, te juro que no llorare ni me asustare– Dice decidido Rubén.
—Como quieran, solo vamos– Camina hacia su habitación mientras los demás la siguen– Alex, ¿Podrías ir a traer algunas de las golosinas?– Le pregunta y este asiente y va a buscar los dulces.
Mientras los demás se acomodan en el sillón o en la cama de la habitación de Daian, ella se dedica a poner la película.
—¡Ya está!– Exclama– Voy a poner está, ¿Están de acuerdo?– Ellos asienten, entonces prosigue a poner la película y se sienta en el sillón junto a Tobías, en ese momento llega Alex con los dulces en un pequeño recipiente, lo deja sobre la cama mientras se acomoda en el sillón junto a Daian.
Empieza la película y todos la ven, empieza a transcurrir con tranquilidad al menos para algunos, ya mataron a algunos de los personajes y Rubén estaba abrazando una almohada con miedo, de un momento a otro se escuchan ruidos raros en la casa.
Se escucha la puerta de la casa abrirse y de inmediato cerrarse lo que asusta a algunos menos a Daian que ya sabía de quién se trataba. Luego los pasos se escuchan más cerca y cuando menos lo esperan se abre la puerta dejando ver a un chico de unos 20 años, cabello negro ondulado, vestido con una camisa con cuadros rojos y negros, debajo de eso trae una camiseta de color blanco, un pantalón negro que estaba rasgado en ciertas partes de su pierna dejando ver una pequeña parte de su piel, y unas zapatillas negras. Tiene un pircieng en su nariz y otros en las orejas.
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