Kajei entró en su habitación, encendió las luces y cerró la
puerta. Se asomó por la única ventana. El sol se ponía. Las calles
vacías, salvo por los soldados, como había ordenado el Consejo.
Se preguntó qué plan tendría Diether para entrar en su habitación.
Esperaba que Diether no irrumpiera en el edificio disparando cañones
de plasma Ivosy. Tal vez un disfraz.
La re-educación también era una posibilidad. Si bien la mayor
parte consistía en asistir a clases magistrales o recibir un
entrenamiento extra difícil, otras implicaban pasar un tiempo
encerrado en aislamiento sin comida ni agua durante días. O peores .
Y no importaba la gravedad de la falta. Podía ir a la cárcel por
retrasarse unos días. Nunca le pareció justo que la severidad del
castigo dependiera del capricho de los Altos Oficiales, pero se
alegraba que no pudieran leer sus pensamientos.
El débil sonido de Ivosy cortando metal interrumpió sus
pensamientos. Se acercó a la fuente del sonido. Procedía del techo,
en un rincón. La cubierta de ventilación cayó frente a él y una
figura oscura y polvorienta la siguió.
Una figura polvorienta muy bajita.
-¿Di... Diether? -
Diether vestía un uniforme que le quedaba grande. Alguien debía de
haber perdido su uniforme esta noche. Kajei intentó no preocuparse
por eso.
-No esperaba que ese conducto de ventilación estuviera así, ¿cuándo fue la última vez que alguien lo limpió?. - Tiró el uniforme de gran tamaño al suelo.
Kajei recogió el uniforme y lo guardó para lavarlo. -Nadie esperaba
que alguien lo usara. Es un espacio pequeño. - Kajei le tendió unas
toallas limpias.
Diether se limpió la cara y se restregó el pelo. Para Kajei era
como ver a un pequeño roedor limpiarse a sí mismo.
-No es muy diferente de la mía. Más pequeña, bastante funcional-
dijo Diether inspeccionando el cuarto de Kajei. Se desplazó por
algunas fotos antiguas de Sae Vjoltran.
-¿Te gusta mi habitación? No es tan lujosa como la tuya. Pero no tengo tu enorme sueldo...-.
Diether se lanzó sobre Kajei y lo abrazó. Kajei se rió y le
alborotó el cabello rojo.
-¿Quieres saber qué piensan los
demás pilotos de su comandante? -
-¿Qué dicen? -
-Están
aterrorizados de hacerle enfadar de alguna manera. He oído que
algunos incluso evitan cruzarse en su camino. -
-Como debe ser.
Perfecto. - Se acurrucó contra Kajei.
-Diether, no tienes que
ser tan grosero con todo el mundo... ¿Diether? - Le hurgó en la
frente.
La respuesta de Diether fue un ronquido.
-Soldado
caído. - Arrastró a Diether hasta la cama y lo dejó caer encima.
-Caray, cada vez pesas más. -
Kajei se deslizó en la cama.
A la mañana siguiente, el Comandante Diether tenia mucha mas
energía, observaba a sus soldados entrenando y aprendiendo a usar
las unidades Piro. Kajei se le acerco,cruzaron miradas y Diether le
ordeno a su Navegante Claire ir por sus registros de asistencia.
Cuando Claire se fue, Diether tomo un trago de su taza.
-¿Vamos a seguir haciendo esto? - preguntó Diether mientras terminaba su cuarta taza de Misdrel.
-Tanto como sea necesario. - Kajei asintió entusiasmado como
siempre.
-¿Te parece bien? - Jugó con la taza.
-Por supuesto, todo por la familia. - Sonrió. -Aunque, ya sabes, si
se lo pidieras a tu Navegante. Estoy seguro de que no le importaría
ser tu peluche en vez de yo. - Movió las cejas mirando a Diether.
-¡Cállate! -
-¡Y a lo mejor te gusta! ¿Hmmm? -
Continuó moviendo las cejas.
-Si estas intentando alegrarme, no
esta funcionando. -
-Claro que no. Lo único que quieres es
entrar en el campo de batalla o matar a alguien a puñetazos.-
Los ojos de Diether se abrieron de par en par y esbozó una sonrisa.
-¡Oh, tengo la idea perfecta!-
Kajei sabía lo que eso significaba. -Oh, no... Otra vez no. Lo
siento. Vale. -Intentó detener a Diether mientras caminaba al
encuentro de los soldados.
El Comandante Diether levantó la mano derecha gritando. -¡SALVE EL
CONSEJO EVERISTA!-
Los soldados detuvieron su entrenamiento correspondiendo el saludo.
-Gracias a su alegre Segundo al Mando... me complace anunciar. Una
prueba especial, que yo se que muchos adoran aquí. A ver si esta vez
alguno logra derrotarme¡Y no saldréis de aquí hasta que alguno de
vosotros consiga derribarme! - Señaló a los soldados- ¡Adelante!
Todos los soldados se giraron inmediatamente para ver a Kajei con
mirada de odio. Kajei sonrió nerviosamente.
Claire acababa de llegar con los registros y una nueva taza de
Misdrel. Fue testigo de los pobres intentos de los soldados por
atacar a su Comandante.
-Es en serio, solo me voy unos minutos y el ya esta tratando de matar
a su Escuadrón… - Claire sacudió la cabeza en desaprobación.
-Bueno, ya es suficiente. Vamos Vjoltran. Tenemos que detener al
Comandante. -
Kajei suspiro y se unió a Claire para convencer a Diether de
detenerse.
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