Cuando llegan a su destino, que era una habitación amplia con varios elementos de entrenamiento, Tobías ve todo con gran impresión.
—¿En serio este lugar pertenece a la escuela? – Tobías ve el lugar con brillo en sus ojos.
Por fuera parecía una simple aula común, pero al adentrarse más parecía volverse más grande como si estuviera hechizada.
—Claro que pertenece a la escuela– Afirma Lilith riendo por la emoción del chico– Después de todo, tenemos que estar entrenados por si ocurre algún desastre– Le guiña un ojo a Tobías mientras sigue caminando.
—Por aquí están las pesas en medida para todo el cuerpo– Grita Alex corriendo hacia un lugar algo alejado mientras Daian va con él.
—Por aquí está la máquina que buscaba– Dice Yasmine emocionada mientras se acerca a una máquina grande con unas gafas metálicas.
—¿Qué hace esa máquina? – Pregunta Tobías con intriga acercándose a ella.
—Esta máquina es genial– Yasmine se voltea y lo mira con ojos brillosos para luego volver a poner su vista en las gafas– Mira, esta máquina– Apunta la máquina– Con ayuda de estas gafas– Le muestra el objeto– Hacen que puedas imaginar una situación crítica en la que tú tienes que tratar de arreglar el problema, un ejemplo: Derrotar algún enemigo o desactivar una bomba, todo lo que te puedas imaginar– Sonríe feliz admirando las gafas especiales.
—¡Oye, Tob, ven aquí! – Grita desde su lugar Rubén mientras se acerca a Tobías y Yasmine– Ven conmigo– Le sostiene la mano mientras lo arrastra.
Lo sigue arrastrando y lo suelta rápido cuando están en frente de una máquina.
—Mira, esta máquina se llama “Prensa de piernas”– Rubén muestra la máquina con emoción– El funcionamiento es muy sencillo, posee una plataforma que se debe empujar con las piernas, esto hará que nuestras piernas sean muy fuertes y las patadas aún más– Explicaba mientras se subía en ella.
—Ah...– Estaba por decir algo, pero Lilith lo arrastra con sus poderes hacia donde ella estaba– No hagas eso sin avisar– Le dice a la chica enfrente de él mientras sacude su cabeza para despejarse.
—¿Te mareaste? – Lilith dice burlona y trata de no reír– Te quería mostrar esta máquina– Muestra una máquina con colores del arcoíris– Se ve muy colorida y linda con estos colores de arcoíris, pero no la subestimes– Niega con los ojos cerrados mientras mueve el dedo índice.
—¿Qué es lo que hace? – Tobías se acerca a la máquina con curiosidad. Era bastante grande y parecía pesada.
—Esta máquina es capaz de soltar objetos al azar, como por arte de magia, porque lo es– Lilith aprieta un botón y al instante sale una cuchara.
—Mm– Tobías mira raro la cuchara y luego a Lilith– ¿De qué te serviría tener una cuchara?
—No importa que objeto sea, ya sea una cuchara o incluso algún objeto roto– Empieza a decir ella.
—Lo importante es cuales sean tus poderes– Completan los demás acercándose a ellos.
—Lilith es maga– Dice Rubén y Tobías asiente– Así que está máquina le puede ayudar a perfeccionar su habilidad de transformar objetos y personas, cosa en la que ella no es buena para nada– Guiña un ojo mientras atrapa la cuchara que le había aventado Lilith– Mm, Estuviste cerca, pero aún te falta puntería– Le saca la lengua para burlarse de ella.
-Guau. Ustedes saben mucho de este lugar– Empieza a hablar Tobías– ¿Cuantas veces han venido aquí antes?
—Ah, en realidad...– Daian se rasca la nuca mirando hacia otro lado.
—Es la primera vez que venimos aquí– Dice Alex cruzando los brazos para luego suspirar.
— ¿Eh? – Tobías parpadea varias veces sin entender– Esperen, ¿Cómo saben de todas esas máquinas y su función, si nunca han estado aquí?
—Hemos estado estudiando este lugar desde antes, unos años al menos– Dice Yasmine. mirando hacia otro lado como Daian.
—Yo les pregunté a algunas personas y leímos varios libros que había en la escuela sobre este lugar– Completa Lilith con un gran suspiro.
—¿Por qué es la primera vez que entraron entonces? – Tobías sigue confundido.
—Eso es fácil de responder– Habla una persona a sus espaldas y todos voltean.
Cuando voltean se dan cuenta de la presencia de unas seis personas de su misma edad, tres chicas y tres chicos.
—Ah, son ustedes– Dice Yasmine mirando a cinco de ellos para luego pasar su mirada al sexto integrante, un rubio en específico– ¿Que tal Christopher? – Sonríe falsamente.
—De maravilla mí querida Yasmine– Sonríe arrogante aquel chico rubio.
Vestía una chaqueta azul combinada con negro, unos pantalones rasgados de color negro y unas zapatillas negras.
—Que molesto– Se queja en voz baja Daian con los brazos alrededor de su cabeza mirando mal al rubio, pero voltea su mirada al chico a lado de este que, miraba el lugar teniendo sus manos en sus bolsillos.
—Que gusto verlos de nuevo– Dice Lilith con una sonrisa– Bueno, a casi todos– Mira al rubio con una mueca en su rostro.
—Oigan, ¿Por qué tanto malhumor? ¿A poco no les agrada nuestra presencia? – Habla entre risas otra chica de cabellos rojizos y ojos verdes, vestida con una campera sin abrochar color negro, debajo de una camisa con un dibujo de un fénix, un pantalón de jean y unas zapatillas.
—A mí si me agrada que estés aquí, Allison– Habla Rubén con una sonrisa mientras abraza a la chica más alta.
—¿Qué tal primito? – Acaricia su cabeza y parte de su espalda– ¿Cómo has estado?
—Pues bien, ¿Y tú? No sé de ti desde hace una semana por esa tarea que les asignaron– Se separa del abrazo mirando a la pelirroja.
—Si, te contaré después, ahora tengo que ir a informarle al profesor que ya terminamos la tarea que nos asignó– Dice ella algo decaída mientras se alejaba de él.
—Oh, de acuerdo– Asiente y se aleja de ella regresando con sus amigos.
— ¿Terminaron de hablar? – Le susurra el chico rubio a ella y está asiente mientras gira los ojos.
Las personas que estaban alrededor de ellos mantuvieron una postura sería y callada mientras observaban el lugar sin decir ningún comentario.
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