Lucas se revolvió en la cama, con el cuerpo adolorido y la mente llena de demasiadas cosas como para poder concentrarse en algo. Llevaba una hora allí tirado intentando pensar, pese al esfuerzo, no podía. Las imagenes se sucedían una tras otra, maldijó el momento en el cual habia dicho que si, el momento en el cual habia atravesado aquella puerta.
—Numa
susurró suavemente. Aquellas palabras parecian cargarse de un significado diferente y ciertamente al recordarlo la imagen no era la misma. Se llevó las manos a la cara, se queria morir, desaparecer, huir u olvidar pero sabia que no era posible y tenia que hallar una solución una salida a todo aquello. ¿Qué decir? ¿Cómo comportarse? Todo aquello era demasiado.
—Numa
Aquel nombre sonó en sus labios quebradizo, débil y se dió cuenta de que asi era, su mente volvia contra su voluntad a los acontecimientos de la noche anterior, al momento en el cual lo habia descubierto bailando vestido de cuero con movimientos sensuales sobre el escenario, su rostro, su cabello y su boca. En aquel momento su mente se habia quedado en blanco y solo habia pensado en huir pero alguien lo habia detenido.Era Leon...
—Lucas...¿dónde vas?
Se giró lentamente, lo miro a los ojos sabia que su expresión debia delatarlo porque Leon lo miró sorprendido e interrogante. Lo agarró del brazo.
—¿Qué te pasa?
—Aish— una queja sonó a sus espaldas, era la voz de Manon—Me perdí el show, ¿verdad? ¿Por qué no me llamaron?
Lucas se deshizó de la mano de Leon.
—Manon—su hermana lo miró con curiosidad —me voy, no me siento bien.
La joven no entendía absolutamente nada, queria preguntarle pero sabia que delante de terceros nunca hablaria. Leon se disculpó unos momentos y desapareció.
Era la oportunidad de Manon
—¿Se puede saber que te pasa?
—Nada
—Lucas te conozco ¿qué te pasa? ¿Es algo con Leon?
—No....si....No deberia haber venido. Esto lugares no me gustan y lo sabes muy bien. No me siento comodo.
Manon estaba segura de que habia pasado algo, tendría que esperar a casa para hablar con él. Su hermana le respondió en tono tranquilizador.
—El problema es que no sé como volver. Un autobús es una osadía a esta hora, pidamos un taxi...—se giró buscando a Leon—cuando vuelva, nos despedimos y nos vamos.
Manon lo observó asentir nerviosamente, miraba a sus alrededores como si estuviese esperando ver alguien en cualquier momento. Por un instante pensó en la posibilidad de que hubiese reconocido a alguien de Italiapero aquello no era posible.
Lucas se apoyó contra la barra con la mirada perdida de pronto se giró hacia su hermana
—Manon te espero afue....—sus palabras se interrumpieron.
Manon lo miró extrañada, aquel rostro había palidecido.
—¿Qué?— siguió la mirada de su hermano; cerca del escenario se lo veia a Leon charlando intimamente con Numa. El joven de los ojos verdes se reía aparentemente divertido ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor. Lo que más sorprendió a Manon fue la forma de vestir del joven, llevaba unos pantalones de cuero y el torso desnudo, solo un colgante decoraba su pecho. No habia que ser muy inteligente para darse cuenta de que aquellos dos tenian algo, Leon le hablaba muy de cerca sonriendo, dejando que sus labios rozasen los labios del joven ocasionalmente, intento besarlo pero Numa lo empujó divertido y desapareció unos momentos detras de la gente. Leon se dio vuelta les sonrió y se dirigió hacia ellos.
—Manon, no digas nada ¿ok?
La voz de su hermano sonó demasiado seria. Asi que decidió hacerse la tonta.
Lucas sentia un fuego por dentro que casi le impedía hablar, Leon se acercaba a ellos sonriendo y le parecio más idiota de lo normal. No solamente se sentia herido en lo más hondo sino que estaba furioso, odíaba a aquel imbecil y le hubiese encantado partirle la cara en aquel instante.
—¿Qué pasa?— preguntó evidentemente alegre Leon, tiró su cabello violeta hacia atras.
—Nos vamos
Aquello pareció desencajarlo un rato.
—¿Todavía con lo mismo?
Lucas lo miró de reojo si le respondía en aquel momento terminarian muy mal, su hermana lo hizo por él.
— Estamos un tanto cansados.— necesitaba un buena excusa– aparte no me siento muy bien.
—No pasa nada, la próxima vez te llevo, yo es que...me tengo que quedar— les guiñó un ojo.
—Je je me imagino.– Manon le devolvió una sonrisa entre cómplice y nerviosa.
—Leooooooo— era una voz un tanto chillona, el grupo se dirigió hacia donde provenia el sonido. Lucas lo reconoció al instante, era el joven que momentos antes habia dado el espectaculo con Numa, aunque ahora estaba vestido con unos pantalones blancos ajustados y una camiseta transparente del mismo color.
Detras de él e intentando hacer un poco de equilibrio, le seguia Numa todavía con los pantalones de cuero y el torso desnudo. El joven de la voz chillona se lanzó practicamente a los brazos de Leon, mientras Numa se enfrentaba sorprendido a la mirada de Lucas. Manon observaba la escena un tanto preocupada. Lucas desvió la mirada concentrandose aparentemente en un punto distante en la pista de baile. Numa abrió la boca durante unos segundos, sentia como le ardía el rostro y aunque no podía evitarlo, se sentia avergonzado como si le hubiesen descubierto haciendo algo malo y fuese a ser castigado por ello.
—Chica— era la voz chillona—pero cuanta gente que has traido hoy, Leo.
Sus ojos se dirigieron primero a Lucas, aparentemente satisfecho con lo que veia y luego hacia su hermana, a la cual se podria decir que la miró evidentemente con envidía.
—¿No nos vas a presentar Leo?
Lucas volvió a mirar a Numa sonriendo de costado, eso si que seria interesante.
—Bueno este es Lucas y ella es su hermana Manon— comenzó Leon señalando a los jovenes agregó– ellos son los mejores bailarínes del ambiente en todo Buenos Aires: Zeus y Saz.
Manon tuvo que hacer un esfuerzo supremo para no estallar en carcajadas, el joven rubio la miro con cierto reproche agregando con malicia
—Linda, te puedes reir todo lo que quieras, lo elegí con ese proposito. Después de todo, ¿quién puede asegurar que Zeus haya sido hetero y no una Queen como múa?
Manon comenzó a reir tentando al resto, solo Numa y Lucas permanecian en silencio.
Numa levantó la vista del suelo buscando la de Lucas pero este volvia a mirar hacia un punto perdido, aparentemente lejano a todo lo que sucedía.
Manon no sabia como escapar de aquella situación, para Leon no habia pasado por desapercibido el hecho de que ambos estaban callados, demasiado, se acercó por detras a Numa para abrazarlo pero este le rechazo con suavidad. Lucas lo volvia a mirar de reojo.
—Por mi no te cortes, no voy a decir nada en el instituto.— ciertamente las palabras se le habian escapado, su propio temperamento le traicionaba y los celos que se lo estaban comiendo por dentro.
Leon observó la escena más que interesado. El joven de los cabellos cobrizos fue el primero en hablar.
—Claro, ¿con qué cara vas a decir algo, si tú mismo estás aquí, moreno?– le guiñó un ojo a lo cual Lucas respondió con una sonrisa asesina.
—Son dos cosas un tanto diferentes—agregó acentuando las palabras.
A Numa se le cortó la respiración, seguramente lo habia visto bailar con Zeus, aquello ya no le gustaba. No era como lo habia planeado.
—Bueno, da igual, nos vamos…— agregó Lucas.
Leon aprovechando el descuido y la situación rodeó con sus brazos el cuerpo de Numa por detras escondiendo la cabeza en su cuello. Lucas lo miró con la garganta seca e intentando mantener una postura fria. Manon sujetó el brazo de Lucas para empujarlo lentamente, Leon parecia haber adivinado que Lucas tenia cierto interes en Numa porque lo sujetaba fuertemente entre sus brazos con una sonrisa de placer.
El llamado Zeus se despidió para escurrirse en una de las pistas de baile donde un grupo de personas parecia haberlo estado esperando.
Un grupo de 3 chicos se les acercó en aquel instante cortandoles el paso. Leon soltó inmedíatamente a Numa y sus ojos se concentraron en la primera persona, un joven de estatura media de ojos marrones y cabellos rubios. Parecia un modelo, sus ojos brillaban y sonreía como quien se siente conocedora de una situación.
—Leo.. tanto tiempo.—miró a Numa con cierto desprecio— se nota que has estado muy ocupado últimamente, vengo de parte de mi hermano, tengo un mensaje para ti.
Leon se pusó delante de Numa.
—Parece que tu hermano no tiene los huevos suficientes como para venir en persona.
El joven rubio se adelantó empujandolo.
—Más vale que te calles putito sino quieres que te rompa la boca ahora mismo.
Leon no se dejo presionar.
—¿Putito? ¿Yo soy el puto? Y entonces, ¿cómo llamas a la nena que tienes por hermano?
El rubio se le fue directamente encima, Numa intentó detenerlos pero ya era demasiado tarde, uno de los acompañantes agarró del brazo a Numa por la fuerza para quitarlo del sitio.
—Sueltame imbecil— gritó el joven mientras intentaba librarse.
El desconocido aunque no era de una gran contextura fisica le apretaba con fuerza el brazo impidiendole casi moverse, Numa preocupado en librarse no vio venir el puño del muchacho que le dio lleno en la mandibula.Lucas lo miró furioso y sin pensar en lo que hacia se dirigio hacia él empujandolo con fuerza, Numa aprovechó aquel movimiento del moreno para liberarse, intentó adelantarse, sin embargo Lucas lo empujó haciendolo a un lado.
— Vete.—su voz sonó profunda y fuerte.
El desconocido le clavó la mirada, aquello no le gustaba nada, no estaba acostumbrado a pelear pero que más daba, siempre era un buen momento para comenzar. El agresor cuya contextura física era mayor se le fue encima, golpeandolo en el pecho, la intención era obvia, queria tirarlo al suelo.
Lucas escuchó a su alrededor murmullos, gritos, miró de reojo durante un segundo la gente se habia amontanado alrededor de ellos emocionados por la pelea. Un poco tarde descubrió la tactica de su contrincante que se volvia para golpearlo, esta vez en un costado. Antes de que pudiese reaccionar, una gran mano lo agarró por la ropa, y con una fuerza increíble se vio literalmente arrastrado hacia fuera. El personal de seguridad de aquel lugar no era broma. Lejos sonaba la voz de su hermana pero entre todo el ruido no podía entender lo que decia. Aterrizó sobre el asfalto, le acompañaban el grupo de la pelea y algunos curiosos que intentaban no perderse detalles de la pelea que se desataba fuera del club nocturno.
—¿Qué te pasa marica?
Era la voz del tipejo con el cual se habia estado peleando, sonó a sus espaldas y presintió que aquello se pondria feo, después de todo no solamente eran más grandes que ellos sino que se notaba que no era la primera que se liaban a golpes. Antes de que se pudiese incorporar sintió un golpe en la nuca, un dolor intenso le recorrió la cabeza y por unos segundos se vio sumido en la mas completa oscuridad. Se obligó a levantarse haciendo caso omiso del mareo se arrojó a ciegas contra el agresor.
—LUCAS, ¡CUIDADO!
Era la voz de Numa, lo buscó con la mirada pero antes de que pudiese encontrarlo sintió sus manos empujarlo con brusquedad. Miró un tanto confundido. El otro joven lo miró sonriendo, ignorando a Numa por completo.
—¿Qué pasa? ¿Tiene que venir tu putita a salvarte el pellejo?
Lucas se acercó al instante. Pero Numa se le colocó delante.
—Vete—esta vez era Numa el que lo echaba—¡Qué te largues de una puñetera vez!
Lucas abrió la boca para hablar pero entonces se le heló la sangre, el agresor llevaba en la mano un objeto que bajo la luz desprendía destellos brillantes: una navaja.
A diferencia de él, Numa no solamente no parecia asombrado sino que por sus movimientos y su postura parecia saber muy bien como defenderse. Su hermana no estaba allí, y Leon todavía se encontraba peleandose con el otro joven, al cual parecia haber dejado ya casi fuera de combate. Lucas intentó acercarse por detras, pero el chico con la navaja se giró instintivamente haciendo movimientos rápidos con la mano, amenazandolo.
La voz de Numa sonó irritada esta vez.
— Lucas vete ya.. este es mi problema.
El aludido no podía creer lo que escuchaba. Numa arriesgó un golpe buscando el costado del joven al mismo tiempo que esquivaba la navaja del joven, al ver el movimiento defensivo de Numa y la posición del atacante, el cuerpo de Lucas reaccionó más rápido que su mente y se lanzó hacia el joven con todo el peso de su cuerpo, este trastabilló y ambos cayeron al suelo, Lucas se apresuró a inmovilizarlo con su cuerpo, de algo le servía ser alto. Numa se acercó rapidamente pateando lejos la navaja que el agresor habia dejado caer. Un hilo de sangre brotaba cerca de su hombro donde se dibujaba una linea roja. Numa lo miró durante unos instantes, estaba furioso, sus ojos verdes parecian querer asesinarlo.
–¿TÚ ERES IDIOTA O QUÉ?—clavó su mirada en los ojos negros mientras le golpeaba en la cabeza con la mano, se giró nervioso respirando profundamente, estaba tamblando, volvia a mirarlo— ¡¿Cómo se te ocurre hacer una cosa semejante?! No puedes hacer algo asi cuando alguien tiene una navaja. Si te quieres hacer el heroe, hazlo lejos de mi.
Lucas le devolvió una mirada cargada de odio, era un idiota. Deberia haberse largado cuando se le habia presentado la oportunidad.
Las sirenas de la policia sonaron en la calle, Lucas se incorporó alejandose del joven, la policia ya estaba allí, su hermana llegó corriendo desde el final de la calle mientras los oficiales vestidos de azul marino, los subian a los coches policiales, distinguió de reojo a Leo, el cual llevaba un feo corte en la mejilla izquierda y estaba evidentemente al entrar en el coche blanco de la policia provincial. Manon lo miró desde lejos guiñandole un ojo y haciendole un gesto de que se quedase tranquilo lo cual no sabia porque pero no le parecia una buena idea.
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