Dyanne intenta llamar a Jae-hyun, pero su llamada es rechazada varias veces, finalmente se cansa de intentarlo y suspira.

—Bueno, será en otro momento...ni siquiera le llegó, ¿Estará muy ocupado? – Se pregunta mientras mira el teléfono con pura preocupación en su mirada.

Sale del baño.

—Dyanne, ya estamos haciendo el desayuno, siéntate– Le dice Rafa con una sartén en la mano, traía puesto un delantal naranja, debajo una remera blanca y unos shorts negros, mientras estaba descalzo.

— ¿Te puedo ayudar en algo? – Pregunta acercándose a él y tomando unos saquitos de jugo.

—Claro, me sería de mucha ayuda ya que los vagos solo se sentaron a esperar– Pone una mano sobre su hombro mientras le sonríe y Dyanne le devuelve el gesto.

Un rato después.

—Bien, aquí tienen un par de huevos revueltos y jugo de naranja, además de eso unas tostadas cubiertas con mermelada de durazno y frutilla– Dice Rafa muy orgulloso del desayuno que preparo junto a Dyanne mientras ponía una parte de este sobre la mesa.

—Aquí tienen– Dice Dyanne mientras pone la otra parte del desayuno sobre la mesa.

—Gracias por la comida, dios– Dicen todos rezando mientras Dyanne y Rafa se sentaban a comer como los demás.

—Ya no sean así y dennos las gracias a nosotros— Se quejaba Rafa mientras giraba sus ojos y se disponía a comer, los demás ya estaban comiendo sin prestar atención a sus quejas.

—Es divertido estar con ustedes– Dyanne cubría parte de su boca con su mano para evitar reír, pero luego se dispuso a comer también.

Luego de terminar de comer y lavar los platos.

—Bueno, ¿Que podríamos hacer hoy? – Se preguntaba Liam mientras pone sus brazos cruzados.

—¿Te parece bien practicar baile un rato? – Sugiere Lison acariciando su barbilla.

—Me parece bien– Le responde Liam.

—¿Ah? – Dyanne siente que su celular vibra así que lo toma de su bolsillo.

"Lo siento hija, tuve que contarle. Él estaba muy preocupado por ti" Decía el mensaje.

—'¿Preocupado? ¿El?'– Ella piensa un poco y luego se da cuenta de quién habla.

Al mismo tiempo se escucha el timbre del departamento e inmediatamente Dyanne pone sus manos sobre la mesa y se levanta moviendo ruidosamente la silla y viendo en dirección a la entrada. Los demás la ven de forma extraña por su comportamiento, antes de llegar a decirle algo ella corre en dirección a la puerta mientras ellos se quedan extrañados mientras se miran entre sí, pero reaccionan luego de unos segundos y van por ella. Al llegar la miran mientras ella abre la puerta encontrándose con un chico de rasgos asiáticos, cabello castaño peinado hacia un costado, camisa celeste, pantalón negro y zapatillas blancas, sobre sus hombros colgaba una mochila.

—Jae-hyun– Dice alegremente con una gran sonrisa mientras salta a sus brazos y es atrapada sin problemas.

—Me tenías preocupado, tonta– Le dice sonriendo de oreja a oreja– Pudiste decirme algo...– La regaña mientras sujeta sus muslos para que no se caiga de sus brazos.

—Lo siento– Lo mira algo arrepentida– Todo fue tan rápido que no supe cómo reaccionar, ni que hacer. Lamento no haberte dicho, pero tú también deberías de haberte dado cuenta que no estaba– Dice con un puchero y ceño fruncido.

—Lo siento. Estaba muy ocupado con el equipo de fútbol ya que estábamos decidiendo quien me reemplazará, también estaba Marcos que quería salir conmigo y luego estaban mis clases de música y canto. Al final terminaba llegando tarde a casa, pero aun así sentía como si algo muy importante me faltará fue entonces cuando me di cuenta de que no estabas y le pregunté a la tía– Le dice mirándola con una mirada triste.

—Jae, no seas tonto, sólo fueron dos días o tres días a lo máximo. Eres muy sensible– Dice con una mirada triste con ganas de llorar mientras le vuelve a abrazar escondiendo su rostro en su cuello– Yo también te extrañaba– Jae-hyun acaricia su cabello mientras sonríe y la acerca más a su cuerpo.

Mientras tanto con los demás.

—¿Quién es el? – Pregunta Daniela con los ojos abiertos y parpadeando confundida.

—¿Y porque abraza a Dya? – Dice Liam frunciendo el ceño.

—Quizá sea un amigo– Dice Lison intentando aligerar el ambiente raro que se había producido.

—Los amigos no se abrazan así– Luka dice mientras cruza sus brazos.

—¿Que estás diciendo? Si nosotros siempre nos abrazamos así, pero sólo somos amigos– Dice Rafa en un intento de no sacar más conclusiones de la nada.

—¿Tu qué dices Rizzo? ...Rizz– Daniela vuelve a llamar a su amigo y se da la vuelta viendo como Rizzo tenía su mirada baja, su flequillo cubría sus ojos mientras sostenía su corazón.

—¡¡Rizzo!!– Grita Luka al ver a su amigo caer desmayado y se acerca a él.

—¿Qué le paso? – Pregunta Dyanne quien se acercó junto a Jae-hyun para ver a Rizzo.

Todos dejan de ver a Rizzo para luego ver al recién llegado con algo de resentimiento y preguntarse en sus mentes quien era y que hacía aquí.

—Liam, ayúdame– Dice Lison mientras toma un brazo de Rizzo y lo coloca sobre sus hombros.

—Bien, con cuidado– Liam coloca el otro brazo de Rizzo sobre sus hombros y lo llevan a su habitación mientras son seguidos por los demás.

—¿Que le habrá pasado? – Pregunta Jae-hyun con las cejas alzadas y con los brazos cruzados.

—No lo sé, pero quiero ver si está bien– Dice Dyanne preocupada y va con los demás. Detrás de ella va Jae-hyun.

Un rato después.

—Se encuentra bien. Sólo dejen que descanse y se sentirá mejor– Dice el doctor mientras salía de la habitación.

—Ok, gracias doctor– Le dice Daniela mientras lo acompaña a la salida.

—Disculpen chicos, no es que no quiera que descanse Rizzo, pero estoy preocupada por él y me gustaría ver que este bien cuando despierte– Dice Dyanne mirando a los chicos y a Daniela– El me cuido cuando yo me desmaye y siento que se la debo– Pone su mano en su cuello algo avergonzada por sus recuerdos de la noche pasada.

Todos a excepción de Jae-hyun se miran entre sí y asienten.

—Claro, Rizzo estaría agradecido- dice Luka sonriendo mientras acaricia la cabeza de Dyanne.

—Bien. Oh, lo siento por dejarte aquí cuando justamente viniste para verme– Se disculpa bajando un poco su cabeza.

—Está bien, nos gustaría hablar con él mientras tanto– Dice Rafa mientras mira a Jae-hyun.

—'¿Mm? ¿De qué querrán hablar?'– Piensa Jae-hyun– Bueno, no te preocupes Dya– Le dice levantando sus hombros en señal de despreocupación. Ella asiente y va a la habitación de Rizzo a cuidarlo.

—Entonces...– Empieza a hablar Daniela mientras se voltea a ver a Jae-hyun.

—¿Qué tipo de relación tienes con Dya? – De forma directa dice Rafa.

—¿Y porque te interesa saber? – Pregunta metiendo sus manos a los bolsillos de su campera mirándolo sin interés.

—No respondas con otra pregunta– Dice Liam molesto.

—Sólo dilo– Luka gira sus ojos algo irritado.

—Somos hermanos, ¿Acaso no es obvio? – Saca una mano de sus bolsillos mientras señala con su dedo índice su rostro.

—Por favor, es muy obvio que no son parecidos, deja de jugar– Dice Rafa perdiendo la paciencia.

—Oh, entonces– Jae-hyun acomoda su cabello mientras camina hacia uno de los sillones y se sienta cómodamente en él– ¿Me estás discriminando por no parecerme a ella?

—No, no. Lo que quiso decir él es...– Lison trataba de encontrar las palabras adecuadas.

—Ya, ya. Sólo estoy jugando con ustedes– Sonríe con diversión acomodando su cabello de nuevo– Bueno, ¿Dónde quieres que comience? ¿Quizá por la parte donde conozco a Dya o donde mueren mis padres y su madre me adopta? – Se quedan en shock por un momento mientras Jae-hyun había dejado de sonreír– ¿Qué parte les resulta más interesante? – Su voz era demasiado fría, pero los demás ya no tenían la valentía de remarcar nada sin arruinar aún más la situación.

—Ah, lo siento nosotros no quisimos...lo siento por eso– Se disculpa Liam bajando la cabeza al igual que los demás que se sentían incómodos en esos momentos.

—No importa, fue hace años y ya lo superé– Suspira mirando hacia el techo.

El aire se sentía demasiado tenso e incómodo. Tanto Luka como los demás no encontraban palabras para llenar aquel silencio que se formó en la sala en tal solo segundos.  Todo parecía tan pacifico hace tan solo unos minutos, era sorprendente lo rápido que podía cambiar el ambiente con tan solo una visita.

—En fin, pónganse cómodos. Les voy a contar un poco de nuestra historia si quieren– Sonríe levemente mientras se acomoda mejor en el sillón.

Los chicos y Daniela hicieron caso y se pusieron cómodos para escuchar atentamente al chico frente a ellos.