Hacia un día soleado y caluroso.
Caminando hacia la salida iban unas cinco chicas algo agotadas por el día tan cansado de escuela que tuvieron.
—Que fastidio– Dice una chica de cabello largo y castaño con una expresión agotada y gotas de sudor cayendo por su frente. Lleva una campera liviana violeta, unos pantalones negros y zapatillas negras, en su espalda lleva su mochila.
—Si. Hoy hacia mucho calor y nos vinieron en picada con tanta tarea, encima educación física con este calor, es demasiado– Sacude su mano cerca de su cara para darse algo de aire– Un calor tengo. Emi sácate esa campera que me da calor a mí de solo verte– Dice otra de cabello con rulos, castaño y con puntas rubias. Lleva una remera celeste con un dibujo de un gato, un pantalón rosa y zapatillas azules, en su brazo izquierdo lleva su bolso escolar.
—Isabella tiene razón, te va a agarrar algo con eso– Dice otra de cabellos castaño oscuro hasta la cintura. Remera negra, pantalón azul oscuro y zapatillas blancas, lleva su mochila en sus hombros. Se acerca a una de las más enanas del grupo y le empieza a sacar su campera bajando el cierre.
—Bueno, bueno. Natalia, ya me la saco yo sola, es que me incomoda un poco solo tener remera, y tampoco me traje desodorante por si transpiró– Niega estando acalorada y con sus mejillas rosas mientras se saca su campera y la pone en una parte de su mochila para que no se caiga.
—Qué más da, que se aguantes los idiotas, ni que ellos olieran a rosas y más con este calor, encima ellos tienen educación física antes de salir, y cuando vuelven a entrar se echan un baño de desodorante para no oler mal, ni se darán cuenta si estás transpirando. Así que, que te valga Emi– Dice la de cabellos oscuros quejándose.
—Eso, Natalia tiene razón, que te valga– Dice la de cabello negro corto. Lleva una remera negra, encima una campera negra, pantalón negro ajustado y zapatillas negras.
—Eh...Mira quien lo dice, a mí me da más calor verte con esa campera, yo por lo menos tenía puesta una campera liviana, llego a tener la tuya y me fundo, Ann– Decía con una sonrisa Emi mientras la señalaba.
—Ah, tiene razón. La que debería estar sacándose la campera seria Ann– Dice la más alta con una mano en la cadera mientras asiente de arriba a abajo con su cabeza. Cabello castaño con rulos, lleva una remera rosa con unicornios en ella, un pantalón negro y zapatillas blancas, en sus hombros su mochila.
—Elaine tiene mucha razón, esa campera es como un horno. Ven que te agarro– Dice Natalia corriendo hacia ella porque Anna estaba corriendo sin ninguna gana de sacarse el abrigo. En un momento Isabella las siguió también. Mientras tanto, las dos restantes reían por la situación.
"Hace calor para que corran y encima una de ellas lleva campera, le podría pasar algo, ¿Sabes? Deberías detenerlas si te importan"
—¿Que dijiste? – Pregunta Emi a su amiga alta con cierto tono de pánico en su voz que no fue notado por la más alta.
—No dije nada– Dice Elaine parpadeando confusa para luego seguir viendo a sus otras amigas con una sonrisa.
—Ah, me pareció escuchar una voz, creo que el calor y cansancio me está afectando– Sonríe con algo de cansancio mientras pasa una mano por su frente– Voy a buscarlas, la podrían pasar mal si corren con este calor– Dice preocupada mientras empieza a caminar fuera del asfalto para ir a la calle y luego llegar a la plaza donde se encontraban sus amigas corriendo.
"Si me importan, ¿Es lo que estás pensando justo ahora? Dime, ¿Vas a correr acaso? También te hará mal a ti, ¿No te preocupas por ti misma?"
—'Ay, otra vez esa voz...'– Piensa con irritación e incomodidad. Se queda parada en medio de la calle mientras sus ojos se vuelven algo oscuros y sin luz– 'no me puedo mover, ¿Por qué pasa esto?'– Piensa con algo de temor y angustia al no poder mover ni un músculo.
"Cálmate, no te pasará nada, solo quédate así unos minutos hasta que pase algo bueno, hasta que pase por encima de ti al menos..." Dice esa voz sin ninguna emoción alguna.
Tan silenciosa que nadie escucha, pero tan oscura, se adentra hasta lo más profundo de uno mismo hasta quitar la luz en tu interior.
Un auto se iba acercando a gran velocidad y Emi no se movía ni un milímetro y eso la estaba desesperando y había comenzado a respirar de forma agitada.
—¡Emilia! – Grita la más alta mientras la jala hacia ella alejando su cuerpo de una vez de la calle. Mientras el auto pasa delante de ellas sin detenerse, y de pronto ya no estaba al cruzar la esquina– ¿Que te paso? No te movías, me asustaste– Con algunas gotas de sudor cayendo por su frente y su respiración agitada pregunta la más alta con mucha preocupación.
—Elaine, Emi– Dicen las tres chicas corriendo hacia ellas después de ver lo sucedido.
—Ah, chicas volvieron. ¿Terminaron de jugar? – Dice saliendo de su trance y preguntando con una pequeña sonrisa dejando de lado conscientemente a esa voz.
—Casi te atropella un auto, como que "¿Terminaron de jugar?" Ahora no es el momento de hablar sobre eso– Grita con cierta molestia Natalia.
—Natalia Tiene razón, ¿Por qué te quedaste quieta? – Pregunta con cautela Anna.
—¿Yo hice eso? – Dice Emi con confusión en su rostro, siente un pequeño dolor en la cabeza y se toca la frente– Quizá no preste atención, está bien. Ya está todo bien, y parece que lograron sacarle la campera a Ann– Sonríe con diversión al ver a Isabella sosteniendo la campera de Anna con su brazo estirado hacia arriba para que ella no lo agarrara la más baja, cosa que le causó gracia a todas.
—Maldita aprovechada de su altura– Murmura Anna.
—Cosa de ser más bajas, ¿O no? – Le sonríe con diversión Emi a la de misma altura que le corresponde con la misma sonrisa sincera.
—Bueno, ¿Quieren ir a mí casa hoy a pasar un rato? – Pregunta Natalia a todas.
Todas asienten. Mientras caminaban en dirección a la casa de Natalia, mientras tanto Emi pensaba en lo ocurrido y como no se pudo mover ni parpadear por unos segundos, como si algo o alguien la controlará.
—Entonces ¿cómo te va con tu novio, Emi? – Pregunta Anna de forma pícara y con una sonrisa ladina.
—Eh...– Mueve un poco su cabeza para salir de sus pensamientos y les da una sonrisa– Bueno, creo que no tan bien que digamos. Últimamente siento que me ignora y ni siquiera corresponde a mis abrazos...– Lo dice mientras mira al frente del camino con una mirada decaída.
—Quizá estés siendo muy cariñosa ya él no le guste eso– Responde Elaine como sugerencia.
—Puede ser que tengas razón– Concuerda Isabella– Emi es muy cariñosa ya veces no sabe cuándo parar de abrazar o de dar cariño a las personas que quiere– Ríe un poco como las demás mientras la recién nombrada se sonrojaba un poco sin negar.
—Intenta ser menos pegajosa y quizás se sienta menos incómodo– Aconseja Natalia de forma cautelosa.
—Lo voy a intentar y si falla que alguna me estire la mano o me lleve con ustedes– Dice para finalizar con la conversación mientras los demás asienten y empiezan a hablar de otros temas.
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