El salón se quedo en total silencio después de aquellas palabras. Tadeo tomo sus cosas y salió del aula sin mirar atrás. Raúl que había quedado atónito, cuando le vio salir, tomo sus cosas y corrió detrás de él. No entendía lo que acababa de pasar, cual podría ser la razón detrás de las palabras dichas por Tadeo. Raúl siguió avanzando hasta ver a Tadeo frente a su oficina. Le grito al tiempo que se detenía bruscamente a su lado, respiro suavemente y alzo la mirada. Tadeo con ojos fríos y una voz seria musito ‘Aquello que dije en el aula también aplica con usted joven Raúl’ antes de entrar a su oficina y cerrar la puerta tras de él. Tadeo alcanzo a escuchar a Raúl soltar unas lagrimas antes de irse. ‘Esto es lo mejor’ se dijo, ‘Raúl estará bien’ pronuncio mientras su rostro se llenaba de frustración y dolor.
Después de la escena en la puerta de la oficina de Tadeo, Raúl se fue llorando hasta su casa y no salió de su habitación hasta la mañana siguiente. Pese a que quería encerrarse en su habitación y no volver a salir nunca, Raúl sabia que esa no era una opción. Con desgano se levanto de su cama, se preparó y se dirigió a la universidad.
Tadeo había llegado más temprano tratando de evitar hablar con los demás profesores respecto a lo sucedido el día anterior y al mismo tiempo encontrar un lugar lejos de los alumnos. Logro encontrar un pequeño almacén en el piso superior. Cansado de todo se acomodó cerca de la pequeña venta de aquel lugar pensando en el estudiante dedicado que siempre estaba presente y comprometido con sus estudios, a quien trataba de proteger estando lejos. Le dolía enormemente que sus futuras interacciones se fueran a limitar a la clase, pero creía que era lo mejor.
Sin embargo, el ruido fuera de la ventana le demostró su gran error. En la entra se encontraba un gran grupo de alumnos haciendo un circulo alrededor de Raúl quien con la mirada baja solo sostenía su mochila frente a él mientras le gritaban y empujaban. Tadeo desde su escondite se lleno de preocupación por lo que pasaba, pero fue incapaz de mover un solo musculo. Mientras tanto Raúl que seguía lastimado por las palabras de Tadeo, recibiendo la agresividad de todos aquellos que le culpaban por lo sucedido. Y fue cuando intentaron arrebatarle la mochila, que su actitud dócil desapareció. Comenzó una fuerte pelea que termino con todos los involucrados en la oficina del director mientras Tadeo se mantenía a la distancia.
Raúl fue el último en pasar con el director. Explico detalladamente la situación, desde sus platicas con el profesor Tadeo para ampliar sus conocimientos, hasta el anuncio del día de ayer que había suscitado la pelea de hoy. El director, un hombre de unos 75 años y de mirada firme, le escucho atentamente y antes de comenzar a hablar pidió que le trajeran las grabaciones de los lugares y fechas que Raúl había mencionado. Minutos mas tarde el director confirmo las palabras de Raúl, se disculpó fervientemente; le menciono que había notado que antes del acontecimiento de ayer, Raúl tenía buena relación con el profesor Tadeo, así que le pidió que mediara la situación para mejorar el ambiente en la institución. Contrario a lo que esperaba el director, Raúl se negó a hablar nuevamente con Tadeo, indican que había dejado claro que solo quería una relación profesor alumno con todos aquellos que atendían a clases. El director entendió su postura y le pidió permiso para entonces encontrar una forma de arreglar la situación y brindar nuevamente un ambiente cálido para todos los estudiantes. Raúl le informo que mientras no le hiciera hablar con Tadeo el estaría dispuesto a aceptar cualquier plan que tuviera.
Llego la hora de la clase de Tadeo, y Raúl entro al aula como si nada pasara, se sentó en su lugar usual esperando que el pelirrojo entrara. Cual seria su sorpresa al ver que el secretario del director entro por la puerta. ‘A partir del día de hoy y durante una semana en vez de venir a clase, tendrán la oportunidad de probar que han adquirido de manera correcta el conocimiento transmitido por el profesor Tadeo. Se le asignara a cada uno un grupo de 2 estudiantes de preparatoria y 2 de maestría a quienes les darán clases. Asegúrense de realizar un buen trabajo ya que de ello dependerá su calificación. Retírense en orden, a la salida encontraran una caja de donde sacaran el nombre y forma de contacto de sus 4 estudiantes. Excelente semana’ Dijo el secretario mientras extendía una mano indicando el lugar de la caja. Todos se pararon y poco a poco fueron tomando su respectivo papel. Raúl se levanto de su lugar, pero antes de ser capaz de ir por su papel el secretario clamo en voz alta ‘Joven Raúl en su caso, debido a la situación de la mañana, no se le permitirá entrar en el sorteo como a los demás. Por favor diríjase al despacho del director para que se le asigne su grupo de alumnos’.
Entre murmullos y risas Raúl se abrió paso fuera del aula y se encamino al despacho del director. Aunque los comentarios de sus compañeros deberían alterar a Raúl el solo pensaba si esto seria parte de lo que el director consideraba mejor para regresar el buen ambiente a la universidad.
Por su parte Tadeo había sido llamado desde temprano a la oficina del director y le habían mantenido allí mientras el secretario se encargaba de dar aviso a sus alumnos de lo que pasaría la siguiente semana. ‘Tadeo, te conozco desde que eras un niño’ comenzó el director ‘¿Podrías explicarme por qué estas actuando de esta manera?’ dijo con notoria preocupación en su voz. ‘Sr Cortez no veo como el marcar limites con mis estudiantes seria algo de lo cual deba preocuparse’ aclaro Tadeo de manera tajante. El hombre de cabellera blanca endureció su mirada color ámbar y dijo en tono severo ‘Quizá para ti no, pero como director de esta institución debo tomar como un problema toda situación que afecte de manera negativa, por lo que a partir de este momento quedas suspendido, retírate de las instalaciones y no vuelvas por una semana’. Los ojos color esmeralda se abrieron como dos platos al tiempo que se paraba ferozmente para replicar, pero con un vistazo al pequeño y delgado hombre frente a él que le dedicaba una mirada fría, se detuvo y se dirigió a la puerta. ‘Espero que sepas que es lo que estas haciendo’ le gruño Tadeo al director al tiempo que abría la puerta. Al dar un paso al frente sintió como su pecho chocaba con algo y un leve quejido se escuchaba. Tensó el cuerpo al tiempo que bajaba levemente su mirada para ver a Raúl quien se sobaba la nariz debido al choque.
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