Please note that Tapas no longer supports Internet Explorer.
We recommend upgrading to the latest Microsoft Edge, Google Chrome, or Firefox.
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
Publish
Home
Comics
Novels
Community
Mature
More
Help Discord Forums Newsfeed Contact Merch Shop
__anonymous__
__anonymous__
0
  • Publish
  • Ink shop
  • Redeem code
  • Settings
  • Log out

Mi insólito matrimonio es un disparate del universo como sospechaba

La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

Jan 09, 2024

Feliz vida de casados, no olvide, besar a la novia. -

 

 

 

Al otro día el timbre sonó de una forma que parecía que explotaría del sonido. El perro de la casera que habita la planta baja comenzó a ladrar. Estaba plenamente dormido y mis ojos se abrieron rápidamente, como me incorporé de forma fugaz. El ruido sí que era terrible para la audición. No dudé en ir directo a la puerta. Debía terminar con ese alarido musical del ¡¡¡Ring!!!

-          ¡¡¡YA VA!!! – Manifesté con mi peor voz de borracho carraspeando. -

 

Al abrir la puerta, una figura con un vestido floreado y gafas de sol esperaba impaciente cruzada de brazos y tarareando con su pie derecho aprovechando su zapato el suelo con movimiento continuo. De ser así, me dije que debía ser muy ansiosa. Su cara parecía la de la típica persona que espera una hora que venga su pareja.

-          Hasta que te dignaste a abrirme la puerta ¡¡Mmm!! ¡¡¡Querido!!! No es saludable hacer esperar una dama – Dice señalándome con su dedo de la mano derecha gesticulando la molestia por la espera.

-         ¿Tienes una idea de la hora que es? – Acto seguido de decirle eso, bostecé. Claro que me pidió que me tape la boca con la mirada.

-          ¡Ya déjame pasar! Traje el desayuno. -

-          ¿En serio? ¡Eres genial! – Aún seguía un tanto dormido. -

-          ¡Claro que lo soy! – Se dijo así misma. -

-          ¡Qué modesta! – Ironizo con gesto muy desdeñado – ¿Y tus cosas? ¿Solo esa maleta?


 

-          Pienso comprar todo. Aquí solo tengo unas prendas.

-          Bueno, puede usar lo que precises. Estás en tu casa – Le sonrío –

¡Haré café!.............

-         ¡Gracias!... - Ella ingresa. Nuevamente, y observa el ambiente. Parecería que leyera todo el alrededor milimétricamente. Podía verla desde la cocina.

-          ¿Ocurre algo?

-          ¡Te faltan algunas cosas!

-         Eso es tener habilidad para el descubrimiento. Es que no he tenido tiempo de hacer compras.

-          Tampoco eres un gran decorador.

 

¡Estemm!..¡Bueno!..¡No es mi fuerte!........... – Éstos cumplidos de mañana son alentadores como para tirarse de un precipicio me dije. -

Esta mujer, tiene una energía. Ni siquiera el sol había salido, y ella estaba aquí re-planeando la vida de casados. Y me duele la cabeza por cierto. Tengo una ligera sensación de que las reglas de convivencia van a ser bastante arduas.

 

 

-          Bien veamos. ¡Te faltan cosas eso es seguro! ¿No veo el refrigerador?

-          ¡De hecho no tengo! – Expliqué con delicadeza

-          ¡¡¡¡¿Cómo que no tienes refrigerador?!!!!

-          Bueno, a decir verdad, soy un poco descolocado con estos temas domésticos. -

-          ¿Tampoco televisión?, ¿Y usas un móvil bastante viejo? Te preguntaría si eres de esos que aman el minimalismo, y la vida fuera de lo material. Pero no lo haré, no soy quien para juzgar, si hay que hacer reformas en tu vida.

-          El material inunda el alma de elementos inútiles. ¿Para qué dije eso? ¡Ah! Es lo que siempre aclaró cuando ocurren estas situaciones. -


 

-          ¡No seas payaso cariño!, ¿Y seguro me dirás que compramos basura que no necesitamos? Te conseguiré lo necesario. ¡Dios! ¿Cómo fue que sobreviviste?

-          ¡No! Claro que no. Bueno, sí. ¿Puedo desayunar primero?

-          Permiso concedido – Y colocó un rostro siniestro. Me serví un café, y le serví a ella. -

-          Bueno, haremos lo que quieres – Dije sin dudar – ¡Esta mujer sí que sabe convencer!

-          ¡Claro qué se convencer! – Se enfada – Y no es lo que quiero, es lo conveniente para ambos. – Señala con el dedo hacia mí extendiendo el brazo– Júpiter, hay que cambiar, de eso se trata. Recuerda, solo tienes una vida. -

-          ¿Otra vez me oíste? ¡Cielos! Me da pánico -

-          Si no quieres que te oiga, no hables en voz alta lo que piensas.

-          Bueno resulta convincente. Aunque la cuestión es que siempre he vivido con pocos objetos.

-          Apuesto que tienes un pantalón único. Dos camisas, un par de zapatillas. Y lo que sobra de la comida, lo guardas al otro día, y las sobras de las sobras de la sobra hasta que tenga vida.

-          Ésta mujer parece vidente. – Pienso.

-          No lo soy. Es fácil detectarte. He aprendido bastante de los registros.

-          ¿Otra vez me escuchaste? ¡Estemm! ¿Registros?

-          ¡Ay! Información, tú sabes.

-          ¡Debe tener experiencia en noviazgos, o casamientos! – Fruncí el ceño. Ahora su rostro se puso como el color de sus ojos. – Bueno, prometo modificar todo para bien.

-          ¡Lo haremos juntos! Si hay algo que moleste, solo dilo ¿Sí?

-          ¡Mm! ¿No lo sé? No conozco mucho de ti.


 

-          Te puedo decir mucho de mí. Me encantas los cielos rosados, el aroma de las cascuelas. Vacacionar en las Plegades internas ¿Qué más?

Mi rostro se modifico de alegre ¿A qué rayos está diciendo?

 

-          ¡Danna! ¿Por qué me miras así?

-          No, no es nada. Me interesa eso de las cascuelas. ¿Danna?

-          ¡Ahh! Te encantarán. ¡Ah! – Y se queda pensativa ella. Olvida lo que dije. Danna, es sinónimo de cariño en mi tierra. Son locuras mías. Cuando haya algo que no comprendas. No intentes discernir, solo haz de cuenta que no oíste nada ¿Enterado?

-          ¡¡¡Siii!!! ¡¡Vaa!! No importa, no está de más un poco de fantasía.

-          ¡¡Sí!!, ¡¡claro!! – Confiesa mirando hacia otro lado.

-          Bien, te prepararé café. ¿Qué te parece? Y vamos por un refrigerador

-          La primera opción es satisfactoria y la segunda imparto mi orden.

-          ¿Eh?

-          Que quiero café, y el refrigerador es por mi cuenta.

-          No, pero no estaría bien.

-          Silencio – Y se coloca como en posición de defensa –

-          ¿Ocurre algo?

- ¡¡¡Shh!!!

-          ¿Qué será? – Pensaba con dudas. Mi semblante creyendo en algún problema cotidiano. -

-          ¡¡Ahí!! ¡¡No te escaparás!! – Se incorporó de la silla, y fue de inmediato hacia la mesa de mostrador allí la levantó con fuerza – Toma esto enemigo despiadado, y con un zarpazo de su mano aplastó el suelo haciendo temblar el piso. Mis piernas temblaron como la mesa y otros objetos de la casa. Poco, que tambalee casi al suelo ¡¡Sii!! Soy la heroína de Hermidos!!


 

-         ¿Eh? – Ahora sí que estaba confundido – ¡Eh! Está bien señora de Ruppert.

-         Sí, he detenido al único enemigo despiadado. Aunque confieso que son bastante débiles aquí – Expresa con altanería y rostro victorial.

-         ¿Débiles? ¿A qué te refieres? Al observar el suelo una cucaracha estaba aplastada como lamina.

-         ¡Ah yo me entiendo! – Dice con una risita discreta tomándose la cabeza en forma de despistada – En fin quiero otro café y con dos de azúcar.

-          ¡Qué agradable dama!

 

Con todo el alboroto los vecinos con seguridad se quejarán, Tal vez Luna también. Se habían mudado otros, y siquiera los conocía solo al artista loco, la que se encuentra al lado de mi departamento, y Esa chica a quién conocí en el día de ayer. Sé que había otro vecino unos años mayor, un escritor, y una pareja de casados. Y aún faltaba completar parte de los departamentos, pues eran como he explicado Apart Hotel, a nivel hogar, de los cuales fueron construidos por una dama muy exótica y extraña, que de nombre Anabella, como la muñeca poseía. Claro que no era ni una muñeca, ni estaba poseída. Si lo pienso bien, su rostro era muy parecido. De todas maneras no tiene importancia, solo firmé el contrato con ella. Sus modales refinados y a la vez locuaces, me daban de pensar que era una dama victoriana de Inglaterra del siglo XIX.

-          Quiero que muchas personas puedan disfrutar de mis departamentos.

-          ¡Ah! Está bien – Expresé sin ganas de platicar. –

 

De ello, esta historia de mi casa, es algo amplia, aunque no ondearé en el asunto. El insipiente matrimonio me tendrá ocupado, sobre todo con una mujer que reformaba como si fuera un arquitecto de modas el hogar.

Gaia concluyó su bebida, y me llevó obligado al baño.


 

-          ¡Danna! ¿Qué es esto?

-          ¡Pues! ¡El baño! -Expliqué sin entender la pregunta. -

-          Si, ya lo sé – Ironiza ella – ¿Eso?

-          ¡La bañera!

-         ¡Ah! Gracias por tu entendimiento ¡Claro que se que es una bañera! ¡Pero esta demacrada!

-         Bien, ¡No tengo mucho tiempo de limpiar! Debería ir al trabajo en unas horas, y luego al curso de la universidad.

-          ¡Tiene manchas!

-         ¡Oye! ¡Esas manchas ya estaban! Y son una decoración de arte abstracto– Explique de brazos cruzados como evadiendo la culpa con escusas. –

-         ¡Esas manchas ya estaban! – Imita mi voz – Señor poca limpieza, que te parece si las quitamos. Y como artista no sabes nada, de nada. -

-         ¿Eh? Son parte de la vida hogareña, como mi arte al descuido de la limpieza. -

Me miro con ojos de tigre Gaia.

 

-          Bueno, compraré un líquido especial para ello.

-          Lo haré yo, tú debes ir a trabajar. –

-          Pero no es necesario.

-          ¡Sí! ¡¡¡Es necesario!!! ¡¡¡La piel se arruina!!!

-          ¡Vaya que coqueta! -Expresé murmurando. –

-          La piel está compuesta por dos capas la epidermis y la dermis. La epidermis para que sepas tiene células planas y escamosas, que contienen la queratina. No todas las bacterias que están alrededor pueden ser aniquiladas por los mecanismos de defensa. La bañera debe estar en condiciones con un agua templada de 30 grados. Eliminando todo tipo de bacterias que pudieran ser nocivas. Y claro está que tampoco debe ser mu y caliente de grasas y aparte…..


 

-         Escuchaba atentamente todo lo que decía, pero una parte de mi cerebro se perdió en su retorica falaz – Me dije por dentro – ¡No entiendo nada! –

… y aparte tener un lugar en condiciones visuales perfectas aumenta de forma positiva el bienestar del arte del baño. ¿Todo es arte, entiendes?

Asentí, mientras mi mirada se desvanecía en el horizonte de la ventana.

 

-          ¡¡Júpiter!! ¿Me estas escuchando?

-          Sí, claro – Confesé con la mirada pétrea – Si, compraré el liquido. -

-          ¡Bueh! Ya te dije que lo haré yo. Compraré vinagre y bicarbonato

-          ¿Eh? Pero eso se limpia con lavandina.

-          ¡Ah! ¡Júpiter! Esos químicos son destructivos. Protege al planeta.

-          ¿Pero las manchas?

-          ¡No te preocupes! ¡Se bien como eliminarlas! Tu puedes ir tranquilo

 

Tiene un temperamento tal que no me atreví a discutir siquiera sobre las indicaciones. Saqué justo mi celular para observar algo, y los mensajes. Cero mensajes tiene usted. Ella se percato de mi móvil.

-          ¡Danna! ¿Eres como un ermitaño no?

-          Claro no, solo no soy sociable. Nada más – Me cruce de brazos con rostro de enfado. –

-          Ya se – Dijo colocándose el dedo en el labio pensando - ¿De pequeño nunca te escribía nadie no?

-          Para tu información tengo el numero de una chica

-          Tienes el numerooo?? ¡Ah! Soy yo. -

-          Bueno tenía que tener tú número – Admití – tu me lo diste. Eso es parte de ser social al aceptarlo

-          Bueno la amabilidad puede ser un indicio de crueldad a veces

-          ¿Insinúas que me lo diste para torturarme con mensajes?

-          Solo para darle vida a tu aparato. O un motivo para tenerlo


 

-          ¡¡Graciosa!!. – Dije con sarcasmo. -

 

No sabía si enojarme con Gaia y aceptar ese comentario falaz pero axiomático. -

 

Igual me escribía y yo a ella. Era junto a un par de personas más los únicos contactos. Y mi familia por supuesto. –

-          ¡Mi familia me escribe para que sepas! Mi madre lo hace a la mañana temprano, para saber cómo se encuentra su hijo. -

-          Bueno ser compasivo no cuesta más que un movimiento de dedos, y más a la mañana temprano cuando se está dormido - Afronta la realidad – Nadie te escribía hasta que llegue a tu vida. –

En parte tenía razón, No había fallas en su pensamiento tajante y mordaz en el arte de ser sociable. Pero ser antisocial tiene sus beneficios de paz.

 

 

-          Bueno es mejor que me retire – Dije – ¡Adiós Gaia! – No sabía cómo saludarla. Somos marido y mujer. -

-          ¡Adiós Danna! – Y me dio un beso en la mejilla sonriente. – Como que me sonrojé por ello. –

-          ¿Está bien? – Expresó preguntando como con cierta duda – Estamos recién casados, pero ello no quiere decir que tengamos una relación consumada efectivamente ¿O no don Jupiter?

-          ¡Estem! No comprendí muy bien. ¿Estamos casados? ¿Sin una relación consumada?

-          Claro de dónde vengo primero te casas, y luego te relacionas. Ya te lo he dicho. -

-          No he escuchado nunca eso. -

-          ¿Ayer no recuerdas?

-          ¡Fue todo tan repentino! Toma un juego de llaves. Así podré irme. -


 

-          Fue un éxito diría.

-          ¿Éxito? ¡Si tienes razón! – Y me retiré tarareando una canción de amor de The Beatles. All you need is love…

-          ¡Ah querido! Lo olvidaba. – Gaia me detiene – Toma – y de su bolsillo saca una caja pequeña de terciopelo. Al abrirla, había dos anillos. – No está bien que una pareja de casados no tenga su anillo, ¿No lo piensas así?

-          ¿En serio los compraste? - Pregunte sorprendido

-          No, lo tenía guardados desde pequeña, para éste día.

-          ¡Wow! ¿De verdad?

-          ¡Claro que no! – Me mira con rostro de que se supone que estoy pensando – Lo traje, pues en algún punto es la prueba nupcial de nuestra unión. ¡Es importante!

-          ¡También es importante realizar una fiesta! Y una boda por iglesia católica – Cristiana.

Ella lo piensa.

 

-          No soy cristiana, así que no será necesario. ¿Tú lo eres?

-          En cierto sentido, se podría afirmar que sí, pero no soy un devoto de ello.

–

-          ¡Perfecto! Ve tranquilo cariño. – Y me saluda con la mano. -

 

diegocouse
diegocouse

Creator

Comments (0)

See all
Add a comment

Recommendation for you

  • Secunda

    Recommendation

    Secunda

    Romance Fantasy 43.2k likes

  • Silence | book 2

    Recommendation

    Silence | book 2

    LGBTQ+ 32.2k likes

  • What Makes a Monster

    Recommendation

    What Makes a Monster

    BL 75.1k likes

  • Mariposas

    Recommendation

    Mariposas

    Slice of life 220 likes

  • The Sum of our Parts

    Recommendation

    The Sum of our Parts

    BL 8.6k likes

  • Siena (Forestfolk, Book 1)

    Recommendation

    Siena (Forestfolk, Book 1)

    Fantasy 8.3k likes

  • feeling lucky

    Feeling lucky

    Random series you may like

Mi insólito matrimonio es un disparate del universo como sospechaba
Mi insólito matrimonio es un disparate del universo como sospechaba

1.2k views1 subscriber

Júpiter Anónimo Ruppert, es un tipo común y corriente; antisocial, e inteligente. Un día caminando de la universidad a su casa, se cruza con una mujer extraña y se enamora a primera vista. Le pide una cita, y ante un descuido de ella, la salva de un accidente. La dama acepta esa cita, pero a cambio debe casarse con ella, y él sin dudarlo acepta. Allí comienza ésta aventura desopilante, y todas las situaciones extrañas, e insólitas, cómicas que él, y todos los personajes que se relacionan con aquel matrimonio viven. ¿Gaia? ¿Quién, o qué es Gaia? ¿De dónde viene, y por qué?
Subscribe

41 episodes

La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

La esposa. Retorno y nuevas personas que llegan a mi vida por motivos curiosos.

49 views 0 likes 0 comments


Style
More
Like
List
Comment

Prev
Next

Full
Exit
0
0
Prev
Next