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Planeta Terraire
Lunes 16 de mayo de 2022
Escalera Infernal
05:00 am
-Es mejor que te quedes aquí por un rato mi pequeño Archie.
Besé la frente de Archie. Estaba a punto de besar sus labios, pero me detuve en seco y me levanté rápidamente.
Antes de irme, le di otro pequeño beso en la frente y le acaricié el cabello una última vez.
Me encantaba acariciar su cabello, pero el jamás me dejaba, asi que tenía que aprovechar ahora que estaba dormidito.
Definitivamente a Archie si le quedaba perfectamente la frase de "calladito te ves más bonito". Porque cuando habla parece que solo es para que nos agarremos como perros y gatos.
Asi tan quietecito, se ve tan lindo. Además, sé que cuando esta dormidito, nada malo le puede pasar.
Creo que hoy fue el primer día donde pudimos intercambiar más frases y palabras que nunca, pues la mayoría de las veces terminamos agarrándonos de las greñas.
La conversación que tuvimos antes me recuerda a los viejos tiempos, donde solo reíamos y nos divertíamos.
Pero nada de eso existe ahora.
Aunque, sé que algún día todo regresará a ser como antes o al menos eso es lo que desearía. Pero me doy cuenta de que poco a poco el Archie que yo conocía se desvanece, al igual que cada uno de los fragmentos de sus recuerdos olvidados.
Puede que vuelva a su antiguo yo o puede que ya no, pero sé que él aún está ahí.
Por eso no importa cuantos días, meses o años me tome. Se que yo lo regresaré a lo que era y cuando eso suceda, volveremos a reírnos y divertirnos como antes.
Pero para que eso pase, debo hacer un montón de cosas y lamentablemente tengo muy poco tiempo para lograrlo.
Así que debo aprovechar el tiempo lo mejor que pueda y aquí es donde inicia mi plan; uno que solo yo conozco.
Debes comprender, querido lector que quien ahora controla este cuerpo inerte ya no es Archivaldo, sino yo; Pierrot.
Debemos dejar que Archie tome un descanso.
Tranquilo o tranquila, no es que él este muerto, digamos que está en su camerino, pues en este momento los reflectores no están sobre él, pues ha dejado de ser la estrella de este libro y obviamente durante este tiempo el protagonista; seré yo.
¡Taran! Espero que hayas entendido un poco como funciona con esa aclaración pedorra, pues por el momento no estoy para explicaciones más largas.
Quizás más adelante y cuando este de buenas, te dé una mejor explicación o tal vez el otro idiota pueda hacerlo algún día, ya que él es mejor en todos estos temas que yo.
También es importante que comprendas, que aunque nuestro cuerpo es uno solo, nuestras metas y convicciones son diferentes.
Pero no te preocupes por Archie, donde se encuentra ahora mismo, es un lugar en donde no sufre, al contrario, cuando sé que necesita descansar, aparezco para que pueda ser libre por algunas horas o a veces por unos días hasta que sé que se siente mejor para continuar con esta vida.
Una vida, que sé que a ninguno de los dos nos gusta, más bien... a ninguno de los tres. Por eso debo buscar una razón, para que algún día los tres seamos felices.
Lo prometo.
Aunque me cueste 1,000 años, sé que la encontraré y aunque no sea en esta vida, guardaré mi promesa hasta que logre cumplirla.
-Cobarde.
Una sombra me miraba a lo lejos, juzgándome.
-Eso ya lo has dicho antes. Pero no te preocupes, te di mi palabra y voy a cumplirla. Ya no me acobardaré nunca más.
Le miré y la sombra solo se volteó desapareciendo en la oscuridad.
Tomé una chaqueta morada del ropero de Archie, un pantalón a cuadros blancos con negro y sus botas moradas. Luego agarré un delineador para pintarme debajo de los ojos, pero con las ojeras que tenía el pobre, creo que era un desperdicio de pintura, asi que decidí dejarlo como estaba.
También me despeine un poco el cabello, ya que Archie siempre se lo peinaba demasiado. Como él no suele usar esmalte de uñas negra, tuve que pintármelas moradas.
Ya eran las 5 de la mañana y sabía bien que pronto Archie tendría que ir a la escuela, asi que tuve que avisar que no iría.
Obviamente le hablé al profe Bernabé, él sabía cómo ser prudente y sobre todo era el único en quien podía confiar para que los otros maestros fuesen benevolentes a la hora de poner una falta o más bien de usar sus influencias para que no me la pusieran.
Sobre todo, sabía que guardaría el secreto como una tumba, tanto para la escuela como para Ramon.
Si Ramon llegaba a enterarse, todo lo que he hecho por años se vendría abajo para siempre.
Una vez solucionada la parte más importante, salí del departamento y me aseguré de que la puerta estuviera completamente cerrada, pues a Archie algunas veces se le había olvidado cerrarla correctamente.
En uno de esos descuidos descubrió a un vagabundo durmiendo en su sala, ya te imaginarás la locura que se hizo con dicho suceso.
Pero despues te contaré sobre esa historia, fue muy divertida. De hecho aun me duele el estómago de solo acordarme.
Bajé las escaleras desde el 15° piso hasta la planta baja del edificio.
Llegado a la planta baja me di cuenta de que no estaba la policía que se encargaba de cuidar la entrada, pero no le dí mucha importancia.
Salí del edificio y crucé la calle. Luego me acerqué a la barda que estaba frente a este y miré hacia abajo, aun me quedaba un largo camino hasta la carretera, pues todavía me tocaba bajar la escalera infernal. La llamaban asi porque eran 250 pequeños escalones, donde si tenías la maravillosa idea de resbalarte te ibas directo a conocer a Jesucristo o en el mejor de los casos te lesionabas todos y cada uno de los huesos del cuerpo, haciendo que los 206 huesos que tenemos se convirtieran en 412.
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Lo bueno es que a mi pequeño Archie jamás le ha pasado. En realidad si se resbaló una vez, pero solo rodó 10 escalones abajo y luego su vecino Steven; el luchador de sumo sirvió como escudo y detuvo su fatal final. Te prometo que también te contaré esa historia, es una de mis favoritas.
Aspiré profundamente y me encomendé a todas las deidades del olimpo para no terminar embarrado como mosquito en el pavimento de la carretera. Despues me subí al barandal de las escaleras, agarré una tabla vieja que estaba recargada en la baranda y subí mis pies lentamente, luego solo me dejé llevar.
-¡¡Ahhhhhh!! ¡¡Yuju!!

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