Un día no pudo más.
En rodillas con un llanto incontrolable, dijo:
"Dios, perdóname, me has dado la vida y la desperdicio día a día, cuando todo lo que tengo son ganas de vivir, perdóname por desperdiciar la vida que tú me has regalado"
"Por favor, ayúdame"
La mujer no tenía idea de lo que Dios tenía preparado, debía encontrarse con Él para ver todos los regalos que su padre tenía destinado para ella.
Pasó el tiempo y personas que decían hablar con los ángeles llegaron a casa de la mujer. Le explicaron a su familia que a la mujer le habían hecho un trabajo de hechicería.
Al parecer en la universidad una compañera le tenía envidia. Como no pudo con ella a través del acoso, recurrió a la brujería.
-Corto su comunicación con Dios.
-Envío entidades negativas.
-Bloqueo sus caminos del amor.
-Salación.
-Entierro.
-Cerró su voz.
Además, ella vio todo lo que Dios tenía para la mujer y cambió fortunas con ella. Le robo todo y a parte la daño.
Pero la mujer era fuerte, no fue solo una vez, hizo el trabajo dos veces y aparte la alimento para que el demonio se introdujera en ella.
Tomó algo de tiempo para asimilarlo.
Para defenderse de todo lo que pasó, estas personas le enseñaron sobre Jesús y a orar el salmo 91.
Dentro de este tiempo había un muchacho que tenía amor por Dios. Él tenía el deseo de enamorarse y estuvo buscando a su pareja por un tiempo. A pesar de que él realmente quería tener una relación con una buena mujer de Dios, las cosas no procedían como planeaba y muchas veces salía lastimado.
El muchacho quedaba quebrado al darlo todo por alguien que no iba a ser para él. Pero tenía a Jesucristo de su lado y siempre lo sostuvo.
El siempre demostró respeto a Dios, le dio el propósito de enseñar la biblia y lo formó.
Se volvió su siervo fiel e hijo.
Dios vio todo el amor que tenía para dar, pero también vio todo el amor que merecía. Porque es un buen hombre de Dios. Así que le hizo una promesa.
"Prometo mandarte lo mejor que YO tengo"
Y sin saber mucho, empezó a orar por ella y lo hizo esperar, bajo la promesa que le iba a dar lo mejor de Él.
El hombre de Dios Oró por ella, oró tan grande y tan fuerte, tan dentro de su corazón que estuviera bien, que sanará, que supiese que es amada, a tal punto que la mujer empezó a pensar que hay un Dios, decide creer en Él y dejarlo entrar.
Así que empezó a buscar a Jesús.
Ella oraba e iba a misa, pero eso era todo.
Por la noche, había cosas sobre ella, empujaban su cama y no lo dejaban descansar, escuchaba como unas patas de cabra se acercaban a su cama para dañarla.
"Los voy a matar a todos" susurraba en su oreja.
Y una noche fue demasiado.
Entonces, afuera de su habitación vio a un hombre y Él entró. Sólo pudo verle los pies, tenía un hoyo en cada uno de ellos.
En su sola presencia, todo desapareció.
Entró en llanto. Jesús vino por ella.
De ahí en adelante la mujer quería conocer a Jesús, pero no sabía cómo. Ella quería volverlo a ver, quería tener una relación con él, así que preguntó:
"¿Qué puedo hacer para acercarme más a ti?".
Al tiempo empezaron a aparecer señales, cuentas de cristianos en Instagram, tik tok, clases de biblia, música de alabanza y personas que tenían una conexión con Jesús a través de su Fe y amor por él. Así que la mujer comenzó por limpiar sus redes sociales, cambios en su música, hacer alabanzas a través de su escritura y a escuchar la palabra del señor de aquellos que son fieles e hijos del señor.
Implementó las enseñanzas en su vida y dejó a Jesús entrar.
Así que el hombre de Dios, que oraba y amaba a Jesús guío a la mujer a él sin conocerla y la mujer sin saber que era él, escuchaba hablar al hombre con una fe hermosa la palabra de Dios. La mujer entonces se interesó más por Jesús.
Empezó a aplicar los 10 mandamientos en su vida y lo que más la ayudó fue leer la biblia, que agradecida estaba ella por aquel muchacho que hizo la biblia interesante por medio de tik tok.